El perfil de los migrantes venezolanos en la región ha cambiado. Ahora hay más venezolanos que están viajando con sus familiares y menos cabezas de familia que están viajando por su cuenta. El cambio más grande se evidenció en Chile, donde las encuestas indican que la cuota de venezolanos migrando con su familia ha aumentado de un 27% en el segundo período, a un 42% en el tercer período.
El dato se desprende del informe Integración socioeconómica de los migrantes y refugiados venezolanos: Los casos de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú de la Matriz de Seguimiento del Desplazamiento (DTM) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y otros datos recabados por el Instituto de Políticas Migratorias (MPI), que fue publicado este jueves 29 de julio.
Aunque los hombres estuvieron sobrerrepresentados entre los migrantes y refugiados venezolanos en el período inicial del estudio, la migración de mujeres venezolanas se ha vuelto cada vez más prominente, y los flujos migratorios están distribuidos por género más equitativamente.
De acuerdo al informe, los migrantes y refugiados venezolanos encuestados a través de la región, son relativamente jóvenes y es más probable que estén en edad de trabajar que las poblaciones de los países de acogida. Sin embargo, los venezolanos en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, experimentan tasas de desempleo superiores a las de la población de los países receptores, y muchos de ellos han perdido sus empleos durante la pandemia.
El estudio explora la progresión de la integración socioeconómica de los refugiados y migrantes de Venezuela durante tres períodos entre 2017 y 2021 en cinco países que han recibido a más del 70% de los 5.6 millones de venezolanos que han salido de Venezuela desde 2015.
“Aunque los países de la región han adoptado políticas creativas y a menudo ad hoc para regularizar a la población venezolana, una parte importante de estas personas sigue careciendo de un estatus migratorio regular. Esto sugiere la necesidad de redoblar los esfuerzos para proporcionar acceso a un estatus migratorio regular”, indicó el presidente del MPI, Andrew Selee. “Estos hallazgos demuestran la importancia de mejorar los procesos de reconocimiento de credenciales para refugiados y migrantes de Venezuela como parte fundamental de su integración socioeconómica. De esta manera, los venezolanos contribuyen positivamente al PIB de aquellos países que los reciben” agregó Seele.
El impacto de la pandemia
La crisis de salud pública también ha afectado los ingresos de los venezolanos encuestados en Colombia, Ecuador y Perú el pasado otoño, quienes informaron un descenso de más del 50% de sus ingresos desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020. La irregularidad también ha sido un obstáculo importante para la integración en Ecuador y Perú durante la pandemia.
Dado que un mayor número de venezolanos declara en las encuestas su intención de permanecer en los países de acogida, el informe subraya la necesidad de que los gobiernos transiten de las respuestas humanitarias a corto plazo a las políticas de integración a largo plazo.
“Por ello, desde la Plataforma de Coordinación Regional R4V liderada conjuntamente por OIM y ACNUR, es importante seguir apoyando la integración socioeconómica de esta población, que requiere 256 millones de dólares, el 18 por ciento del total solicitado en el Plan Regional de Respuesta a Refugiados y Migrantes de Venezuela 2021” dijo Diego Beltrand, Enviado Especial del Director General de la OIM para la Respuesta Regional a la Situación de Venezuela.
Otros resultados del informe indican que:
- En los cinco países, los venezolanos reportaron trabajar más horas y ganar menos ingresos que sus contrapartes, con altos niveles de informalidad y trabajo independiente que los hacen más vulnerables a condiciones de explotación laboral y a la pobreza.
- Si bien las credenciales educativas de los venezolanos tienden a ser iguales o superiores a las de la población de los países receptores, importantes barreras les impiden trabajar en sus áreas de especialización. Apenas el 10% de los venezolanos en Chile, Colombia y Perú indicaron haber tenido sus credenciales profesionales y educativas reconocidas hasta octubre de 2020.
- A pesar de los esfuerzos del gobierno por adoptar programas de regularización, el 40% o más de los venezolanos en los cinco países analizados, con la excepción de Brasil, carecieron de un estatus regular casi durante todos los períodos de tiempo evaluados.
- Los venezolanos son relativamente jóvenes y tienen más probabilidades de estar en edad de trabajar que las poblaciones de los países receptores. Aunque los hombres estaban sobrerrepresentados en el periodo inicial del estudio, los flujos se distribuyen ahora de forma más equitativa por género y cada vez es más frecuente que los venezolanos migren con familias. Garantizar el acceso a la educación de los niños es cada vez más necesario. A pesar de que el acceso a la educación está generalmente garantizado, obstáculos como la falta de documentos y las limitaciones de capacidad de las aulas han dado lugar a un número significativo de niños sin escolarizar, con la notable excepción de Chile, donde la matriculación osciló entre el 85% y el 93%.
- Aunque Chile y Brasil tienen sistemas de atención sanitaria universales, siguen existiendo barreras de acceso, como la desinformación, el miedo a la deportación y la discriminación. En Perú, aunque el acceso al seguro médico mejoró con el tiempo, solo el 10% de los venezolanos declaró tener un seguro subvencionado.
- En todos los países, excepto en Brasil, la proporción de migrantes y refugiados venezolanos que declararon haber sufrido discriminación aumentó entre 2017 y 2021, y los incrementos más destacados se observaron en Colombia y Perú.
“A medida que la crisis política de Venezuela continúa y el resto de la región lidia con las repercusiones económicas de la pandemia del COVID-19, es poco probable que la migración venezolana se detenga en el corto plazo” concluyen los analistas del MPI Diego Chaves-González, Jordi Amaral y María Jesús Mora. “Es crucial que los gobiernos de la región hagan un esfuerzo concertado para promover la integración socioeconómica de los migrantes y refugiados venezolanos y que la comunidad internacional de donantes los apoye en dicha tarea”.
Puede leer el estudio completo aquí