Miles de venezolanos alrededor del mundo, y en Venezuela, padecen lo que es no tener pasaporte. La falta de respuesta del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) y la poca información que hay en torno al tema, hace aún más complicada la situación de venezolanos que se encuentran fuera del país y tienen el documento vencido o próximo a vencerse.
Cinco personas compartieron sus testimonios con Venezuela Migrante. Hablan sobre sus experiencias y los obstáculos que existen para poder contar con un documento que debería estar garantizado para todo ciudadano.
La posibilidad de perder una beca
Noymar Luque es egresada de Bioanalisis de la Universidad Central de Venezuela. Tras recibirse con su título, emigró a Chile para establecerse y buscar mejores oportunidades en un área donde es necesaria la constante formación y aprendizaje. Luque ya sabía que su pasaporte se vencía el 14 de julio de este año, por ello, inició el trámite de la prórroga el 1 de febrero con la esperanza de poder contar con el documento vigente en cuestión de semanas.
“Conozco gente que se le ha hecho rápido. Tengo una amiga que viajó en febrero y la pidió. En dos semanas, la tenía lista, pudo retirarla y venirse. También conozco gente que la ha pedido acá y no le ha llegado. Creo que es cuestión de suerte”, comentó Luque.
La principal preocupación de Noymar, además de querer tener su documento de identificación, se debe a que fue seleccionada para cursar una pasantía en Francia como parte de sus estudios de doctorado. Para poder viajar, necesita el pasaporte vigente o, en su defecto, la prórroga.
“Necesito la prórroga de mi pasaporte para poder viajar. Debido a la COVID-19, el viaje se retrasó. Pero estoy apelando en la embajada para ver si me dejan viajar con una constancia de que yo pedí la prórroga y que está en Venezuela”, explicó Noymar. Aunque el Saime le notificó a Luque que su prórroga estaba impresa, es incierto si esta llegará este año a Santiago de Chile.
“No sé si me van a permitir viajar así. Yo espero que sí”, dijo Luque. Además, explicó que no ha hablado con funcionarios del Saime durante este proceso y que ha optado por manejarse en redes sociales para estar pendiente de alguna nueva información.
También en Santiago de Chile vive Vanessa, quien recibió de visita a su madre. La mamá de Vanessa se quedaría unos meses en la ciudad junto a su hija y a su nieto, luego volvería a Venezuela. En marzo de este año vencía su primera prórroga, por lo que Vanessa gestionó para solicitar la segunda prórroga de su madre y que esta le llegara a la capital chilena.
“Pagamos los 100 dólares y al principio no sabíamos si se había hecho efectivo el pago. Una semana después llegó el comprobante de que sí se había realizado el pago”, recordó Vanessa. Sin embargo, debido a la pandemia de COVID-19, ella y su madre dejaron un poco de lado el tema y se limitaron a revisar las redes sociales de la embajada venezolana en el país austral.
“Yo estaba pensando que ya se había perdido ese dinero. Pero el martes de la semana pasada (25 de agosto) llegó un correo del Saime diciendo que ya la prórroga estaba lista y que podíamos ir a la embajada de lunes a viernes para buscarla”, dijo Vanessa.
Al día siguiente, Vanessa y su madre fueron a la embajada para buscar el documento. Al llegar a la sede diplomática se sorprendieron pues no vieron fila de personas ni a nadie esperando en los alrededores. Un funcionario chileno atendió a Vanessa y le explicó que el Saime estaba enviando correos erróneos y que en la embajada sólo contaban con pasaportes de 2019 hacia atrás.
“Puede que ser que la prórroga le llegue a finales de año, o incluso para 2021”, recordó Vanessa. Sin embargo, uno de los problemas con los retrasos en las prórrogas es, justamente, que la fecha de la misma suele ser una anterior a la que cuando el venezolano recibe el documento. Entonces la persona no cuenta con el pasaporte vigente por dos años, sino por menos tiempo.
Sin pasaporte en Colombia
Pedro es ingeniero de sistemas y tiene 33 años de edad. Vive en Bogotá y su pasaporte está a dos meses de expirar. En el caso de Pedro, sería la prórroga la que se vencería poco antes de finalizar el 2020. Por ello, ha hecho gestiones para solicitar una nueva extensión, sin embargo, no ha recibido respuesta por parte del Saime.
“El hecho de no poder hacer el trámite desde Colombia nos complica bastante, porque toca irse hasta Venezuela, pero debido a la situación de la COVID-19 entendemos que no han abierto las oficinas. No están trabajando desde que empezó la cuarentena en Venezuela”, explica Pedro.
La preocupación de Pedro reside en que ya se está terminando el plazo para poder pedir una nueva prórroga, pues la misma tiene que solicitarse en los seis meses previos a la fecha de vencimiento del pasaporte o de la extensión. Sin embargo, como el Saime no labora desde el mes de marzo, todos estos trámites ni siquiera se han podido iniciar.
“A uno le queda mirar las redes para ver qué se dice sobre el funcionamiento del Saime”, comenta Pedro que también asegura que hasta ha mirado tutoriales en Youtube para ver cómo puede ingresar a la página del ente venezolano.
“Es algo que te perjudica porque no te puedes mover del país. Uno se vio forzado a salir de Venezuela por esas mismas razones, no conseguir trabajo y no tener calidad de vida, y, de paso, estando afuera te sigue perjudicando el mal gobierno”, comentó el ingeniero de sistemas.
Una situación similar vive Charlie, quien tiene el pasaporte vencido desde diciembre de 2018. Charlie, quien también reside en Colombia, hizo el pago de la prórroga en enero de 2019, pero su esperanza de obtener la extensión del documento se vio truncada por el conflicto político que vivía Venezuela para ese momento.
“El viernes 22 de febrero de 2019 recibo un correo donde me dicen que podía ir a buscar mi prórroga en la embajada. El sábado 23 pasa lo de la entrada de la ayuda humanitaria a Venezuela y, pues, rompen relaciones Venezuela y Colombia. Yo fui el lunes 25 a la embajada y estaba cerrada. Nadie daba respuesta de nada”, recuerda Charlie.
Nicolás Maduro rompió relaciones con Colombia el sábado 23 de febrero tras los hechos ocurridos en los pasos fronterizos entre ambos países. El político venezolano anunció que los embajadores y cónsules tenían 24 horas para salir de Venezuela.
La respuesta del Gobierno colombiano fue asegurar que Maduro no podía «romper relaciones diplomáticas que Colombia no tiene con él».
Este conflicto perjudicó a los venezolanos que residen en el país vecino pues la embajada venezolana en Colombia dejó de trabajar debido a las tensiones entre ambas naciones.
“Intenté hablar con el Cónsul, pero cualquier intento era una pérdida de tiempo. Así fui perdiendo las esperanzas hasta que en agosto decidí dar por perdido eso junto con el dinero”, recordó Charlie. Sin embargo, todavía guarda expectativas por conseguir la nacionalidad colombiana y así poder tener un documento válido para viajar.
“No tener pasaporte me han complicado enormemente cualquier trámite legal en este país. Gracias a dios me aceptaron el pasaporte vencido para solicitar la nacionalidad colombiana que es la única esperanza que tengo de legalizar mi situación. He perdido oportunidades de trabajo en el exterior por no tener el pasaporte y no he podido ir a ver a mi familia por lo mismo, me da miedo entrar a Venezuela con el pasaporte vencido y que después no me dejen salir”, sentenció Charlie.
El problema de los gestores
Mientras el Saime mantiene sus oficinas cerradas y un completo silencio sobre el tema, hay personas que se mueven de forma ilegal para “agilizar” los trámites. Por esos servicios pueden cobrar hasta 3.000 dólares, sin garantía de que realmente cumplan con lo que prometen.
Noymar Luque recuerda que varias personas le escribieron ofreciendo servicios relacionado con el tema del pasaporte, pero los “precios eran exorbitantes”.
“Una persona me dijo que me cobraba 1.100 dólares con el envío hasta Santiago. Otra me recomendó esperar y pedir que la prórroga no me la manden a Santiago sino a Venezuela. De ahí enviármela, pero el precio era exorbitante. Preferí consultar en la embajada si me podían dar algún tipo de permiso especial para viajar”, comentó Luque.
Una situación similar recordó Charlie, quien recordó que le pidieron 3.000 dólares por el documento.
“Otro intento de obtener el pasaporte fue, como todo allá (en Venezuela), con corrupción. Me pidieron hasta 3.000 dólares por el documento lo cual me parece un absurdo total. Además, no cuento con ese dinero tampoco”, comentó el venezolano en Colombia.
Mientras, tanto, Pedro recordó que una de sus tías intentó “agilizar” el trámite por otra vía y tampoco tuvo suerte.
“Mi tía envió su pasaporte con un gestor para que le hicieran el trámite de la prórroga sin ella salir de Colombia y perdió su pasaporte. Está sin pasaporte y no sabe cómo solucionar porque cayó con uno de esos gestores que son unos tramposos”, recuerda Pedro.
Para finales de 2019, la ONG Transparencia Venezuela tenía un registro de 60 denuncias sobre irregularidades en el tema del pasaporte: retrasos en la entrega del pasaporte o prórroga (20), fallas en el sistema (16) y corrupción de funcionarios (7), expuso la ONG en una nota publicada el 21 de noviembre de 2019.
En el marco legal, la ONG también explica que las irregularidades en el tema del pasaporte vulneran dos artículos de la Constitución venezolana.
“Por un lado, se pone en entredicho el artículo 56 de la Constitución, que no solo establece que todos los venezolanos tienen derecho a la identidad, sino que obliga al Estado a suministrarles los documentos para comprobarla, entre ellos el pasaporte. Asimismo, se está vulnerando el ejercicio del artículo 50 de la Carta Magna, que establece que “toda persona puede transitar libremente y por cualquier medio por el territorio nacional, cambiar de domicilio y residencia, ausentarse de la República y volver, trasladar sus bienes y pertenencias”, expone la ONG en su página web.
Uno de los pocos con suerte
Alexander es venezolano y reside en México desde hace seis años. Su historia, a diferencia de las previamente expuestas, ha sido más satisfactoria con el Saime y con el pasaporte. Incluso, Alexander se define como una persona con suerte en este tema.
“La verdad, yo he tenido suerte. Durante mi estadía me ha tocado renovar el pasaporte una vez y procesar la extensión una vez, ambas han tomado más o menos 6 meses. Nunca he intentado contactar directamente al SAIME ni a gestores, y para navegar los trámites me he apoyado de una comunidad en facebook: Pasaportes Venezolanos en el exterior que provee mucha mejor información de cualquier site oficial”, comentó Alexander.
El venezolano asegura que le parece “insólito” que el pasaporte venezolano solo sea válido por cinco años, así como que tarde tantos meses en tramitarse.
“Me sigue pareciendo insólito que el pasaporte sea válido solo por cinco años. Que tarde meses en tramitarse, que cueste lo que cueste y que tengamos el asunto de las extensiones. Afortunadamente no he tenido historias de terror y ha sido más que todo la ansiedad de no saber cuándo tendré la identificación oficial, pero no he tenido que lidiar con el problema de tratar de hacer algún trámite o viajar con el pasaporte vencido”, recordó el venezolano.
Miles de venezolanos sin pasaportes
En redes sociales se hizo tendencia #VenezuelasWithoutPassport (venezolanos sin pasaporte), una etiqueta que buscaba llamar la atención sobre la cantidad de venezolanos en el mundo que no cuentan con su documento de identidad.
Lo que comenzó con un mensaje y una foto se volvió viral en cuestión de horas y eran miles de mensajes de venezolanos que contaban sus historias relacionadas a la falta de pasaporte y a las irregularidades que han vivido debido al Saime.
Ante esto, nació Save My Identity, una ONG que agrupa a miles de venezolanos y que busca llamar la atención sobre este tema ante entes oficiales como Acnur, la OEA y el Parlamento Europeo. La ONG publicó una petición en línea para que las personas firmaran si estaban de acuerdo con distintas exigencias al Saime y la misma ya suma más de 35.000 firmas.
Dentro de las principales demandas resaltan que se “reforme y corrija el sistema de identificación hasta ahora desarrollado y que ha llevado a la crisis actual de la falta de identificación internacional de los venezolanos”; “permita el pago online seguro, rápido y confiable del trámite y cree un mecanismo de reembolso para los casos en que el sistema procese pagos más de una vez”, así como agilizar “la duración del trámite de solicitud de pasaporte y de prórroga de pasaporte”, entre otras.
El índice Henley de Pasaportes ubica al documento venezolano en el lugar número 44, el puesto más bajo en la historia de este ranking que inició en 2006. El resultado de esta clasificación es la cantidad de países que exigen visa a los venezolanos para poder entrar a sus territorios. En su mejor momento, el pasaporte venezolano ocupó el puesto 25 (en 2006 y en 2014), pero desde 2015 la identificación venezolana ha caído de forma constante hasta llegar al puesto en el que se ubica en 2020.
Foto principal: Transparencia Org