La realidad de los migrantes y refugiados en México es complicada: sólo una de cada 10 solicitudes de refugio en el país obtuvieron la aprobación en 2022, según la Coordinación General de la Comisión de Ayuda a Refugiados (Comar), un órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación (Segob).
En total, 118.722 personas presentaron solicitudes de refugio en México durante el año pasado. De ellos, la gran mayoría eran provenientes de Haití, El Salvador, Honduras, Venezuela y Cuba.
La información recabada a través de ocho oficinas de representación localizadas en los estados de Baja California, Ciudad de México, Chiapas/Palenque, Chiapas/Tapachula, Nuevo León, Saltillo, Tabasco y Veracruz, incluye seis motivos por los cuales se negó la petición, según reseñó La Silla Rota:
1⃣ Por abandono se documentaron 2.800 casos.
2⃣ Por desistimiento, que tuvo 359 casos.
3⃣ 6.556 casos de «imposibilidad material/protección».
4⃣ 133 casos de «imposibilidad material/registros».
5⃣ 79.478 solicitudes no tuvieron respuesta al enlistarse como «pendientes».
6⃣ En 9.461 casos la resolución fue negativa.
Las trabas para las solicitudes de asilo en México
Sumado a la baja tasa de reconocimiento de refugio del Gobierno mexicano, los migrantes también se enfrentan a otros problemas como «que no se garantiza el debido proceso en los casos de solicitantes de asilo», según documentó la organización Sin Fronteras.
Identifican siete dificultades principales. La principal es que no se garantiza el debido proceso en los casos de solicitantes de asilo ya que, en la mayoría de los casos, los solicitantes no tienen acceso a una entrevista adecuada para determinar si pueden obtener la condición. Tampoco se les da una atención adecuada o acompañamiento a las personas con discapacidades o necesidades de atención psicológica, dice la organización.
Un segundo obstáculo es que los solicitantes sólo tienen un plazo corto para realizar el trámite, lo que no les permite obtenerla al no justificar los motivos porque no presentaron la petición antes de los 30 días en que ingresaron a México.
La falta de personal y de infraestructura en la Comar es la tercera. De acuerdo con Sin Fronteras, son pocas las oficinas que existen en el país para que las personas puedan realizar las peticiones.
El desconocimiento del Reglamento de la Ley sobre Refugiados y Protección Complementaria es otro obstáculo que enfrentan los peticionarios al momento de tramitar la solicitud.
La quinta es que no se garantiza el interés superior de los menores, mientras que el personal desconoce la Ley sobre Refugiados y Protección Complementaria. Al realizar la solicitud en estaciones migratorias se desincentiva a continuar con el trámite.
De acuerdo con la organización, la última son las detenciones que se realizan en instalaciones migratorias, lo que lleva a los refugiados a no realizar la petición de refugio por el temor a ser detenidos y deportados.