El estudio Sobre las contribuciones de la migración al desarrollo sostenible, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), revela que la población migrante venezolana en Chile contribuye al crecimiento del PIB nacional y que el bolsillo del venezolano en Perú se ha visto golpeado por la recesión económica peruana de 2018.
Chile con discriminación económica
El informe explica que la actual etapa migratoria en Chile se caracteriza por un cambio importante en su composición según países y regiones de origen. Los países fronterizos de Perú y Bolivia son los que han tenido mayor protagonismo hasta el año 2017 y los flujos de Haití y Venezuela son los flujos más recientes, siendo este último el de mayor crecimiento en los últimos años.
“En el caso de Venezuela, ello está muy vinculado a la crisis política y económica que enfrenta ese país en los años recientes”. Asimismo, la población migrante venezolana, junto a la de Perú, Bolivia, Colombia, y Haití, contribuyeron en conjunto, con 17% del crecimiento demográfico en Chile entre 2002 y 2017, proporción muy por encima de los demás flujos migratorios de Latinoamérica y el resto del mundo.
En la población migrante venezolana junto a la peruana, boliviana, colombiana y haitiana descansa el mayor peso en la generación del PIB migrante. En 2009 ellos contribuían 1.4 mil millones de dólares, monto que representaba el 44% del PIB migrante. En 2017 este monto se había sextuplicado, alcanzando un valor de 8.7 mil millones de dólares, cifra que representa el 74% del PIB generado por inmigrantes en ese año.
“Al descomponer este crecimiento según origen de la fuerza de trabajo, se observa que el crecimiento del PIB en Chile, en la última década, se sustenta principalmente en el aporte hecho por la fuerza de trabajo chilena y la fuerza de trabajo proveniente de los nuevos países de origen de la inmigración, esto es, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela y Haití” se explica en el informe.
Así, por ejemplo, en la Región Metropolitana de Santiago, la inmigración contribuye con casi 8 mil millones de dólares al PIB regional, valor que representa 6.4% del PIB regional. “De este volumen se estima que el 75% es generado por inmigrantes provenientes de los nuevos países de inmigración de América Latina (Perú, Bolivia, Haití, Venezuela y Colombia), ilustrando con ello la importancia de esta inmigración en la dinámica económica regional y, en particular, de la ciudad de Santiago” reseña la investigación.
Los inmigrantes provenientes de Perú, Bolivia, Colombia Haití y Venezuela, de reciente incorporación, habrían aportado 21% del crecimiento del PIB en la ciudad de Santiago. Es decir, algo más de un cuarto del crecimiento económico de la ciudad se explica como resultado de la inmigración proveniente de estos países. “Esta es una buena medida de la importancia económica de esta inmigración. El dinamismo económico-productivo de la capital del país, donde se concentra más de 40% de la actividad económica y 35% de la población del país, se sustenta en medida importante en el aporte de las personas migrantes, y, especialmente, de aquellos provenientes de estos cinco países de América Latina”.
A pesar de las contribuciones al PIB migratorio, los migrantes venezolanos,sufren una forma de discriminación negativa. “De acuerdo al principio de equidad económica, ellos debieran haber recibido un volumen de ingresos del orden de 3.5 mil millones de dólares, que representan unos 8.5 mil dólares per cápita al año. Sin embargo, de acuerdo a la CASEN de 2017, habrían recibido sólo unos 2.5 mil millones de dólares de ingresos en ese año, que representan un monto de sólo 6 mil dólares per cápita. La diferencia (casi un 40% del ingreso percibido) corresponde a una transferencia neta de recursos de la cual este estrato migratorio es víctima, como resultado de un proceso de discriminación económica” advierte el informe.
Caída del bolsillo venezolano en Perú
La dinámica de los ingresos y gastos de la población venezolana en Perú muestra una caída drástica en el nivel de ingresos y gastos en los años 2017,2018 y 2019 . Para el caso de ingresos, pasando de tres salarios mínimos al mes (2790 soles) en el año 2017 a tener un ingreso similar a la remuneración mínima en el año 2019 (930 soles). En consecuencia, esta caída en el nivel ingresos en esta población afectó significativamente su capacidad de gasto, reduciendo en 63% el nivel de gasto en el periodo 2017-2019, convirtiéndose así en la población de menores niveles de demanda y gasto en el Perú en el año 2019.
El grupo más importante de inmigrantes en Perú es el procedente de Venezuela que, en 2019, representaba ya el 84.4% de los ciudadanos extranjeros residentes en ese país. “Este flujo migratorio se registra a partir de 2017 y en la actualidad se estima que alcanza a 1.043.460 personas”. Sin embargo, se advierte en la investigación, aún es pronto para identificar las contribuciones cualitativas al desarrollo sostenible en la dimensión económica adecuadamente, porque solo han transcurrido cuatri años desde que ocurre esta corriente de inmigración y se ha modificado intensamente por la experiencia de la crisis sanitaria global por COVID-19.
Durante 2018-2019, algunas entidades y economistas han planteado la interrogante sobre los “efectos en la economía” de un grupo inmigrante que arribó en un alto volumen y en el lapso de corto periodo de tiempo. “No todas, pero la mayoría de las respuestas, argumentando en los términos de un razonamiento del tipo costo-beneficio, han coincidido en señalar que, la economía peruana, ganaría en capital humano y que los inmigrantes representan un aumento en el consumo de bienes y servicios7. Al mismo tiempo, esas respuestas siempre se realizan apuntando un listado de reformas y cambios en las normativas y en los programas de las instituciones del Estado que se hacen necesarias para lograr un aprovechamiento de las oportunidades que, potencialmente, trae la inmigración de ciudadanos venezolanos a Perú”.