La Fundación Tempus 20/20 reporta que desde el año 2015 ha brindado asistencia a los migrantes venezolanos que han llegado a las carreteras de Bucaramanga, en el este de Colombia.
“En 2016 ya contábamos la atención en parques por 500 personas. De 2015 a 2018 solo hubo atención por parte de la comunidad de acogida. Yo siempre insisto en esto y doy la gratitud a la población colombiana, que recibió el primer impacto e hizo lo humanamente posible, desde su conocimiento doméstico, para brindar todo lo que pudiera ser una atención humanitaria de emergencia” contó Adriana Parra, vicepresidenta de la organización, durante su participación en el curso virtual sobre Cómo cubrir la migración venezolana que organiza la Escuela Cocuyo, programa de formación, capacitación y actualización periodística que desarrolla Efecto Cocuyo.
Parra señaló que no fue hasta el 2018 que hubo apoyo de organismos internacionales ante el flujo de venezolanos y que ante el incremento se vieron obligados a orientar la labor hacia la asistencia de migrantes en tránsito o que llegaban con voluntad de asentamiento.
“Nos tocó hacerlo (brindar la asistencia) en las vías, en las carreteras y eso se convirtió en aquel drama terrible de encontrar personas en situación muy deteriorada, de extrema vulnerabilidad en todos los ámbitos de la vida y físicamente muy afectados”
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