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Un estudio sobre la inmigración actual de venezolanos en Uruguay

Para cualquier persona, entender como se ha llegado en Venezuela a la situación  actual no es tarea fácil. Es un ejercicio complejo incluso para quienes llevamos casi dos décadas viviendo este convulsionado proceso de cambios políticos, económicos y sociales en un clima de gran polarización y confrontación, en el que progresivamente fuimos perdiendo las libertades esenciales de una vida en democracia. En el viaje a lo largo de este libro: El éxodo venezolano: entre el exilio y la emigración, podemos notar el esfuerzo que han realizado los autores para poner en contexto los orígenes de esta crisis migratoria; no obstante, permítannos ofrecer en pocos párrafos algunas referencias que contribuyan a enmarcar la transición de Venezuela hacia un país de emigración (continúa)

Vulneracion a los Derechos Humanos del Migrante en la Crisis Humanitaria Fronteriza Colombo Venezolana: Aproximaciones a una Política Publica Eficaz

La llegada de los ciudadanos venezolanos migrantes, ha suscitado varias problemáticas en términos sociales, culturales, económicos, laborales, entre otros; Sin embargo, el aspecto coyuntural de discusión que llama la atención a la luz de este estudio es la permanente vulneración de los Derechos Humanos que se materializa en el Estado colombiano de los migrantes y refugiados provenientes de Venezuela.

Venezuela: de receptor de inmigrantes a emisor de emigrantes

Rostro migrante venezolanos en Holanda

El presente trabajo es una caracterización, más cualitativa que cuantitativa, de la migración internacional de Venezuela hacia un destino no predominante de la emigración latinoamericana como es Holanda. Por medio de testimonios, se conformaron micro biografías de migrantes que nos acompañaran, en lo posible, en casi cuarenta años de esta migración: 1970-2006. Caminaremos con ellos por las rutas de su transitar qué tiene a Holanda como destino actual; referirán sobre las causas de su migración, qué dejaron atrás y qué encontraron en este su nuevo lugar de destino; cómo integran ambos –origen y destino- en su presente y visión de futuro; cómo son sus familias en ambos sitios de migración; cuál es su perfil socio-económico, sus vínculos familiares y organizativos; el envío de remesas familiares; y cómo hacen efectiva su integración, multiculturalidad en su nuevo país de destino.

Situación nutricional de los niños migrantes venezolanos a su ingreso al Perú y las acciones mprendidas para proteger su salud y nutrición

La elevada migración venezolana ha mostrado ser un gran desafío para el Perú debido a las necesidades de atención que requieren los inmigrantes. De modo preocupante, los menores de cinco años son quienes se encuentran más vulnerables. A fin de conocer el estado nutricional de este grupo en tránsito migratorio al Perú, se realizó un estudio descriptivo con dos rondas de recolección de datos (agosto de 2018 y marzo de 2019) en el Centro Binacional de Atención Fronteriza de Tumbes. En cada ronda, a 322 y 619 niños venezolanos menores de cinco años se determinó su estado nutricional, morbilidad y características de la alimentación, así como las acciones de salud y nutrición implementadas al momento de su ingreso al Perú. Para cada ronda, la desnutrición aguda afectó al 3,2% y 3,0%, la desnutrición crónica al 16,5% y 17,9%, la anemia al 34,8% y 25,0%, la tos o dificultad para respirar estuvo presente en el 31,3% y 17,6%, las diarreas en el 16,6% y 9,9%. Cerca de siete de cada diez niños menores de dos años lactó el día previo. Durante el viaje migratorio y para cada ronda, el 58,3% y 47,0% de los niños menores de dos años aumentó la frecuencia de lactadas, la frecuencia mínima de alimentación (FMA) fueron alcanzadas sólo por el 13,9% y 18,0%. La reacción oportuna de atención en salud y nutrición frente al ingreso de la población migrante es un buen primer paso, el sistema de salud necesita generar las condiciones para que los servicios de salud puedan brindar la cobertura con la calidad adecuada a toda la población que reside en el territorio nacional, bajo el enfoque de que el derecho a la salud corresponde a todas las personas sin ningún tipo de exclusión.

Venezuela y migración: el trabajo como agente de cambio

La migración es un fenómeno que ha caracterizado a las sociedades humanas a lo largo de la historia pero como tema es en este siglo que ha pasado a ocupar un lugar de primer orden en la agenda internacional debido a las repercusiones económicas y sociales que hacen que se convierta en un indicador de la realidad socioeconómica. Específicamente, la migración laboral, se ha convertido en factor determinante y de gran impacto en la economía mundial debido a las grandes cantidades de remesas que cada año envían a sus países de origen los trabajadores migrantes, contribuyendo tanto al crecimiento económico de éstos así como al sostenimiento de sus propias familias. Es innegable entonces el aumento de la demanda de dichos trabajadores tanto para puestos especializados como para labores que implican escasa retribución, pobres condiciones laborales y discriminación, actividades que los trabajadores nacionales rechazan y se niegan a realizar. El factor trabajo se presenta entonces como agente fundamental del cambio que está sucediendo en Venezuela en lo que a migraciones se refiere, debido al creciente número de trabajadores que aspiran realizarse en condiciones que hagan posible su aspiración de alcanzar un futuro estable. El presente trabajo analiza la realidad de Venezuela caracterizada por ser un país receptor de migrantes
pero también emisor, aborda el trabajo como hecho y factor social que se constituye en agente generador del movimiento poblacional y recorre brevemente el marco normativo sobre migración internacional en lo laboral.

De la estabilidad económica y regularidad jurídica al ajuste socioeconómico y la precariedad del trabajo: Migración venezolana en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Al igual que en muchos países de América Latina, en Argentina, los movimientos migratorios son parte constitutiva de la conformación del Estado y la sociedad nacional. El rasgo específico de la historia migratoria del país radica en la importancia relativa que los migrantes tuvieron en la composición de la población total (alcanzando a un tercio de la población en 1914, proporción que llega al 50% en la ciudad de Buenos Aires). A este periodo excepcional relacionado con las migraciones europeas se le suman dinámicas migratorias provenientes de los países suramericanos, especialmente los limítrofes, estables y continuas a lo largo de la historia nacional. Balan (1992) ha definido la existencia de un “sistema migratorio del Cono Sur” para explicar estas dinámicas migratorias regionales en el cual Argentina ha sido tradicionalmente un país de destino. Así, la migración proveniente de Paraguay, Bolivia y Chile tiene una presencia constante a lo largo de los siglos XIX y XX, mientras que la migración peruana comienza a ser relevante a partir de la década de 1980.

En términos estadísticos, se registran personas oriundas de América Latina desde el primer censo nacional realizado en el país en 1869. Desde ese momento y hasta la actualidad, ha habido un proceso constante y estable en el stock cuantificable de migrantes regionales, representando entre el 2 y el 4% del total de la población argentina (Instituto Nacional de Estadística y Censos). El último “Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas”, realizado en el año 2010, muestra que a pesar del aumento absoluto del número de la población extranjera (que asciende a 1,805,957 personas) 210 Crisis y migración de población venezolana. Entre la desprotección y la seguridad jurídica… la proporción sobre la población total se mantiene estable: 4.5%. El grupo proveniente de países de América Latina representa el 81.2% sobre el total de personas extranjeras. La mayoría de la población migrante está concentrada en dos jurisdicciones de la Argentina: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) donde reside el 21.1% y la provincia de Buenos Aires que recibe al 52.2% de los y las migrantes (Benencia, 2012).

Crisis humanitaria y migración forzada desde Venezuela

La transición de Venezuela de ser un país de inmigración a convertirse en un país expulsor de un gran volumen de sus nacionales es un proceso que se fue gestando progresivamente, en la medida que fue creciendo la incertidumbre sobre el futuro por la desconfianza respecto al modelo de desarrollo productivo que se ha querido implantar; porque la convivencia en el país permanecía alterada por el clima de conflictividad y polarización; por la falta de seguridad en todos los órdenes; y, por el debilitamiento de la institucionalidad democrática. Respecto a esos aspectos, como se verá en la primera sección de este capítulo, hay una cronología de eventos que, en nuestra opinión, no pueden pasar desapercibidos, porque fueron configurando un cuadro de crisis que se agudizó cuando el país entra en franca recesión económica, en un contexto muy adverso por los elevados niveles de inflación que ya se acumulaban, el grado de endeudamiento externo, la reducción de las importaciones, la escasez de alimentos y medicinas, pero también de muchos insumos para el funcionamiento de un aparato productivo bastante venido a menos. Era de esperar, en consecuencia, que los efectos sobre el bienestar de la población fuesen devastadores, particularmente en la medida que entramos en un proceso hiperinflacionario que ha impactado tremendamente la capacidad adquisitiva en los hogares y ha llevado al empobrecimiento generalizado de toda la población.

Esa combinación de eventos conduce a una situación de crisis que bien hemos calificado de crisis humanitaria porque sus efectos amenazan la sobrevivencia y hasta la vida de las personas en Venezuela. Frente a esa agudización de la crisis nacional, la respuesta de amplios sectores de la población fue el desplazamiento a otros países para encontrar oportunidades de satisfacer sus necesidades esenciales y ayudar a los familiares que permanecen en Venezuela. De este modo, en la segunda sección se comienza con algunas consideraciones sobre la categorización de la crisis y de la migración venezolana, entendiendo que estamos frente a una crisis humanitaria y una migración forzada. El resto de su desarrollo se dedica a dimensionar y caracterizar la emigración reciente usando como fuente principal la información recabada por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), sin ignorar que la determinación del volumen de población que ha emigrado de Venezuela en los años recientes tiene dificultades asociadas con las especificidades de las fuentes, el uso de diferentes criterios definitorios de la migración y la celeridad e intensidad de estos desplazamientos. A tales efectos, para valorar los resultados de la ENCOVI, hemos considerado las estimaciones del stock de venezolanos en el exterior elaboradas por Naciones Unidas y las actualizaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

En seguida, en la tercera sección de este capítulo se presentan algunas evidencias de la invisibilización del fenómeno de la emigración en las políticas migratorias de Venezuela, tanto en los instrumentos regulatorios y programáticos como a nivel del discurso oficial. Se finaliza con algunas reflexiones breves sobre el proceso emigratorio venezolano y sus perspectivas futuras

Aproximaciones a la migracion colombo-venezolana: desigualdad, prejuicio y vulnerabilidad

La situación política, económica y social de Colombia durante décadas motivó la migración de sus ciudadanos hacia el territorio venezolano, lo cual se acentuó con el conflicto armado. Venezuela, que se caracterizó desde los años 50 del siglo XX por ser un país receptor de inmigrantes, dejó de ser un destino atractivo a partir de los años 80 por la crisis económica y política que atravesó, época a partir de la cual pueden detectarse las primeras oleadas de migrantes venezolanos. Pero es a partir del año 2015 cuando se evidencia un incremento de este fenómeno como consecuencia de la profundización de la crisis política, económica y social experimentada por la sociedad venezolana y la pauperización de las condiciones de vida de gran parte de la población; esta situación ha convertido a Colombia en la opción migratoria más cercana y accesible para los venezolanos en busca de oportunidades

Aprender a ser migrante. Bondades y tensiones que enfreta la comunidad venezolana en México

Históricamente, México ha sido considerado, tanto en América Latina como en otras regiones del mundo, como un país tradicionalmente receptor de inmigrantes que han enfrentado situaciones de crisis o de represión política en sus países de origen. La llegada del exilio republicano español entre 1937 y 1942, la acogida de exiliados y perseguidos políticos por las dictaduras sudamericanas durante las décadas de 1970 y 1980, la firma de la Declaración de Cartagena sobre protección internacional a refugiados en 1984 y su inclusión en la Ley General de Población en 1990, son el reflejo de esa tradición de asilo y del carácter benevolente de la política migratoria mexicana hacia la población expatriada de América Latina y de otras regiones (Gaos y Sheridan, 2010; Meyer y Yankelevich,1998; OPI, 2019). Pese a que México cuenta con esa política de apoyo hacia las personas extranjeras, la aplicación de esa normatividad no ha sido igualitaria, sino más bien discrecional, reactiva y en ocasiones discriminatoria. Es benevolente para algunos y discriminatoria para otros. Es selectiva para ciertos grupos nacionales y discrecional en su aplicación según el estrato o clase social de la persona migrante. Esto sugiere que residir en México no es igual para cualquier extranjero.

En buena medida, desde una perspectiva histórico-jurídica, esta es una característica del contexto mexicano de acogida a la que se enfrenta la comunidad venezolana que eligió a México como lugar de destino; un país que ha tenido buenas prácticas frente a la comunidad venezolana –lo que se expresa, por ejemplo, en el reconocimiento de la condición de refugiado a prácticamente todos los solicitantes de ese país–, pero a la que también sistemáticamente rechaza y devuelve, siendo el colectivo que presenta las tasas más altas de rechazo de personas que llegan a México por vía aérea, lo que en los hechos reduce el volumen potencial de población solicitante de residencia temporal o permanente y/o de condición de refugiado.

Se trata de un colectivo con poca tradición migratoria en general –y en México en particular–, característica que ha obligado a sus integrantes a aprender a ser migrantes, a construir la vida en una sociedad distinta, a promover la creación de redes sociales de apoyo, a experimentar un continuo aprendizaje de la normatividad jurídica y cultural de México, con resultados muy positivos para algunos y no necesariamente tan buenos para otros. En rigor, de esto trata este capítulo, de conocer y analizar las bondades y tensiones que ha enfrentado la comunidad venezolana en México, tanto en la consecución de un estatus migratorio, como en su experiencia y participación en el mercado laboral.

Para ello, una primera sección indaga sobre el perfil sociodemográfico de 1990 a la fecha, a partir de la identificación de las principales etapas de la inmigración de población venezolana en México. La siguiente examina el marco jurídico migratorio
en México y hace una caracterización de la política migratoria específica hacia esta población. La tercera presenta una tipología de itinerarios de estatus migratorios del grupo de personas migrantes venezolanas incluido en nuestras entrevistas, seguida por
una última parte en donde se discuten y analizan diversos aspectos de sus trayectorias laborales e inserción social en la Ciudad de México.

Las fuentes de información empleadas en las dos primeras secciones incluyen bases de datos censales, estadísticas que identifican los distintos flujos migratorios (turistas, residentes temporales y permanentes, solicitantes de asilo y naturalizados), leyes, reglamentos y normas que conforman la legislación migratoria mexicana, así como fuentes de información secundaria. Las siguientes dos secciones fueron elaboradas a partir de la información derivada de las 22 entrevistas semiestructuradas realizadas en la Ciudad de México.