Unos yoyos venezolanos que se desbordan de sabor en Perú

El sabor venezolano se extiende por el continente americano

La música y la comida siempre han estado presente el hogar de Ana María Hernández. Ella es periodista y migrante. Se fue desde Venezuela a Perú el 12 de octubre de 2017, día en el que se conmemora la llegada de Cristóbal Colón al continente americano. Ana María bromea, “vine a conquistar el Perú”, dice entre risas.

La periodista venezolana viajó junto a su hija y su hermano. En Perú se encontraron con el esposo de Ana María y comenzaron una vida en la capital peruana. La familia decidió emprender con un negocio en el que vendían comida tradicional venezolana. Aunque la idea no prosperó del todo, parte del sabor criollo se fue quedando en la ciudad de Lima, donde residen miles de venezolanos.

Ana María decidió hacer “yoyos”, una comida que mezcla el plátano, el queso y el aceite. Nada puede salir mal cuando la ecuación tiene presente a estos tres elementos. Los yoyos de Ana María se suman a una larga lista de platillos de Sabor Migrante, un esfuerzo editorial de Venezuela Migrante y Efecto Cocuyo, para contar la migración venezolana desde otra perspectiva. En esta agrupación de lujo también figuran las carabinas, las arepas de pescado, los golfeados, los tequeños y el pan de jamón.

Plátano, queso y aceite: unos yoyos venezolanos con mucho sabor

En Venezuela, Ana María hizo carrera como periodista de cultura en donde entrevistó a artistas de la talla de Raphael, Simón Díaz y Gustavo Dudamel, entre otros. Sin embargo, en 2017 decidió que la mejor decisión era buscar una mejor vida en otras tierras. Vendió su apartamento y se reencontró con su esposo en la capital peruana.

Al llegar, la venezolana invirtió buena parte de sus ahorros en comprar un local y abrir un negocio de venta de comida. Sin embargo, se dio cuenta que la mayoría de los peruanos preferían la comida típica de su país y no estaban tan abiertos a probar otros sabores.

No obstante, esta periodista que también da clases de guitarra y ukelele, se mantuvo fiel a la cocina criolla. Ana María se confiesa fan del plátano, algo que nunca puede faltar en su casa. Para Sabor Migrante, Ana María preparó “yoyos”, un plato que consiste en rellenar de queso los plátanos y luego rebosarlos para terminar en aceite bien caliente. Al no tener el queso blanco tradicional de Venezuela, Ana María encontró un sustituto ideal en el queso pária, producto tradicional peruano.

Para Ana María, la migración vale la pena si puede ayudar a los suyos en Venezuela. Confiesa sentir estabilidad en Perú y se emociona por el futuro de su hija, quien estudiará en una universidad local.

Para conocer la historia de Ana María, haga click en el siguiente video: