Verónica Vielma dio sus primeros pasos en el mundo de la comunicación en los pasillos del Consejo Legislativo del estado Zulia (CLEZ). Es licenciada en Comunicación Social, mención Publicidad y Relaciones Públicas, pero la mayor parte de su carrera la desarrolló en instituciones públicas y agencias de marketing.
Como muchos venezolanos salió del país con rumbo a Colombia. En la actualidad, hay unos 1.7 millones de migrantes venezolanos, según cifras de la ONU y Migración Colombia. Vielma formó parte del equipo de social media a cargo de la última temporada de Master Chef Ecuador, desarrollando contenidos digitales, que fueron de gran apoyo para consagrar el programa como uno de los más vistos de Teleamazonas.
¿Irse o quedarse?
Vielma, de 32 años de edad y oriunda de Maracaibo, ciudad del occidente venezolano, se preparó emocionalmente para dos escenarios: “Lo mío fue atípico. Me preparé para emigrar si se daba; pero sino también estaba okey. Me vine a Colombia de vacaciones y aquí descubrí que podía obtener la nacionalidad por mis abuelos oriundos de Barranquilla y por temas de estatus migratorio, no lo pensé y me quedé”.
Su proceso de adaptación, según cuenta, no fue sencillo. “Duré 5 años pasando navidades y cumpleaños sola; fue una completa transformación de vida”. A ello se suma, dice, la nostalgia por su ciudad. “Extraño demasiado mis amigas y la comida”.
La consagración profesional
Después de trabajar en un local de comida consiguió empleo en Sancho BBDO, una de las agencias publicitarias mas reconocidas de Colombia.
Allí, Verónica vio cristalizados sus sueños de hacer algo importante cuando la agencia fue contratada para desarrollar los contenidos digitales del programa Master Chef Ecuador.
“Me tocaba, junto a un equipo, en el que había otra maracucha, la cobertura digital por capítulo, tras cámaras, lluvia de ideas con los participantes y gente del canal. Tuvimos un rating increíble a través de redes sociales. Todos los días fuimos tendencia”, recuerda.
Agrega que hubo mucho esfuerzo. “Las jornadas laborales fueron extensas, había locaciones donde a veces llovía y había muy baja temperatura; pero, a pesar de todo, tocaba seguir ahí. Trabajamos de lunes a domingo desde muy temprano hasta altas horas de la noche”.
Satisfecha
Aquellas maratónicas jornadas se desarrollaron entre el 22 de octubre y el 19 de diciembre de 2020. Hoy, sin titubear manifiesta sentirse completamente satisfecha por el trabajo realizado.
“Estoy en un punto de mi vida donde creo que lo tengo todo: estabilidad y tranquilidad. Me gustaría llegar a tener mi propia empresa de publicidad digital” expresa.
También envía un mensaje a todos aquellos migrantes que perdieron las esperanzas: “Todo en esta vida se logra si tienes tus objetivos claros, si tienes firmeza y eres decidido”.