Migrantes vulnerados y abusados. El más reciente estudio de Human Rights Watch (HRW) muestra diversos hallazgos sobre la población migrante que se encuentra a la espera de asilo en Estados Unidos. Mientras miles de personas esperan una respuesta sobre su solicitud, deben permanecer meses en campamentos dispuestos en la frontera entre México y Estados Unidos. En estos lugares las personas han sido maltratadas por funcionarios de seguridad mexicanos.
El trabajo de HRW se sustentó en visitas al lugar y en entrevistas que evidencian, en la propia voz de los migrantes, cómo han vivido los últimos meses a la espera de alguna respuesta por parte de las autoridades norteamericanas. Hay, al menos, 1600 migrantes venezolanos en los campamentos y en los albergues dispuestos en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos.
“Quédate en México”, un programa de Donald Trump
La publicación de HRW afirma que, “desde enero de 2019, Estados Unidos ha, en la práctica, cerrado su frontera sur a los solicitantes de asilo”. Esta decisión, que surgió durante la administración de Donald Trump, ha dejado a los migrantes “expuestos a abusos en México”, sostiene el estudio.
HRW afirma que el programa “Quédate en México”, envió a más de 71 mil solicitantes de asilo a México, mientras las solicitudes eran procesadas por Estados Unidos. HRW cuenta que, desde marzo de 2020, Estados Unidos ha expulsado “a más de 400 mil migrantes, muchos de ellos a México, incluyendo algunos que buscaban protección internacional”.
En el caso venezolano, la mayoría de los entrevistados por HRW señaló que “temían denunciar delitos y abusos sufridos en México”. También afirmaron que “no podían obtener los documentos necesarios para trabajar, recibir atención médica o enviar a sus hijos a la escuela”. En el estudio, los responsables por parte de HRW hablaron con familias que no se presentaron a las citas de asilo en los tribunales “porque habían sido secuestradas en México”. Otras familias “habían sido transportadas al sur del país por el gobierno mexicano”. Esto las dejó a miles de kilómetros de donde estaba programada la audiencia.
Migrantes venezolanos en México
En la publicación se resalta la presencia de más de 1600 venezolanos en estos campamentos y albergues en la frontera entre México y Estados Unidos. “Decenas de miles de familias migrantes, incluyendo venezolanos que buscaban protección frente a la tortura, la persecución política y las detenciones arbitrarias, han sido abandonadas por los gobiernos de Estados Unidos y México”, señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.
También se menciona que fueron entrevistados 71 venezolanos que cruzaron México para pedir asilo en Estados Unidos. Estas personas fueron devueltoa a México para esperar el resultado de sus trámites. HRW también consultó a funcionarios públicos, abogados y con organizaciones humanitarias. “En muchos casos, consultó evidencias que eran consistentes con los testimonios, como por ejemplo fotografías, documentos migratorios e informes policiales”, señala HRW.
“En 16 casos, los solicitantes de asilo manifestaron que agentes de migración o policías mexicanos los sacaron de autobuses o de filas en el aeropuerto y amenazaron con deportarlos si no les pagaban un soborno. Algunos afirmaron que los funcionarios mexicanos los detuvieron y amenazaron con matarlos o entregarlos a los carteles si no pagaban”, reza el informe.
Sin embargo, todavía hay 1600 venezolanos con casos activos de asilo y que se mantienen a la espera de alguna respuesta por parte de Estados Unidos. El presidente Joe Biden suspendió la inclusión de nuevos casos en el programa “Quédate en México” y permitió que 25 mil solicitantes de asilo comiencen a anotarse para tener una fecha de ingreso a Estados Unidos. HRW considera que “este es un paso positivo que permitirá que Estados Unidos vuelva a cumplir con sus obligaciones de derechos humanos”.
Las recomendaciones
HRW realizó una serie de recomendaciones a los gobiernos de Estados Unidos y de México. En el caso del gobierno norteamericano, HRW recomienda “poner fin a las expulsiones desproporcionadas y dañinas de solicitantes de asilo por razones de salud pública; permitir que los solicitantes de asilo cuyos casos fueron desechados mientras estaban en el programa Quédate en México puedan volver a solicitar asilo en EE.UU. También pide dar instrucciones al Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza para que considere debidamente las solicitudes de permiso humanitario en los puertos de ingreso. Estas permiten a individuos ingresar a Estados Unidos de forma temporal por razones humanitarias”.
Mientras tanto, al gobierno mexicano recomienda “negarse a aceptar nuevas expulsiones de solicitantes de asilo desde EE.UU.; adoptar medidas para que se investiguen y se lleven ante la justicia a los responsables de delitos contra migrantes. Así como asegurar que los migrantes que sean víctimas de delitos reciban información sobre cuáles son sus derechos incluido el derecho de pedir una visa humanitaria prevista en el derecho mexicano.
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