Al igual que en muchos países de América Latina, en Argentina, los movimientos migratorios son parte constitutiva de la conformación del Estado y la sociedad nacional. El rasgo específico de la historia migratoria del país radica en la importancia relativa que los migrantes tuvieron en la composición de la población total (alcanzando a un tercio de la población en 1914, proporción que llega al 50% en la ciudad de Buenos Aires). A este periodo excepcional relacionado con las migraciones europeas se le suman dinámicas migratorias provenientes de los países suramericanos, especialmente los limítrofes, estables y continuas a lo largo de la historia nacional. Balan (1992) ha definido la existencia de un “sistema migratorio del Cono Sur” para explicar estas dinámicas migratorias regionales en el cual Argentina ha sido tradicionalmente un país de destino. Así, la migración proveniente de Paraguay, Bolivia y Chile tiene una presencia constante a lo largo de los siglos XIX y XX, mientras que la migración peruana comienza a ser relevante a partir de la década de 1980.
En términos estadísticos, se registran personas oriundas de América Latina desde el primer censo nacional realizado en el país en 1869. Desde ese momento y hasta la actualidad, ha habido un proceso constante y estable en el stock cuantificable de migrantes regionales, representando entre el 2 y el 4% del total de la población argentina (Instituto Nacional de Estadística y Censos). El último “Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas”, realizado en el año 2010, muestra que a pesar del aumento absoluto del número de la población extranjera (que asciende a 1,805,957 personas) 210 Crisis y migración de población venezolana. Entre la desprotección y la seguridad jurídica… la proporción sobre la población total se mantiene estable: 4.5%. El grupo proveniente de países de América Latina representa el 81.2% sobre el total de personas extranjeras. La mayoría de la población migrante está concentrada en dos jurisdicciones de la Argentina: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) donde reside el 21.1% y la provincia de Buenos Aires que recibe al 52.2% de los y las migrantes (Benencia, 2012).