Son 103 venezolanos. Están retenidos en una carretera a cinco horas de Bogotá desde la mañana de este martes 26 de mayo, cuando la Policía Nacional de Colombia detuvo los tres autobuses donde viajaban.
Con esfuerzo reunieron entre todos y después de 10 días lograron alquilar tres unidades para salir de la capital colombiana y llegar hasta Cúcuta, para cruzar la frontera y retornar a Venezuela.
Sin embargo, a las 6:43 de la mañana funcionarios de la Policía colombiana los detuvo en el pueblo de Santa Rosa, en plena carretera al alegar que no podían continuar su viaje porque está prohibida la circulación de vehículos por la cuarentena del COVID-19 en el vecino país.
Leonardo Rodríguez, uno de los retenidos en ese poblado colombiano, contó a Efecto Cocuyo que ya llevaban nueve horas sin que las autoridades les dieran una solución viable.
Solo quieren regresar al país. Desde que llegó la cuarentena por la pandemia del nuevo coronavirus quedaron sin trabajo para poder pagar la renta o arriendo como llaman en Colombia el alquiler de habitaciones.
«Por no tener renta, trabajo y otras situaciones personales, lamentablemente no podemos seguir en este país y tenemos que devolvernos a nuestras casas», dijo Rodríguez.
Quieren que viajen a pie
Al lugar en todo ese lapso solo se apersonó un concejal de la zona. Pero las propuestas que les plantean son «inviables». La primera de ella es que se bajen de los autobuses y continúen su recorrido caminando. Eso serían al menos 17 días. Pero viajan niños y adultos mayores con ellos.
La segunda es devolverlos a Bogotá. «Si nos devuelven a Bogotá no tenemos ninguno donde dormir, cada quien tuvo que entregar arrendo, habitación o pieza donde vivía», resaltó Rodríguez.
Esperan que puedan permitirles continuar su camino a Cúcuta, porque es la única salida que tienen para llegar a Venezuela.
«Estamos en paz, lo único que solicitamos es que nos dejen continuar nuestro camino hasta la frontera», reiteró.
Cuestionaron a Migración Colombia, porque en su página web ofrece un registro y la compra incluso de boletos para quienes deseen retornar, pero ambos servicios no están operativos, aseguró Rodríguez.
Qué dice Migración Colombia
El pasado 29 de abril esta dependencia del Gobierno colombiano emitió un comunicado en el que advirtió que las y los venezolanos que incumplieran el aislamiento obligatorio serían sancionados administrativa y penalmente. Para el retorno los obligan a coordinar la salida con las alcaldías de cada jurisdicción.
Sin embargo, Rodríguez destacó que ni la Alcaldía de Bogotá ni Migración Colombia les dieron respuesta.
«Frente la salida de buses de servicio especial contratados por ciudadanos venezolanos, Migración Colombia informó que en caso de que los mismos hayan iniciado el recorrido sin ningún tipo de coordinación o autorización por parte de la alcaldía, serán inmovilizados hasta que haya disponibilidad para su tránsito en frontera», explica el comunicado de esta dependencia.
Además añaden que «sus ocupantes serán sujetos de una sanción administrativa, que incluso podría llegar a la imposición de una medida de deportación o expulsión, la cual les impedirá ingresar a Colombia por varios años, así como acceder a beneficios migratorios como el PEP«.
Migración Colombia justifica estas medidas en las normas para evitar la propagación del COVID-19 y las restricciones de la administración de Nicolás Maduro para la recepción de sus connacionales. Aseguran que «en la actualidad Venezuela solo está permitiendo el ingreso de ciudadanos venezolanos hacia su país por el Puente Internacional Simón Bolívar, en Villa del Rosario – Norte de Santander 200 personas y por el Puente Internacional José Antonio Páez, en Arauca 100 personas».
Hasta el 29 de abril al menos 14 mil venezolanas y venezolanos habían dejado Colombia para regresar a su nación por las fronteras con Colombia.
Rodríguez insistió que el deseo de estos 103 venezolanos y venezolanas es regresar al país y les permitan seguir su viaje a la frontera.