Cuando Luz Casale estaba de duelo por la muerte de su hijo decidió viajar desde Guayaquil, en Ecuador, hasta la ciudad de Porlamar, en Nueva Esparta, para estar con su familia. “Lo pasé muy mal, con mi salud y emocionalmente, por lo que me hacía falta un lugar seguro”, recuerda. Pero, tras las medidas por la COVID-19, llegó la desesperación.
Desde hace casi un mes, Casale, ciudadana ecuatoriana-venezolana, pide ser retornada a Guayaquil. Trabaja en el Ministerio de Salud de Ecuador y, aunque tenía un permiso laboral, siente miedo de perder su trabajo.
Días atrás compró dos boletos aéreos, con valores de 30 y 370 dólares, respectivamente, que tenían como rutas Porlamar-Caracas y de ahí a su país. También se apresuró a practicarse una prueba rápida para detectar si estaba contagiada de coronavirus, un requisito del aeropuerto internacional Santiago de Mariño para poder abordar cualquier avión. Todas sus esperanzas estaban puestas en un anuncio de Conviasa de habilitar dos vuelos humanitarios el 21 de mayo a Ecuador.
Casale cuenta cómo las esperanzas se desvanecieron. “En ningún momento la aerolínea nos dijo que iban a cancelar el vuelo. Nos enteramos un día antes. Sin explicaciones, ni motivos. Somos cinco venezolanos-ecuatorianos, con doble nacionalidad en Porlamar, y ninguno supo qué pasó”.
Recuerda que llegó al aeropuerto con todos sus papeles, los resultados de la prueba médica y el boleto. “Y desde el puesto de asistencia de Conviasa nos dijeron que era un problema entre el consulado de Ecuador y el gobierno de Venezuela. Por eso se había cancelado el vuelo, y que todo podía resolverse con una simple llamada entre ambas partes”.
Conviasa: “Razones ajenas”
Conviasa informó en un comunicado dirigido al Consulado General de Ecuador en Caracas que los vuelos se cancelaron por “razones ajenas a su voluntad”. Giró instrucciones de reembolsar los pasajes. Los motivos todavía generan curiosidad entre los afectados, especialmente, porque ese mismo día despegó un avión con más de 187 personas desde Caracas para aterrizar en Roma, coordinado por la embajada de Italia en Venezuela.
Para Casale es una situación desesperante. Ella padece una enfermedad en su sistema inmunológico y requiere medicamentos que no se consiguen en Venezuela. Además, su esposo reservó una habitación de un hotel en Guayaquil para que ella cumpliera con la cuarentena obligatoria. “Es un dinero que se perdió”.
Tras este primer intento, en Caracas se coordinó un vuelo con la compañía Aeroregional para viajar el 28 de mayo a Ecuador. Los boletos tenían un costo de 450 dólares, pero en un comunicado desde la página web de la línea aérea advirtió una condición para abordar: “Por autorización del gobierno de Venezuela, el vuelo aplica únicamente para ciudadanos ecuatorianos”.
Luis Zambrano se encargó de coordinar a 130 personas que intentaban volver a Ecuador. Él, un venezolano con residencia legal en ese país desde 2013, y de vuelta en Venezuela desde principios de marzo por asuntos laborales. “Logramos que el gobierno de Venezuela nos aprobaran el vuelo de Aeroregional, pero como nosotros estamos en nuestro país, y hay una situación de cuarentena, no nos dejaron salir, sólo a los ecuatorianos de nacimiento”.
El limbo de los ciudadanos con doble nacionalidad
A través de una medida impuesta por el Saime a partir de 2016, a Casale y otros 78 ciudadanos venezolanos con residencia legal en Ecuador y doble nacionalidad les informaron que no podrían salir del país porque mientras se encontraban en Venezuela, su nacionalidad venezolana estaba por encima de todas las demás.
“Fue un duro golpe porque muchos tienen sus vidas hechas en Ecuador. Además, entre las personas que se quedaron, hay 24 que no podrán ver a sus hijos residenciados allá. Desde el consulado se hicieron todas las gestiones pertinentes, pero fue desde el gobierno de Venezuela que se hizo la prohibición de abordar”, comenta Luis.
A Quito, desde Caracas, en el vuelo de Aeroregional llegaron 67 personas, según reportó el Consulado de Ecuador en Caracas a través de su cuenta en Twitter. Pero, quienes estaban en el aeropuerto de Maiquetía informaron que a 13 personas más, venezolanos con doble nacionalidad y residencia legal, les permitieron abordar porque viajaban con sus familias ecuatorianas. No se rompió la reunificación familiar.
Gonzalo Vega, cónsul de Ecuador en Caracas, vía telefónica, realizó la siguiente declaración: “Le voy a ser absolutamente sincero con uno o dos elementos. Primero, para yo pronunciarme tendría que tener un permiso de mi Cancillería. Segundo, el tema referente a los venezolanos, tendría usted que hacer una consulta hacia Venezuela. Mal haría en pronunciarme porque, como usted sabe, yo soy un huésped en este país. Entonces, mal haría yo en pronunciarme con algo que tiene que ver con los ciudadanos venezolanos”.
La Cancillería de Venezuela no emitió un comunicado sobre los venezolanos con doble nacionalidad o residentes legales en Ecuador.
Mientras tanto, un grupo de los que se quedaron varados en Caracas planean para los próximos días tratar de llegar por tierra a Ecuador. Temen perder sus empleos ante las medidas que ha tomado el gobierno ecuatoriano para reactivar la economía del país.