“Desinformación y estereotipos: el solitario camino de los migrantes venezolanos en Bolivia” es el nombre de un trabajo multimedia realizado por Mercedes Bluske Moscoso y publicado en el portal periodístico Verdad con Tinta. Mercedes es una de las ganadoras de la beca del curso virtual de cobertura periodística enfocada en las migraciones desde Venezuela hacia cinco países de la región. El curso es iniciativa de Puente de Comunicación, una alianza entre Efecto Cocuyo y la Deutsche Welle Akademie.
El trabajo escrito por Mercedes Bluske Moscoso aborda la historia de varios migrantes venezolanos en Bolivia y sus vivencias en un país que no figuraba entre los destinos más recurrentes para el proceso migratorio venezolano. Bluske mezcla historias de vida, elementos multimedia, fuentes oficiales y datos para presentar una publicación que ofrece algunas luces de cómo viven los venezolanos en el corazón de Sudamérica.
Las dificultades de los venezolanos en Bolivia
Si bien cuando se habla de migración venezolana automáticamente se piensa en países como Colombia, Argentina, Chile, Perú, España y Estados Unidos, también hay presencia de venezolanos en naciones como Bolivia. Este país ha sido uno de los últimos en sumarse a la lista de receptores de migrantes venezolanos en Sudamérica, pero cada día la cantidad de criollos que llegan al país va in crescendo.
De acuerdo con un informe publicado en abril de este año por la Organización de Estados Americanos (OEA), en Bolivia hay más de 10.000 venezolanos. 405 criollos solicitaron refugio en 2019 y, según el reporte, tan solo 57 han sido reconocidos con este estatus. La Paz, Cochabamba y Santa Cruz son las ciudades donde más venezolanos se concentran en Bolivia
En el trabajo publicado por el medio Verdad conTinta, Mercedes Bluske Moscoso muestra algunas de las historias de los venezolanos en el país del altiplano.
La publicación consta de dos capítulos. En el primero, Bluske cuenta la historia de Andrea y su familia, a quienes no les quedó más remedio que mendigas en las calles de la ciudad de Sucre, capital constitucional de Bolivia. Andrea dejó Venezuela en 2018 y pasó por países como Colombia y Perú, con el objetivo de llegar a Chile. No obstante, no pudo acceder al país austral y tuvo que modificar su ruta hacia Bolivia. En este capítulo también se mencionan ciertas contradicciones sobre la aplicación de las leyes bolivianas en la migración venezolana, pero especialmente se menciona que muchos de los migrantes no tienen suficiente información sobre los pasos que deben seguir para tener estatus legal en Bolivia.
Otra historia relatada en el primer capítulo es la de Carlos Ruiz, quien vende arepas en las calles de la ciudad de Tarija. Al igual que Andrea, Carlos también buscaba ingresar a Chile, pero no lo logró debido a las restricciones migratorias. Así que optó por ir a Bolivia y buscar establecerse en el país.
Luchar contra los estereotipos
El segundo capítulo del reportaje de Mercedes Bluske Moscoso en Verdad con Tinta se concentra en los estereotipos que rondan sobre los migrantes venezolanos en Bolivia y cómo las comunidades tienen diferentes formas de recibirlos: algunas muestran rechazo y xenofobia, pero otras se muestran receptivas ante la presencia de los venezolanos en el país. En este capítulo también se presenta una encuesta realizada por el Centro de Información Empresarial y Planificación Estratégica (Cieplane) y Verdad conTinta sobre la percepción de la sociedad tarijeña hacia los migrantes venezolanos. El balance sobre la percepción de las personas encuestadas no es positivo y, de hecho, piden aplicar límites estrictos con respecto al número de migrantes venezolanos que ingresan al país.
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