Cuando Samantha Rodríguez vivía en Venezuela veía como un propósito inalcanzable comprar un departamento propio. «Era imposible. Yo comencé a trabajar en 2014, y ya todo estaba en declive. Solo me quedaba agarrar lo poquito que tenía para ahorrar en dólares e irme. Si ni siquiera podía pensar en adquirir un carro, menos una casa», comenta.
La ingeniero, de 31 años, llegó a Chile en abril de 2017; y hace un año pudo adquirir su vivienda junto a su pareja, gracias a un subsidio del Estado. Aplicó al DS19 del Programa de Integración Social y Territorial del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), uno de los beneficios con apoyo del Estado, que permite adquirir una primera casa o apartamento, accediendo a proyectos habitacionales en este país.
Como primer paso, esta venezolana debió cumplir con el Registro Social de Hogares. Este un sistema de información que agiliza los procesos de selección de beneficiarios de subsidios y programas sociales. «Eso es lo primero que piden para cualquier subsidio», añade.
Para que un migrante pueda acceder al programa, al menos, deben tener la residencia definitiva en el país. «Es un crédito hipotecario para 20 o 25 años», explica Rodríguez.
Este programa no excluye a familias con un subsidio habitacional para comprar una vivienda nueva y aún no lo han aplicado. La venezolana explica que el postulante debe seleccionar el proyecto habitacional donde desea su departamento o casa, el cual tenga adjudicado este subsidio. «Tienes que averiguar en tu zona, ciudad, qué proyecto hay. Si te gusta alguno, vas a la sala de ventas de ese proyecto, hablas con el ejecutivo de ventas y te va a pedir tu Registro Social de Hogares, uno entrega su comprobante, lo envías por correo y ahí empiezas el trámite con ellos. Pedirán cotizaciones en sistema de seguridad previsional, permanencia definitiva, contrato de trabajo, la visa, el carnet (cédula de identidad chilena)», agrega.
Según Rodríguez, al principio de este trámite, en agosto de 2020, escuchó a ejecutivos de venta decir que varios venezolanos están interesados en el programa. «Hemos tocado más puertas, porque eso es un subsidio que no es difícil de aplicar. Es relativamente sencillo», afirma.
En agosto, posiblemente, será entregada su vivienda propia.
Subsidios para distintas realidades
Dependiendo de la realidad socioeconómica de cada familia, el Minvu ofrece varios subsidios habitacionales. Estos beneficios no solo permiten comprar, construir o alquilar una vivienda. Las familias más vulnerables pueden optar por el Fondo Solidario de Elección de Vivienda (D.S. N°49), el cual permite adquirir una casa propia sin necesidad de contar con un crédito hipotecario.
Las personas solas no pueden postular, es decir «familias unipersonales»; excepto los adultos mayores, viudos (as) o aquellas que tengan un grado de discapacidad (acreditada ante el COMPIN), entre otros.
Los migrantes deben presentar la Cédula de Identidad para Extranjeros con permanencia definitiva y Certificado de Permanencia Definitiva. Este debe ser emitido por el Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior o por Policía de Investigaciones de Chile.
El postulante tiene que ser mayor de 18 años. Es necesario que tenga una cuenta de ahorro, con un mínimo de 10 Unidades de Fomento (UF), equivalente a 292 mil pesos (o 400 dólares), al momento de obtener el beneficio.
Para personas con ingresos medios está el D.S.1, el cual consiste en complementar el valor de la vivienda a adquirir, con recursos propios o crédito hipotecario.
Deben ser consideradas entre la población entre el 60 y 90% «más vulnerable del país», según calificación socioeconómica del Registro Social de Hogares.
Otra alternativa es leasing habitacional, que permite acceder a un apoyo estatal de entre 125 y hasta 600 UF para una vivienda nueva o usada.