Una de las principales dudas al emigrar es cómo acceder al sistema de salud del lugar de destino. Juan Carlos Riera, presidente de la Asociación de Médicos Venezolanos Andrés Bello (Ameven), explica que en el caso de Chile existe el Fondo Nacional de Salud o Fonasa, “un sistema de previsión que depende del Estado chileno, y por tanto es financiado por el erario público, y presta atención a sus cotizantes principalmente en la red pública”.
En este sistema hay más de 14 millones de personas afiliadas, es decir casi el 80% de los residentes en Chile. Para ser un beneficiario hay que cotizar mensualmente el 7% del sueldo imponible, y no se puede pertenecer a otro sistema de salud.
No obstante, indica Riera, hay alternativas para quienes recién llegan a vivir a Chile y aún no tienen ingresos. “La atención en salud depende de tramos, que son A, B, C y D; cada uno con un pago y una cobertura diferente. En el tramo A pueden registrarse personas sin recursos y migrantes, esto debe ser supervisado por el sistema. Al estar inscrito aquí se puede recibir atención gratuita en la red pública”.
En el tramo B están las personas que perciben un ingreso imponible mensual menor o igual a 320.500 pesos; en el C quienes devengan más de 320.500 pesos y hasta 467.930 pesos; y en el tramo D están quienes tienen un ingreso superior a 467.930 pesos.
“En los tramos B, C y D existe la modalidad del copago, un porcentaje que ya está estipulado y que se debe cancelar al momento de recibir la atención. Estos tramos también permiten recibir cuidados en establecimientos privados que tengan convenio con Fonasa, en lo que se conoce como ‘modalidad libre elección’. Si se está en el tramo A solo se puede acudir a la red pública”, afirma Riera.
Salud pública y el bono PAD
El médico destaca que también está la opción del Bono PAD (Pago Asociado a Diagnóstico), que aplica para 73 problemas de salud, para los cuales existe un precio fijo y conocido y es para quienes están en los tramos B, C o D. “Las cirugías PAD son cirugías protegidas y tienen costes muchos menores a las convencionales, y aquellos médicos especialistas que están adscritos a Fonasa y están también vinculados con el sistema PAD pueden operar a los pacientes y el costo final termina siendo prácticamente el mismo del que pagarían en el hospital, quizás un poco más, pero no mucho mayor”, subraya el presidente de Ameven.
En la página web de Fonasa se encuentra detallado cuáles son las cirugías y cómo es el proceso para acceder a esto. Algunas de las atenciones estandarizadas son los partos, tratamiento de fertilización de baja y alta complejidad, varicocele, apendicitis, peritonitis, cataratas, glaucoma, tiroidectomía total o subtotal, síndrome del túnel carpiano, várices, tumores y/o quistes intracraneano, entre otras.
¿Qué hacer cuando ya se está inscrito?
Riera dice que un inmigrante puede inscribirse en Fonasa desde el momento en que tiene un trámite de permanencia en el país. En caso de que no se posea, y se trate de un asunto grave u oncológico hay un registro especial que va a permitir acceder a las atenciones de urgencia de forma inmediata.
El médico subraya que, por ley, está consagrado el derecho de atención y resguardo de la salud, y por tanto se debe recibir atención oportuna y sin discriminaciones. Pero si no se posee alguna previsión o seguro “la persona va a ingresar como un particular y eso le va a generar una deuda que el paciente va a tener que pagar una vez que sea atendido. Puede tratarse de un coste no menor, sobre todo si es de alguna cirugía, porque son valores que ya están estandarizados, así como el de la consulta de urgencias, y son paquetes que no son menores en particular si es alguien que viene de Venezuela, con bolívares”, advierte.
Una vez que se está inscrito en Fonasa, para recibir atención en la red pública hay que ir al consultorio o Centro de Salud Familiar (Cesfam). “Dependiendo del área en la que se encuentre el paciente, se le asigna un consultorio que brinda servicio de atención al adulto mayor, consulta general de adultos, consulta pediátrica, control del embarazo, exámenes básicos de laboratorio, estudios básicos como electrocardiogramas, kinesiología. Algunos Cesfam, aunque no es lo más frecuente, también ofrecen algunas consultas con especialistas. Son servicios de atención primaria bastante completos. De allí, dependiendo del tipo y la gravedad de la patología se deriva a un hospital base, que es aquel que se encuentra en la zona donde vive la persona”.
Salud pública para los migrantes en Chile
También existe el Servicio de Atención Primaria de Urgencia o SAPU que, explica Riera, está destinado a atender patologías de urgencias, son de estancia corta, y de allí el paciente se deriva a centros más grandes.
Como última recomendación, el presidente de Ameven sostiene que “existen diversos tipos de estatus de la migración. Aquellos que todavía están llegando y no conocen el sistema de salud, no lo entienden y no tienen los papeles; a ese grupo les diría que se pueden registrar como Fonasa A. En estos momentos de coronavirus, mi sugerencia es que eviten asistir a cualquier centro de salud a menos que sea extremadamente necesario, porque ahora están colapsados y son los focos de contagio”.
Agrega que para “aquellos que ya tienen una residencia establecida, lo ideal sería que pudieran estar adscritos a algún sistema de previsión de salud, sea Fonasa o Isapre –entidades privadas–, el que prefieran. En Chile es muy, muy importante tener alguna previsión porque al momento de una urgencia, sea por coronavirus o no, esta ofrece un respaldo importante al momento de ser atendido en cuanto a los pagos”.
Ameven fue creada en el año 2016, principalmente para orientar a los médicos venezolanos que llegan a Chile. Han ido creciendo por lo que esperan, en el futuro, poder brindar asesorías no solo a los médicos, sino también prestar servicios de educación a los migrantes.
Requisitos para inscribirse en Fonasa
Para inscribirse en Fonasa solo hay que llenar un formulario que está disponible en Fonasa.cl ingresando a la pestaña “Afiliación e inscripción en atención primaria en línea”. Se puede ingresar con el número de cédula o con la clave única; y se deben completar cinco pasos:
1.- Datos personales y de contacto.
2.- Información de los ingresos.
3.- Cargas familiares, se debe adjuntar el certificado emitido por el Instituto de Previsión Social o Caja de Compensación, si corresponde.
4.- Inscripción en un establecimiento de salud (consultorio), de acuerdo al domicilio indicado.
5.- Guardar el comprobante de éxito del proceso.