El sabor venezolano se extiende a cada lugar donde hay un criollo. En cada territorio donde hay un venezolano, existe la inmensa posibilidad de reconocer un olor o un sabor que conecte con alguna zona geográfica del país. Puede ser un sofrito, un aliño, una carne o un pescado. En este caso, “Sabor Migrante” presenta a Aura Hernández, venezolana en Perú que hace arepas de cazón un plato presente en su cocina.
Aura llegó a Perú en 2017. Se fue desde Venezuela con su esposo a Lima, capital del país sudamericano. Dos años después de su proceso migratorio, Aura regresó a Venezuela para buscar a sus dos hijas y a su hijo pequeño. Ahora, con un hogar establecido y un trabajo fijo como manicurista, la familia de Aura tiene a Lima como un nuevo hogar.
Esta publicación es parte de «Sabor Migrante», un esfuerzo editorial de Venezuela Migrante y Efecto Cocuyo, para contar la migración venezolana desde otra perspectiva.
Buscar alternativas al cazón venezolano
En principio, recuerda Aura, era imposible conseguir el famoso cazón venezolano en Perú. Ella preguntaba por el pescado y nadie le sabía responder. Un buen día, la venezolana oriunda del estado Falcón, se enteró que, en Perú, a ese tipo de pescado le dicen tollo. Desde ese momento, Aura intentó que el sabor y el olor del pescado estuvieran presentes en su cocina.
El acompañante perfecto para este plato, cuenta Aura, son las arepas. Ella recuerda que comer arepas con cazón era algo que no le faltaba en Venezuela, especialmente por su cercanía con la costa occidental criolla. En Perú le costó un poco más, pero volvió a sus sabores tradicionales al conseguir un pescado similar al que se comía en tierras venezolanas.
Para conocer la historia de Aura y sus arepas de pescado, vea el siguiente video: