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Opciones para regularizar el estatus migratorio en Perú (I)

Antes de la mayor migración de venezolanos en 2017, Perú recibió a grandes grupos de asiáticos, especialmente japoneses, que huían de los estragos la Segunda Guerra Mundial. Desde ese momento se fijaron parámetros generales para aquellos extranjero que desean residir en esta nación.

Entre los más recientes están los que se establecieron en el Decreto Legislativo de Migraciones Nº 1236 y los cuales se detallan a continuación:

Calidad Migratoria Trabajador

Es una categoría migratoria de residente que permite al extranjero realizar actividades lucrativas de forma subordinada o independiente para los sectores públicos o privados, en virtud de un contrato de trabajo, relación administrativa o contrato de prestación de servicios, en Perú.

Incluye empleados de una empresa transnacional o corporación internacional que se desplazan al país para trabajar en una empresa del mismo grupo económico o holding para desempeñarse como personal de alta dirección o de confianza o como especialista o especializado.

Es otorgada por Migraciones Perú. El plazo de permanencia es de un año prorrogable por el mismo período.

¿Cuáles son los pasos que debo seguir para solicitar esta residencia?

Paso 1. Firma del contrato. Para eso debes:

  • Solicitar, vía online, el Permiso Especial para firmar contratos siguiendo los pasos indicados en la página de Migraciones. Haz clic aquí.
  • Suscribir el contrato de trabajo, según la modalidad y con la formalidad que la ley peruana exige con una empresa.
  • Para presentar el contrato de trabajo ante el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo se debe entregar la constancia de presentación, el contrato de trabajo y la declaración jurada que señale que la contratación cumple con las condiciones establecidas por la Ley y que la persona cuenta con la capacitación requerida.
  • Comprobante de pago del derecho correspondiente.
  • La aprobación del contrato es automática al momento de la presentación. La fiscalización y verificación serán posteriores.

Paso 2. Con el contrato de trabajo avalado por el Ministerio de Trabajo, debes:

  • Obtener los requisitos exigidos por Migraciones, explicados anteriormente.
  • Solicitar la cita online en el sitio web de Migraciones. Haz clic aquí.
  • Acudir a la cita en la fecha indiciada, llevando todos los requisitos exigidos.

Paso 3. Si la residencia ha sido aprobada por Migraciones, debes:

  • Obtener los requisitos solicitados para el trámite del Carnet de Extranjería.
  • Solicitar la cita en línea en la página web de Migraciones.
  • Acudir a la cita en la fecha indicada, llevando todos los requisitos y formalizar el procedimiento para el trámite (datos personales, toma de huellas y fotografía). 
  • Al finalizar el proceso, te indicarán el día y hora en que debes recoger el Carnet de Extranjería.

Calidad Migratoria Familiar de Residente

Es una calidad migratoria que permite la residencia a un extranjero (a) integrante de la unidad migratoria familiar de un peruano o de un extranjero con una residencia aprobada. Le permite a su portador realizar actividades lucrativas de forma subordinada o independiente.

Es aprobada por Migraciones y permite un plazo de otorgamiento y de permanencia de hasta dos años para los familiares de peruanos y de un año para los familiares de extranjeros residentes, prorrogable.

¿Cuáles son los requisitos que debo presentar?

  • El formulario numerado 004. Es gratuito y descargable en Internet.
  • El recibo de pago del Banco de la Nación por derecho de trámite con un costo de 117,60 soles. El pago puede efectuarse en cualquier Agencia del Banco de la Nación al código 1814 o a través de www.pagalo.pe.
  • Copia legible del pasaporte o documento de viaje con el que ingresó al país. La persona deberá encontrarse en situación migratoria regular.
  • Copia del acta de matrimonio certificada. Si la boda se realizó: a) en Perú: certificada por RENIEC, b) en el Extranjero certificada por Consulado Peruano y visada por Ministerio de Relaciones Exteriores o apostillada.
  • Copia legible del carnet de extranjería del cónyuge residente o del DNI del cónyuge peruano, en ambos casos actualizado y vigente.
  • Presentar la ficha de canje Internacional de Interpol (para mayores de edad).

Calidad Migratoria Formación o Estudiante

Con esta modalidad migratoria temporal el extranjero puede desarrollar estudios regulares de educación superior, básica, artes u oficios, en instituciones reconocidas por el Estado peruano. Comprende a los extranjeros de intercambios estudiantiles, prácticas pre-profesionales o profesionales, culturales, y otras categorías formativas reconocidas por Perú, en concordancia con la normativa vigente.  

El portador de esta residencia no puede trabajar ni realizar actividades remuneradas ni lucrativas, salvo la previa emisión del Permiso de Trabajo Extraordinario otorgado por la Superintendencia Nacional de Migraciones en sus oficinas en el país.

Puede ser solicitada por el interesado en el territorio peruano, o previo al ingreso a través de un representante autorizado. El plazo de permanencia es de trescientos sesenta y cinco (365) días, prorrogables.

¿Cuáles son los requisitos que debo presentar?

Como paso fundamental se debe completar y presentar el formulario 004, un recibo de pago del Banco de la Nación por derecho de trámite por un monto de 117,60 soles. Este pago puede efectuarse en cualquier agencia de la referida entidad bancaria al código 1814 o a través de www.pagalo.pe

Una copia legible del pasaporte o documento de viaje con el que ingresó al país. Para esto es necesario encontrarse en situación migratoria regular.

Constancia de matrícula expedida por el centro de estudios con reconocimiento oficial del Ministerio de Educación o la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU), según el caso. Es importante mencionar el tipo de estudio y su duración.

También demostrar «solvencia económica» para cubrir gastos de estudio y estadía. En caso de hijos de peruanos o de extranjeros residentes, la garantía debe provenir de fuente nacional.

Presentar la ficha de canje Internacional de Interpol (para mayores de edad).

En caso que la solicitud de residencia por «formación» sea aprobada por Migraciones, el siguiente paso es solicitar el Carnet de Extranjería. Para obtener este solo deberá llenar el formulario gratuito para esta solicitud identificado como F-007A, y pagar en el Banco de la Nación o por el sitio web www.pagalo.pe el derecho a trámite por 49.90 soles con el código de tributo 01873. 

Calidad Migratoria Rentista

Con esta se permite la residencia al extranjero que goza de pensión de jubilación o renta permanente de fuente peruana o extranjera. El monto de la renta y las demás condiciones serán fijados en el Reglamento el presente Decreto Legislativo donde se establece que puede ser indefinido. Los requisitos a presentar son los siguientes:

  • Llenar el formulario 004. Es gratuito.
  • Consignar el recibo de pago del Banco de la Nación por derecho de trámite (117,60 soles). El pago puede efectuarse en cualquier Agencia del Banco de la Nación al código 1814 o a través de www.pagalo.pe
  • Copia legible del pasaporte o documento de viaje con el que ingresó al país.  La persona deberá encontrarse en situación migratoria regular.
  • Declaración jurada de no poseer antecedentes penales, judiciales, policiales a nivel nacional e internacional.
  • Copia legalizada o autenticada por el fedatario de Migraciones del documento original del país de donde proviene la renta, el cual deberá estar legalizado por el Consulado Peruano y visado por el Ministerio de Relaciones Exteriores o apostillado. El monto de la renta será establecido por acto administrativo de Migraciones.
  • En caso de renta de fuente nacional, documento que acredite la percepción por parte del beneficiario.
  • Declaración Jurada de que el dinero ingresa al país a través de una institución bancaria en caso de renta de fuente extranjera.
  • Presentar la ficha de canje Internacional de Interpol (para mayores de edad).

En caso que la solicitud de residencia Rentista sea aprobada por Migraciones, el siguiente paso es solicitar el carnet de extranjería, para ello solo deberá:

  • Completar el formulario para esta solicitud identificado como F-007A. Es gratuito.
  • Pagar en el Banco de la Nación o por www.pagalo.pe el derecho a trámite por 49.90 Soles con el código de tributo 01873.

Los migrantes que luchan para que sus familias puedan mantener las tradiciones navideñas en Venezuela

Son 5 millones los venezolanos los que migraron, según organismos internacionales, de los cuales 1 millón 43 mil 460 están Perú, de acuerdo con la plataforma R4V. No todos los que llegaron a esa nación tuvieron los medios para traer a los demás miembros de su familia.

En su país natal quedaron abuelos, madres, padres, hijos y nietos que, por diferentes circunstancias, seguirán allá mucho tiempo y mientras no se puedan reencontrar; se niegan a que pierdan sus tradiciones.

Por esta razón, migrantes venezolanos en Perú, a pesar de que su situación no es la más estable, se esfuerzan para que sus seres queridos tengan unas Navidades que puedan recordar con felicidad, a pesar de no celebrarla juntos.

“Es un poco difícil no decirles feliz Navidad, ni abrazarlos en Año Nuevo”

Maria Fernanda es madre de dos hijos. Tiene 35 años y ya lleva tres Navidades lejos de sus pequeños que tienen 10 y 12 años. El menor está al cuidado de su mamá y el mayor de la abuela paterna.

Para ella es cada vez más doloroso que lleguen estas fechas y no pueda estar al lado de ellos. “Me siento mal al no darles el abrazo de Año Nuevo; es un poco difícil no decirles una feliz Navidad porque es a lo que yo estaba acostumbrada”, cuenta tristeza.

Pese a ello, busca que sus hijos tengan cosas positivas que recordar y que los días festivos sean más fáciles de llevar, aunque lo material no cubra lo afectivo. “Este año les voy enviar una encomienda física con los estrenos, zapatos y ropa, objetos materiales que allá no se pueden comprar y dinero para la comida. Y también fuegos artificiales”.

Según explica, destinó aproximadamente 500 soles (138.45 dólares) para la compra de artículos y el envío, además de los 150 soles (41.53 dólares) para los gastos de los niños.

María Fernanda llegó Lima tras conseguir un lugar en el Refugio Amor y Cariño en el distritito San Juan de Lurigancho. De allí pasó a trabajar en un Chifa (restaurante Chino), hasta que consiguió un trabajo como vendedora de campo de la empresa Backus.

Sus hijos están en Guacara, estado Carabobo y su mamá le comenta que están presentando cambios de conducta desde que ella migró. “Están molestos e iracundos por toda esta situación, pero tengo la convicción de que nuevamente estaremos juntos”.

“Estoy luchando para enviarle el niño Jesús a mis nietos”

Lismary Lander Duarte de 49 años es una policía retirada con 27 años de servicio.

Llegó a Perú luego de que su hijo fuera asesinado y dejara en la orfandad a tres niños: Uno de 12, 8 y 3 años. “Me sentía muy triste y me vine porque aquí están mis dos hijas. En Venezuela el sueldo tampoco alcanzaba y preferí venirme para ayudarlos desde aquí”.

Para ella no ha sido fácil, pues la cuarentena la dejó sin una fuente de ingresos, aun así, desde su puesto de venta de empanadas busca reunir algún dinero que pueda enviar a sus nietos, aunque sea poco.

“Estoy luchando para enviarles el niño Jesús vendiendo desayunos. Yo quiero enviarles la ropa que es muy económica porque los zapatos se los enviaron de Chile, pero lo único que tengo seguro ahorita es que les enviaré 30 soles (8.31) por remesas porque es lo que puedo. Aquí la situación no es muy buena que digamos”, reflexiona

Sus nietos están Ocumare del Tuy, estado Miranda y es la segunda Navidad que no están juntos. También espera que sea la última, porque es muy “difícil estar lejos de ellos”.

“Les compré los regalos a mis hijos, pero no se los pude enviar”

Edgardo Camacho tiene 25 años. Se vino desde Carapita hasta Lima hace dos años y tres meses. Es padre de dos hijos de 6 y 4 años. Migró a este país motivado por su hermana. Cuenta que su primer año fue muy productivo, pues trabajó como repartidor de balones de gas (bombonas).

Durante ese periodo tuvo buenos ingresos. Pudo enviar a su mamá hasta 300 soles (83.07) mensuales y, en diciembre le envió su hijo mayor todos sus estrenos y el niño Jesús: “En todo eso invertí como 700 soles (193.82 dólares)”, recuerda. “A pesar de que no la pasamos juntos, me sentía bien de darles todo lo que estaba a mi alcance”.

Este 2020, antes de que todo cambiara, también recuperó comunicación con su hijo menor, que aún no conoce en persona, pero igual asumió la responsabilidad de apoyar en su manutención, pero todo se transformó para él con la llegada de la pandemia.

Desde el mes de marzo, su estabilidad económica empezó a decaer hasta quedar finalmente sin empleo. En el último trimestre del año se empezó a recuperar, pero aún las deudas que mantenía con quienes lo ayudaron seguían siendo una carga económica.

“Así como nos los pude ayudar porque no estaba produciendo plata durante la cuarentena, tampoco les voy a poder enviar su ropita para el 24 y 31”, cuenta con tono melancólico, pero tiene la convicción de que será la última vez que pase.

A pocos días para la Navidad, ya tiene los regalos. Compró tres coloridos carros que aún no ha podido enviar por encomienda. Invirtió 120 soles (33.23 dólares) en ellos y los conserva con mucho cuidado y cariño en su habitación. Cuando se acerquen las celebraciones, enviará a su mamá 100 soles (27.69 dólares) para contribuir con los gastos de la cena navideña.

Si a principios del 2021 no puede enviar los regalos; los guardará y, se los entregará directamente en sus manos, pues piensa viajar a Venezuela para reencontrarse con ellos y con su mamá.

Así como estos tres testimonios, hay tantísimos en este país. No son tema de conversación, pero sí son realidades propias de cada migrante que lo convierten en un aliciente para no sucumbir a la tristeza y la nostalgia que generan las celebraciones decembrinas.

Abren período de renovación del PEP para venezolanos en Colombia

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Los venezolanos que están en Colombia, cuyo Permiso Especial de Permanencia (PEP) esté próximo a vencerse, podrán iniciar su proceso de renovación, desde este lunes 21 de diciembre de 2020, hasta el próximo 27 de abril de 2021, según informó el director general de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa Palacios,

El proceso de renovación, como en las anteriores ocasiones, es gratuito y se formaliza a través de la página web de Migración Colombia.

Según explicó la autoridad migratoria, el plazo de renovación será hasta un día antes de la fecha de vencimiento del actual documento y solo podrán hacer este proceso, aquellos venezolanos que expidieron su documento entre el 27 de diciembre de 2018 y el 27 de abril de 2019.

Para renovar dicho documento, el ciudadano venezolano, portador del PEP, deberá incluir el número del PEP, su fecha de nacimiento y actualizar su información personal.

El Permiso Especial de Permanencia (PEP) es una medida de flexibilización migratoria temporal, la cual le permite al ciudadano venezolano permanecer de manera regular dentro del territorio nacional, adelantar actividades remuneradas y acceder a la oferta institucional en materia de salud y educación.

Requisitos:

  • No contar con visa vigente, expedida por el Ministerio de Relaciones Exteriores, cualquiera sea su tipo.
  • No tener antecedentes judiciales a nivel nacional e internacional.
  • No tener una medida de expulsión o deportación vigente.
  • No habérsele cancelado el PEP.
  • La vigencia del PEP será por dos (02) años, contados a partir de su fecha de expedición.

No obstante, Migración Colombia podrá cancelar el Permiso Especial de Permanencia (PEP) cuando se presente uno o varios de los siguientes casos:

  1. Uso inadecuado del Permiso Especial de Permanencia (PEP).
  2. Infracción a la normatividad migratoria.
  3. Salir y permanecer fuera del país por un término superior a noventa (90) días calendario.
  4. Cuando se considere inconveniente la presencia del extranjero en el territorio nacional.

De acuerdo con el jefe de la autoridad migratoria colombiana, se espera que sean más de 132 mil los venezolanos que se acojan a este beneficio.

Por primera vez

A principios del mes de octubre, Migración Colombia anunció un nuevo lapso para tramitar por primera vez el PEP. La medida aplica para todos aquellos ciudadanos venezolanos que hayan ingresado a territorio colombiano antes del 31 de agosto de 2020.

Esta nueva jornada de trámite inició el 15 de octubre de 2020 y se extenderá hasta el día 15 de febrero de 2021.Entre los requisitos que deben cumplir está el haber entrado a Colombia de manera regular, sellando su pasaporte hasta el día 31 de Agosto del 2020.

Para más información de cómo solicitar el PEP por primera vez, pulse aquí

Al corte del 31 de octubre de 2020, cerca de 1.717.352 venezolanos permanecen en el país vecino: 770.246 (en condición regular) y 947.106 (en condición irregular), según cifras de Migración Colombia.

Actualmente Colombia avanza en la implementación de un sistema biométrico de identificación para venezolanos. Se trata de un método automático de identificación y verificación de un individuo utilizando características físicas y de comportamiento precisas. Puede ser la huella digital, el iris, la geometría de la mano, el reconocimiento visual en general entre otros elementos. 

Los venezolanos con PEP serán los primeros quienes deban incorporarse al sistema. Primero, en la fase remota, con el vaciado de información; y luego de manera presencial, donde deberán acercarse a las oficinas de Migración Colombia para la verificación y corroboración de los datos anteriormente suministrados.

También puede leer: Venezolanos en Colombia: ¿cómo regularizar el estatus migratorio?

Los 400 metros para nacer de nuevo: jornada de cedulación en Ecuador

Con la visa de residente un migrante en Ecuador puede desarrollar su vida hasta ciertos límites. Inscribirse en el seguro social, el ejercicio político, la asignación de un crédito bancario y la contratación en algunos trabajos se hacen imposibles para quien no tenga los diez dígitos de la cédula de identidad. Cuando se le asignan esos números es como si naciera como residente y muriera su condición de simple extranjero.

Para los venezolanos en Guayaquil el lugar donde se nace de nuevo es la sede del Gobierno Zonal del distrito 8, donde queda la oficina de Cancillería en la ciudad. Este es un edificio imponente, ubicado en la Avenida Francisco de Orellana (Norte), con una fachada formada por columnas gruesas y un arco prominente que sostiene la entrada. Los vitrales en sus más de 20 pisos que reflejan el sol y el anaranjado de su pintura lo hacen visible a kilómetros de distancia.

Cuatrocientos metros de venezolanos

El edificio también es símbolo de burocracia migratoria. Para las 6 am del sábado 19 de diciembre se había armado, alrededor de sus 28.300m², una serpiente humana que más tarde se convirtió en una extensa línea de gente. La fila tenía 400 metros de migrantes venezolanos, desde el Zonal hasta más allá del hotel Hilton Colón, cerca de los edificios conocidos como Las Cámaras

La razón para las filas era que Cancillería realizaba una jornada de entrega de órdenes de cedulación temporal para extranjeros. En Ecuador, desde 2017 el término “extranjero” es sinónimo de “venezolano”, algo que se constata al escuchar el acento andino, zuliano y caraqueño fundirse en las conversaciones de los que esperaban su turno.

Desde las seis de la mañana se observaban una larga fila de venezolanos a la espera de ser atendidos

“Cuando llegué ya había como 1.000 personas en la cola”, dice Ibery Montero, docente jubilada venezolana de 57 años, quien desde las 7 de la mañana estaba en el lugar. La señora llegó a Ecuador con su hija de 20 y su hijo de 21 hace más de dos años. Los tres decidieron obtener la cédula porque sintieron que las oportunidades en Ecuador se reducían por no tener el documento de identidad. 

“Más de dos años y mis hijos no consiguen trabajo fijo”, indica la ahora peluquera con la indignación entremezclada con su acento marabino. De acuerdo a la experiencia vivida por ella y su familia, poseer visa de residencia no garantiza empleo “ni te puedes inscribir en el Iess”, agrega, mientras otras personas en la cola reafirman con el movimiento de sus cabezas y con sus voces que lo dicho por la señora es cierto. 

“Si no tienes cédula, el Iess (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social), no te asegura y si no te aseguras no tiene cédula”, reflexiona la mujer con el ceño fruncido y los ojos castaños vidriosos. “Nos tocó pagar un seguro privado para cumplir ese requisito. Al final para tener ese documento tuvimos que desembolsar $55 cada uno. Esa plata para nosotros es bastante”.

Leer También: ¿Cómo obtener la cédula en Ecuador? ¿Cuándo será la próxima jornada de cedulación?

Cola desde la madrugada

Manuel Toledo, venezolano con 4 años y medio de residencia en Ecuador, no había decidido “nacer de nuevo” hasta unos días antes. A pesar de tener visa, no había decidido cedularse. Con solo su permiso de residencia podía obtener los requerimientos necesarios para desenvolverse en el país. Por lo menos así lo creía. 

Se casó con una ecuatoriana residente de las Islas Galápago, así que esperaba obtener el permiso para vivir en el famoso territorio del Pacífico sin problemas. Sin embargo, las autoridades del archipiélago le exigieron una cédula que indicara que estaba casado con una persona nacida allí. 

A pesar de la prohibición de las filas nocturnas, hubo personas que desde la madrugada formaron colas cerca del edificio

“Aquí seguramente pernoctó gente para hacer la cola”, dice el hombre de 36 años, mientras se seca la frente del sudor con sus manos tatuadas. Su esposa, recostada a una de las columnas anaranjadas, recuerda que las colas nocturnas están prohibidas. “La publicación de Twitter de Cancillería explica que no atenderán gente que pernocte y, mira”, dice otra de las asistentes.

Alfredo Hernández  es venezolano y cuida carros frente al edificio Zonal. Llega todos los días a las 5:30 am y se prepara para el día. Coloca conos de tránsito, se pone su chaleco, guarda una botella de plástico con agua dentro de una caja pegada a la pared en la calle lateral a la sede Cancillería.  

Ese 19 de diciembre vio en la madrugada a personas organizándose para hacer la fila. “Tenían una lista que hicieron en la noche, donde se habían coordinado para llevar el orden y evitar que no los atiendan por pasar la noche allí”, explica el joven. 

Las autoridades ecuatorianas han intentado evitar esa práctica. Sin embargo, la enorme cantidad de venezolanos en búsqueda de obtener cédula sin cita y lo limitado del horario de atención crean las condiciones propicias para los “cuidadores de la cola”.

Quien solicite una cita para la orden de cedulación por medio del sistema de Cancillería este domingo 20 de diciembre, se encontrará que el día disponible más próximo es durante la segunda semana de marzo de 2021. 

Escasez de citas 

A las 12 del mediodía quedaba una parte de la cola de la mañana. En vez de un kilómetro de venezolanos había una L de alrededor del Zonal. Dentro del edificio se encontraban cientos de personas sentadas en cada una de las sillas disponibles.

En la entrada dos grandes puertas dan acceso al interior. Allí una funcionaria de Cancillería revisaba que las personas tuvieran los requisitos para obtener la orden de cedulación. Visa, seguro médico y pasaporte vigente (quienes tienen Visa Humanitaria pueden hacer el trámite con pasaporte vencido). Otra, quien demostraba autoridad sobre la primera, llevaba en una de sus manos papelitos con el números de turno. 

Para obtener la orden de cedulación la persona debía llevar visa, pasaporte y un seguro médico a su nombre.

Frente a ambas una barrera policial las separaba de quienes se acercaban a preguntar y no pertenecían a la cola. Un hombre de unos 45 años se acercó y preguntó a la funcionaria con autoridad qué debía hacer para recibir la fecha para la cita de su visa de residencia permanente. Dijo que llevaba una semana a la espera.

La funcionaria le indicó que debía esperar, que la cita seguramente sería en febrero. El hombre insistió. “Debo viajar de emergencia ¿Es posible adelantar la cita?”, preguntó. Recibió una respuesta negativa. Para que le dieran una fecha cercana debía pertenecer a una población vulnerable. 

“Solo si tuviera cáncer o una enfermedad de esa gravedad podría adelantarse la cita. Mientras tanto debe esperar”, dice la Servidora Pública. El hombre vuelve a insistir, revela que su emergencia es médica, aunque no especifica. “No se puede adelantar una cita si no explica cuál es la emergencia», dice con el gesto de quien pierde la paciencia. «Va a tener que esperar. Por lo menos aquí será atendido en un mes o dos. En Estados Unidos las solicitudes de Visa están programadas para 2022”, señala la funcionaria. 

El hombre, quien se llama Yosmer Hernandez con dos años en Ecuador y médico de profesión, declaró a Venezuela Migrante que la respuesta de la funcionaria le indignó. “Hay emergencias que no se explican frente a una multitud, como esperaba la funcionaria esa”, detalla.

Yosmer asegura haber enviado el correo con los datos solicitados al correo de Cancillería hace más de una semana: “¡Lo mandé el 6 de diciembre y nada!”, resalta. La institución está hasta el límite de trabajo y tiene a su personal trabajando a media máquina, debido a las medidas para evitar la propagación del Covid, que ha cobrado la vida de 9.396 personas hasta la fecha. 

De banco a sala de partos

Los ecuatorianos también abarrotan el edificio los días de semana. De acuerdo a la prensa nacional hubo un aumento de la demanda de pasaportes nacionales, lo que ha convertido los alrededores del Zonal en la sede permanente de serpientes humanas, algo que recuerda a muchos guayaquileños, a las aglomeraciones en los bancos durante la crisis financieras de finales de siglo. 

En esa época el edificio del Zonal era la sede principal del Banco Progreso, una entidad financiera desaparecida cuando varios bancos se quedaron sin liquidez en 1998. El Banco Central de Ecuador tomó posesión, luego lo entregó al Gobierno del expresidente Rafael Correa, quien lo convirtió en la sede de la Cancillería en Guayaquil. 

Para los venezolanos, ese edificio que ha pasado por varias manos no es insignificante. Allí en su interior están las salas de parto de lo que será su nueva vida. Adentro reposan los documentos del transeúnte, del extranjero que al recibir su cédula nace como residente, con un pasado que le queda en la memoria, aunque con una historia personal irrelevante para el Estado. A Ecuador solo le interesa el futuro de quien ha comenzado su vida como residente tras salir de ese edificio.

Hallacas en Francia y Madrid: una noble resistencia para mantener vivas las costumbres

“A nosotros los venezolanos nos conocen por las misses, por el petróleo y por Chávez. Pero ¿qué nos identifica a todos? ¡La hallaca! Ahí no hay distinción de raza, edad, religión o ideología”.

Esa fue la reflexión que hizo Eugenia Adam, diez años atrás, cuando decidió organizar por primera vez el Concurso de la hallaca en Madrid, España; concurso que ha sido replicado también en Galicia y otros países como Alemania y Francia.

“Yo el primer año me hice mis 12 hallaquitas, que además me recuerdan los sabores de mi abuela. Desde que llegué decidí hacer para vender. También el concurso ha representado una fuente de ingreso para quienes lo ganan porque después a ellos también lo contactan para encargos”, dice.

Eugenia Adam emigró en 2003 a España, y siete años después organizó el concurso La mejor hallaca de Madrid. Foto: Cortesía

Ella, nacida en el estado Zulia, al occidente de Venezuela, confiesa que le resulta difícil explicar a un extranjero de qué va este plato tradicional venezolano que muchos añoran en la festividad decembrina. “Es como un tamal pero tiene un parecido a la empanada gallega por el guiso. Eso va con una masa de maíz sazonada y envuelta en una hoja de plátano que sirve de plato”, describe.

El jurado encargado evalúa presentación, textura y color de la masa así como también el sazón del guiso. Foto: cortesía.

Aunque este año no pudo celebrar la edición número 11 del concurso por la pandemia de la Covid-19, Adam se entusiasma al recordar el interés y la fascinación con la que terminan muchos al deleitar este laborioso plato navideño venezolano.

“En Madrid la ven con recelo. Pero en Galicia la aman. En Alemania casi que no se comen la hoja, de broma. Los otros latinos, como los colombianos, por ejemplo, la comparan con el tamal. Pero después de que la prueban, saben que va más allá”, suelta Adam, quien estuvo ligada a la radio y a la televisión en Venezuela por muchos años. Ella emigró en 2003 por una relación amorosa que aún mantiene.

Las hallacas son identificadas con números para al final develar el nombre del responsable que previamente fue escrito en un sobre con el número correspondiente.

Aunque explica que todos los ingredientes los consigue en la ciudad española, jocosamente hace la salvedad que fue con el tiempo que descubrió que algunos de ellos se consiguen pero con otros nombres. “Por ejemplo, lo que nosotros conocemos como pabilo acá se consigue como hilo bramante; o lo que nosotros conocemos como onoto, acá le llaman achiote”, cuenta.

Como anécdota del concurso, recuerda a un joven finalista español que participó porque aprendió a hacer las hallacas para su novia venezolana para quitarle la tristeza.

“Cuando uno está fuera de Venezuela, aunque uno sea de palo, uno necesita la hallaca en la mesa del 24 de diciembre. Porque además no es solo comerla. Es hacer la fiesta de la preparación e invitar a los amigos, ‘echarse unos tragos’ y hasta decir que la mejor hallaca la hace mi mamá”, dice.

Ganadora de la edición 2019, Mildred González, y sub campeón Alberto Garrido. Foto: cortesía

En sus ininterrumpidas ediciones anteriores, el concurso llegó a reunir a casi 400 personas, con el respaldo y patrocinio, según relata Adam, de españoles y ecuatorianos; por ello lamenta la poco inversión de sus coterráneos.

«La reina de los tamales»

Para Adam, la hallaca es la columna vertebral de la celebración decembrina de un venezolano. En ello coincide su prima Ana María Méndez, quien en Francia replica el concurso y también ofrece un taller para la elaboración de hallacas. “El taller era previo al concurso. Había mucha gente que iba por curiosidad. Los franceses iban a probar y a aprenderse la receta; y los venezolanos iban también porque querían aprender para concursar. Tuvimos colombianos, chilenos, nicaragüenses…”, recuerda Méndez.

“Inicialmente queríamos mostrar nuestra parte cultural, gastronómica, nuestro folklore, nuestra música, nuestro baile. Y esa fue la sensación porque no todos los franceses conocían nuestra gastronomía navideña. La hallaca es un sobre, es un pastel relleno. Eso les sorprende. Que sea una cosa tan elaborada, tan fina. Eso les maravilla”.

Méndez, al igual que Adam, también refiere a la comparación que suelen hacer muchos con el tamal pero advierte que «la hallaca es la reina de los tamales”.

En Francia también replicaron el concurso «La mejor hallaca». Foto: Cortesía.

El legado

Por la pandemia, en este 2020, tampoco pudo realizar el concurso. Pero de igual modo realizó sus hallacas para la familia.

Para la licenciada en Educación, tampoco le resultó difícil conseguir los ingredientes. Los resolvió, según cuenta, en algunas tiendas latinas, asiáticas y africanas. Sin embargo, advierte que conseguir el ají dulce es sumamente complicado, aunque este año los resolvió con un señor que está cerca de Madrid y los envía.

“Nosotros hacemos la receta de mi abuela. Ella era de Guárico pero las hacía como las hacen en Caracas. Le damos el toque dulce con las almendras, y también le colocamos las alcaparras. La mayoría de los tamales no la tienen. Utilizamos las tres carnes: res, cochino y gallina (las de Francia son pequeñas y las de Alemania son enormes, gordas). Acá, además, tengo el aplanador de mi abuela y una olla hallaquera para cocinar al vapor”.

Este año, precisa, hizo 130 hallacas tradicionales, 30 vegetarianas y 110 bollitos. “Esos fueron kilos y kilos de hojas de plátano. Un día las estuvimos limpiando desde las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde”. El esfuerzo y la dedicación valen la pena cuando se trata de ilusión y de tradición.

En su caso, migró desde hace 15 años, y ha vivido entre Alemania, Francia y España, junto a sus dos hijos y esposo. Y desde que se estableció en el país ha velado por converger y reunir a sus connacionales. Es hoy día una de las fundadoras de la organización sin fines de lucro, Association Watunna Venezuela.

“Mantener nuestras costumbres es una forma noble de resistencia. Es mantener viva nuestra memoria, no solo inculcando en casa a nuestros hijos, sino también reagrupándonos, esos venezolanos que estamos en la misma dinámica y con el mismo sentimiento”, señala.

La laboriosa preparación sirve de excusa para reunirse con los allegados. Foto: cortesía

En ello coincide Adam cuando dice que “la hallaca es mantener una tradición y dejarle un legado a los que están creciendo fuera de Venezuela. De esa generación que no conoce al país pero la conocerá a través de los sabores, del guiso…¡en esa hallaca! Llevar la hallaca a cualquier rincón del mundo es llevar nuestro espíritu navideño y esa alegría de hacer hallaca, aunque sea un trabajón”.

Para ambas, el emigrar ha sido la oportunidad de reinvención, adaptación, esfuerzo y persistencia para no solo abrirse camino en un país ajeno sino también para permanecer unidos en un solo latido: ser venezolano.

Investigador de Cecodap: «Emigrar es un derecho que se ejerce en contextos adversos»

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El cierre fronterizo y las restricciones de viajes aéreos provocados por la pandemia de Covid-19 en 2020, no impidió el flujo migratorio de los venezolanos. A principios de octubre, la Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela de ACNUR contabilizó más de 280.000 venezolanos decidieron emigrar.

Hasta noviembre, la cifra total de venezolanos en condición de migrantes, refugiados y desplazados es de 5.448.441. Abel Saraiba, coordinador adjunto y del Servicio de Atención Psicológica de Cecodap, indica que se trata de «una realidad innegable» y que, aún en las peores condiciones, continúa este proceso. «La realidad de los migrantes venezolanos constituye uno de los flujos más importantes hoy», comenta.

Este psicólogo enumera las razones por las cuales destaca esta crisis migratoria: «Primero, porque no se trata de un país en guerra. Segundo, porque a ella le debemos el reconocimiento internacional de la Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa Venezuela».

Saraiba es autor del Informe especial de peligros y vulneraciones a los derechos humanos en niños y adolescentes en contextos de movilidad humana y pandemia, publicado el 18 de diciembre, en el marco del Día Internacional del Migrante, declarado en 2020 por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ante el aumento del fenómeno. “La pandemia provocó una desaceleración. Frenó en seco (bruscamente) buena parte de la proyección, pero no detuvo la migración. Las personas siguen saliendo por trochas (caminos clandestinos). Hoy, emigrar es un derecho que se ejerce en contextos adversos”, asegura. Es un nuevo escenario: emigrar en pandemia.

El investigador considera que, actualmente, los migrantes son más vulnerables que ayer, y que esto obedece a que sus «necesidades de sobrevivir siguen siendo las mismas», pero el contexto social, político y económico de América Latina empeoró y hay, incluso, «políticas migratorias más restrictivas». Son las complejidades que supone emigrar en pandemia de Covid-19.

Los resultados de su investigación revelan que la migración venezolana es pendular, en búsqueda de condiciones para sobrevivir. Según el estudio, este año se redujo la intención de emigrar, pasando del 38,6% al 29,4%. Pero Saraiba explica que, en medio del contexto actual, el fenómeno de emigrar en pandemia, se debe analizar de manera relativa.

De acuerdo a sus investigaciones, y en conjunto con Datanálisis, la migración está presente en un 30% de los hogares venezolanos desde 2013. Esto representa, prácticamente, un tercio de las familias y un 18,4% de la población total del país.

Su pronóstico es que la cifra de migrantes venezolanos podría ascender a 6.745.169 en 2021, lo cual coincidiría con la estimación realizada por Naciones Unidas que sitúa la población migrante y refugiada con necesidades de atención en 6,5 millones de personas.

Emigrar en familia 

En este informe, destaca que las madres están en el primer lugar como cuidadoras en los hogares impactados por la migración forzada de venezolanos. Se trata de un hecho inédito desde 2018. También revela una disminución en la proporción de abuelos cuidadores, pasando del 55,4% en 2018 a un 41,7% en 2020. «Pareciera que los hombres son los que migran primero y las mujeres tienen una cultura de arraigo con los hijos», señala.

Proyecta que sería el núcleo familiar completo, y no algunos de sus miembros, quienes decidan emigrar, en 2021. «Las familias, inclusive, perciben que no hay condiciones para dejar a los hijos en Venezuela, por la precariedad de los servicios públicos y las condiciones económicas. Puede ocurrir que perciban que podría ser más costoso mantener a los hijos en Venezuela que llevárselos a otro país».

Un país a la deriva 

Saraiba destaca otro aspecto de su investigación: la incertidumbre sobre la realidad económica, la cual supone la principal motivación para la migración en un 22,4% de los casos. Además, evidencia una disminución respecto a la aspiración a mejores condiciones de vida.

Señala que «el gran drama de Venezuela» es que está «a la deriva», especialmente cuando se trata de emigrar en pandemia. «A la deriva mientras naufraga. El barco está llenándose de agua y pareciera que no hay un rumbo claro. Y en medio de esto están las personas: unos, dentro del barco, tratando de sacar agua y viendo cómo el mar se le viene encima; y otros ya se han lanzado del barco y están nadando a la orilla».

Saraiba explica que, en este punto, las personas por sus propios medios «no pueden sustituir el rol y la responsabilidad del Estado». Y agrega: «Es decir, por más que tú intentes nadar por tu voluntad, es difícil llegar a la orilla. Hoy el mundo es un terreno hostil para la migración. Muchos migrantes, lamentablemente, no llegan a su destinos. Lo vemos con los más recientas naufragios».

Considera fundamental «entender» que si, bien la migración puede generarse de forma poco planificada, es indispensable «tomar distintas precauciones». Sugiere, en el caso de los adultos, documentarse e informarse respecto de los requisitos y recaudos exigidos por cada país. «No solo basarse en información que le puedan referir amigos o familiares, pues no es la más objetiva».

En relación con los niños, Saraiba aconseja generar los procedimientos legales para su protección, sobre todo si se dejará bajo el cuidado de un tercero. Destaca la medida de colocación familiar, y en el caso de que alguno de que los dos representantes emigren, recomienda tramitar el ejercicio unilateral de la patria potestad, una medida temporal en la que el cuidado se ejerce por el cónyuge a quien se confían los hijos y esto permite, a quien quede en Venezuela, eventualmente viajar sin solicitar un permiso, por ejemplo.

Concluye que, además, de atender la realidad jurídica de protección de los niños resulta fundamental la realidad emocional. «Ese acompañamiento especializado. Si no lo hay, al menos, tenemos las responsabilidad de escuchar y de dar lugar para que el niño o el adolescente pueda hablar de sus sentimientos».

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Bolivia y la situación de refugio para la migración venezolana

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La migración venezolana se ha establecido principalmente en Colombia, Perú, Chile, Ecuador y Argentina. En Latinoamérica, Bolivia no surgía como una de las primeras opciones a la hora de plantearse la decisión de migrar. Sin embargo, esto ha ido cambiando con los años.

Un reportaje publicado en el medio boliviano Verdad con Tinta cuenta historias de venezolanos que tomaron este país como nuevo hogar. El trabajo realizado por Mercedes Bluske Moscoso, narra la migración venezolana en Bolivia y cómo han aumentado las solicitudes de refugio en 2020, a pesar de la pandemia por la COVID-19.

La pieza lleva por nombre «Refugiados venezolanos en las fronteras del silencio». Se trata de una de las ganadoras de la beca del curso virtual de cobertura periodística enfocada en las migraciones desde Venezuela hacia cinco países de la región, una iniciativa de Puentes de Comunicación, una alianza entre Efecto Cocuyo y la Deutsche Welle Akademie.

Historias de migración venezolana en Bolivia

El texto de Bluske Moscoso combina una extensa y detallada narración con ilustraciones que ayudan a quien lee el reportaje a comprender de mejor manera las historias plasmadas en la pieza.

Tras cientos de kilómetros a pie y varios países, Josué llegó a Bolivia. El venezolano forzado a emigrar de su país en 2018 pasó por Colombia, Perú y Chile. Josué ingresó a Bolivia en febrero de 2019.

La historia de Josué comenzó en 2007, cuando decidió alistarse en las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela. El joven de Acarigua veía las fuerzas militares como una oportunidad de trabajo y sustento. Además, tenía la idea de que así podía servirle a su patria. Tras la muerte de Chávez en 2013, Josué vio cómo las órdenes hacia él y sus compañeros militares eran reprimir manifestaciones populares. Esto no le gustaba al oriundo de Acarigua, pero no podía hacer nada más que cuestionarse y seguir. Luego de ser herido en una protesta, Josué logró la baja médica. Al no poder cubrir el seguro médico, el Gobierno accedió a darle la baja y así no tener la obligación de costear su recuperación, algo que está señalado en la ley venezolana.

Josué fue llamado a la Guardia Nacional en 2014. El venezolano ya se había recuperado de la herida, pero no quería volver al cuerpo castrense. Tras ignorar llamadas, mensajes y correos, Josué vio cómo los funcionarios militares comenzaron a acercarse a su casa. Sin embargo, el criollo logró validar la baja médica y así ganó unos años de ventaja.

La calma de Josué terminó en 2017, durante las protestas antigubernamentales que se desarrollaron en Venezuela por cuatro meses. Nuevamente, Josué fue llamado a sumarse a las filas militares, y nuevamente lo ignoró. En 2018, tras conocer el arresto de varios “desertores” y ver cómo empeoraba la situación económica, Josué se fue del país a través de la frontera con Colombia. Luego de varios meses de transitar por países, Josué llegó a la frontera entre Perú y Bolivia. Ahora vive en este país como solicitante de refugio.  

Datos de la migración venezolana en Bolivia

Esta es una de las historias que cuenta Mercedes Bluske Moscoso en su reportaje. La periodista también muestra cómo las cifras de solicitudes de refugio por parte de venezolanos en Bolivia están en aumento. Solamente en 2019, Bolivia recibió 848 solicitudes de refugio y 428 de estas eran de venezolanos.

Según datos de Acnur, en el primer semestre de 2020 se registraron 683 nuevas solicitudes de refugio por parte de venezolanos y fueron aprobadas un total de 176 refugios.

No obstante, la solicitud de refugio realizada por Josué todavía no ha sido respondida y ya ha pasado más de un año y medio en trámite. Bluske Moscoso destaca en su texto que Josué no solo está desprotegido, sino vulnerable ante su permanencia irregular en el país.

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¿Cómo obtener la cédula en Ecuador? ¿Cuándo será la próxima jornada de cedulación?

La cédula de identidad es un documento al que pueden acceder los venezolanos mientras tengan su visa vigente. El número de identificación será de 10 dígitos, como el de los nacionales. La información en el documento no variará por su nacionalidad, es decir, saldrán los mismos datos que en cédulas de ecuatorianos. La única diferencia es que en vez de «cédula de ciudadanía», aparecerá «cédula extranjero».

El venezolano que posea el documento de identificación ecuatoriano ya no necesita presentar pasaporte y visa obligatoriamente. Ya cedulado podrá abrir cuentas bancarias, hacer todo tipo de transacciones, registrarse ante el Sistema de Rentas Internas (SRI), entre otras. No se le impondrá ninguna limitación, excepto hacer vida política. De acuerdo a la legislación ecuatoriana tiene los mismos derechos que los nacionales.

Robert Pérez, abogado venezolano residente en Ecuador desde 2018, perdió su pasaporte en Quito (capital), mientras estaba montado en el trolebús de la ciudad. Al percatarse sintió mucho temor, pues pensó que su vida se dificultaría en el país. «Allí estaba mi visa», explicó. Además, sabía que conseguir un nuevo documento de viaje es cuesta arriba.

«Ya tenía la orden de cedulación, así que fui sin el pasaporte al Registro Civil a ver si tenía suerte. La funcionaria me dijo que ya mis datos estaban en el sistema y cumplía con los requisitos. Me entregó la cédula y con eso he podido trabajar sin problema», relató.

Requisitos para la obtención de la cédula de identidad en Ecuador

El trámite para solicitar la cédula de identidad solo puede realizarse dentro de Ecuador, a través de las sedes del Registro Civil de Ecuador. Para la obtención del documento los ciudadanos venezolanos deben presentar:

  • 1. Comprobante de pago ($5 por primera vez, $15 renovación pagados en el punto de recaudación de la agencia).
  • 2. Orden de cedulación emitido por Cancillería. Este es un acto administrativo por medio del cual se permite a personas extranjeras cedularse por primera vez. En días regulares se debe solicitar una cita por medio del sistema de la institución: https://serviciows.cancilleria.gob.ec:444/TurnosCancilleria/Home/Ubicaciones.
  • 3. Dentro de la plataforma aparecerá un formulario en el que se deberá ingresar: número de documento de viaje, número de teléfono y correo electrónico.
  • 4. Fotocopia de la visa a color junto con copia del pasaporte vigente. Solo aquellos con la Verhu podrán obtener la cédula con sus documentos de viajes con hasta cinco años de vencimiento.
  • 5. Certificado de Afiliación al Seguro de Salud Público con cobertura total, o copia de la póliza del seguro privado con cobertura total.

Los documentos adicionales (no obligatorios) son:

Partida o Certificado de Nacimiento legalizada y apostillada por el país emisor. Gracias a la información de este documento el funcionario colocará en la cedula los nombres y apellidos de los padres del cedulado.

Documento de Instrucción Educativa. Si se presenta certificado de bachillerato, el documento deberá estar legalizado y apostillado. Los títulos de educación superior tienen que estar registrados ante la Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Carné de Discapacidad. Este documento lo emite el Ministerio de Salud Pública de Ecuador. En la cédula se señalará que la persona tiene algún tipo de discapacidad.

Próxima jornada especial en Guayaquil

Cancillería Ecuador realizará un jornada de orden de cedulación para extranjeros en Guayaquil el próximo sábado 19 de diciembre. Quienes podrán optar por el documento de identidad serán aquellos que tengan visa de residencia temporal. Por medio de su cuenta de Twitter la institución informó que los solicitantes deberán llevar los requisitos en una carpeta manila junto a su pasaporte vigente.

Los venezolanos que tengan la visa de residencia temporal de excepción por razones humanitarias (Verhu) podrán obtener la orden, a pesar de que su documento de viaje esté vencido. Aquellos con otro tipo de permiso de residencia temporal no tendrán esta opción. Es decir, el pasaporte vigente es obligatorio para quienes tienen cualquier visa distinta a la humanitaria.

La jornada está destinada a residentes temporales, es decir, con visas vigentes por dos años. Los residentes permanentes, con permisos de hasta 10 años, no serán atendidos este sábado. Para obtener el documento de identidad deberán realizar el procedimiento ordinario.

Con esta iniciativa los venezolanos que cumplen con los requisitos podrán recibir la orden de cedulación sin necesidad de solicitar una cita previa. Venezuela Migrante constató que las fechas disponibles dentro de la plataforma de la institución son del próximo año.

El sábado pasado Cancillería realizó una jornada similar en la ciudad. El lugar será en el edificio del Gobierno Zonal, ubicado en la Avenida Francisco de Orellana, al norte de Guayaquil, entre las 8 de la mañana y las cuatro de la tarde.

La sede de la Cancillería en Guayaquil rige en materia de extranjería en las provincias de Guayas, Bolívar, Galápagos, Los Ríos y Santa Elena.

Cuenta de Cancillería:@CancilleriaEc y @CancilleriaEcZ8

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6 claves sobre la tragedia en Güiria

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Desde el sábado 12 de diciembre, los habitantes de Güiria, en el estado Sucre, permanecen sumidos en la consternación tras el naufragio fatal de una embarcación que transportaba al menos 20 venezolanos con destino a la isla Trinidad y Tobago.

«Son migrantes. Es gente que escapa de la pobreza en Güiria, de la escasez de alimentos, de la deficiencia de los servicios públicos», señaló el presidente de Cáritas Carúpano, Jesús Villarroel.

La embarcación Mi recuerdo, según cuentan los familiares de los pasajeros, zarpó hace más de una semana, la mañana del domingo 6 de diciembre. De manera extraoficial también se conoció que para esos días también zarpó otra embarcación, Mi refugio. De ambas poca información se tuvo, si habrían llegado o no a su destino.

Sin embargo, las autoridades de ese país, señalaron que en los últimos días no han interceptado embarcaciones procedentes de Venezuela y que estaban trabajando en conjunto con el país sudamericano en la búsqueda de naves en el mar.

“Yo tengo un video que me mandaron de Trinidad donde se ve que ese bote entró a Trinidad y Tobago y lo devolvieron y agarraron y metieron a más personas en ese bote sin gasolina para acá. Por eso tiene que haber más de 20 muertos», denuncia Maris López, cuñada de Luis Martínez, señalado por el Ministerio Público como presunto dueño del bote y detenido por delito de tráfico de personas.

«Él no tiene nada que ver con esto. Ese bote es de su hijo; y su hijo iba ahí. Ahora lo están culpando como el dueño de esa embarcación donde él tiene tres hijos desaparecidos, una yerna y una nieta que encontraron ayer muerta», lamenta López.

Hasta la noche del miércoles 16 de enero, seguían apareciendo víctimas de la tragedia. El Ministerio Público señala 28 cuerpos hallados. Sin embargo, familiares señalan que serían 29 cadáveres rescatados, mientras pernoctan en el muelle a la espera de otros desaparecidos.

De acuerdo a estimaciones de ACNUR a Trinidad y Tobago han migrado en los últimos años unos 35.000 venezolanos huyendo de la crisis humanitaria compleja que atraviesa Venezuela, pero según organizaciones humanitarias en los últimos meses la cifra se ha elevado a casi 40.000 debido a nuevas migraciones.

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Primer ministro de Trinidad y Tobago se disculpa por declaraciones de naufragio de venezolanos

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Trinidad y Tobago rectifica sobre el naufrago de venezolanos. El gobierno del país caribeño se disculpó este miércoles luego de emitir declaraciones que no fueron bien recibidas por la opinión pública. El primer ministro trinitense, Keith Rowley emitió disculpas públicas y rectificó sobre sus afirmaciones realizadas respecto los náufragos de Güiria.

El naufragio le costó la vida a más de 20 venezolanos. Aunque las investigaciones continúan, han sido identificadas 23 personas relacionadas a la embarcación que se accidentó en las costas orientales del estado Sucre. El primer ministro trinitense afirmó, el martes 15 de diciembre, que el hecho ocurrió debido al tráfico de personas y las redes que involucran a Venezuela con Trinidad y Tobago. Sin embargo, el miércoles 16 estas declaraciones fueron reemplazadas por unas disculpas públicas.

Trinidad y Tobago sobre los náufragos de Güiria

Las primeras palabras de la autoridad del país caribeño referían que existía una narrativa falsa sobre los hechos ocurridos. Para Rowley es falso que la embarcación hubiera llegado a las costas trinitenses y fuera devuelta por la guardia costera.

«Estos mentirosos que operan en Venezuela y en Trinidad y Tobago ahora saben que deben ser responsabilizados penalmente, no solo por alentar a los venezolanos a violar la ley al intentar penetrar nuestras fronteras, sino por organizar físicamente su peligroso transporte y recepción ilegal», afirmó Rowley.

El político también aseguró en esa declaración que la única forma legal de ingresar al país es haciendo uso de la visa que emite. Sin embargo, las palabras de Rowley no fueron bien recibidas por la opinión pública y fueron consideradas como insensibles. Por ello, la autoridad del país caribeño rectificó en sus declaraciones.

«Nuestro dolor viene en dosis dobles. Mientras enterramos a nuestros muertos, seguimos recibiendo noticias actualizadas de la trágica pérdida de muchas vidas frente a las costas de Venezuela», señaló Rowley en el documento.

La información sobre el naufragio de Güiria surgió en la noche del sábado 12 de diciembre; fueron hallados sin vida 11 cuerpos en las cercanías de la costa oriental de Sucre. El domingo fueron encontrados otros 3 cuerpos y el lunes y martes la cifra aumentó hasta llegar a 23 personas.