Desde el 29 de octubre se generó en las redes sociales una respuesta de rechazo contra la población migrante venezolana en Colombia. Esto ocurrió tras las declaraciones que ofreciera la alcaldesa de Bogotá, Claudia López. El video de sus declaraciones se hizo viral en redes sociales y se posicionó en Twitter.
La opinión de la dirigente también desencadenó las respuestas de distintos funcionarios públicos y usuarios que rechazaron los señalamientos. La plataforma Barómetro de Xenofobia, que desde agosto de 2020 analiza, sistematiza y difunde análisis de las conversaciones en Twitter, páginas web y medios de comunicación sobre la población migrante venezolana, comprobó que, tras las polémicas declaraciones de López, la discusión de xenofobia en Bogotá aumentó en 918% con respecto al día anterior.
“Las declaraciones de la alcaldesa generaron un pico en la conversación sobre seguridad y migración a partir de las 8:00 p.m. del 29 de octubre. Específicamente, el 43 % de las publicaciones que vinculaban a migrantes con hechos de seguridad estuvieron relacionadas con las declaraciones de la alcaldesa”, se lee en un informe publicado el 30 de octubre.
Otro de los hallazgos es que el 43% de las publicaciones asociaban a la población migrante con las palabras “delitos”, “robos” o delincuentes. El texto también dice que “los comentarios de la alcaldesa, tienen un poder catalizador en el comportamiento y crecimiento de la conversación en línea, lo cual revela una alta capacidad de influencia de autoridades públicas en las percepciones y manifestaciones que asume la opinión pública ante determinados hechos”, se lee en el informe.
En ese sentido, este 31 de octubre, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por las declaraciones de la alcaldesa de Bogotá. “La CIDH recuerda que las personas funcionarias públicas deben abstenerse de incurrir en declaraciones estigmatizantes que puedan exacerbar la xenofobia hacia las personas venezolanas”, escribieron en su cuenta en Twitter.
¿Qué pasa con la criminalidad en Colombia?
El viernes 30 de octubre, el director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, desestimó las recientes declaraciones de López y reiteró que la violencia y la criminalidad en la nación neogranadina no responde al flujo migratorio de ciudadanos venezolanos que, según detalló, al corte del 31 de agosto, se ubica en 1.722.919.
“Si lo miramos desde las capturas, en 2019 fueron capturados más de 11.000 venezolanos, principalmente por hurto a establecimientos comerciales o por tráfico y porte de estupefacientes. De acuerdo con datos de la Policía Nacional, el 96% de los hurtos en Colombia son cometidos por colombianos. Los datos que nos están mostrando es que en el universo de Colombia tenemos un porcentaje bajo de criminalidad por parte de extranjeros y que dentro de ese porcentaje bajo de crimininalidad extranjera, hay también un porcentaje bajo de delitos cometidos por parte de venezolanos”, dijo.
Dichas declaraciones de Espinosa estuvieron respaldadas por el más reciente estudio realizado por el Migration Policy Institute y el Brookings Institution, ambos centros de estudios políticos con sede en Washington, D.C., que reveló que la migración venezolana de los últimos años no ha generado un incremento en el crimen en los tres principales países receptores de este movimiento: Colombia, Perú y Chile.
“Los datos en este estudio sirven como evidencia robusta que la presencia de migrantes venezolanos no está generando un aumento de la delincuencia en la región, ciertamente no en los tres países que han recibido la mayor cantidad de migrantes y refugiados venezolanos”, indicaron en su momento los autores del informe, publicado a mediados de septiembre, basado en las cifras públicas y en las solicitadas por ellos mismos a las autoridades sobre las acusaciones formales y encarcelamientos de venezolanos los últimos años.
En ese sentido, Espinosa agregó: “Lo que estamos viendo en la literatura universal es que no hay una explicación de criminalidad nacional de cara a lo que pasa con los extranjeros. Por ejemplo, el 2.3% de los arrestos por delitos violentos en Colombia involucraron a venezolanos, los cuales representan el 3.2% de la población total de venezolanos en el país. ¿Qué quiere decir esto? Casi el 97% de los migrantes en Colombia tienen buen comportamiento y no tienen relación alguna con esos pequeños casos de violencia. Los delitos violentos en Colombia son cometidos casi en un 98% por colombianos, no por migrantes. Vale la pena estudiar qué pasa con Chile y Perú. Esa cifra en Chile es el 2.4% y Perú el 2.9%. Fíjense que se mantiene una tendencia”, señaló Espinosa.
La autoridad migratoria además detalló que de los casi 100.000 privados de libertad que se reportan en información pública del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelaria de Colombia, un poco más de 2.700 extranjeros aparecen como privados de libertad. “De esa cifra 1500 son venezolanos, que representa el el 1.5% del universo de población privada de la libertad. Quiere decir que el total de venezolanos privados de libertad en Colombia equivale al 0.08% del total de venezolanos que tenemos radicados en territorio nacional”.
Espinosa, además, rechazó la propuesta de López sobre la deportación inmediata de aquellos venezolanos que delinquen, pues explicó que “cuando un extranjero comete un delito en Colombia, la sanción no puede ser la deportación o la expulsión. Tiene que ser la judicialización. La persona que comete un delito, no importa su origen, tiene que ir ante un juez y tiene que responder ante la justicia. La criminalidad en Colombia es inaceptable; no importa de donde venga. La persona que comete un delito hay que judicializarlo; no preguntarle de dónde viene”, agregó.
“Un delito es inaceptable; no importa quién lo cometa. Los estudios deben explicar y solucionar los problemas en torno a la delincuencia. El 100% de la delincuencia no se puede explicar con un 3% o 4%. Ese 3% o 4% hay que explicarlo con lo que pasa en su universo. No puede volverse una excusa para explicar lo que pasa con ese 97% o 98%. Dicho de otra forma: La criminalidad en Colombia no surge con la migración venezolana. Los problemas de criminalidad que lamentablemente tenemos viene de mucho tiempo atrás. Tenemos que concentrarnos en seguir combatiendo, no importa de dónde venga”, sentenció Espinosa.
Desde principios de octubre de 2020, Espinosa había señalado que los venezolanos no inciden en el incremento de la delincuencia en el país.