¿Qué tendrán en común el pasticho con las arepas de pescado? ¿Dónde está el hilo que une a las “carabinas” con el pan de jamón y los golfeados? ¿Cómo es que los patacones criollos llegaron a inundar de sabor “el fin del mundo? Todo esto tiene como sospechoso habitual a uno o varios migrantes venezolanos. Desde Argentina hasta España, pasando por Colombia, Ecuador y Perú, el gusto de los platillos criollos se ha extendido en algunos de los tantos países que acogen a migrantes venezolanos.
Efecto Cocuyo y Venezuela Migrante agruparon todas estas historias y toda esta creatividad venezolana en “Sabor Migrante”, un esfuerzo editorial que cuenta la migración venezolana desde otra perspectiva.
El especial “Sabor Migrante”, coordinado por José Baig, llevó una pizca de gusto venezolano en cada una de las trece entregas que podrá disfrutar a continuación.
Trece recetas con “Sabor Migrante”
¿”Carabinas” venezolanas en Madrid? Este platillo tradicional de la región andina de Venezuela llegó hasta la capital española gracias a una pareja criolla. Lilia y Luis vivían junto a su hija Lía en Venezuela, pero en 2018 tomaron la decisión de emigrar y buscar un nuevo nido. La pareja decidió que este platillo sería su predilecto en las navidades, tradición que comenzaron en 2019 cuando se reunieron en la ciudad europea.
De Europa se viaja hasta Perú, del Atlántico al Pacífico. En el país sudamericano está la historia de Aura, venezolana migrante que llegó a suelo peruano en 2017 y que, a falta del clásico cazón venezolano, decidió elegir otro pescado para poder acompañarlo con las tradicionales arepas.
En la altura de Quito, una pareja venezolana se estableció con el objetivo de tener una mejor vida. Él trabajaba como transportista de carga pesada en Venezuela y ella era especialista en el manejo de redes sociales y marketing digital. Ambos decidieron que hacer pan de jamón sería su forma de celebrar juntos cada navidad en la capital ecuatoriana.
¿Un pasticho con carne guisada? Este platillo tiene naturaleza migrante. Aunque sus orígenes se registran en Italia, la receta de pasticho conocida en Venezuela pasó primero por España antes de llegar a Sudamérica. Tan lejos viajó que el venezolano Gilberto Garcés, ingeniero químico de profesión, decidió darle su propio toque al cambiar la tradicional carne molida por carne guisada.
La nota dulce de estos platillos se encuentra en Ecuador. De vuelta a Quito, una pareja criolla decidió emprender en la altura y fundar su propia panadería. En la “Ambrosía” venden postres criollos venezolanos como el golfeado, el favorito de muchos. La principal diferencia es el queso, pues Jinibeth y Carlos decidieron aplicar un queso tradicional ecuatoriano para darle un toque más local al dulce.
Nos quedamos en Quito, donde otra pareja criolla decidió que su platillo serían los deliciosos tequeños. Cansados de no conseguir comida típica venezolana en la capital ecuatoriana, Mariana y Jesús se plantaron firme y en su casa se comen platos especiales venezolanos al menos una vez a la semana. El favorito de todos es el tequeño al que, a falta de queso criollo, le ponen queso manaba.
La periodista venezolana Andrea Ballesteros también llevó el pasticho a tierras colombianas. Medellín se llenó del olor y el sabor de un tradicional pasticho que tiene la receta tradicional con la carne molida.
En Perú, Ana María Hernández presentó los famosos “yoyos”, una comida que tiene una ecuación perfecta: plátano, queso y aceite.
Mientras tanto en Colombia, María Iguarán decidió hacer tequeños y emprender incluso con una marca de ropa llamada Ekul, que se encarga de empoderar a mujeres venezolanas y colombianas. Iguarán, quien es wayuu y zuliana, vio como una gran oportunidad unir a Venezuela y Colombia a través de la comida y de las vestimentas autóctonas indígenas.
La macarronada es un plato que tiene un origen disputado. Mientras muchos dicen que es de Italia, otros dicen que es de España y algunos se atreven a decir que es zuliano. Este platillo lleva muchos ingredientes y tiene que hacerse con paciencia pues todo tiene que encajar nivel por nivel.
Más al sur, en Argentina, las tortitas de Carla Aponte le traen recuerdos de su infancia y sus tiempos felices en Venezuela. Con este plato que mezcla lo dulce con lo salado, Carla rememora a su abuela, quien, aunque no era “muy afectiva” la hacía sentir especial cuando preparaba alguna comida con su toque tradicional.
Siguiendo en Argentina, Xiomara Morales mostró su receta de funche criollo. Algo parecido a la polenta que comen los sureños, pero con el toque del queso y otros elementos que le dan las características criollas.
Para cerrar este resumen nos vamos al mismísimo “Fin del Mundo”, al sur del sur. En Ushuaia, Argentina, vive Ronald Iriarte, quien cambió la calurosa Cagua por la fría ciudad argentina que roza el Polo Sur. Ronald, casado con una argentina llamada Natalia, decidió que su plato típico sería el patacón y qué mejor lugar para llevar el sabor venezolano que al frío de esta localidad sureña.