La ciudad chilena Iquique volvió a ser escenario de protesta este 2022, donde los migrantes venezolanos fueron parte de los reclamos. La ONU rechazó los ataques a los migrantes y la cancillería de Chile adelantaba que se reuniría con las autoridades bolivianas para abordar la situación migratoria, humanitaria y de seguridad que enfrentan regiones del norte de Chile debido al constante flujo de inmigrantes que llegan de forma irregular a través de la desértica frontera. Sin embargo, la renuncia del Canciller de Chile, puede agudizar la situación migratoria.
Ya en el 2021 se registraba una manifestación contra los migrantes venezolanos en la ciudad de Iquique.
En el último año, esta zona ha experimentado varias olas masivas de ingresos clandestinos de extranjeros, que provocaron el colapso de pequeñas localidades fronterizas, con poca infraestructura y recursos y donde se han asentado miles de personas en campamentos. En Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.
La protesta
El domingo 30 de enero hubo una marcha en Iquique, al norte de Chile, contra la migración y el alza de la criminalidad, donde días antes un grupo de cuatro migrantes venezolanos atacó a policías durante un control callejero. Incluyendo gritos xenófobos, un grupo de manifestantes destruyó algunos de los campamentos improvisados de inmigrantes en la vía pública, mientras que un migrante fue golpeado al increpar a la multitud.
Al día siguiente, el lunes 31 de enero, hubo una paralización de actividades en protesta.
ONU pide atención urgente
La ONU condenó «categóricamente» los ataques contra migrantes venezolanos en Chile. “El Sistema de las Naciones Unidas en Chile manifiesta su preocupación por la violencia y los actos de xenofobia que han ocurrido en Iquique y la región de Tarapacá, en el norte del país, que involucran a venezolanos, las comunidades fronterizas y las fuerzas de seguridad”.
La ONU condena las “agresiones a funcionarios de las fuerzas del orden público y los actos de discriminación y xenofobia ocurridos”.
Además, pidió que no se utilicen “hechos aislados para fomentar la discriminación y la violencia contra personas refugiadas y migrantes” y que se tomen medidas que eviten “que las tensiones se agraven”.
Las Naciones Unidas están en contacto con el Gobierno y reconoce “los esfuerzos que están realizando”, pero señalan que hay “situaciones graves”, que “requieren atención urgente”.
“Instamos a las autoridades competentes a redoblar sus esfuerzos en materia de asistencia humanitaria”, dicen, señalando que es “clave” para reducir la presión sobre las comunidades de acogida, favorecer su integración y disminuir la exposición a redes criminales.
Cancillería
Autoridades chilenas y bolivianas anunciaban que se reunirán próximamente para abordar la situación migratoria, humanitaria y de seguridad que enfrentan regiones del norte de Chile debido al constante flujo de inmigrantes ilegales que llegan a través de la desértica frontera, informó el jueves la cancillería chilena.
En un breve comunicado, el ministerio dijo que Santiago y La Paz acordaron «la celebración de una mesa de trabajo en las próximas horas entre los Ministros de Interior y Seguridad Pública de Chile y el Ministro de Gobierno de Bolivia, junto a sus respectivos Ministerios de RR.EE (Relaciones Exteriores)».
El objetivo es «enfrentar las difíciles situaciones de seguridad, sanitarias y migratorias que están produciéndose en las regiones de Arica y Parinacota, y de Tarapacá».
La oficina de prensa de la cancillería no precisó cuándo será el encuentro, ni entregó más detalles.
Ciudades de esas regiones fronterizas con Perú y Bolivia son escenario de una creciente tensión por la entrada ilegal sobre todo de migrantes venezolanos, que llegan caminando a través del altiplano.
Muchos arriban en condiciones precarias e improvisan campamentos en plazas y otros espacios públicos generando rechazo por parte de los vecinos de las ciudades, quienes vinculan la crisis a un aumento del crimen.
La renuncia del Canciller de Chile
El ministro chileno de Relaciones Exteriores, Andrés Allamand, renunció al cargo eldomingo 6 de febrero, en medio de críticas por su ausencia del país mientras en la frontera norte se desarrolla una aguda crisis de migración irregular.
Su viaje a España, apuntó el mismo Allamand en un punto de prensa, originó «una serie de críticas que afectan al Gobierno (…) y de paso, pretenden desacreditar el trabajo de la Cancillería. Asimismo, tales críticas no sólo han distorsionado las actividades que ha realizado en el extranjero sino que han contribuido a tensionar inconvenientemente el clima político».
Actualizado el Lunes 7 de febrero
Con información de Reuters, EFE y Cancillería de Chile