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Aumentar el reasentamiento de refugiados y otras vías de protección para los centroamericanos puede ser un reto, según informe MPI

El éxodo de cientos de miles de centroamericanos de El Salvador, Guatemala y Honduras desde 2014 ha cambiado la cara de la migración en toda la región, con muchos buscando protección a través de sistemas de asilo cada vez más tensos en EE UU y México. Las solicitudes de asilo en México aumentaron un 3.739% entre 2015 y 2021, y los centroamericanos constituyen una gran parte de los solicitantes. Y en EE UU, los centroamericanos representaron el 44% de todas las solicitudes de asilo presentadas en los tribunales de inmigración de EE UU en el año fiscal 2021.

A medida que los solicitantes de asilo se desplazan por la región en grandes cantidades, algunos responsables políticos han comenzado a revisar el papel que podría desempeñar el reasentamiento de refugiados para abordar estas necesidades de protección y a adoptar la idea de un enfoque regional para la protección humanitaria de los centroamericanos. En 2020, sólo unos 550 refugiados de El Salvador, Guatemala y Honduras fueron reasentados a través de programas facilitados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Un informe del Instituto de Política Migratoria (MPI) publicado este 24 de mayo examina si el reasentamiento y otras vías humanitarias, como el procesamiento en el país y el patrocinio privado, podrían -o deberían- desempeñar un papel más importante en la atención de las necesidades de protección de los centroamericanos y, en caso afirmativo, cómo podrían ampliarse esas vías.

«El reasentamiento y otras vías humanitarias tienen un claro papel que desempeñar en la atención de las necesidades de protección de los centroamericanos» escriben las analistas del MPI, Susan Fratzke y Andrea Tanco. «Aunque es probable que el reasentamiento no sea una opción viable para la mayoría de las personas de la región que buscan seguridad, puede ser una herramienta valiosa -junto con los mecanismos de protección en el país y el desarrollo de la capacidad de asilo- para proporcionar acceso a la protección a las personas que no pueden encontrar seguridad en sus países de origen o en los países vecinos.»

AUMENTA LA CUOTA DE REASENTAMIENTO

Ya se está prestando más atención a la ampliación del reasentamiento. El gobierno de Biden aumentó la cuota de reasentamiento para América Latina y el Caribe en el año fiscal 2022 a 15.000 plazas, el triple de la asignación del año anterior. Canadá también ha mostrado interés en ampliar el reasentamiento de centroamericanos. Sin embargo, la ampliación del reasentamiento será complicada, señala el informe, debido a la escasez de datos sobre las poblaciones de refugiados que hace que se dependa de los socios locales, una red de organizaciones no gubernamentales, que no siempre están familiarizados con los requisitos del programa de reasentamiento.

El informe también examina el uso del Acuerdo de Transferencia de Protección, por el cual un pequeño número de personas de mayor riesgo son reubicadas en una instalación en Costa Rica para esperar el proceso de reasentamiento. Los elevados costes del programa y los riesgos asociados al traslado de los casos antes de que sean investigados por completo hacen que sólo sea una opción para los casos de mayor riesgo.

TRÁNSITO DE VENEZOLANOS

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportan que son cada vez más las personas que recorren peligrosos caminos por las junglas del Tapón del Darién en busca de seguridad y estabilidad; entre ellas se encuentra un número creciente de migrantes venezolanos.

Conforme se hace patente el impacto socioeconómico de la pandemia de COVID-19 en la vida de refugiados y migrantes de Venezuela en distintos países de acogida en América Latina y el Caribe, va en aumento el número de venezolanos que se dirige hacia el norte junto a grupos de personas en situación de movilidad humana.

De acuerdo con las estadísticas de las autoridades panameñas, el número de migrantes de Venezuela que cruzó el Tapón del Darién en los primeros dos meses de 2022 (alrededor de 2.500) casi sumó el total de 2021 (2.819 personas).

«Cuadernos del Insilio», una guía sobre cómo cubrir la migración venezolana

Cuadernos del Insilio recoge la mirada de especialistas en migración y en periodismo, así como las recomendaciones de especialistas en cómo contar las historias de los migrantes venezolanos y de aquellos que no se marcharon. La iniciativa formó parte de la Escuela Cocuyo y de la II edición de Puentes de Comunicación, y contó el apoyo de la DW Akademie y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania.

El documento agrupa la producción teórica de cada uno de los profesores y profesoras –Ligia Bolívar, Ginna Morelo, Luz Mely Reyes, Édgar López, Mabel Sarmiento y Mariel Lozada– que hablaron de refugio, de exilio e insilio y en formas diferentes para abrir la curiosidad periodística. También, el aporte del conocimiento técnico acerca de las plataformas y a las formas de narrar los hechos con la presencia de Juan Serrano, Shari Avendaño y Jorge Daniel Morelo.

La coordinación general estuvo a cargo de Laura Weffer; cordinación académica de Josefina Ruggiero; edición por Marco Ruiz y Daniela Naranjo; y las ilustraciones a cargo de Miguel Rodríguez.

Consulte la guía completa aquí

Salud y educación, un sueño lejano para los venezolanos entre Perú y Ecuador

Pedir limosna o descuidar su salud, esa es la disyuntiva para miles de migrantes venezolanos en la región peruana de Tumbes, limítrofe con Ecuador, donde el acceso a la salud y a la educación es limitado para quienes viven irregularmente en una frontera desatendida.

En la localidad tumbesina de Puerto Pizarro, el venezolano Eliot García encontró en el turismo no solo un sustento económico, sino también la solidaridad de quienes lo salvaron hace cuatro años de un infarto.

“Mis compañeros de turismo reunieron una cantidad de dinero y me mandaron al hospital (…) me salió una cuenta de 7.000 soles (unos 1.900 dólares)” cuenta a Efe el hombre, desde la embarcación con la que ofrece tours al balneario marítimo mientras lamenta que, de tener esa cantidad, estaría en su país.

Su historia no es una excepción. En este punto fronterizo, donde a diario entran y salen entre 300 y 1.500 migrantes venezolanos, según las agencias internacionales, invocar a la solidaridad es muchas veces la única vía para sortear los obstáculos a la salud.

Así lo lamenta a Efe una de las lideresas de Puerto Pizarro, la venezolana Escarlet Johana, a quien recurren en un grito de auxilio muchos compatriotas suyos establecidos en la zona.

Según cuenta, recientemente una vecina sufrió depresión postparto: “Tuvimos que salir a pedir colaboración para pagar la hospitalización y los remedios”.

DEFICIENCIAS EN SALUD

Sobre el papel, el sistema de salud peruano se jacta de atender de forma gratuita a todos los menores de 5 años, pacientes de VIH y mujeres embarazadas, incluyendo las que han dado luz hasta los primeros 41 días, independientemente de su condición migratoria.

Pero no siempre es así. Prueba de ello es que la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) estima que solo el 3,6 % de los niños venezolanos menores de 5 años recibieron atención médica en Perú durante 2020 y la primera mitad de 2021.

En esos casos, a la xenofobia y las deficiencias estructurales del sistema sanitario peruano se suma la crisis causada por la covid-19.

“Desafortunadamente, los procesos administrativos y las consecuencias de la pandemia han puesto en posición delicada las estructuras del sistema de salud peruano”, comenta a Efe el coordinador general de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Perú, Jean Hereu.

Por eso, en los principales puntos de tránsito de la frontera peruana con Ecuador, MSF y otras organizaciones establecieron puestos donde ofrecen orientación y atención primaria a los desplazados.

Según detalla Hereu, un 30 % de los pacientes que atienden son mujeres gestantes y otro 24 %, menores de 5 años.

BARRERAS A LA EDUCACIÓN

Una fotografía dispar presenta el gerente regional de Desarrollo Social de Tumbes, Luís Alfonso Cerna, quien asegura a Efe que “ni la educación ni la salud se niegan porque, más allá de la condición migratoria, prima la vida”.

“Venimos atendiendo a toda la población migrante”, insiste.

El funcionario, por otro lado, puntualiza que, actualmente, 2.050 niños y adolescentes están matriculados en escuelas de Tumbes.

Esta cifra representa, según la ONG International Rescue Committee (IRC), el 50 % del total de menores venezolanos viviendo en la región, por lo que otros 2.000 quedaron fuera del sistema educativo, sobre todo por falta de cupos.

A esto se suma ahora “el problema de la presencialidad”, advierte a Efe el jefe de la oficina en Tumbes de la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), Rodrigo Valderrama.

“Cuando era virtual, había niños que vivían en Puerto Pizarro, pero estaban matriculados en el colegio de Tumbes, no tenían problema. Pero ahora les toca pagar el pasaje y esto se convierte en una bola de nieve que está generando un nivel de desescolarización”, alerta.

Ante este escenario, IRC lanzó en febrero pasado, junto con Acnur y el Gobierno local, el “Parque Infantil La Igualdad”, un espacio que promueve el fortalecimiento de las habilidades blandas de los menores de Puerto Pizarro, mientras busca frenar el trabajo infantil, cuenta a Efe Gina Sánchez, coordinadora de programas de IRC Perú.

UNA FRONTERA DESATENDIDA

Para Cerna, las trabas en salud y educación se explican por el nulo presupuesto que recibe el Gobierno regional para atender las necesidades de la población migrante.

“No existe una partida para este tema, no hay nada y no podemos hacer uso de recursos públicos para eso, por eso en la cooperación internacional es donde hacemos alianzas estratégicas”, dice.

Pero esta tampoco es un banco de oro. Para 2020, por ejemplo, la ONU calculó que, en esta frontera, la cooperación internacional necesitaba 149 millones de dólares para cubrir las necesidades básicas de la población migrante, pero solo se logró un 44 % de esta cantidad.

Y el año pasado fue peor. La plataforma había estimado un presupuesto de 274 millones y se alcanzó apenas el 34 %, lo que ratifica la enorme brecha que azota esta frontera, desatendida ante una migración venezolana que no cesa.

Con información de EFE

Crisis migratoria venezolana requiere mayor inversión de la región, según Comité Internacional de Rescate

La crisis migratoria venezolana requiere un mayor financiamiento, apoyo y protección a los ciudadanos que salen del país en busca de seguridad y estabilidad en otras naciones de América Latina, dijo este jueves el Comité Internacional de Rescate (IRC, en inglés).

En la presentación del «Informe sobre la crisis de Venezuela: Armonización de una respuesta basada en la población», la vicepresidenta regional del IRC, Meghan López, sostuvo que, en los próximos tres años, la prioridad es «la respuesta inmediata, que se basa en mayor apoyo y financiamiento» para las necesidades de los venezolanos, según continúe la crisis.

Más seguridad


«En segundo lugar, más seguridad en toda la región, contemplando cómo podemos generar protección», agregó López, quien recordó que países latinoamericanos como Colombia, Ecuador y Perú «han asumido la respuesta a las necesidades de los venezolanos a pesar del insuficiente apoyo de la comunidad internacional».

Indicó que, en 2021, «solo se financió el 40 % de lo requerido por el Plan de Respuesta Humanitaria de Venezuela».

«México es un país que también está viendo un número de venezolanos que llegan en aumento. 2021 fue un año sin precedentes en el número de solicitudes de asilo, con más de 131.000 venezolanos. Fue la quinta nacionalidad en solicitud de asilo», afirmó.

Entender necesidades


El director adjunto de operaciones del IRC en Colombia y Venezuela, Mauricio Rodríguez, aseguró que antes de que se amplíe la respuesta, se debe «llevar a cabo una evaluación para entender las necesidades y las brechas que existen».

«Los venezolanos necesitan servicios básicos, y las comunidades (necesitan) que se los brinden a través de toda la región y la comunidad internacional. Deben ampliar su financiamiento para poder satisfacer esas necesidades porque, si no, estamos dejando atrás un gran número de personas», sostuvo.

En enero pasado, el IRC advirtió que si no son resueltas las crisis que se viven actualmente en Haití, Honduras y Venezuela pueden acabar generando un impacto regional a lo largo de 2022.

La organización apuntó que los enfrentamientos entre fuerzas nacionales y grupos criminales colombianos, así como entre grupos armados, aumentaron en 2021, lo que puede continuar desplazando a venezolanos en este año.

Con información de EFE Noticias

“Voces venezolanas en el mundo”, una plataforma que explora la literatura de la diáspora

Voces venezolanas en el mundo es una plataforma que reúne diversos proyectos para compartir, traducir e investigar la literatura venezolana. Escribir Afuera: Antología de cuentos venezolanos sobre la migración y Escuchando nuevas voces: Entrevistas con jóvenes poetas y editoras son las propuestas editoriales que se encuentran en la plataforma digital. El sitio web fue financiado por Global Partnerships en la Universidad de Exeter.

La iniciativa está liderada por Rebecca Irons, antropóloga médica en el University College London; Eugenia Arria, doctoranda en la Universidad de Lund; Claudia Cavallin Calanche, escritora y profesora en el Departamento de Idiomas y Literaturas de la Oklahoma State University; Liliana Lara, autora, profesora y investigadora con PhD en Literatura Iberoamericana en la Universidad Hebrea de Jerusalén; María Gracia Pardo, doctorado de la Universidad de Miami con un estudio dedicado a la literatura infantil y los estudios de la infancia; profesora de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Exeter, Reino Unido. Katie Brown, especialista en la cultura latinoamericana contemporánea, con un enfoque particular en Venezuela; Raquel Rivas Rojas, autora, editora, traductora y profesora; Miguel Vásquez, profesor asociado en la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid.

Cuentos de intemperies y querencias

Escribir Afuera: Antología de cuentos venezolanos sobre la migración es una de las propuestas editoriales del proyecto y contiene escritos por 31 venezolanos. El libro fue compilado y editado por Katie Brown, Liliana Lara y Raquel Rivas Rojas y publicado por Kálathos en 2021.

Muchos de los textos de esta antología son inéditos. “Los autores accedieron con gran entusiasmo a compartir por primera vez sus relatos aquí y esto nos hizo pensar en un corpus disperso, y diaspórico también, que encuentra en estas páginas una especie de pertenencia” dice el resumen del proyecto.

Al juntarlos en un espacio común, esta antología abre un lugar para la comunidad que se está fraguando más allá de las fronteras geográficas de Venezuela. Es por eso que hemos titulado esta antología Escribir afuera. Cuentos de intemperies y querencias, porque queremos dar cuenta de ese movimiento pendular —entre la ausencia y la memoria— que está presente en todo relato de la diáspora. Y, al mismo tiempo, construir ese espacio abierto al encuentro que es toda antología.

Las voces de poetas y editoras

El proyecto editorial Escuchando nuevas voces de migrantes venezolanas está dirigido por la Katie Brown y Miguel Vásquez y fue financiado por una subvención del European Network Fund de la Universidad de Exeter.

Se trata de un proyecto de ‘estudiantes como investigadoras’: seis estudiantes de la Universidad de Exeter y seis estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid trabajaron juntas para realizar, transcribir y traducir entrevistas con jóvenes venezolanas que han migrado y escriben o publican poesía. Las entrevistadas fueron seleccionadas para cubrir la migración a diferentes partes del mundo: Europa, Estados Unidos y América Latina.

Puede consultar la plataforma digital aquí

Campaña del Ministerio de Trabajo de Chile genera polémica en redes por el uso del término “panita”

Una campaña del ministerio de Trabajo de Chile generó un debate en las redes sociales por el uso del término “panita” para referirse a los jóvenes chilenos. La campaña que busca incorporar a los pensionados a su plataforma online, invitaba a los más jóvenes a ayudar a sus abuelos al sistema digital.

“!Ya panitas🥹! Ayudemos a nuestros abuelos/as, padre o madre a cambiarse a pago online de su pensión para que pueda recibirlo en su cuenta rut o bancaria” señala el tuit en la cuenta oficial del ministerio de Trabajo chileno.

El tuit obtuvo un total de 216 retuits y 222 tuits citados. Sin embargo, un tuit de respuesta ante los comentarios sobre el uso del término de “panita” superó el post original: 410 retuis y 669 tuits citados a la fecha del cierre de esta nota, miércoles 11 de mayo.

“Hola Franca, al referirnos a «panitas», lo hacemos principalmente enfocado en un público joven, pues la gráfica invita a nietos/as a ayudar a sus abuelos/as. En Chile es común en cierto rango etario hablar de «de pana» o «mi panita», no es un meramente un modismo extranjero” explicaba el despacho del Trabajo.

El término y su alcance

De acuerdo con la Real Academia Española, el término “pana” es usado en Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico para referirse a “amigo, camarada, compinche”.

Usuarios en las redes argumentan que para referirse a los jóvenes chilenos se usa la palabra “cabra” y “cabro chico” para referirse a un niño.

Casi 500 mil venezolanos en Chile

La población venezolana en Chile se ha convertido desde 2019 en la mayor comunidad migratoria en el país austral con casi medio millón.

El recién electo presidente chileno, Gabriel Boric, propone un plan global para resolver la crisis migratoria venezolana. Entre sus acciones destacan el levantamiento del Estado de Excepción que regía desde febrero en cuatro provincias del norte del país, principales puntos de acceso irregular que utilizan los migrantes para acceder a través del árido desierto de Atacama.

Perú admite acusación por exceso de multas a venezolanos

La Justicia de Perú admitió a trámite una demanda de amparo presentada por una migrante venezolana que considera excesivo el cobro de multas para los extranjeros residentes en el país a los que se le vence el permiso de residencia, informó el viernes 29 de abril la organización civil Unión Venezolana en Perú.

La jueza Andrea Córdova, del Segundo Juzgado Constitucional de Lima, admitió el recurso de amparo presentado por la venezolana Edith Arango contra el cobro de multas por parte de la oficina de Migraciones ,que pueden llegar a los 3.000 dólares en perjuicio de más de 90.000 extranjeros residentes en Perú, indicó la organización en un comunicado.

Al admitir a trámite la demanda, la magistrada señaló que «toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido ante los jueces y tribunales competentes, que le amparen contra actos que violen sus derechos».

El abogado Juan Manuel Castillo, que representa a Arango, explicó que la desregularización por vencimiento de la residencia significa un problema que atenta contra la seguridad y el orden interno del Perú, así como impide la inclusión económica en el país.

«El recurso busca la exoneración masiva, la protección constitucional y paralizar el cobro de las multas porque afecta derechos fundamentales de los extranjeros», indicó Castillo.

El letrado señaló que la multa por vencimiento de la residencia es actualmente de 46 soles diarios (12 dólares), mientras que el ingreso promedio de la población afectada es de 34 soles al día (8 dólares), con el cual debe afrontar su alimentación y alquiler, entre otros gastos

El procurador público de Migraciones será informado, en un plazo máximo de 10 días, de la admisión a trámite de la demanda, y el próximo 8 de agosto se realizará la audiencia única virtual para atender el caso, según resolvió la jueza Córdova.

Perú ha recibido a 1,2 millones de venezolanos, de los cuales, cerca de 300.000 están en situación regular, es decir que tienen el Permiso Temporal de Permanencia (PTP) promovido por el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) como una ayuda a los migrantes que huían de la crisis política y humanitaria en Venezuela.

Alrededor de 900.000 venezolanos en el país está tramitando el PTP o está en situación migratoria irregular, que los expone a una eventual expulsión del territorio.

Con información de EFE

Autoridades venezolanas activan servicio de Apostilla en México

La embajada de Venezuela en México activó el servicio de apostilla para gestionar cualquier documentación como partidas de nacimientos, actas de matrimonio, certificación de estudios, entre otros, excepto Antecedentes Penales que se realiza vía electrónica.

Los interesados deberán registrarse ante el Sistema de Legalización y Apostilla Electrónica y gestionar la cita según el último número de su cédula.

Además, la verificación de cada documento -mediante cita asignada por el sistema- tendrá un costo de 0,08615936 Petros, o su equivalente en bolívares. A la fecha de esta publicación, este monto equivale a 5.17 dólares o 22,98 bolívares.

Diáspora venezolana pide a Biden más sanciones al gobierno de Maduro

Medio centenar de venezolanos radicados en el extranjero pidieron en una carta al presidente de EE.UU., Joseph Biden, y otras autoridades nuevas sanciones y la continuidad de las investigaciones penales a figuras de gobierno de Nicolás Maduro, y subrayaron que esas medidas «benefician al venezolano de a pie».

Además, solicitaron que se exija la liberación de los presos políticos y la celebración de elecciones presidenciales «libres y limpias» y se apoye desde el Gobierno de EE.UU. la labor investigadora del fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre Venezuela.

La carta, con fecha del 21 de abril de 2022, está firmada por más de 50 ciudadanos venezolanos «decentes y con poder moral» que residen en EE.UU. y España y otros países europeos, y que arremeten contra los que hacen campaña en favor de una retirada de las sanciones alegando que perjudican al pueblo.

«Aquellos que se dedican a hacer lobby en busca del levantamiento de estas sanciones buscan más bien proteger los intereses económicos de estos criminales y no los intereses de los venezolanos», subrayan.

Además del presidente Biden, los destinatarios de la misiva son James Story, embajador de los Estados Unidos en Venezuela; Anthony Blinken, secretario de Estado; Ron DeSantis; gobernador de Florida, y representantes y senadores del Congreso de EE.UU.

La crisis no viene de las sanciones


Los firmantes de la carta aclaran a los destinatarios que la génesis de la «grave crisis económica y estructural» que padece Venezuela es «ajena y anterior a las sanciones» impuestas por EE.UU. a figuras del de la administración chavista.

A su juicio, la crisis que ha supuesto para los venezolanos «inenarrables penurias y vejámenes bajo lo que se puede definir como un genocidio continuado» y ha causado el éxodo de millones de personas, se debe en primer lugar a las políticas económicas y monetarias «erradas» implementadas «bajo la asesoría» de Cuba.

También a la destrucción sistemática del aparato productivo del país y del sector empresarial, al desmantelamiento del Estado de Derecho y el desmoronamiento de la Seguridad Jurídica, y a la corrupción sin precedentes en la historia republicana, dice la carta, que expone en detalle cada uno de esos aspectos.

Los firmantes destacan que las sanciones de EE.UU. lejos de ser causantes de la crisis «más bien pusieron algo de freno al sufrimiento del pueblo venezolano», pues han ayudado a «cerrar el financiamiento del régimen a actividades criminales».

Subrayan también que el Gobierno de Nicolás Maduro es «aliado» de Rusia, de Irán, Cuba, Nicaragua y China, y de los carteles de la droga de Colombia, Bolivia y México, y de «grupos terroristas como el Hezbollá, el ELN y las Farc».

«Esa alianza criminal internacional representa un riesgo de Seguridad Nacional para los EE.UU. sin duda alguna», agregan.

También aseveran que las sanciones impuestas por EE.UU. «en ningún momento han implicado la generación de daño alguno al pueblo de Venezuela».

«Han sido sanciones -dicen- con efectos directos al Régimen y a sus funcionarios violadores de derechos humanos (lavadores de capitales y narcotraficantes), y han quedado exentos de sanciones el comercio de alimentos, las medicinas y los productos de primera necesidad».

No más diálogo y sí elecciones libres


Según la carta, «las sanciones han beneficiado al venezolano de a pie, al coaccionar de alguna forma a los funcionarios corruptos ligados a al mandato de Maduro, a invertir parte del dinero robado dentro de la propia economía nacional, por miedo a ver sus capitales congelados en sus cuentas bancarias del extranjero».

Cargan también contra la idea de que un diálogo entre oposición y Gobierno «solucionará los problemas de un país que está bajo una tiranía» y recuerdan los intentos infructuosos que ya ha habido.

En materia electoral afirman que «durante todos estos años las elecciones llevadas a cabo en Venezuela han sido fraudulentas y sin las más mínimas garantías de transparencia» y enumeran las garantías que se deben exigir para un proceso electoral justo y con participación de los venezolanos de la diáspora.

«El pueblo de Venezuela no quiere someterse a otra burla más, Venezuela exige Libertad y verdadera Democracia», dicen los firmantes encabezados por Ernesto Ackerman, de la organización Independent Venezuelan American Citizens y miembro del Partido REpublicano de EEUU.

En la lista hay comerciantes, empresarios, abogados y otros profesionales, periodistas, líderes comunitarios y un exsenador, Pablo Medina Carrasco.

Con información de EFE

México rescata a 395 migrantes venezolanos entre el 21 y 24 de abril

Un total de 5.688 migrantes, entre ellos 395 de Venezuela, fueron localizados entre el 21 y el 14 de abril en diversas acciones, informó este lunes el Instituto Nacional de Migración (INM) de México.

En un comunicado, el INM, dependiente de la Secretaría de Gobernación, precisó que de esa cifra 3.645 personas adultas; 1.843 viajaban en núcleos familiares y de ellos 680 son menores de edad, además de 200 infantes no acompañados.

Explicó que los migrantes fueron hallados casas de seguridad, cajas de tráiler, remolques para ganado u ocultos en compartimentos de autobuses o cabinas de tractocamiones en condición de hacinamiento, sin ventilación, agua y alimentos.

México halló a 92 migrantes hacinados en un tráiler en el norte del país. Otras personas más fueron localizadas a pie en el desierto, la montaña o sobre el acotamiento de autopistas tras ser asaltadas, lesionadas o abandonadas por traficantes de personas, presuntos ‘guías’ o ‘polleros’ como se les conoce en México, en su intento por llegar a la frontera norte del país.

Los 10 países con el mayor número de migrantes localizado por agentes del Grupo Beta -unidad del Instituto especializada en brindar orientación y asistencia a migrantes- o Agentes Federales de Migración (AFM) fueron: Honduras (1.060), Cuba (942), Guatemala (906), Nicaragua (629), El Salvador (474), Colombia (469), Venezuela (395), Perú (153), Ecuador (112 y Haití (91).

El INM señaló que también tiene el registro de personas migrantes solas o en grupos pequeños conformados de entre una a ocho personas por nacionalidad quienes transitaba por territorio nacional en condición de estancia irregular.

Entre ellos, Bosnia y Herzegovina, Belice, Uganda, Serbia, Malí, Argentina, Nigeria, Bolivia, Chile, Francia, Costa Rica, Egipto, Bolivia, Armenia, Jamaica, Tayikistán, Nepal y Costa de Marfil.

Además de Kazajistán, Rumania, Eritrea, Panamá, China, Yemen, Pakistán, República Dominicana, Ghana, Hungría, Somalia, Bangladés, Kirguistán y Azerbaiyán.

Apenas el sábado pasado, el INM disolvió una caravana de migrantes que pretendía salir de manera masiva desde Tapachula, en la frontera con Guatemala, para ir a Ciudad de México.

Las autoridades federales empezaron a atender a los migrantes en grupos de 150 personas con la promesa de trasladarlos a albergues en un lapso de cuatro días para iniciar su proceso de regularización migratoria y obtener visas humanitarias.

La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre.

En tanto, el gobierno de México deportó a más de 114.000 extranjeros en 2021, de acuerdo con la Secretaría de Gobernación.

El Ejército mexicano tiene desplegados más de 28.000 de sus agentes en tareas de migración en las fronteras norte y sur, según reveló la Secretaría de la Defensa Nacional la semana pasada.

Con información de EFE