En una galería del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) se pueden ver los rostros de miles de niños migrantes venezolanos, con sus edades y nombres completos, que han quedado solos en Colombia bajo supervisión del Estado, según una investigación de la periodista Paula Andrea Jiménez con el apoyo del conglomerado Consejo de Redacción.
La galería con la que el Estado colombiano intenta ubicar a los familiares, responsables o acompañantes de los menores de edad venezolanos se llama “Me Conoces, Niños Venezolanos”.
En total, de acuerdo con la investigación, más de mil niños venezolanos se encuentran en hogares sustitutos, casas hogar, centros de emergencia o internados dentro del ICBF, la entidad que protege a la niñes en Colombia.
«Es inevitable preguntarse si habrá alguien buscándolos, extrañándolos o si en su país de origen las familias que dejaron sabrán que están solos, separados de sus padres o del núcleo familiar que migró de Venezuela», dice Jiménez, la periodista autora del texto.
¿Cómo y por qué terminaron solos los niños migrantes?
Algunas de las razones por las que el Gobierno colombiano lleva a los niños venezolanos a hogares sustitutos son la “omisión o negligencia, falta absoluta/temporal de sus responsables, actos sexuales, acceso carnal, niños, niñas o adolescentes no acompañados, trabajo infantil”, según describe Jiménez en el reportaje.
Pero también, destaca, hay casos de violencia física o psicológica, situación de vida en la calle, abandono, explotación sexual comercial y amenazas de reclutamiento por grupos criminales.
Mientras a una parte de los menores de edad se les halló en situaciones de vulnerabilidad como las anteriormente descritas, otros fueron arrebatados a familiares que, a juicio de las autoridades y denuncias ciudadanas, no gozaban de una situación económica estable para criarlos y mantenerlos.
Entre los años 2015 y 2022, el Estado colombiano intervino a través de los Procesos Administrativos de Restablecimiento de Derechos a favor de al menos 14.172 menores de edad migrantes venezolanos. En la mayoría de los casos debido a la falta absoluta de sus responsables y la situación de calle en que la encontraron a los niños.
Para mayo de 2022, el ICBF reconoció que unos 1.200 niños migrantes estaban bajo su custodia. De ellos, ya para el mes de enero de 2023, al menos 1.082 estaban en hogares sustitutos y casas hogar.
Consejo de Redacción precisó que, en muchos casos, para las autoridades no ha sido posible establecer contacto con los familiares de estos niños en Venezuela ante la falta de apoyo entre ambos países.
“Cada cierto tiempo, la galería de fotos de menores de edad venezolanos se actualiza con nuevos ingresos. A veces, por medio de las redes sociales, la búsqueda de un familiar con nombres coincidentes surte efecto”, concluye la periodista.