Muchos países con economías ricas se están comenzando a enfrentar a un problema: sus poblaciones envejecen y sus fuerzas de trabajo menguantes. En este contexto, Amy Pope, nueva directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), explicó que la captación de migrantes resulta una valiosa opción para combatir los déficits de trabajadores y robustecer las economías.
«Escuchamos del sector privado en todo el mundo, pero especialmente en Europa y Norteamérica, que están desesperados porque la migración cubra las necesidades de su propio mercado de trabajo», dijo Pope en su presentación como nueva jefa de la OIM, reseñada por Los Angeles Times.
De esta manera, Amy Pope recalcó los beneficios económicos de la migración para los países ricos, ante actitudes como la construcción de muros en Estados Unidos y el ascenso de los movimientos antiinmigrantes en Europa que aspiran a mantener fuera a los extranjeros.
Hay pruebas “bastante abrumadoras” de que la migración beneficia a las economías. Cubre empleos, incrementa la innovación o “impulsa la renovación o revitalización de comunidades envejecidas”, afirmó. “En total, la migración es un beneficio”, concluyó.
Garantizar vías legales y seguras para la migración
Los Gobiernos que se abren a recibir migrantes suelen hacerlo corriendo un riesgo político.
Un caso reciente está en Estados Unidos. Allí, mientras miles de venezolanos recibieron un TPS que les permite trabajar en el país, los detractores sostienen que es una política que fomenta la migración irregular.
“La diferencia hoy es que 30 de las economías más grandes han experimentado déficits de trabajadores muy significativos. Lo vemos en todas partes”, señaló. La agricultura, la construcción, la salud y la hostelería están entre los sectores afectados, indicó Pope.
Pope tomó oficialmente el cargo el domingo de manos del portugués Antonio Vitorino. Se convirtió en la primera mujer en desempeñar el puesto.