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Cómo buscan organizaciones sociales de Perú integrar a niños y niñas que migraron de Venezuela

Keily Araujo vivía en Trujillo, ciudad ubicada al oeste de Venezuela, pero por la crisis política, económica y social que vive el país, la situación resultó insostenible para ella y su familia. “No teníamos para comer, ni comprar las cosas básicas y esenciales para nuestros hijos”, dice.

De esta manera comenzó a organizarse, y finalmente, el 19 de diciembre del 2017 salió con destino a Lima, capital de Perú. Keily recorrió con su hija, de apenas un año, tres países de América Latina. Llegó a Tumbes, ciudad fronteriza entre Perú y Ecuador donde pasó 4 días, debido a que a su hija le diagnosticaron desnutrición, y tenía vómitos y diarrea. El viaje lo hizo sola, para llegar y establecerse en la capital peruana. Más tarde se uniría su esposo, que vino con su hijo de 5 años, y luego su hermana, quien traería al hijo mayor, de 12.

Hacia finales del 2019, unos 865 mil venezolanos habían migrado a Perú. De ellos, 142 mil eran niños, niñas y adolescentes en edad escolar y representaban el 5% de la población, de acuerdo con el Monitoreo del Flujo de Población Venezolana en Perú. El relevamiento, realizado por Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), también reveló que el 47% de niñas y niños ingresados al país en compañía de un adulto, tenían menos de cinco años

La llegada de infantes migrantes venezolanos ha significado un reto importante para el Estado peruano. Cuando una familia migrante o refugiada se asienta en un nuevo país debe pensar en aspectos como el lugar para vivir, un trabajo, su regularización migratoria, y si tienen hijos pequeños, la escolarización.

Equilibrium CenDE -un centro que promueve el debate en temas de interés social y económico en América Latin- publicó un informe que indica que el 14% de niños y niñas migrantes venezolanos de entre 6 y 17 años no están escolarizados.

El informe también visibilizó, entre otros problemas, que las familias migrantes no consiguen cupos, y que a veces la disponibilidad en algunos centros no se encuentra en una periferia accesible, por lo que encuentran limitaciones de traslado hasta el centro educativo.

Para finales del año pasado, el 81% de las personas venezolanas con hijos, los tenían matriculados en los colegios. “Esta es la parte positiva. La parte negativa es que 1 de cada 5 niños no está matriculado”, dijo el representante de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Perú, Federico Agusti.

Si bien completar los trámites de residencia permite a las familias tener un estatus regular en el país, los niños y niñas sin documentos, igual pueden acceder al servicio educativo. Según la Plataforma de Refugiados y Migrantes R4V, para octubre del 2021, había un estimado de más de 69 mil estudiantes en situación regular. 

“Recién este año pude poner a estudiar a mi hijo, que ahora tiene 9 años, en cuarto grado, y a la niña en educación inicial”, cuenta Keily. Sin embargo, la situación para ella fue un desafío. “Yo recorrí varias escuelas en mi distrito, Chorrillos, pero en ninguna me aceptaban a los niños. Me decían que no tenían cupo. Finalmente, conseguí vacantes en una escuela pública, ubicada en el distrito de Barranco. Si bien me quedaba lejos para llevarlos opté por inscribirlos”.

Keily pertenece al 90% de la población migrante que reside en el Perú, y que trabaja en el sector informal. Para ella, que vende agua o gaseosas de manera independiente en las avenidas de Chorrillos, perder un día de trabajo significa dejar de percibir ingresos con los que paga los alimentos y el alquiler, entre otras necesidades básicas.

Aunque sus hijos comenzaron el periodo educativo en marzo de este año, en julio ya no se encontraban estudiando. Además de la distancia, el trato de las docentes del colegio hacia la hija más pequeña de Keily, hizo que ambos abandonaran el colegio.

“Mi hija me contó que la maestra solía regañarla por nada. Una vez le dijo que si su papá la iba a buscar tarde, la iba a encerrar en un cuarto. Además, en dos ocasiones la encontramos orinada y nos decía que fue porque la maestra no le dio permiso”, cuenta.

Ya con sus hijos fuera de la escuela, Keily debió trabajar extra para conseguir el dinero con el que pagar a maestras venezolanas que ayudan a sus dos hijos con su educación.

Nivelación para niños y niñas migrantes

Más allá de que algunas familias, como la de Keily, optan por pagar una educación privada, el problema de acceso a las escuelas se profundizó con la pandemia. No contar con dispositivos tecnológicos como laptops, tablets o celulares, aunado a la falta de recursos económicos, limitó la continuidad de estudios de los niños y las niñas. 

Frente a esta necesidad, surgió Integrados, una sala de educación virtual que busca capacitar y nivelar a los niños migrantes en diversas áreas.

“Tuvimos una primera prueba durante la pandemia. Contamos con docentes y maestros voluntarios, que brindaron clases de inglés, lenguaje, historia y matemáticas a los niños”, cuenta Carlos Scull, coordinador de la plataforma.

Aunque el regreso a las aulas de clase se ha ido normalizando, la plataforma sigue consolidándose como una forma de apoyo para los padres de niños y niñas migrantes. 

Ahora, su objetivo sigue siendo el mismo, pero enfocado en dos áreas principales: las matemáticas y la historia del Perú.

A través de una plataforma virtual, quienes ingresan reciben tutorías gratuitas de nivelación en estas dos materias. 

Hasta el momento, Integrados ha beneficiado a unos 200 niños.

“Se llama Integrados porque busca esa integración. Tuvimos profesores peruanos. La idea es tener una variedad de profesores peruanos y venezolanos, y que contribuyan a que este proceso de adaptación sea mucho más rápido en el Perú”, finalizó Scull.

Cuándo y dónde inscribir a niños y niñas en un colegio en Perú

En Perú, el año escolar se divide en cuatro periodos que van de marzo a mayo, de mayo a julio, de agosto a octubre, y de octubre a diciembre. Mientras que entre enero y la primera semana de marzo de cada año se abren las inscripciones al ciclo lectivo. 

Las familias migrantes venezolanas o de otros países pueden realizar la inscripción de sus niños en colegios públicos y privados de forma presencial. 

Para ubicar la escuela más cercana debe entrar a http://identicole.minedu.gob.pe/. Aquí puedes ver si el colegio es público o privado, la modalidad educativa que ofrece y cuántos alumnos agrupan en cada aula. En el caso de un colegio privado, puedes chequear el costo de matrícula y la mensualidad de la institución. También podrás acceder al número telefónico del colegio donde te brindarán más información.

Este artículo se realizó gracias a la beca de producción periodística sobre cobertura de educación en Suramérica, entregada por la Fundación Gabo y la Fundación Tinker.

Ilustraciones: Jhorimar Meza

UNIMET y UPEL visibilizan la crisis migratoria venezolana

El lunes 3 de octubre se presentó Refugiados y migrantes venezolanos, realidades y dramas de una crisis, que recoge las miradas de especialistas sobre la crisis migratoria venezolana, coordinado por Victoria Capriles y bajo el auspicio del Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Instituto Pedagógico de Caracas y del Centro de Derechos Humanos de la UNIMET.

“Este tomo, parte de la Serie Editorial Nuevo Horizonte del Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño, busca visibilizar esta crisis, a través de cinco capítulos que abordan distintas aristas de la situación migratoria y de refugio de los venezolanos” reseña el texto.

En la investigación, coordinada por Victoria Capriles, se analizaron experiencias a nivel regional. “Se espera que estas reflexiones se sumen al debate académico sobre esta profunda crisis y cómo abordarla desde una visión respetuosa con los derechos humanos y el derecho internacional de los refugiados”

Cinco temáticas

El primer capítulo, «Abordaje de la crisis migratoria venezolana bajo una perspectiva de seguridad humana: acciones centradas en las personas para orientar respuestas más allá de la restricción», Natalia Gan Galavis analiza la crisis con la lupa de la seguridad humana, concepto acuñado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en 1994 (y que tiene como objetivo llevar el foco de la seguridad de los Estados a los individuos), a fin de identificar fallas en la respuesta de los Estados receptores que no han permitido cubrir las necesidades urgentes de esta población.

Alicia Moncada estudia el fenómeno de la migración venezolana hacia los Estados Unidos, a través de rutas migratorias irregulares extremadamente peligrosas como el Tapón del Darién, en el capítulo titulado «Vulnerabilidades letales: aproximación a los riesgos y violaciones de derechos humanos de personas migrantes venezolanas en tránsito por México hacia EUA».

En el tercer capítulo, «Restringiendo las Restricciones: Un acercamiento al régimen de restricciones extraordinarias del derecho a solicitar refugio en el sistema normativo interamericano», Moisés A. Montiel Mogollón analiza tanto el régimen de restricciones y suspensiones a derechos humanos en situaciones de emergencia como la institución del derecho a solicitar y recibir refugio bajo jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Carla Serrano Naveda y Angeyeimar Gil disertan en «El peso de la migración forzada en niños, niñas y adolescentes venezolanos: Un drama sin respuestas gubernamentales», sobre cómo los niños, niñas y adolescentes son doblemente vulnerables en los procesos migratorios.

Shiva S. Mohan, en su capítulo «Reformulando Códigos Coloniales Diferenciadores: Las Experiencias Vividas de los Migrantes Venezolanos en Trinidad y Tobago», concluye que las relaciones estructurales de poder inherentes en la sociedad postcolonial de Trinidad y Tobago marginalizan a los migrantes y refugiados venezolanos, particularmente a las mujeres, sujetas a una hipersexualización y cosificación de sus cuerpos por parte de los locales.

Puede consultar el texto completo aquí

Solis Chirinos para Radio Migrante: Los mejores años de mi vida los pasé en mi escuela en Maracaibo

En el cuarto capítulo de Radio Migrante -un espacio donde se cuentan historias, noticias y testimonios de la diáspora venezolana en el mundo, bajo la producción de Andrés Cañizález- se recoge la historia de Solis Chirinos, una maestra nacida en Falcón que migró muy pequeña a Maracaibo y que impartió clases 30 años en la Escuela Nacional Primaria Don Bosco. Desde 2015 es una migrante que vive en Monterrey, México.

Esta maestra tiene una vocación a prueba de todo, tan es así que luego de haber emigrado a México sigue extrañando los días en los que orientaba y daba apoyo a los alumnos. Muchos de estos la recuerdan y hasta han llegado a su casa en Monterrey como parada en su ruta migratoria a los Estados Unidos.

“Hoy recojo los frutos de ese amor que les di a mis alumnos. Me recuerdan a pesar de que son hombres y mujeres, porque me he conseguidos muchos acá, me contactan por redes sociales y a todos he ayudado. Me da dolor irlos a recoger a la terminal de autobuses y darles ese primer abrazo después de un trayecto tan fuerte”.

Si pudiese echar el tiempo atrás, Solis volvería a las aulas de su escuela Don Bosco. “Quisiera regresar a cuando yo daba clase porque un maestro es difícil de olvidar. Yo enseñé y eduqué con el alma, siempre dije que traté a mis alumnos como quise que me trataran a mí”.

Puede escuchar la historia completa de Solis Chirinos en los siguientes enlaces:

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El Paraíso de Honduras es la nueva ruta de migrantes venezolanos

Un total de 84.394 inmigrantes de Cuba y Venezuela que viajan con la idea de llegar a Estados Unidos han ingresado a Honduras de manera irregular en lo que va de este año, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) consultados este martes por Efe.

La institución precisó en su portal oficial que unos 51.089 inmigrantes cubanos y 33.305 venezolanos han entrado al país centroamericano este año.

Comparadas esas cifras con las del mismo período del año pasado, según las estadísticas del INM, un total de 4.082 inmigrantes de Cuba y Venezuela ingresaron a Honduras, lo que supone 1.967,5 % menos de los de 2022.

Más hombres que mujeres

En el caso de los venezolanos, 20.378 (61,2 %) son hombres, 7.001 (21 %) mujeres y 5.926 (17,8 %) menores de edad, señaló el INM.

El 60,2 % (20.037) de los venezolanos que ingresaron este año a Honduras tenían entre 0 y 30 años, y el 39,8 % (13.268) eran mayores de 30 años.

El Instituto de Migración indicó además que el 73,5 % (62.049) de los inmigrantes cubanos y venezolanos entraron a Honduras por los municipios de Danlí y Trojes, departamento de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua.

Nueva ruta

El Paraíso se ha convertido en los últimos meses en una nueva ruta que inmigrantes, principalmente de Cuba y Venezuela, están utilizando para seguir hacia Estados Unidos.

En los últimos meses, decenas de inmigrantes, principalmente venezolanos, que intentan salir de Honduras con la idea de continuar su viaje hacia EE.UU., han venido denunciando ser víctimas de atropellos en el país centroamericano, principalmente por parte de transportistas del servicio interurbano.

Según los inmigrantes venezolanos, los transportistas hondureños prefieren movilizar cubanos, «porque pagan hasta más del doble» del costo del pasaje.

La mayoría de los inmigrantes que entran a Honduras lo hacen de manera irregular, por «puntos ciegos» a través de traficantes de personas, conocidos como «coyotes», quienes no siempre los llevan hasta la frontera con Guatemala. 

Con información de EFE

España actualiza el protocolo sanitario para los viajeros venezolanos

Este martes 20 de septiembre, el Consulado de España en Caracas anunció los nuevos requisitos sanitarios para el ingreso de los venezolanos a territorio español.

Los viajeros de más de 12 años deben presentar alguno de estos documentos:

-Tarjeta de vacunación

-Certificado médico de haber sufrido Covid19

-Test negativo (PCR o antígenos)


Tarjeta de vacunación


La vacuna debe ser homologada por la OMS o por la EMA. “Pero si la tercera dosis es de una vacuna válida, no importa que las dos primeras no lo sean” explica el Consulado.

Advierte que al menos 2 dosis (salvo vacuna monodosis). Deben haber pasado menos de 270 días desde la última dosis.

Certificado médico

Es un certificado emitido por cualquier centro médico, público o privado, que indique que el viajero ha padecido y superado la enfermedad. El documento es válido en los 180 días posteriores a la primera prueba positiva.

Test de diagnóstico negativo

Se trata de un PCR realizado hasta 72 horas antes del viaje; o una prueba de antígenos realizada con menos de 24 horas de antelación.

Para mayor información consulte el hilo aquí

Panamá da asistencia médica diaria a mil migrantes en su mayoría venezolanos

El Ministerio de Salud de Panamá (Minsa) informó este domingo que unos mil migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, reciben cotidianamente atención médica en las estaciones de recepción migratoria en la provincia de Darién, en la zona fronteriza panameña con Colombia.

Atención integral en salud, urgencia, vacunación, saneamiento ambiental, suministro de agua potable y control de vectores en los campamentos son parte de las acciones «para garantizar una mejor condición en materia de salubridad a los migrantes en su trayecto», señaló la entidad sanitaria.

El incremento del tránsito migratorio en el país ha repercutido en que la demanda en la atención sanitaria sea mayor, por lo que se han reforzado los servicios las 24 horas en los puestos de recepción de Darién situados en Canaán Membrillo, Bajo Chiquito, Lajas Blancas y San Vicente, explicó el director regional de Salud de Darién, Juan Rosales.

El personal que atiende a los migrantes está formado por médicos, enfermeras, técnicos de enfermería, saneamiento ambiental y equipos de vectores.

De qué se enferman en el Darién

Síndromes diarreicos, infecciones respiratorias, lesiones y traumas producto de la travesía son las principales patologías atendidas, al tiempo que durante este mes se ha intensificado las campañas de prevención ante la covid-19 y la viruela símica, entre otras enfermedades, indicó Rosales.

En 2021 más de 133.000 personas cruzaron la selva, una cifra histórica que podría ser superada este año, cuando hasta julio se registró el paso de más de 71.000 migrantes, más del 60 % de ellos venezolanos.

Panamá acoge a los viajeros irregulares en estaciones de recepción migratorias (ERM) situadas en su frontera con Colombia (sur) y con Costa Rica (norte), donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica, en un operativo único en la región que consume millones de dólares anuales, como ha dicho el Gobierno.

Los viajeros, que atraviesan a pie la peligrosa selva del Darién en su ruta hacia Norteamérica, sufren asaltos, agresiones sexuales y muchos mueren, de acuerdo con sus propios testimonios.

Coordinación interinstitucional en Panamá

El Gobierno de Panamá, en coordinación con los estamentos de seguridad, ha logrado establecer mecanismos para reducir los riesgos a la salud tanto a los migrantes como a la comunidad nacional, dijo el jefe regional de Salud de Darién.

De igual manera, la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Técnica del Minsa y la Organización Internacional para la Migración (OIM) dialogan con actores del sector público, privado, la sociedad civil y la cooperación internacional sobre las acciones prioritarias para el desarrollo de Panamá en el nuevo contexto internacional del flujo (migratorio) extrarregional y Darién.

También se trabaja en intensificar estrategias en función a los servicios de salud para la asistencia médica diaria requeridos por los migrantes con Médicos Sin Fronteras, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Sociedad de Ayuda al Inmigrante Hebreo (HIAS), según el Minsa. 

Con información de EFE Noticias

Washington y Nueva York: el nuevo destino de la migración forzada venezolana

Efecto Cocuyo en alianza con Historias que laten publican el reportaje Washington y Nueva York: el nuevo destino de la migración forzada venezolana, de la serie Del Darién a Washington DC: el viaje de los nuevos migrantes venezolanos.

El trabajo narra el nuevo destino de los desplazados venezolanos y muestra a aquellos que empezaron a trazar las primeras líneas en la historia del flujo migratorio de venezolanos hacia Nueva York y Washington DC.

Puede leer el reportaje completo aquí

23 mil venezolanos cruzaron la selva del Darién en agosto

De los 31.055 mil migrantes que cruzaron la selva del Darién en agosto de este año, 23 mil 632 corresponden a la nacionalidad venezolana, según cifras del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá en su informe mensual.

La cifra supera 42 veces la reportada en agosto del 2021, que cerró con 568 venezolanos.

Informe agosto 2022

En lo que va de año, 68.575 venezolanos han usado la ruta de la selva del Darién en su viaje hacia Norteamérica. El número ya supera con creces los 2.819 que transitaron el tramo en el 2021.

Panamá acoge a los viajeros irregulares en estaciones de recepción migratorias (ERM) situadas en su frontera con Colombia (sur) y con Costa Rica (norte), donde toman sus datos biométricos y reciben alimentación y atención médica, en un operativo único en la región que consume millones de dólares anuales, como ha dicho el Gobierno.

Lea también:
Venezolanos lideran el cruce en la selva del Darién´

De acuerdo con Human Rights Watch (HRW), la cifra migratoria total registrada en el mes de agosto -31.055- es la más alta reportada por las autoridades panameñas en sus informes.

Para Juan Papier, investigador sénior de la división de las Américas de HRW, los números son aterradores.

“23 mil eran venezolanos. Un aumento del 4060% en comparación con agosto 2021. Estos migrantes están expuestos a gravísimos abusos, incluyendo violencia sexual” denunció en su cuenta en Twitter.

Más de 300 venezolanos cruzan a EE UU por el fronterizo río Bravo

Cientos de migrantes de origen venezolano cruzaron este sábado 10 por el fronterizo río Bravo (río Grande en EE. UU.), división natural entre México y Estados Unidos, en el cruce Juárez-El Paso, y lograron avanzar a territorio estadounidense, según activistas, para entregarse a autoridades.

En algunos casos, los migrantes eran integrantes de familias completas y, en el masivo cruce, se pudo ver desde niños hasta personas de avanzada edad, todos con el propósito de cumplir «el sueño americano»

Según testigos, los migrantes se aventuraron a atravesar el río y, por la tarde del sábado, el grupo más numeroso fue de unas 300. Sin embargo, durante todo el día estuvieron cruzando en grupos más compactos.

Los intentos de los migrantes venezolanos contaron con la inacción de agentes de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración de México, quienes poco o nada hicieron por detenerlos.

«El fenómeno migratorio cambia constantemente, pedimos a los migrantes que no se arriesguen a cruzar por un punto que no es un puente fronterizo habilitado. Este cruce es algo que de ninguna manera les favorece», dijo a Efe el coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo) de Ciudad Juárez, Enrique Valenzuela.

El funcionario dijo que el cruce masivo le sorprendió y dijo que la institución que representa «busca atender a la población, independientemente del destino que pretendan llegar».

Además, pidió a los migrantes que no crean en la información que reciben de los «polleros» (traficantes de personas), ya que lo único que buscan en enriquecerse con el dinero de migrantes que están esperanzados en poder cruzar hacia Estados Unidos.

«Los migrantes venezolanos están cruzando para entregarse, esto es una muestra de cómo no se ha reparado el sistema, el cual ha sido roto y esas familias que deberían pasar de forma legal (a EE.UU.) no han podido», dijo a Efe el director ejecutivo de la organización Border Network for Human Rights en El Paso Texas, Fernando García.

Además, señaló que el Gobierno de Estados Unidos, «no ha invertido en infraestructura de refugios y sí lo ha hecho en recursos para reforzar a la patrulla fronteriza».

Hace unas semanas, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS en inglés) de Estados Unidos extendió la designación del estatus de protección temporal para migrantes de Venezuela por 18 meses a partir de septiembre.

El estatus, que permite a los inmigrantes de países designados residir legalmente en los Estados Unidos temporalmente, se aplica solo a quienes viven en Estados Unidos a partir de marzo de 2021.

El DHS estima que unos 343.000 venezolanos son elegibles para el estatus de protección aprobado originalmente en marzo de 2021 por la administración de Joe Biden.

La región vive un flujo migratorio récord a Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha interceptado a más de 1,7 millones de personas en lo que va del año fiscal 2022, que inició en octubre pasado.

Además, México recibió un récord de más de 58.000 solicitudes de refugio en la primera mitad de 2022, un incremento anual de casi 15%, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).

Con información de EFE Noticias

Migrantes venezolanas en Colombia son discriminadas en salud sexual

La xenofobia y la discriminación son algunas de las barreras que enfrentan las migrantes y refugiadas venezolanas en Colombia cuando deciden someterse a una interrupción voluntaria del embarazo (IVE) o acceder a otros servicios de salud sexual, alertó un informe divulgado este miércoles 7 de septiembre.

La investigación, presentada por la Mesa por la Vida y la Salud de la Mujer, en colaboración con la Fundación Oriéntame y Médicos del Mundo Francia, señala que estas mujeres encuentran los mismos obstáculos que las colombianas, pero también «barreras estructurales directamente relacionadas con la discriminación y con su condición migratoria».

En el informe Uno pasa por muchas cosas: barreras de acceso a la IVE en mujeres refugiadas y migrantes venezolanas en Colombia se identifican los obstáculos que ellas tienen para abortar, así como para acceder a servicios como la anticoncepción, la atención del parto y la atención de las violencias basadas en género.

Acompañamiento legal


Entre 2018 y 2021, un total de 154 migrantes y refugiadas venezolanas en Colombia solicitaron acompañamiento legal a la Mesa por la Vida y la Salud de la Mujeres para acceder a la IVE, una cifra que ha ido en aumento cada año, según recoge el documento.

Además, la investigación arrojó que el marco restrictivo y discriminatorio para la interrupción voluntaria del embarazo se agrava «en aquellas con un estatus migratorio irregular y, entre ellas, en las caminantes».

Estas barreras «se basan en prejuicios y estigmas sobre el aborto», a lo que se suma «la xenofobia y discriminación de la que son objeto por su condición», explicó Juliana Martínez Londoño, autora del informe.

La investigación identificó tres categorías en las que se presentan las barreras de acceso, siendo la primera el desconocimiento del marco legal, que lleva al desconocimiento de la IVE como una urgencia; las interpretaciones restrictivas de esa merco y en tercer lugar, las fallas en la prestación de los servicios.

En el caso concreto de las migrantes se añade «el desconocimiento de la legalidad del aborto en Colombia, la falta de intimidad en sus espacios habitacionales -lo que dificulta obtener información oportuna-, la falta de redes para la prestación del servicio, las fallas en cuanto a las denuncias por violencia sexual y la negación del servicio por no tener un estatus migratorio regular», entre otras.

Otras barreras


Los obstáculos no solo están relacionados con el aborto, ya que las migrantes y refugiadas venezolanas en Colombia también sufren la falta de disponibilidad para el acceso a métodos anticonceptivos si no cuentan con afiliación a salud.

«Las mujeres migrantes irregulares solo pueden acceder a estos en la atención post parto o post aborto sin lograr controlar su fecundidad», señala el informe.

Además, las refugiadas y migrantes venezolanas con estatus irregular solo logran ser atendidas al momento del parto mismo, sin haber tenido acceso, en muchas ocasiones, a controles prenatales.

También se identificaron episodios de violencia obstétrica tras las denuncias de algunas mujeres de haber recibido maltrato tanto con comentarios que cuestionaron sus decisiones reproductivas como al dejar de ser consultadas sobre los procedimientos médicos a que son sometidas.

La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres es un colectivo feminista que desde 1998 trabaja por la eliminación de la discriminación y la defensa de los derechos de las mujeres en Colombia, especialmente del derecho a la libre opción a la maternidad y la despenalización total del aborto.

Con información de EFE Noticias