“La creatividad, en realidad, llega de la forma más sencilla e inesperada. Cuando no se acepta más de una hipótesis, cuando no se repite una cosa hasta el aburrimiento o cuando no se está cerrado a la novedad”, Vea Vecchi.
La frase de esta escritora fue el punto de partida que eligió la periodista y Project manager de la DW Akademie, Ginna Morelo, para abordar las narrativas creativas en la cobertura de las migraciones durante la tercera tertulia de Puentes de Comunicación, este martes 30 de agosto.
La profesora de periodismo compartió 10 claves para pensar nuevos enfoques y formas de contar las historias de los migrantes. Estas son:
1️⃣ Te invito a reconocer el espacio migratorio como geográfico, lingüístico, cultural.
2️⃣ Pero también se erigen historias en el “no lugar”, ese espacio donde los seres humanos permanecen anónimos. Donde no hay un proceso de apropiación. Por ejemplo, cuando habitamos un territorio con otro idioma y decidimos no aprenderlo.
3️⃣ Al contar historias de migración sugiero jugar con el lenguaje en sus múltiples dimensiones para reconocer o comunicar. Y eso implica los lenguajes de los otros: los niños, niñas y adolescentes, los jóvenes, los adultos. Los dejados atrás insiliados, los que caminan y se van.
4️⃣ Las crónicas de la migración son literatura en dispersión. Hay una poética que se mueve entre categorías como el exilio, el destierro, el desplazamiento.
5️⃣ Las naciones que ven partir a sus hijos son patrias heridas. A ellas hay que narrarlas desde la “literatura bajo presión”, como llama a la crónica el escritor Juan Villoro.
6️⃣ Contar historias con números –desde el periodismo de datos– implica revestir cada uno de ellos de la humanidad necesaria para hacer comprensible su dimensión.
7️⃣ La diáspora de la arepa, como Luz Mely Reyes y la gente de Efecto Cocuyollamaron al fenómeno cuando nos propusimos investigarlo para Venezuela a la Fuga, es resistencia más allá de las fronteras amadas.
8️⃣ Al contar historias sobre la migración explora la narrativa del movimiento (el traslado); la narrativa del dolor (la lejura); la narrativa de los anhelos (el recuerdo); la narrativa del silencio (lo no dicho la ausencia de palabras es historia).
El silencio como dispositivo: (una apuesta interpretativa más allá de la negatividad); la narrativa de la memoria (las huellas de los otros, las que están en la memoria subterránea y en la memoria emergente); la narrativa de la impermanencia (nada permanece igual a sí mismo, todo puede cambiarse) la narrativa de la oportunidad (los países receptores).
9️⃣ Escoge el género periodístico como quieres contar la historia; elige el vestido que le quieres poner, esto es el formato y decide la plataforma por donde quieres que circule la historia.
🔟 Hoy día, las historias viven en mundos narrativos híbridos. Las mezclas son posibles y son geniales. Lo multiplataforma, lo transmedia, el periodismo performático. Los diarios de campo, de viaje, las cartas son esa herramienta que se cultiva en el silencio. ¡Atrévete!
El súper poder de la crónica
La periodista, directora y fundadora de Historias que Laten, Liza López, explicó por qué la crónica, como género periodístico, es tan relevante para innovar a partir de la narrativa cinematográfica que la nutre.
Destacó algunas frases de destacados periodistas y escritores como Martín Caparrós, Leila Guerriero, Juan Villoro y Gabriel García Márquez para invitar a las y los oyentes a reportear con “ojos de marciano” y encontrar extrañeza en lo que se da por sentado.
“Hay que pensar como si estuviéramos haciendo una película porque esto nos ayudará a captar la atención. Recrear lo que como observadores vimos, sentimos, olimos y experimentamos. Buscamos mostrar más que decirlo con adjetivos”, expresó.
Enfoque en la niñez
López contó que, para hacer la cobertura de Hijos Migrantes, primero identificaron cuáles eran los derechos vulnerados de los niños que eran los protagonistas de sus historias, buscaron datos para entender la dimensión del problema y luego buscaron los casos que podían representar el enfoque que quería contar.
“Hay que sentarse a escucharlos, no abordarlos desde la técnica formal del periodismo con un cuestionario, que sea más una conversación, que no se sienta invadido en su espacio. Hay que tratar de obtener de ahí la información que se de en el momento sin forzarlo. Si no quieren hablar, ese silencio también está diciendo mucho, queda de nosotros tratar de entenderlo preguntando a sus familiares o acompañantes”, señaló.
La narrativa del amor
La directora de Por Causa, Lucila Rodríguez, habló de la metodología que crearon para encontrar nuevos enfoques y uno de ellos es la narrativa del amor que no se refiere al amor romántico sino al fraterno.
Para crear esta narrativa del amor es necesario apelar al bien común, volver a creer en la raza humana, combinar lo local con lo global y desmontar las distopias que promueven las películas y que ayudan a mantener el miedo, explicó.
“Por Causa se crea porque nos dimos cuenta de que las audiencias se están desconectando de la información, la gente no la consume salvo que sea muy dramática. Entonces generamos la metodología de narrativa circular que consiste en plantearse nuevos retos narrativos, mirar las cosas desde otros ángulos”, afirmó la ingeniera y comunicadora.
Un ejemplo concreto es el abordaje del control migratorio desde el negocio que representa: “Hablamos mucho de por qué el sistema de control migratorio es tan duro y despiadado y nuestros estudios demuestran que es así porque genera mucho dinero”.
En cuanto a los datos que sustentan las investigaciones periodísticas, Rodríguez argumentó que estos no importan si no tienen un análisis detrás. “Lo importante es ser capaz de expresar lo que significan esos datos a través de historias, a veces creemos que las explicaciones científicas nos van a permitir poseer la verdad y no es así, hemos tenido que sufrir todo lo que es la desinformación para darnos cuenta”, manifestó.
Desde la literatura
La profesora de lenguas y literatura Claudia Cavallin estudia la migración no solo como un movimiento de cuerpos sino como un movimiento de espacios y de identidad. “Me he convertido en difusora de imágenes, palabras y movimiento”, dijo.
Una referencia que estudia la profesora es el documental One Upon a Time in Venezuela que se centra en el Congo Mirador, un pueblo flotante del que emigraron sus habitantes con sus casas a cuestas (las estructuras son transportadas en balsas).
En su intervención puso como ejemplo de narrativa creativa la obra de teatro Úrsula que tiene un solo personaje que es una niña que pasa por el sistema migratorio de Estados Unidos.
“Los niños son separados de sus padres y permanecen en espacios que son similares a una cárcel. La pérdida de identidad que ya venía frágil está marcada por la sensación de ausencia y abandono. Esta representación de la mirada infantil en el proceso migratorio es muy valiosa”, comentó.
Puentes de Comunicación es una iniciativa que busca desde el periodismo desestigmatizar al migrante y promover la integración en los países receptores. Es un proyecto de Escuela Cocuyo, El Faro y DW Akademie que se desarrolla con el apoyo del ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania.