Una pareja venezolana se cansó de no conseguir comida típica venezolana en Quito, Ecuador. Por ello, Mariana y Jesús decidieron que, al menos en su casa, tendrían sabores venezolanos. Es así como comenzaron a comer tequeños cada vez que les provocaba. La pareja -que ya tiene cuatro años en la capital ecuatoriana- contó a Sabor Migrante parte de su experiencia migratoria y cómo este aperitivo ahora llena su hogar de calor y sabor venezolano.
Los tequeños de Mariana y Jesús, se suman a las carabinas, las arepas de pescado, el pan de jamón y el pasticho venezolano en la lista de platillos que integran Sabor Migrante, un esfuerzo editorial de Venezuela Migrante y Efecto Cocuyo, para contar la migración venezolana desde otra perspectiva.
Tequeños venezolanos con queso ecuatoriano
Uno de los principales elementos del tequeño es el queso. El rol protagónico que tiene este alimento y su forma de derretirse es lo que hace al tequeño lo que es. Hay quienes lo mezclan con chocolate, otros que le ponen bocadillo de guayaba y algunos se atreven a agregarle alguna proteína. Pero el queso y el tequeño siempre van de la mano.
Mariana, licenciada en Comunicación Social, cuenta que el queso criollo no se consigue fácilmente en Ecuador, a pesar de que la migración venezolana es una de las más importantes en el país meridional. No obstante, esto no es problema. Tal y como ocurrió con los golfeados de Jinibeth y Carlos, la venezolana decidió emplear el queso manaba, un queso tradicional de Ecuador. Es así como se mezcla el sabor criollo con el sabor del país de acogida y el resultado son unos tequeños para el disfrute de toda la familia.
Mariana afirmó que, de volver a Venezuela, primero abrazaría a su familia, pero acto seguido se iría a la playa.
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