¿Cómo pueden los periodistas tender puentes con las comunidades de acogida?

Luz Mely Reyes, directora de Efecto Cocuyo y Venezuela Migrante, reflexionó sobre la migración y cómo abordarla conversación con DW Akademie

El mayor éxodo en la historia reciente de América Latina. Las dificultades, pero también las buenas historias de los migrantes y refugiados venezolanos fue el tema a tratar, el 9 de octubre, en la nueva emisión de la conferencia Desplazamiento y Diálogo, dirigido por la Deutsche Welle Akademie. En esta ocasión contó con la participación de Luz Mely Reyes, periodista fundadora de Efecto Cocuyo y coordinadora de Venezuela Migrante.

En medio de este escenario, con más de cinco millones de venezolanos en el extranjero, los periodistas también tienen un reto: «¿Cómo pueden tender puentes con las comunidades de acogida?». Es una tarea que se debe desarrollar, a juicio de Reyes, y que ha sido uno de los enfoques los proyectos de Venezuela Migrante y Puentes de Comunicación.

«Durante 2020, DW Akademie, Puentes de Comunicación y Efecto Cocuyo han entrenado más de 60 periodistas que viven en los países que han alojado a la mayoría de los refugiados venezolanos. Estamos enseñándolos a entender la crisis, pero también de crear el espacio para contar de diferentes maneras las historias de los migrantes y refugiados venezolanos», explicó Reyes.

Con las cifras actuales sobre la migración puede entenderse que sobran las historias. Pero antes, para garantizar una buena cobertura de migración, los periodistas deben establecer una relación de contacto con los personajes. En este caso, los migrantes.

Historias positivas

«Quieren que contemos historias positivas, que usemos las palabras adecuadas y que expliquemos su contexto», dijo Reyes al ser interrogada por Magnus Kossmann, coordinador de proyectos de DW Akademie, sobre lo que esperan los migrantes de las coberturas periodísticas.

Reyes mencionó la historia de Nathali, una madre venezolana con cuatro hijos que tuvo que salir de Venezuela porque los recursos ya no le eran suficientes para mantener a su familia. Para lograrlo, salió desde Maracay, estado Aragua, hasta Lima, Perú, en un viaje en autobús de casi una semana que logró pagar con ayuda de amigos.

«Buscamos la manera de que cada historia que se presente con una dificultad, se presente también como una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los migrantes y de las comunidades. Siempre rescatamos lo positivo y las ventajas que nos pueden dar en nuestros países de acogida. Detrás de cada dificultad, ¿cuál ha sido la solución?», concluyó Freya León, coordinadora de contenidos de Venezuela Migrante.