Cómo buscan organizaciones sociales de Perú integrar a niños y niñas que migraron de Venezuela

Keily Araujo vivía en Trujillo, ciudad ubicada al oeste de Venezuela, pero por la crisis política, económica y social que vive el país, la situación resultó insostenible para ella y su familia. “No teníamos para comer, ni comprar las cosas básicas y esenciales para nuestros hijos”, dice.

De esta manera comenzó a organizarse, y finalmente, el 19 de diciembre del 2017 salió con destino a Lima, capital de Perú. Keily recorrió con su hija, de apenas un año, tres países de América Latina. Llegó a Tumbes, ciudad fronteriza entre Perú y Ecuador donde pasó 4 días, debido a que a su hija le diagnosticaron desnutrición, y tenía vómitos y diarrea. El viaje lo hizo sola, para llegar y establecerse en la capital peruana. Más tarde se uniría su esposo, que vino con su hijo de 5 años, y luego su hermana, quien traería al hijo mayor, de 12.

Hacia finales del 2019, unos 865 mil venezolanos habían migrado a Perú. De ellos, 142 mil eran niños, niñas y adolescentes en edad escolar y representaban el 5% de la población, de acuerdo con el Monitoreo del Flujo de Población Venezolana en Perú. El relevamiento, realizado por Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), también reveló que el 47% de niñas y niños ingresados al país en compañía de un adulto, tenían menos de cinco años

La llegada de infantes migrantes venezolanos ha significado un reto importante para el Estado peruano. Cuando una familia migrante o refugiada se asienta en un nuevo país debe pensar en aspectos como el lugar para vivir, un trabajo, su regularización migratoria, y si tienen hijos pequeños, la escolarización.

Equilibrium CenDE -un centro que promueve el debate en temas de interés social y económico en América Latin- publicó un informe que indica que el 14% de niños y niñas migrantes venezolanos de entre 6 y 17 años no están escolarizados.

El informe también visibilizó, entre otros problemas, que las familias migrantes no consiguen cupos, y que a veces la disponibilidad en algunos centros no se encuentra en una periferia accesible, por lo que encuentran limitaciones de traslado hasta el centro educativo.

Para finales del año pasado, el 81% de las personas venezolanas con hijos, los tenían matriculados en los colegios. “Esta es la parte positiva. La parte negativa es que 1 de cada 5 niños no está matriculado”, dijo el representante de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Perú, Federico Agusti.

Si bien completar los trámites de residencia permite a las familias tener un estatus regular en el país, los niños y niñas sin documentos, igual pueden acceder al servicio educativo. Según la Plataforma de Refugiados y Migrantes R4V, para octubre del 2021, había un estimado de más de 69 mil estudiantes en situación regular. 

“Recién este año pude poner a estudiar a mi hijo, que ahora tiene 9 años, en cuarto grado, y a la niña en educación inicial”, cuenta Keily. Sin embargo, la situación para ella fue un desafío. “Yo recorrí varias escuelas en mi distrito, Chorrillos, pero en ninguna me aceptaban a los niños. Me decían que no tenían cupo. Finalmente, conseguí vacantes en una escuela pública, ubicada en el distrito de Barranco. Si bien me quedaba lejos para llevarlos opté por inscribirlos”.

Keily pertenece al 90% de la población migrante que reside en el Perú, y que trabaja en el sector informal. Para ella, que vende agua o gaseosas de manera independiente en las avenidas de Chorrillos, perder un día de trabajo significa dejar de percibir ingresos con los que paga los alimentos y el alquiler, entre otras necesidades básicas.

Aunque sus hijos comenzaron el periodo educativo en marzo de este año, en julio ya no se encontraban estudiando. Además de la distancia, el trato de las docentes del colegio hacia la hija más pequeña de Keily, hizo que ambos abandonaran el colegio.

“Mi hija me contó que la maestra solía regañarla por nada. Una vez le dijo que si su papá la iba a buscar tarde, la iba a encerrar en un cuarto. Además, en dos ocasiones la encontramos orinada y nos decía que fue porque la maestra no le dio permiso”, cuenta.

Ya con sus hijos fuera de la escuela, Keily debió trabajar extra para conseguir el dinero con el que pagar a maestras venezolanas que ayudan a sus dos hijos con su educación.

Nivelación para niños y niñas migrantes

Más allá de que algunas familias, como la de Keily, optan por pagar una educación privada, el problema de acceso a las escuelas se profundizó con la pandemia. No contar con dispositivos tecnológicos como laptops, tablets o celulares, aunado a la falta de recursos económicos, limitó la continuidad de estudios de los niños y las niñas. 

Frente a esta necesidad, surgió Integrados, una sala de educación virtual que busca capacitar y nivelar a los niños migrantes en diversas áreas.

“Tuvimos una primera prueba durante la pandemia. Contamos con docentes y maestros voluntarios, que brindaron clases de inglés, lenguaje, historia y matemáticas a los niños”, cuenta Carlos Scull, coordinador de la plataforma.

Aunque el regreso a las aulas de clase se ha ido normalizando, la plataforma sigue consolidándose como una forma de apoyo para los padres de niños y niñas migrantes. 

Ahora, su objetivo sigue siendo el mismo, pero enfocado en dos áreas principales: las matemáticas y la historia del Perú.

A través de una plataforma virtual, quienes ingresan reciben tutorías gratuitas de nivelación en estas dos materias. 

Hasta el momento, Integrados ha beneficiado a unos 200 niños.

“Se llama Integrados porque busca esa integración. Tuvimos profesores peruanos. La idea es tener una variedad de profesores peruanos y venezolanos, y que contribuyan a que este proceso de adaptación sea mucho más rápido en el Perú”, finalizó Scull.

Cuándo y dónde inscribir a niños y niñas en un colegio en Perú

En Perú, el año escolar se divide en cuatro periodos que van de marzo a mayo, de mayo a julio, de agosto a octubre, y de octubre a diciembre. Mientras que entre enero y la primera semana de marzo de cada año se abren las inscripciones al ciclo lectivo. 

Las familias migrantes venezolanas o de otros países pueden realizar la inscripción de sus niños en colegios públicos y privados de forma presencial. 

Para ubicar la escuela más cercana debe entrar a http://identicole.minedu.gob.pe/. Aquí puedes ver si el colegio es público o privado, la modalidad educativa que ofrece y cuántos alumnos agrupan en cada aula. En el caso de un colegio privado, puedes chequear el costo de matrícula y la mensualidad de la institución. También podrás acceder al número telefónico del colegio donde te brindarán más información.

Este artículo se realizó gracias a la beca de producción periodística sobre cobertura de educación en Suramérica, entregada por la Fundación Gabo y la Fundación Tinker.

Ilustraciones: Jhorimar Meza