Desde que la administración de Nicolás Maduro impuso restricciones para el paso fronterizo desde Colombia, los ciudadanos que desean retornar al país denuncian que el proceso se ha vuelto más lento. Además, el domingo 14 de junio amanecieron con la noticia de que serían trasladados a un refugio temporal.
Pedro Almao, un ciudadano de Barquisimeto, llegó tras 36 días de un intenso recorrido que hizo por tramos a pie y en colas, a Cúcuta el 10 de junio. Comentó que desde la unidad móvil de la policía colombiana se les notificó que serían retirados del lugar y llevados a un espacio más seguro.
Según relató Almao, los funcionarios explicaban que era una orden del gobierno de Colombia y que respondía a las recomendaciones de los organismos internacionales para prevenir contagios de coronavirus.
“Nos dijeron que quitáramos nuestras cosas, que nos van a meter en Tienditas. Esa es una zona donde se han registrado hasta enfrentamientos de grupos armados. Además, corremos el riesgo de contagiarnos de coronavirus. Nosotros, aquí, a pesar de que somos casi 2 mil personas, no hemos tenido síntomas de nada”, cuenta Almao.
Agregó que algunos ya han estado en refugios y han sido víctimas de malos tratos y por eso no están dispuestos a volver a pasar por esa situación. “Ellos empiezan muy bien, pero después te empiezan a tratar mal. Allí vivirás en zozobra, si no te amoldas a sus lineamientos, pierdes. Somos muchos los que dijimos que no nos moveríamos y, si insisten, nos vamos a alzar”, expresó Almao.
Insalubridad extrema
El migrante también denunció que no cuentan con acceso a los servicios básicos. Dijo que si desean ir a un baño, deben pagar 500 pesos. Señaló que algunos se arriesgan a ir hasta las trochas para poder orinar o lo que les haga falta.
Y, como también han relatado otros caminantes, hay días que lo más difícil es poder alimentarse. Como pueden, consiguen leña y cocinan al borde de la carretera para poder comer. En lo referente a los alimentos, tampoco han tenido apoyo de organizaciones humanitarias.
Rechazan medidas
Almao refirió que él y los demás migrantes se sienten a un paso del puente internacional Simón Bolívar y por eso critican la decisión de Nicolás Maduro de restringir el acceso de los que retornan. «Pero eso no será un impedimento para volver. Nos quieren intimidar, amenazar para que tengamos miedo y, de paso, quieren los dólares que traemos del extranjero”.