Marlyn Ramos es caraqueña y maestra de matemáticas. Se mudó a Buenos Aires el 12 de febrero de 2018, un día de carnavales. Como la mayoría de los 200 mil venezolanos que residen en Argentina, lo hizo para establecerse en una nación que le permitiera tener seguridad personal y calidad de vida. 

Ella reconoce que su proceso migratorio fue planificado. Su meta era trabajar como docente de matemáticas y física, la profesión que ejerce desde que se graduó en la Universidad Central de Venezuela hace más de 10 años.

“Más por calidad de vida que por otra cosa. En ningún momento te puedo decir que me faltó comida, no. Yo salí por la situación del país. Pensar que si tienes que salir a la calle, no sabes si el que está detrás te va a robar. Quieres salir, pasear y no puedes por los niveles de inseguridad del país”, reflexiona.

Lo que no tenía previsto era que su vocación profesional sufriría una transformación en medio de la cuarentena impuesta para evitar la propagación del Covid-19.

Marlyn Ramos trasladó sus enseñanzas de las aulas a la pantalla. Ella ahora, una vez por semana, dicta clases de matemáticas en la televisión argentina.

De Caracas a la TV Argentina

El hogar de Marlyn Ramos está conformado por su mamá, su hermano y ella. Sus padres viven en Caracas y tiene dos años sin verlos. Con su hermano se encontró en diciembre de 2018 en Chile, porque él también decidió mudarse de país.

La familia de Marlyn refleja lo que la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida  (Encovi 2019) demostró en su más reciente informe: 20% de las familias venezolanas registran al menos dos de sus integrantes como migrantes y 61% de los que salen del país son los hijos que componen esos hogares.

La vida profesional de Marlyn en Caracas se centró en dar clases de matemáticas y física a jóvenes de educación secundaria en colegios públicos y privados. En algunas de sus aulas veía alumnos que le recordaban aristas de la crisis social de Venezuela, como la alimentaria.

“Lidiar con esos temas era parte del día a día. Era tratar de mostrarles (a los estudiantes) que existen otras cosas. Yo les decía que esta situación país era momentánea y que la educación es el camino. La parte de la alimentación sí era más difícil. Podías ayudar en algún momento y les brindabas una empanada, un jugo, pero no podías hacer eso todos los días”, recuerda en entrevista con el equipo de Venezuela Migrante.

Según cifras de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), para 2018 el déficit de docentes superaba los 150 mil. La FVM precisó que para ese entonces se notaba la falta de maestros en física, matemáticas y química en los colegios venezolanos. La Federación también explicó que la ausencia de docentes se debía, en gran parte, a que los maestros habían decidido emigrar. 

Argentina no fue un país ajeno para la docente venezolana. Uno de los hobbies de Marlyn es viajar, antes de mudarse a Buenos Aires, ya la conocía. 

Cuando se estableció formalmente en Argentina, la caraqueña empezó a buscar trabajo dando clases particulares de física y matemáticas. Para su fortuna, la demanda de maestros de esas materias en Buenos Aires era alta.

“Logré entrar a una empresa netamente a dar clases particulares. Ellos te empezaban a ubicar a las personas que le ibas a dar clases. Uno hacía el cobro y cierto porcentaje se lo quedaba la empresa. Después noté que hay una temporada en la que no hay clases, y bueno empecé a trabajar en peluquerías, mientras me salía el DNI, porque para convalidar el título necesitaba el DNI”, recuerda.

Después de 1 año y 2 meses Marlyn logró ingresar formalmente a dar clases en colegios públicos de Argentina, luego de convalidar su título universitario ante el Ministerio de Educación Superior.

De acuerdo con datos del Sistema de Admisión de Extranjeros (Sadex), en 2019 la mayoría de la comunidad migrante venezolana registrada en Argentina eran profesionales. 

En el listado de las 10 profesiones que ejercen los migrantes venezolanos en Argentina, los docentes se ubican en el octavo puesto. El Sadex calculó que para 2019 existían cerca de 1.290 maestros venezolanos en suelo austral, y Marlyn es una de ellos.

“MateArte” en la TV

Cuando comenzaron a implementarse en Argentina las medidas de aislamiento social, los colegios tuvieron que adaptarse para mantener sus programas educativos.

Además de las clases a distancia por internet, los medios de comunicación tradicionales, como la radio y la televisión, también se sumaron como plataformas para contribuir con la educación de los más jóvenes.

Así es como nace la necesidad de presentar un programa de estudio en el que se pudiera enseñar, de forma divertida, matemáticas para los niños que están en sus hogares cumpliendo con la cuarentena obligatoria.

Inicialmente el grupo de docentes pensó en grabar videos para compartir las actividades entre los padres y alumnos. 

“Cuando llega el momento de grabar los videos, mis compañeros argentinos deciden que sea yo, porque según ellos, los venezolanos tenemos en nuestra sangre eso de hablar en público. Después llega la propuesta del Canal del Gobierno de la Ciudad y, como yo grababa los videos que compartíamos a los representantes, me tocó ir a grabar en la TV”, comparte.

Marlyn Ramos confiesa que no tenía experiencia en televisión. Sin embargo, aceptó la propuesta como un reto profesional: explicar en poco tiempo y en vivo temas de matemáticas en la TV.

El acento caraqueño de Marlyn resalta en la TV argentina mientras toma el control de “MateArte”, el segmento de 15  minutos en el que enseña matemáticas con arte. 

“Estoy desde finales de abril haciendo el programa, todos los lunes. Son propuestas diferentes, son actividades de matemáticas hechas con juegos. La idea es que en la casa puedan hacer un refuerzo del contenido o aprendiendo uno nuevo”, explica.

En los 12 programas que ya ha realizado, Marlyn reconoce que se ha tratado de “un proceso de mucho aprendizaje” para ella. Además de educar a su audiencia, ella ha transformado sus métodos de enseñanza, los adaptó para un formato mucho más exigente.

La caraqueña también se ha reinventado como docente. Ahora tiene un pequeño grupo de alumnos, de bachillerato y universitarios, a los que les da clases particulares de física y matemáticas en plataformas de videollamada. También complementa su actividad educativa a través de la cuenta en de Instagram @class.maths_marlyn  

“Tuve que aprender cómo mantener el vínculo con los chamos y los no tan chamos. Cómo hacer un acompañamiento, cómo hacer para mantener la atención”, destaca.

En la televisión sus compañeros de espacio resaltan su nacionalidad, no dudan en presentarla como la “profesora venezolana”. Su labor también ha sido reseñado en medios de comunicación argentinos.

Ella, orgullosamente, también muestra en ocasiones prendas que corroboran de dónde viene. Reconoce que, de existir otra realidad en su país, no estaría viviendo en Argentina, seguiría ejerciendo como docente en Venezuela.

No obstante, su labor en otras tierras ha sido motivo de orgullo entre exalumnos. Aún como migrante sigue dando el ejemplo para motivar a sus antiguos estudiantes.