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TPS para venezolanos en EEUU, un respiro

Mara y su esposo son dos de los venezolanos que se ven beneficiados por la aprobación del Estatus de Protección Temporal, TPS, en Estados Unidos. Ellos viven en Washington DC desde hace 15 años. Aunque ingresaron legalmente, con visas de negocios, su estatus venció y no han logrado regularizarlo. Su vida ha transcurrido entre sustos y preocupaciones. Pero el lunes 8 de marzo durmieron tranquilos. «Para nosotros es un respiro» afirma, mientras se preparan para aplicar al beneficio.

Cómo ellos, se estima que hay unos 300 mil venezolanos, quienes se podrían beneficiar de este amparo otorgado por el presidente Joe Biden, cumpliendo una de sus ofertas electorales.

En el documento que detalla las condiciones de Venezuela como país designado para este estatus se indican los siguientes términos:

TPS Designado Hasta:9 de septiembre de 2022
Periodo de Registro:9 de marzo de 2021 al 5 de septiembre de 2021
Residencia Continua en Estados Unidos Desde:8 de marzo de 2021
Presencia Física Continua en Estados Unidos Desde:9 de marzo de 2021
Fecha de Designación al TPS:9 de marzo de 2021

¿Qué implica?

Esto significa que el amparo es para las personas que hayan ingresado al país hasta este martes 9 de marzo, incluido, no los que ingresen en fechas posteriores.

El lapso para registrarse concluye el 9 de septiembre de 2021.

El periodo de vigencia del TPS es hasta el 9 de septiembre de 2022. Aunque no ha sido informado aún, la medida puede prorrogarse si así lo deciden las autoridades, en caso de que en este lapso no se modifiquen las condiciones de Venezuela que dieron base para este amparo.

Las personas deben revisar las condiciones de elegibilidad. Los criterios generales son:

Para ser elegible al TPS, usted debe:

  • Ser un ciudadano de un país designado al TPS, o una persona sin nacionalidad cuya última residencia habitual fue en el país designado
  • Presentar la solicitud durante el periodo inicial de inscripción
  • Haber estado presente físicamente de forma continua (CPP, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos  desde la fecha de efectividad de la fecha de designación más reciente de su país
  • Haber residido continuamente (CR, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos desde la fecha especificada para su país.  La ley permite una excepción al requisito de presencia física continua y al de residencia continua, para salidas cortas, casuales e inocentes fuera de Estados Unidos. Cuando usted solicita o se reinscribe a TPS, debe informar a USCIS de todas sus ausencias de Estados Unidos desde las fechas de CPP y CR. USCIS determinará si la excepción corresponde en su caso.

Usted NO será elegible al TPS o para mantener su TPS actual si:

  • Ha sido condenado por algún delito o dos o más delitos menores cometidos en Estados Unidos
  • Es encontrado inadmisible como inmigrante bajo las causales correspondientes en la sección 212(a) de INA, incluyendo las causales criminales o relacionadas a la seguridad para las cuales no existe exención
  • Está sujeto a cualquiera de los impedimentos reglamentarios para asilo.  Estos incluyen, pero no están limitados a, participar en la persecución de otra persona o incurrir o iniciar actividad terrorista
  • No cumplir con los requisitos de presencia física continua o residencia continua en Estados Unidos;o

Cuidado

Las autoridades advierten que se debe tener cuidado para no caer en una estafa migratoria, ya que los costos de la aplicación y para solicitar un permiso de trabajo son relativamente bajos.

«Tenga en cuenta que algunas personas no autorizadas podrían tratar de aprovecharse de usted diciéndole que pueden presentar formularios de TPS. Estas mismas personas podrían pedirle que les pague por presentar esos formularios. Queremos asegurar que todos los solicitantes potenciales de TPS sepan cómo obtener ayuda legal y asistencia certera y legítima. Puede encontrar una lista de proveedores acreditados y asistencia legal gratuita o de bajo costo en nuestra página Encuentre Servicios Legales«.

Visite la página web Evite las Estafas de Inmigración para información y recursos.

Las razones

En el documento oficial se indica las razones por las que Venezuela entra en esta medida de protección.

«Venezuela se enfrenta actualmente a una grave emergencia humanitaria. Bajo la influencia de Nicolás Maduro, el país «ha estado en medio de una grave crisis política y económica durante varios años».  La crisis venezolana ha estado marcada por una amplia gama de factores, incluyendo: contracción económica; inflación e hiperinflación; profundización de la pobreza; altos niveles de desempleo; reducción del acceso y la escasez de alimentos y medicinas; un sistema médico gravemente debilitado; la reaparición o el aumento de la incidencia de ciertas enfermedades transmisibles; un colapso de los servicios básicos; escasez de agua, electricidad y combustible; polarización política; tensiones institucionales y políticas; abusos contra los derechos humanos y represión; delincuencia y violencia; corrupción; mayor movilidad humana y desplazamiento (incluida la migración interna, la emigración y el retorno); y el impacto de la pandemia COVID-19, entre otros factores.

MexVen: la familia mexicana que abrió un restaurante venezolano para apoyar a los migrantes que van camino a Estados Unidos

En el sur de México hay un restaurante tan pequeño que el corazón de sus dueños apenas cabe por la puerta. Se llama MexVen y se encuentra en la ciudad de Juchitán de Zaragoza, en el estado de Oaxaca, donde miles de migrantes que se dirigen hacia Estados Unidos recuperan fuerzas y recursos tras atravesar la selva del Darién entre Colombia y Panamá.

MexVen es un emprendimiento de una familia mexicana que quiere apoyar a los migrantes.

Sus empleados son venezolanos en tránsito que cocinan la gastronomía de su tierra y venden por 70 pesos (menos de US$4) un almuerzo abundante.

A cambio, los trabajadores reciben un dinero que ahorran durante semanas para poder continuar su ruta.

«Todos están contentos. Los empleados porque se les paga y tienen un lugar seguro donde descansar, y los clientes porque encuentran la comida que querían, a buen precio, tras pasar por tantos países», le dice a BBC Mundo Luis Antonio López, cofundador del restaurante.

Negocio solidario

López y su familia vieron una oportunidad de negocio y solidaridad cuando a Juchitán empezaron a llegar cada vez más migrantes.

«Primero les ofrecimos comida mexicana, pero no gustó mucho», cuenta.

Para estómagos cansados y no acostumbrados a la sazón mexicana, ésta puede resultar irritante e inflamatoria, lo cual supone un riesgo sanitario para muchos que llegan con sus defensas comprometidas.

«Entonces, ¿qué comen ustedes? Nosotros podemos buscar los ingredientes y ustedes se encargan de cocinar», les propuso López a unos venezolanos.

Dicho y hecho: esos venezolanos se convirtieron en los primeros cocineros asalariados de López y su familia. MexVen acababa de nacer. Ya llevan dos años funcionando.

Luis López vio una oportunidad de hacer dinero y a la misma vez ayudar a los migrantes que transitan por Juchitán de Zaragoza, en Oaxaca. Foto: José Carlos Cueto/BBC Mundo

Zona de paso

El restaurante se encuentra en el mercado Che Gómez de Juchitán. Es un espacio humilde que no aparece en aplicaciones de mapas y se beneficia del boca a boca.

Los fogones comparten la estancia con una única mesa larga donde a partir de mediodía llegan los comensales.

Si de repente se acumulan varios al mismo tiempo, se habilitan más mesas. También preparan almuerzos para repartir en los alrededores.

Junto a la cocina, en el mismo edificio, se sitúan otros negocios y cubículos que sirven como habitaciones de pago improvisadas.

La cocina de MexVen comparte estancia con el comedor y hay «habitaciones» contiguas para que los migrantes puedan descansar. Foto: José Carlos Cueto/BBC Mundo

Decenas de personas pernoctan en el suelo de la estación de buses, a unos 200 metros del restaurante, o acampan por la ciudad. Muchos duermen a la intemperie.

La venezolana es la nacionalidad más detectada por las autoridades migratorias de México entre los migrantes que cruzan el país, según la Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas.

En 2023, según esta entidad, se identificaron a más de 220.000 migrantes venezolanos en México, frente a los 119.000 de Honduras, el país que le sigue en las estadísticas.

Juchitán, al contar con buenos servicios en el Istmo de Tehuantepec, la región interoceánica más estrecha de México, es un punto frecuente de paso y estancia temporal de los migrantes que vienen desde Sudamérica.

Desde aquí salen autobuses diarios a la ciudad de Oaxaca, donde los viajeros se conectan con Ciudad de México y continúan la travesía hacia la frontera con Estados Unidos.

«Cuando nuestros cocineros reúnen el suficiente dinero, se van, vienen otros y los empleamos. Damos trabajo exclusivamente a venezolanos», dice López.

Para seguir leyendo el reportaje, ingresa en este enlace

Al menos 120 mil venezolanos han cruzado el Darién en 2024

Al menos 122.616 migrantes venezolanos han cruzado la selva del Darién en lo que va de este año 2024, según Migración Panamá. Los criollos representan la mayoría del total de 186.969 personas que han pasado por la peligrosa jungla que divide a Panamá y Colombia, con la intención de llegar a Estados Unidos.

Las autoridades panameñas detallaron que en el mes de junio llegaron al país 16.955 personas, de las cuales 13.555 son adultos y 3.400 son menores de edad.

Además de los migrantes venezolanos, el cruce por el Darién lo hicieron unos 12.839 ecuatorianos y 12.059 colombianos. Igualmente, 10.757 son de China, 10.173 de Haití, 2.051 de India y 428 de Cuba mientras los otros 16.046 son de otras nacionalidades, según las cifras ofrecidas por el Servicio Nacional de Migración de Panamá.

Esta cifra de 186.969 migrantes en tránsito en lo que va de este año no es muy diferente a la del cierre del mes de junio de 2023, cuando se registró el movimiento de 196.371 personas. Hasta mayo pasado, los migrantes de paso por Panamá alcanzaron los 170.214, una cifra ligeramente superior a los 166.649 del mismo mes en 2023.

Esperan que se mantenga el cruce de migrantes venezolanos por el Darién

Organismos como Unicef esperan la llegada de 800.000 migrantes después de que en 2023 atravesaran el Darién más de 520.000 transeúntes, 20% de ellas menores de edad y adolescentes.

José Raúl Mulino, presidente de Panamá, prometió repatriar, con ayuda internacional y respetando los derechos humanos, a los migrantes que lleguen al país a través de la jungla.

Las autoridades panameñas señalan al Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia, como el «encargado» de «organizar» ese gran flujo migratorio y que en asociación «con panameños, con latinos, con indígenas y con colombianos intentan abrir rutas por el territorio panameño tratando de movilizar migrantes, explotándolos y llevándolos, creando campamentos clandestinos».

En ese sentido, Estados Unidos anunció la semana pasada recompensas por ocho millones de dólares por información que conduzca a atrapar a involucrados en el tráfico de migrantes del Clan del Golfo en la selva del Darién, «uno de los cruces más peligrosos del planeta».

Panamá recibe a los migrantes en unas estaciones con presencia de una decena de organismos internacionales, donde toma sus datos biométricos y les ofrece asistencia sanitaria y alimentación antes de embarcarlos en buses, que sufragan los propios viajeros, que los llevan hasta la vecina Costa Rica para que sigan su camino hacia Norteamérica.

Reporte de la agencia Efe.

Foto principal: ACNUR/Nicolo Filippo Rosso.

Solicitantes de asilo cuentan sobre la vida en Nueva York: «Mucho más difícil de lo que pensé que iba a ser»

El aeródromo naval Floyd Bennett Field de Nueva York está siendo usado como un albergue para inmigrantes, la mayoría latinoamericanos, y se ha convertido en un símbolo polarizante para los neoyorquinos que se oponen a su uso  Usuarios comentan por horas en foros en línea contra los residentes del refugio, culpándolos por el aumento en la delincuencia en la zona y por un incremento de personas pidiendo limosna.

En entrevistas realizadas por Documented cerca del recinto, los migrantes dijeron que han buscado trabajo en la zona, pero que la instalación está tan aislada del resto de la ciudad que es difícil encontrar empleos y ser completamente autosuficientes.

La instalación está a varios kilómetros de la parada de metro más cercana. Los padres de familia contaron que les toma horas llevar a sus niños de ida y vuelta a la escuela. Sobre las instalaciones, algunos migrantes duermen con su ropa de invierno puesta para protegerse del frío debido a la falta de calefacción.

«Nos trajeron aquí porque no había otro sitio. ¿Qué íbamos a hacer?» dijo Carmen, una migrante de Venezuela que solo dio su segundo nombre y vive en Floyd Bennett Field con otros tres miembros de su familia. «Era esto o quedarnos en la calle con este frío».

La ciudad ha enfrentado la resistencia de residentes, defensores de inmigrantes y políticos de todos los lados del espectro político por establecer un refugio para migrantes en Floyd Bennett Field. Algunos residentes locales se han quejado en grupos de Reddit y Facebook sobre los migrantes que viven ahí. El año pasado, legisladores presentaron una demanda en la Corte Suprema Estatal para detener la apertura del refugio, mientras que ya se registraron varias protestas cerca del sitio desde que la ciudad anunció su apertura.

Actualmente, el municipio tiene un acuerdo de arriendo con el gobierno federal para albergar a migrantes en el recinto militar.

Guscary García, de Venezuela, y sus tres hijos esperan el autobús junto con otros residentes del refugio fuera de Floyd Bennett Field. Foto: Giulia McDonnell Nieto del Río para Documented

Una base aérea reconvertida en refugio para migrantes

La base aérea ahora alberga a casi 2,000 migrantes, todos familias con hijos. El sitio se ha convertido en un punto focal de la crisis humanitaria de los migrantes, con algunos residentes quejándose de que los migrantes estarían pidiendo dinero y alimentos. 

Por su parte, grupos defensores de inmigrantes calificaron el sitio como inseguro, especialmente para niños, mujeres embarazadas o personas con discapacidades.

«Estas no son las mejores condiciones, pero estamos manejando una crisis», dijo el alcalde Eric Adams en un video de noviembre publicado en X, hablando desde el refugio de Floyd Bennett Field. «No podemos decirlo de mejor manera: necesitamos ayuda». La instalación está compuesta por varias tiendas de campaña, que consisten en cientos de habitaciones improvisadas tipo compartimento con literas.

Hace tres semanas, el albergue llamó la atención nacional cuando fuertes lluvias y vientos hicieron evacuar las instalaciones. Luego trasladaron a los migrantes a un gimnasio escolar, debido a preocupaciones sobre la estructura de la base militar. Y, aunque los migrantes regresaron en autobuses al día siguiente, la escuela tuvo que cerrar para los estudiantes. 

Esto hizo que, a su vez, los residentes cerca de la escuela protestaran por el cierre temporal de las clases presenciales, e incluso se registró una amenaza de bomba en la escuela al día siguiente. Algunos migrantes dijeron que la experiencia los hizo temer por sus condiciones de vida.

Luego de este incidente, aparecieron políticos de todo el espectro político, tanto a nivel federal como estatal, para pedir el cierre del recinto militar como albergue de inmigrantes. 

Los solicitantes de asilo dijeron a Documented que a veces buscaban empleo en el shopping center más cercano, pero sin éxito. Cuando Documented visitó el área el lunes, no se registraron migrantes pidiendo ayuda financiera en los vecindarios cercanos.

Apoyos momentáneos mientras los migrantes logran trabajar

Muchos de los inmigrantes que residen en el albergue dijeron que necesitan ayuda de vivienda sólo hasta que puedan reunir suficiente dinero para pagar un alquiler independiente. Todos tenían hijos, desde bebés en cochecitos hasta adolescentes que asistían a escuelas secundarias de Brooklyn.

Luis López y Margarita Díaz, de Ecuador, dejaron Floyd Bennett Field el lunes con sus hijos después de alcanzar su límite de 60 días. Foto: Giulia McDonnell Nieto del Río para Documented

«Estoy muy agradecido», dijo Luis López, de 41 años. Es un padre que viajó desde Riobamba, Ecuador, cuya familia fue desalojada de Floyd Bennett y se dirigía a un autobús con su esposa, hijos y todas sus pertenencias. Contó que su objetivo fue independizarse en 60 días, pero que no pudieron encontrar un apartamento a tiempo. «El estado, el gobierno, nos hicieron un gran favor y nos proporcionaron todo lo necesario», dijo López. «Fueron personas con grandes corazones».

Aunque muchos migrantes estaban agradecidos por tener un lugar para dormir, dijeron que la falta de infraestructura en medio de las bajas temperaturas y el viento se sentía inestable. «Tengo que vestir impermeables porque a veces no encienden la calefacción», dijo Carmen, de Venezuela. «Vestirte con una chaqueta, con un sombrero y todo dentro del albergue».

Para ducharse e ir al baño, las familias tienen que salir a los remolques que están fuera de donde duermen. A menudo están sucios, dijo Luisa Ramos, una madre migrante de Colombia que ha vivido en el refugio con su esposo, Alex Villalobos, y su hijo de 10 años durante 20 días. Estos padres dijeron que no querían ser una carga para el gobierno, por lo que estaban buscando trabajo en los alrededores del albergue.  Agregaron que están  agradecidos por la ayuda que les habían brindado, pero reconocieron que la vida en el refugio no era lo que esperaban. «Definitivamente es diferente. Teníamos otra perspectiva», dijo Villalobos, el esposo. Ramos agregó: «Es mucho más difícil de lo que pensé que iba a ser».

El municipio de Nueva York instauró una regla que los inmigrantes no pueden pasar más de 60 días en el albergue. Una vez terminado el plazo, deben volver al centro de procesamiento de inmigrantes para ver si hay plazas en alguno de los otros albergues de la ciudad. Si no hay, quedan a su suerte.

Margarita Díaz, también ecuatoriana y esposa de Luis López, se mostró preocupada por el futuro para su familia, compuesta por su hija de 11 años y su hijo de 16. «Estamos tirados para allá, tirados para acá», dijo Díaz, de 39 años. «Es difícil. No es como estar en un solo lugar. Y ahora nos vamos otra vez, con nuestras cosas. Muy duro».

La ubicación del sitio ha dificultado el movimiento de los residentes del albergue. Guscary García, que vive en el refugio con sus tres hijos, de 12, 10 y 8 años, tiene que levantarse todas las mañanas a las 5 a.m. para llevar a sus hijos por más de una hora a la escuela, ubicada en Coney Island. 

Su esposo solía vivir en el refugio con la familia, pero no pudo conseguir empleo en la ciudad de Nueva York. Entonces se fue a Miami, donde una amiga de la familia le ofreció un trabajo. Por el momento, mientras su esposo se establece en Florida,  García se quedó sola con sus hijos en el albergue.. «En realidad, al menos tenemos un techo sobre nuestras cabezas», dijo. «Son oportunidades que no puedes desperdiciar».

Este reportaje forma parte de una colaboración del medio neoyorquino Documented con Venezuela Migrante.

Los venezolanos que llegan a El Paso en busca del sueño americano

El reloj marcaba las 11:00 de la mañana del 9 de octubre cuando Jesús me recogió en el Aeropuerto Internacional de El Paso, en Texas. Apenas al salir era imposible no notar una cosa: un grupo de personas que se amontonaba en una esquina del recinto, bajo la sombra, con morrales con la bandera tricolor. Eran venezolanos.

Desde hace unos años, la ciudad de El Paso, fronteriza con Ciudad Juárez (México), ha sido uno de los epicentros de la llegada de miles de venezolanos a los Estados Unidos. Sólo en el último año fiscal (de octubre de 2022 a septiembre de 2023), unos 427 mil migrantes cruzaron hacia la ciudad; de ellos, al menos 71.469 eran venezolanos (sólo en septiembre fueron 17.669 criollos).

Entre ellos hay niños, adolescentes, adultos jóvenes, padres y madres que dejaron su país para buscar nuevas oportunidades que les permitieran encontrar la prosperidad económica.

Jesús, mi taxista, es originario de Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera del río Bravo/Grande, pero vive en El Paso desde hace más de treinta años. Conoce su historia, sus cambios y los retos que comienzan a representar la migración para una ciudad que no alcanza el millón de personas.

El muro fronterizo

Durante el recorrido, Jesús conduce por la carretera Interestatal 10, que atraviesa El Paso y en la que se pueden ver parte de los cientos de kilómetros del muro fronterizo que delimita el comienzo del territorio estadounidense con respecto a Ciudad Juárez.

Está compuesto por barras de acero con una base de cemento, y una altura que varía entre los cinco y ocho metros. En lo más alto tiene una plataforma lisa que dificulta que los migrantes puedan escalarlo; en algunos fragmentos, también tiene cercas y alambres de púas.

Se extiende desde el estado de California, pasando por Arizona, Nuevo México y finalizando en Texas. En total, cubre unos 1.100 kilómetros de los 3.100 de frontera entre Estados Unidos y México, construido especialmente en las zonas urbanas, donde la frontera natural del río Bravo no bloquea el paso.

Pero en El Paso, cuenta Jesús, las autoridades han estado haciendo modificaciones y ampliaciones en los últimos años.

Desde 2019, bajo la administración de Donald Trump, se comenzaron a reemplazar secciones del muro que requerían reparaciones por su mal estado. Hasta el final de su mandato, el 21 de enero de 2021, se habían construido 727 kilómetros de muro, pero casi la totalidad de ello para reemplazar barreras de éste.

Y ahora, si bien el presidente Joe Biden prometió suspender la construcción del muro (como efectivamente hizo en su primer día de mandato), el pasado octubre anunció que reiniciaría su construcción debido al aumento en el cruce de migrantes.

Sin embargo, los muros y barreras no han podido evitar que los migrantes continúen cruzando. La mayoría de ellos se entregan a los funcionarios de la Patrulla Fronteriza, solicitan asilo y son enviados a un centro de procesamiento de migrantes donde pasan unos días mientras las autoridades les toman los datos e inician los casos de asilo en los tribunales. Otros, en cambio, evaden los controles y atraviesan el muro por vías alternativas.

Jesús dice que ha habido varios accidentes de tránsito en plena autopista, que ocurren cuando los migrantes intentan atravesarla. A raíz de ello, para advertir a los conductores, las autoridades desplegaron avisos constantes. “Watch for unexpected pedestrians (Cuidado con los peatones inesperados)”, dicen los carteles.

A los conductores los advierten sobre el cruce inesperado de personas

Ya en Estados Unidos, ¿y ahora qué?

Decenas de personas reposan en las cuadras aledañas de la iglesia del Sagrado Corazón de El Paso. Entre ellos hay niños sobre pequeñas colchonetas y padres extenuados buscando oportunidades laborales, o planificando qué hacer tras haber llegado a Estados Unidos.

Todos provienen de Venezuela y arribaron al país norteamericano tras un largo viaje que les tomó meses. Atravesaron medio continente: ocho fronteras y una selva, la del Darién, con otros cientos de miles de migrantes.

Una de esas personas es Krisley. Cuando hablamos, acababa de salir del centro de procesamiento administrado por el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza al noreste de la ciudad. Contó que había enfermado durante el viaje y que, cuando se entregó en Estados Unidos, recibió algunas medicinas para curar la infección que había contraído.

Luego de entregarse a la Patrulla Fronteriza, a Krisley le tomaron sus datos en el centro de procesamiento de migrantes y le dieron medicinas para que se recuperara de una infección de orina contraída durante su viaje

Krisley estaba esperando a su esposo, a quien no veía desde hace casi un año, cuando él hizo el viaje primero. Le estaba esperando en El Paso, donde pudo conseguir algunos trabajos con los que financió parte de la travesía de su esposa.

Al otro lado de la calle está Naomi. Ella se considera afortunada, pues, a sus 60 años, completó la travesía junto a su hijo mayor. Es oriunda de Guarenas. Primero cruzó a Colombia, luego el Darién hasta Panamá, y después Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, donde se montó sobre “La Bestia” hasta llegar a la frontera con Estados Unidos.

El viaje fue duro, recuerda. En su mente siguen intactas las imágenes de terror de cuando casi perdió a David, su hijo de 21 años, que fue arrastrado por la corriente del río Turquesa hasta ahogarse por algunos instantes. Ella pensó que había muerto, pero sus gritos de desesperación clamando por ayuda hicieron que otros migrantes nadaran para rescatarlo. David se salvó por poco.

También en la selva, Krisley recuerda haber visto a un hombre llorando, quejándose del dolor y sin poder moverse. El migrante había pisado mal y tenido una lesión de rodilla que le impedía caminar. Nadie lo pudo ayudar debido a, entre otras cosas, el sobrepeso del hombre y las inmensas dificultades para sacarlo de un terreno tan inestable como el del Darién. A los días de haberlo encontrado, otros migrantes dijeron a Krisley que el hombre se había suicidado con una cuchilla, preso de la desesperación.

Tanto Krisley como Naomi (que viajaban en grupos diferentes y no se conocían) se entregaron a los agentes de la Patrulla Fronteriza apenas cruzaron la frontera desde Ciudad Juárez a El Paso, solicitaron asilo y las trasladaron al mismo centro de procesamiento de migrantes.

A Krisley la estaba esperando su esposo en El Paso, quien logró financiar su viaje tras trabajar algunos meses en la ciudad. Foto cortesía.

Allí, en esa sede custodiada por decenas de funcionarios y protegida con muros blancos de cinco metros de altura con alambradas, Naomi vio cómo ponían brazaletes electrónicos en los tobillos de algunos solicitantes de asilo con el propósito de rastrear sus viajes y garantizar su presentación en las audiencias judiciales de sus casos.

Naomi se sintió afortunada otra vez, en esta ocasión por no ser una de esas personas. Ella y su hijo salieron en libertad días después.

Ya en las calles de El Paso, con ayuda de activistas y trabajadores de los albergues, Naomi consiguió un dinero adicional limpiando casas de algunos residentes de la ciudad. Con ello pagó dos pasajes de autobús a Denver, Colorado, donde intentarán establecerse.

“Se montaron (en México) unos ladrones y apuntaron con un arma a mi mamá en la cabeza”

Los migrantes no dudan cuando afirman que la parte más dura del viaje fue México. “Nos metían (funcionarios de migración y policías) “psicoterror” sobre encarcelarnos o entregarnos a los carteles por estar de ilegales”, dijo Isaías, de El Junquito.

Salió de Venezuela en abril de este año. En total, la travesía le tomó seis meses a él, su madre, su esposa y sus cuñados. Dejaron a sus tres hijos bajo el cuidado de sus suegros.

Sabían, por lo que habían escuchado, que necesitarían dinero para el viaje, pero jamás se imaginaron que fuera tanto. Para conseguirlo, trabajaron por breves periodos en los países que iban dejando atrás. Por ejemplo, mientras estaba en Medellín, Isaías cuenta que limpió platos en un restaurante para poder ahorrar para el resto del trayecto.

En la selva del Darién, primero pagaron por lanchas que los llevaron a albergues instalados por lugareños en medio de la jungla. Luego vendieron sus teléfonos para poder costear el resto del viaje. El poco dinero que tenían se lo dieron a los “sindicatos”, que son los grupos de las comunidades del Darién que se reparten los beneficios con grupos criminales que controlan la zona.

Después, mientras cruzaban Centroamérica, también debieron pagar por traslados desde las fronteras a las capitales donde trabajaban, ahorraban, y continuaban hacia el norte del continente.

En total, todo el trayecto hasta Estados Unidos tuvo un costo promedio de 2.500 dólares por persona, según contó Isaías.

Pero en México ocurrió un episodio que los marcó. Mientras subían a la “Bestia”, los encaró un grupo de delincuentes que amenazó con llevarse a las mujeres y obligarlas a prestar servicio sexual si no les daban el dinero que tuvieran. En ese momento uno de los ladrones sacó un arma y apuntó directamente a la madre de Isaías, que estaba junto a él. “Fue muy impactante”, recuerda.

Hacia un nuevo destino

De regreso en el Aeropuerto Internacional de El Paso, me encuentro con más venezolanos. Recién llegaron al país y ahora, tras haber solicitado asilo, están por tomar un avión a su nuevo destino. La mayoría van hacia ciudades donde tienen conocidos, como Nueva York y Miami.

Escuché hablar por llamada a Alberto y su acento lo delataba, así que me acerqué. Me contó que venía del estado Lara, donde dejó a su familia con la esperanza de poder ayudarlos con el dinero que pueda reunir en los próximos meses.

En ese momento estaba por abordar su vuelo a Florida, que logró conseguir a través del programa que mantiene el estado de Texas para enviar a los migrantes a otros lugares.

Me despedí de él.

Luego siguió contándole las aventuras de su viaje a su familiar en Venezuela.

Deportaciones de venezolanos en Islandia: esto es lo que debes saber

Un grupo de venezolanos protestó frente a la oficina de inmigración de Islandia el pasado viernes, 17 de noviembre. Denunciaron las condiciones en las que fueron deportados casi 200 criollos la semana pasada y sus detenciones arbitrarias en Venezuela por al menos 24 horas.

En un video que compartió el periodista Melanio Escobar y que a su vez le cedió la comunicadora Carla Angola, los migrantes denunciaron que a quienes viajaron a la capital venezolana los detuvieron por un día.

Se concentraron a las afueras de las instalaciones de la oficina de migración de ese país, en el norte de Europa, desde donde detallaron cómo fue el vuelo charter en el que deportaron a 155 adultos y 25 niños a Venezuela.

El 15 de noviembre, apenas aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, los detuvieron arbitrariamente en un «operativo multidisciplinario» conformado por funcionarios del Sebin, GNB, PNB, Inac, CICPC y hasta Interpol.

«Personas de alta peligrosidad»

Cuestionaron que activaran a estos cuerpos de seguridad al recordar que se hace cuando se recibe a “personas de alta peligrosidad” y no a migrantes venezolanos que se ven forzados a dejar el país por la crisis política, económica y social que se vive en el territorio nacional.

A los venezolanos que llegaron desde Islandia los detuvieron en contra de su voluntad, les retuvieron sus documentos de identidad, los trasladaron a un centro de detención y les hicieron firmar documentos en blanco, «queriendo imputarles un delito de traición a la patria».

Llamaron al gobierno islandés a incluir a Venezuela en una lista de países en peligro.

“Queremos levantar la voz al mundo para que sepan que Venezuela no está bien, no está mejorando y no es un país seguro”. Igualmente, señalaron que el gobierno no es garante y no cumple los acuerdos internacionales a los que se compromete.

Lo que sucede con los venezolanos en Islandia

Islandia reformó su ley de inmigración en marzo de este año, cuando el Parlamento introdujo cambios que recibieron críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos.

Uno de ellos establece que quienes piden asilo y el gobierno se los niega pierden sus derechos, como el acceso a una vivienda, trabajo y servicios de asistencia médica. Esto ocurre 30 días después de recibir la respuesta negativa de las autoridades.

Los cambios ocurrieron después de un importante aumento en el número de solicitudes de asilo. Pasó de 867 en el año 2019 a 4.500 en 2022, y aunque el año pasado la mayoría se aprobaron (3.455), el cambio en la legislación expulsa a la calle a quienes se les niega la petición.

El pasado 4 de octubre, el tribunal de apelaciones de la Dirección de Inmigración denegó las solicitudes de asilo de tres venezolanos. Ahora se espera que se dicten sentencias negativas contra los casos pendientes de al menos 1.500 criollos, según el diario local The Reykjavík Grapevine.

Las resoluciones se basan en la evaluación que hace la Dirección de Inmigración sobre la situación humanitaria en Venezuela, que consideran que «ha mejorado».

Por esa razón, y luego de haberlos arrebatado de sus derechos, el Gobierno islandés le ofreció a estos venezolanos un vuelo para retornar a su país.

La nueva visa humanitaria con la que venezolanos, colombianos y haitianos pueden vivir en Canadá

El Gobierno de Canadá implementó una nueva alternativa para migrantes venezolanos, colombianos y haitianos que quieran ir al país con el auspicio de un patrocinador. Se trata de una «vía humanitaria» basada en la familia.

Marc Miller, Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, anunció que la vía humanitaria específica para proporcionar residencia permanente a los extranjeros ya está abierta a la presentación de solicitudes.

«Estamos decididos a mantener nuestra tradición humanitaria y apoyar a los necesitados. Proporcionar vías seguras y legales para que las personas desplazadas puedan empezar una nueva vida en Canadá no sólo cumple ese compromiso, sino que también fortalece nuestro país a través de las profundas contribuciones que los recién llegados hacen en sus comunidades, incluyendo el crecimiento de nuestra economía y llenando los vacíos del mercado laboral», dijo el ministro.

Requisitos para el visado humanitario de venezolanos en Canadá

Para poder optar a esta vía, el solicitante principal debe ser hijo (sin importar la edad), nieto, cónyuge, pareja de hecho, padre, abuelo o hermano de un ciudadano canadiense o residente permanente que acepte mantener al migrante durante un año.

Las personas que lleguen a Canadá a través de la nueva vía humanitaria recibirán servicios previos a su llegada, incluida una evaluación de sus aptitudes para el empleo y una remisión a una organización proveedora de servicios de asentamiento en su comunidad. También podrán optar a una ayuda financiera transitoria del Programa de Ayuda al Reasentamiento.

Para presentar la solicitud, el interesado debe hacerlo a través del portal del IRCC. Allí deberá presentar una declaración jurada firmada por su anclaje en la que confirme que está dispuesto a brindarle apoyo económico mientras esté en Canadá.

Debe tener previsto vivir fuera de Quebec para poder presentar la solicitud, ya que Quebec ha optado por no participar en el programa.

Brasil abre las puertas a los migrantes venezolanos y su economía se beneficia

Mientras muchos Gobiernos en América envían tropas a sus fronteras para tratar de detener a los migrantes venezolanos, en Brasil los reciben con los brazos abiertos. Han sido reubicados y ahora contribuyen al crecimiento económico, según un reportaje de la agencia Bloomberg.

A los venezolanos que cruzan la frontera norte brasileña los reciben funcionarios que procesan sus visados, por empleadores privados que ofrecen trabajo, y por un Gobierno que cubre los pasajes aéreos para reubicarlos en lugares recónditos del país, principalmente en el sur.

La medida ha traído beneficios ya palpables en Brasil:

1. Cubre importantes vacantes laborales.

2. Mejora su productividad agrícola.

3. Los migrantes aceptan empleos en sectores cruciales (agroindustria) y se conectan con un patrocinador o un refugio que los acoge mientras buscan trabajo.

Y para los migrantes la reubicación también es beneficiosa: les permite afianzarse en la sociedad y conseguir ingresos que les permiten salir adelante. Sin embargo, las jornadas laborales son largas y arduas, y los trabajos quedan en zonas remotas del país.

«Operación Bienvenida» para los migrantes venezolanos

Desde 2018, el Gobierno brasileño ha reubicado a al menos 114.000 migrantes venezolanos bajo el programa de «interiorização», o «interiorización», que los vincula a trabajos de la agroindustria principalmente en los estados del sur del país.

Cuando los migrantes cruzan hacia Brasil, inicialmente llegan a localidades con pocos recursos en el estado de Roraima. De allí que, buscando aliviar el flujo de personas, el Gobierno haya implementado la Operação Acolhida, u «Operación Bienvenida» como respuesta humanitaria.

Las empresas pueden contratar venezolanos directamente desde Roraima. De esta manera, los migrantes pueden postularse en los centros logísticos para las vacantes disponibles en todo el país y realizar entrevistas a través de videollamadas.

Para ser elegible, los solicitantes deben tener su cuadro de vacunas completo y sus papeles de trabajo en regla. Una vez que se firma un contrato, el Gobierno brasileño paga un vuelo privado para reubicar a los migrantes o lo hace vía aviones militares.

Los migrantes que hicieron campeón a España en el béisbol europeo

Por primera vez desde el año 1955, España se coronó campeón del Campeonato Europeo de Béisbol. Su éxito no puede entenderse sin la migración: sólo tres de los 24 jugadores campeones nacieron en el país ibérico. La mayoría son migrantes venezolanos y dominicanos con raíces españolas.

Nelson Prada dirige la selección española de béisbol desde 2020. Nacido en Maracay, es el encargado de conformar al equipo a través de una búsqueda continua de jugadores que puedan ser convocados. Reconoce que no es una tarea sencilla en un país con poca tradición beisbolera.

«A dónde vayamos, mi staff y yo siempre estamos preguntando por peloteros que tengan pasaporte español», dijo Prada al diario El País. Describe la migración como una de las claves para alcanzar el éxito continental, con «la incorporación de sangre nueva y jugadores jóvenes».

Pero también explica que «no es porque el español no pueda jugar, sino porque acá el béisbol no es un deporte premium y eso complica el desarrollo de jugadores».

Los migrantes como factor «importantísimo»

El presidente de la Federación Española de Béisbol, Jesús Lisarri, coincide con su entrenador sobre los beneficios que ha traído la migración para el equipo, algo que considera «importantísimo» para el crecimiento no solo de la selección sino también de la liga local.

«Ellos (los migrantes) vienen a España con su gastronomía y su música, pero también traen su deporte; muchos han venido con el guante debajo del brazo y aquí han encontrado la forma de darle continuidad a su pasión», explicó Lisarri.

La meta ahora es clara: aprovechar el campeonato para promover el crecimiento del béisbol en España. La Federación quiere llevar el deporte a las escuelas e incentivar el desarrollo de los jóvenes talentos.

«Queremos que sea un antes y un después, un impulso definitivo para que nuestro deporte tenga mayor visibilidad y se puedan conseguir más recursos», concluyó.

Topeka, la ciudad de EE.UU. que paga a migrantes por vivir allí

En la ciudad de Topeka, en el estado de Kansas, buscan migrantes. Para atraerlos, las autoridades ofrecen incentivos a los potenciales residentes: una bonificación de hasta 15.000 dólares por vivir y trabajar en esta ciudad de casi 127.000 habitantes. La estrategia forma parte del programa «Choose Topeka», implementado desde el año 2019.

Las autoridades de Topeka han promocionado el programa en los últimos cuatro años para que más personas se muden a la ciudad. Con ello han atraído a nuevos residentes y trabajadores, incluidos migrantes y familias latinas. Entre ellos hay venezolanos que ya se han beneficiado de esta política.

Erick Bovell es uno de ellos. Él, migrante venezolano, se mudó a Topeka hace dos años y recibió ayuda del programa para alquilar una vivienda. «En cuestión de un mes más o menos, recibí por correo mi cheque con los $10.000 de incentivo», dijo a Telemundo.

El programa está financiado a partes iguales por la ciudad y las empresas participantes, muchas de las cuales están contratando trabajadores hispanos, según Sean Dixon, presidente de la organización Visit Topeka.

La iniciativa ya ha ayudado a traer a casi 100 personas y familias a la ciudad, según informó NBC News. Además de la bonificación económica, el plan también ofrece ayuda para financiar pequeños negocios y becas de estudio en la Universidad de Washburn.

Requisitos para aplicar a «Choose Topeka»

Las principales exigencias de las autoridades para dar acceso al bono de hasta $15.000 es que el nuevo residente alquile o compre una vivienda en la ciudad, que sea contratado por empresas locales y que, por lo tanto, esté habilitado para trabajar en los Estados Unidos.

La población del condado de Shawnee, donde se encuentra Topeka, aumentó en 2.265 residentes de 2021 a 2022, el mayor y más rápido crecimiento de población que la ciudad ha tenido en una década. De una población total de casi 127.000 personas, alrededor de 20.000 son latinos.

¿Estás interesado y quieres consultar información oficial?

No dudes en ingresar a la web de «Choose Topeka» aquí.

Canadá aceptará a 11.000 refugiados de Colombia, Venezuela y Haití este año

El Gobierno de Canadá anunció una «nueva vía de residencia permanente humanitaria» para recibir a al menos 11.000 refugiados de Venezuela, Haití y Colombia. La medida entrará en vigencia este otoño y favorecerá a personas que tengan familiares en el país.

El programa, detallado por el ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Marc Miller, permitirá en los próximos meses la llegada de refugiados de estos tres países que se encuentran en Centroamérica, Suramérica o el Caribe.

«A partir de este otoño, los extranjeros colombianos, haitianos y venezolanos ubicados en Centroamérica, Sudamérica o el Caribe que tengan conexiones familiares extensas en Canadá podrán solicitar esta nueva vía», dijo Miller en un comunicado.

¿Qué necesitan los refugiados para aplicar?

El solicitante principal, independientemente de su edad, debe ser hijo, nieto, cónyuge, pareja de hecho, padre, abuelo o hermano de un ciudadano o residente permanente canadiense, precisó el ministro Miller.

Adicionalmente, quienes obtengan el beneficio, recibirán una evaluación de sus aptitudes como ayudar para figurar en empleos. También serán remitidos a una organización proveedora de asentamientos en la comunidad a la que se dirigen.

«El desplazamiento mundial de personas en busca de seguridad está en su punto más alto. En las Américas se está registrando un número sin precedentes de migrantes en busca de refugio seguro y nuevas oportunidades, en situaciones a menudo peligrosas como cruzar el Paso del Darién. En estrecha colaboración con Estados Unidos, esperamos que estas medidas contribuyan a frenar la migración irregular y a promover la migración segura como alternativa a las rutas irregulares, a menudo peligrosas, en las Américas», declaró Miller.

A principios de año, Canadá anunció que recibiría 15.000 inmigrantes del continente americano por razones humanitarias para “ayudar a responder al desplazamiento forzado” de la población y como alternativa a la migración irregular.

Este nuevo programa es parte de esa cuota de 15.000 inmigrantes.

El año pasado, Canadá recibió 20.891 solicitudes de refugio de personas que cruzaron la frontera de forma irregular. Mientras que en los tres primeros meses de 2023, recibió 14.192 peticiones de protección internacional de migrantes que cruzaron por caminos no oficiales.