La Policía y la Guardia Costera de Trinidad y Tobago pusieron en marcha dos investigaciones paralelas para aclarar las circunstancias de la muerte, el pasado fin de semana, del bebé venezolano, Yaelvis Santoyo Sarabia, que migraba junto a su madre al país isleño y falleció tras ser tiroteada su embarcación.
El ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Fitzgerald Hinds, informó este martes, en conferencia de prensa, de que se iniciaron investigaciones por parte de las dos agencias gubernamentales sobre el incidente que involucró a la Guardia Costera.
Hinds expresó «sinceras condolencias» a los padres del bebé fallecido y al Gobierno y pueblo de Venezuela.
Piden renuncia del Ministro de Seguridad
La líder de la oposición, Kamala Persad Bissessar, condenó lo que denominó como «asesinato de un bebé». Bissessar aseguró que «desgarraba el corazón» ver a la Guardia Costera de su país disparando contra un barco migrante, consecuencia de lo cual murió el infante venezolano.
Preguntó el porqué se abrió fuego contra una embarcación que transportaba a mujeres y niños, además de insistir en si había información de que las personas a bordo portaban armas y pidió la renuncia de Hinds como ministro de Seguridad Nacional.
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, expresó su «más sentido pésame«, en su nombre y el de todo el pueblo de Trinidad y Tobago, por la pérdida de la vida del niño venezolano durante el incidente del fin de semana.
Reclamo internacional
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y cuatro de sus principales agencias expresaron este lunes su «consternación» por la muerte del bebé migrante venezolano, y pidieron a los Estados tomar medidas para garantizar que se respete siempre el derecho a la vida de las personas refugiadas y migrantes. Luego la Cidh pidió investigación del incidente e indemnización a los familiares del infante.