Narrar una historia gay en los inicios del género urbano latino era impensable. No había cabida para tal propuesta, ni tampoco exponentes. Luego de casi tres décadas, se suman nuevas voces decididas a romper la heteronorma.
Alfonso La Cruz, migrante venezolano radicado en España, destaca en redes sociales con los sencillos “Te conocí bailando” y “Quítate la ropa”, donde habla abiertamente de relaciones sexoafectivas entre varones.
Un rápido paso por el programa español de concurso de talentos Operación Triunfo, en la edición 2018, fue el inicio para una carrera musical con exposición mediática.
De La Guaira a Madrid
Nacido en Caracas, pero criado en La Guaira, estado Vargas. Desde niño manifestó su deseo por el canto y en la etapa escolar descubrió ese “oído musical”. Sus recuerdos sonoros lo trasladan a los viajes en carro con su madre y de fondo los temas de Marc Anthony o el bachatero Romeo Santos.
De los primeros amores en la adolescencia dice que no pudo reprimir que le gustara un chico, fluyó con su orientación sexual y lo llevó con naturalidad.
Una experiencia cercana con la violencia fue el motivo para migrar y mejorar su calidad de vida. Relata que los inicios en España, su país de acogida, fueron muy difíciles.
“Lo que llevo mal de estar fuera de Venezuela es estar lejos de mi familia, pero por el resto, estoy en un país maravilloso. En España hay miles de oportunidades”, dijo Alfonso La Cruz en conversación con Venezuela Migrante.
Hawaira, un despliegue de emociones
El período de confinamiento, producto de la pandemia de la Covid-19, fue el momento de preparación del álbum que vio la luz finalmente en noviembre de 2022.
El título es un juego de palabras entre Hawái, el archipiélago estadounidense, y la capital del estado venezolano Vargas, La Guaira; un guiño a la dinámica de la vida cerca de la playa y el disfrute del Caribe.
Así nace Hawaira, una propuesta musical urbana, personal, diversa y que invita a bailar sin prejuicios. Las canciones que, hasta ahora, se han llevado a lo audiovisual muestran coreografías enérgicas, torsos semidesnudos y cuerpos que sudan al ritmo de ondas.
Ante la pregunta de si esperaba la receptividad del público, suelta una carcajada de emoción: “No se espera, ha sido todo muy rápido”. Destaca la labor de su equipo de trabajo y lo define como alineado hacia la concreción de un sueño.
El neoyorquino Arcangel encabeza su lista de colaboraciones soñadas y responde seguro de participar en las famosísimas sesiones del productor y DJ argentino, Bizarrap, si la oportunidad toca su puerta.
La representación importa
El mercado musical latinoamericano y caribeño tiene pocos referentes propios de hombres homosexuales o bisexuales que canten sobre temática LGBTIQ+, frente a la industria anglosajona con personajes de alto perfil mediático, larga data y que han servido de inspiración.
Uno de los pioneros en el género urbano latino fue el puertorriqueño Kevin Fret, primer cantante de trap en español, abiertamente gay. Su carrera se vio frustrada por su trágica muerte en 2019.
Al ampliar el espectro hacia la identidad y expresión de género, es indiscutible el valor a la representación y visibilidad de artistas como la puertorriqueña Villano Antillano, la venezolana Arca y la “drag queen” brasileña Pabllo Vittar.
También sobresalen la rapera boricua Young Miko, el colombiano Esteman y el mexicano Mancandy.
Ahora, la música urbana tiene una voz caribeña, un hombre orgullosamente gay, con deseos de crear y cantar, sin tapujos: “Papi, no te voy a mentir, quiero repetir, esos labios tuyos me envenenan”.