Carlos Vecchio, embajador del gobierno interino de Venezuela Juan Guaidó en EEUU, informó que solicitaron formalmente a la administración de Joe Biden la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos en ese país, así como la extensión automática de los permisos de trabajo tanto para solicitantes de TPS como de Asilo Político.
“Hemos hecho la solicitud formal a la administración (del Presidente Joe Biden) para que se pueda extender el TPS que vence en septiembre de este año y que pueda extenderse por año y medio más” dijo Vecchio.
Vecchio destacó y agradeció la solidaridad de los países, presidentes y ONG que le han dado apoyo a los migrantes y refugiados venezolanos en medio de esta crisis causada por la dictadura de Maduro, en especial EE UU y sus distintas agencias.
“EE UU ha sido el país que más apoyo y ayuda humanitaria ha brindado para atender la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, gesto que agradecemos. Esta ayuda ha sido manejada directamente por EE UU con terceros países que ellos deciden, donde hay asentamientos de venezolanos, así como con ONG que trabajan directamente con EEUU. El Gobierno Interino no ha manejado nada de estos recursos y eso hay que decirlo” agregó.
Doble extensión
En caso de ser aceptada la extensión del TPS, sería la segunda registrada. La primera vez que se activó este mecanismo su vigencia era de 180 días y luego fue extendida a 18 meses.
Vecchio enfatizó que los venezolanos son la crisis migratoria más grande del hemisferio. “La gran reflexión es la necesidad de poner fin a la crisis política, salir de la dictadura de Nicolás Maduro, para poner fin a la crisis social y económica. Poner más controles a la migración venezolana solo profundiza el problema y exhortamos a la comunidad internacional a afianzar nuevamente la solidaridad en este momento tan complejo”.
De 323 mil ciudadanos elegibles para la medida ya 221 mil han enviado su TPS y la embajada ha ayudado directamente a 80 mil. “Hemos generado alianzas con gobiernos locales, como el del Condado Miami-Dade o la oficina del senador Marco Rubio, en Florida, que brindan asesoría legal gratuita a los ciudadanos venezolanos” dijo Brian Fincheltub, director de asuntos consulares de la embajada venezolana.
Autoridades de migración panameña descartan sobre una posible flexibilización de requisitos para que venezolanos ingresen al país.
El Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá reconfirmó que todo ciudadano venezolano que desee ingresar a ese país necesita solicitar una visa. El organismo negó que, en lugar del visado, se esté considerando implementar una tarjeta de entrada turística.
«La información que circula relacionada a una supuesta evaluación para eliminar el requerimiento de visa para la entrada de ciudadanos venezolanos a Panamá es totalmente falsa» citó el SNM en un comunicado de prensa compartido en su cuenta oficial.
La respuesta de las autoridades de migración se produce luego de que medios locales e internacionales replicaran las declaraciones de Jesús Irausquín, presidente de Fedecámaras Nueva Esparta, quien mencionó que las autoridades de Panamá estaban evaluando implementar una tarjeta de entrada turística para los venezolanos, en lugar del visado.
En días recientes, autoridades panameñas también implementaron una norma que exige una visa de transito “para Pasajeros o Tripulantes en Tránsito” como requisito para los ciudadanos cubanos que viajen en tránsito por Panamá.
El visado también es solicitado por Costa Rica a ciudadanos venezolanos y nicaragüenses. Autoridades de ambos países aducen que el requisito forma parte de las regulaciones que buscan “una migración segura y ordenada”.
La Unión Europea (UE) ratifica su apoyo al Gobierno de Ecuador en el proceso de regularización de la situación de los migrantes venezolanos para integrarlos a la economía del país, según señaló a Efe el viceministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, César Montaño.
Este fue uno de los compromisos adoptados dentro del diálogo de alto nivel que mantuvieron el martes, 8 de marzo, una delegación de la UE y del Ejecutivo del presidente Guillermo Lasso, tras presentar el lunes el nuevo marco de cooperación del bloque europeo en el país, que asciende a cerca de 40 millones de euros hasta 2024.
«Estamos realmente muy contentos de que se haya producido este diálogo de alto nivel con altos funcionarios y creo que tenemos una perspectiva muy grande por delante. Hay mucha complementariedad», manifestó Montaño.
Ambas delegaciones también convinieron en seguir conversando para sacarle aún más partido al acuerdo comercial vigente desde hace cinco años, que ha permitido alcanzar un intercambio comercial de 5.500 millones de euros en mercancías y 1.400 millones de euros en servicios.
«Hay un entendimiento de los beneficios que ha producido ese acuerdo en todo sentido, y hay que aprovecharlo más, incorporando más valor agregado a los productos que exportamos a la UE», apuntó Montaño.
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ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, recibió una contribución de 8,9 millones de dólares de Japón para responder a las necesidades urgentes de los refugiados y migrantes de Venezuela, así como de las comunidades que los acogen.
Este aporte servirá para garantizar el acceso a la información, provisión de documentación, asistencia legal, albergues seguros y fortalecer los sistemas de asilo en Colombia y Ecuador. Además, dice el organismo, permitirá el mantenimiento de las estructuras comunitarias, mejorando la infraestructura local y beneficiando a las comunidades que reciben a los venezolanas.
Mejorar la inclusión socioeconómica de refugiados y migrantes de Venezuela también es un componente clave de este acuerdo.
“Estamos extremadamente agradecidos con el Gobierno de Japón por su continuo compromiso con las personas refugiadas y migrantes de Venezuela y por su apoyo a las operaciones de ACNUR en Colombia, Ecuador y Venezuela” dijo Hiroko Araki, jefa de Relaciones Externas de ACNUR para las Américas. “Con esta generosa contribución, podremos brindar no solo protección y asistencia de emergencia, que siguen siendo esenciales a medida que continúa el desplazamiento, sino también la asistencia técnica y las herramientas necesarias para que sean autosuficientes y puedan contribuir a las comunidades que los acogen”.
Hay más de seis millones de refugiados y migrantes de Venezuela en todo el mundo, la gran mayoría en países de América Latina y el Caribe. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado su ya grave situación, intensificando las vulnerabilidades existentes y frenando su integración socioeconómica.
ACNUR colidera la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) junto a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Con alrededor de 200 socios en América Latina y el Caribe, la Plataforma R4V busca fortalecer la protección de los derechos, mejorar el acceso a servicios y ampliar las oportunidades de integración para refugiados y migrantes de Venezuela, así como sus comunidades de acogida.
La propuesta de Colombia ante la Organización de Estados Americanos (OEA) de que los países del continente deben considerar una protección interamericana temporal para la migración venezolana fue apoyado por la directora de Inclusión Social del organismo hemisférico, Betilde Muñoz-Pogossian.
“Hubo un debate sobre la migración venezolana la semana pasada en la OEA. La vicepresidenta y canciller de Colombia (Marta Lucía Ramírez) estuvo contando su experiencia y cerró diciendo que a nivel interamericano se debería considerar un Estatuto de Protección Temporal Interamericano. Pero esto no obligar a todos los países a responder por igual, pero sí comenzar a coordinar mínimos de protección a estas personas venezolanas que van a seguir saliendo” dijo Muñoz-Pogossian en el programa #ConLaluz con la directora general de Efecto Cocuyo, Luz Mely Reyes.
Opina que el espacio propicio para generar ese debate amplio es la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OEA, que tendrá lugar en junio de este año en Los Ángeles, Estados Unidos.
El periodista Joshua Collins desmitificó la imagen negativa de los migrantes en la región, citando algunos informes dedicados a las percepciones falsas que se tienen sobre la población migratoria. “Comencemos con una de las afirmaciones falsas más comunes a nivel mundial: «Los inmigrantes tomarán nuestros trabajos, reducirán nuestros salarios y dañarán especialmente a los pobres» advertía Collins, quien es corresponsal en Colombia de VICE, USA Today y Al Jazeera, en un hilo en Twitter.
Uno de las primeras tareas que hacen los inmigrantes cuando llegan a los países de destino es comprar. “Cuando una población crece por cualquier razón, el gasto y el consumo también crecen. En pocas palabras, esas personas compran bienes. Necesitan comida, ropa, transporte de pañales, leche y un millón de bienes más. Esto aumenta tanto el lado de la oferta como el de la demanda de la economía” escribe Collins.
Todo ese consumo genera un crecimiento de la economía, que eleva el PIB del país receptor. “Las migraciones crean empleos a través del crecimiento de la oferta y la demanda. Esto es cierto incluso para los inmigrantes ilegales en EE UU”.
Colombia vs EE UU
Colombia es un caso de prueba, que llevó a cabo uno de los mayores experimentos de fronteras abiertas en la historia moderna con Venezuela. Entre 2015 y 2020, Colombia experimentó un crecimiento récord, impulsado en parte por la migración. Citando una nota de Bloomberg, Collins explica que el desempleo disminuyó. “En algunos estudios, los hallazgos sugieren que la economía no solo mejoró en prácticamente todas las métricas medibles, sino que la migración también redujo la tasa de inflación a través del aumento del gasto”.
Asimismo, un estudio del Migration Policy Institute y el Brookings Institution, publicado en 2020, reveló que la migración venezolana no ha generado un incremento en el crimen en los principales países receptores.
Mientras que en EE UU la dinámica ha sido la contraria, porque “es difícil separar los efectos de la política que hace que el trabajo informal sea ilegal de la economía pura”., lo que califica de una explotación al migrante.
Entre abril y octubre de 1980 llegó a Miami un número masivo de refugiados, en su mayoría cubanos, aumentando el tamaño de su población en un 7% en 42 días. “Para poner la escala de ese impacto en contexto, sería como si 22,4 millones de migrantes se mudaran a EE UU en 6 semanas” comenta Collins.
Una migración de ese tamaño estaba destinada a ser perturbadora, acota, pero decenas de miles de personas para las que el trabajo legal era imposible se vieron obligadas a trabajar en industrias clandestinas. “Esto fue el resultado de la mala política y la lenta reacción del Gobierno de Estados Unidos que empeoró a los mercados”.
La ola migratoria venezolana
En la actualidad hay más seis millones de migrantes venezolanos, de los cuales aproximadamente 1.8 millones se encuentran en Colombia. La nación neogranadina comenzó en febrero de 2020 un proceso para regularizar el ingreso de venezolanos, bajo el Estatuto Temporal de Protección (ETPV).
Hasta la fecha, Colombia ha sido uno de los pocos países en crear un mecanismo que permite a los venezolanos acceder a la educación, salud, empleo. Argentina habilitaba en 2021 un régimen especial a los niños y adolescentes, que les permitiría tramitar el documento nacional de identidad (DNI) y de esa forma insertarse en el sistema educativo y de salud.
Eduardo Stein, representante Especial Conjunto de ACNUR y OIM para los refugiados y migrantes de Venezuela, expresaba que el ETPV es un ejemplo contra la discriminación a migrantes venezolanos.
Este año, la vicepresidenta y Canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez, demandaba a los gobiernos en América acciones concretas enfocadas a la población migrante, para frenar el flujo en la región.
“La única manera de hacerlo es generando empleo, oportunidades de emprendimientos estables, sostenibles, que permitan que cada país trate de contener a sus propios ciudadanos, y también que cada país contenga a la migración que ya hoy existe” advertía en sesión ordinaria en la OEA el 16 de febrero.
Ante la decisión del gobierno de Costa Rica de solicitar visa de ingreso a venezolanos, Amnistía Internacional envío una carta abierta al presidente Carlos Alvarado, haciéndole un llamado a reconsiderar la decisión y garantizar su acceso a territorio costarricense y su derecho a solicitar asilo.
“La grave crisis de derechos humanos y el agravamiento de la emergencia humanitaria compleja en Venezuela ha obligado a más de seis millones de personas a huir del país en los últimos años. Dada la magnitud de esta crisis, pedimos a los gobiernos de la región que permitan el acceso a procedimientos de solicitud de protección a todas las personas llegadas de Venezuela,” dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.
El organismo pidió medidas que brinden protección a los migrantes venezolanos. “Vemos con gran preocupación esta decisión del gobierno de Costa Rica, ya que puede tener graves repercusiones para las personas venezolanas que buscan protección internacional en otros países de la región, incluyendo Costa Rica. En vez de exigirles visas de ingreso y poner en riesgo su derecho a solicitar asilo, los países receptores deben aplicar medidas efectivas de protección para estas personas y garantizar que no sean devueltas.”
Visa récord
El 21 de febrero entró en vigencia la solicitud de visa a venezolanos que deseen ingresar a Costa Rica. La medida anunciada el 17 de febrero, busca garantizar una migración ordenada y segura, según las autoridades costarricenses.
«La Dirección General de Migración y Extranjería, trabaja bajo los principios del Pacto Mundial para una migración ordenada, segura, regular y sobre todo digna, comprometida con el otorgamiento de visas, para generar un procedimiento que priorice el ingreso de personas con vinculo en primer grado de consanguinidad y desde nuestros Consulados visas consulares para emergencias e interés público» indica un comunicado oficial.
Los venezolanos deberán tramitar una visa consultada ante los consulados de Costa Rica acreditados en el exterior, y únicamente en casos de emergencia o fuerza mayor, los cónsules costarricenses estarán autorizados a emitir directamente la visa sin necesidad de consulta a la Dirección de Migración.
El documento de viaje tendrá validez para un único ingreso al país, que caducará una vez que sea utilizada. Aquellos venezolanos que tengan residencia legal, mínima de 6 meses, en países de la Unión Europea, Canadá, EE UU, Reino Unido, no necesitarán visa para ingresar.
Venezolanos lideran pedidos de asilos
De acuerdo con el The State of Costa Rican Migration and Immigrant Integration Policy, del Instituto de Políticas Migratorias (MPI), los venezolanos son la segunda población migratoria con mayor número de solicitudes de protección, seguido por los cubanos y los colombianos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) aseguraron este lunes que es “preocupante” la realidad de los migrantes y refugiados venezolanos en América Latina e hicieron votos para que se promuevan políticas de inclusión.
A través de un mensaje en Twitter, las agencias de la ONU aseguraron que «es preocupante la realidad a la que se enfrentan en este momento cientos de familias refugiadas y migrantes de Venezuela en América Latina y el Caribe».
Estos migrantes, «movidos por la esperanza y la incertidumbre», emprenden «caminos y rutas arriesgadas”, dijeron, y agregaron que esas familias “buscan y necesitan estabilidad”.
Señalan que es importante que la asistencia humanitaria «llegue a quienes la necesitan y que se promuevan políticas y programas de inclusión que beneficien a toda la comunidad”.
«Históricamente, la llegada de personas refugiadas y migrantes constituye una oportunidad para el desarrollo y enriquece nuestras sociedades».
El mensaje de ACNUR y UNICEF también fue replicado por la oficina del Enviado Especial de la OIM para los flujos de refugiados y migrantes de Venezuela.
6 millones de migrantes venezolanos
Un total de 6,04 millones de refugiados y migrantes venezolanos han emigrado de Venezuela, de los cuales 4,99 millones se encuentran en América Latina y el Caribe, según el último informe de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), encabezada por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con fecha 24 de noviembre.
Tema de interés
En sesión ordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue abordado el tema de la migración venezolana, donde el Gobierno de Colombia exhortó a la región a tomar medidas que permitan amparar y frenar el flujo migratorio en la región.
Perú, después de Colombia, es el segundo país con más extranjeros de nacionalidad venezolana. A septiembre del 2021 registraba 1,286,464 en la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela. Muchos tienen estudios superiores, sin embargo no logran insertarse en el mercado laboral formal, y tampoco pueden homologar sus títulos en el país.
Hay quienes desempeñan labores diferentes a sus profesiones y otros deciden emprender con algún negocio. No se sabe con precisión el número de emprendimientos venezolanos, tampoco cuántos había previo a la pandemia y si esta tendencia aumentó debido a que el COVID-19 dejó a muchos sin empleo.
Según datos de una encuesta regional publicada por Equilibrium Cende, entre 43% y 48% de la población migrante en Perú, Colombia y Ecuador, se había quedado sin empleo por las medidas sanitarias y gubernamentales para frenar la propagación del virus.
Venezuela Migrante recogió la historia de dos emprendedores que llegaron a Perú y tuvieron la ilusión de construir una idea de negocio, para dejar en alto el sabor de la casa, el sabor venezolano en otras tierras.
Embutidos venezolanos en el paladar peruano
Yajaira González es odontóloga venezolana radicada en Perú desde el año 2017. Salió en septiembre de ese año en busca de mejores oportunidades para ella y su familia. Desde que se graduó no había dejado de ejercer. Ya en Venezuela en sus ratos libres, junto a su esposo, Giovani Solórzano, preparaban embutidos para sus reuniones familiares y amigos.
Con el paso del tiempo fueron elaborando más y más salchichas hasta que decidieron capacitarse para mejorar la producción de estos productos. Esto les permitió reinventarse cuando emigraron.
“Allá en Venezuela nosotros teníamos nuestros trabajos y esto lo hacíamos por hobby, porque nos gustaban los embutidos de calidad” comenta Yajaira en una videollamada.
Con la venta de sus bienes lograron alcanzar un capital de inversión para emprender su negocio: Embutidos 3G.
Embutidos 3G
Yajaira ve el lado bueno de la crisis en Venezuela. Dejar su país no fue fácil, pero le permitió emprender y concretar su propia empresa en Lima. Cuenta que todos sus proyectos los planifica y así obtiene buenos resultados. Proyectó la migración de su familia y ahora se prepara con su emprendimiento llamado “Embutidos 3G”. Le puso así por las letras iniciales de los nombres de sus hijos y su esposo: Giovani (padre e hijo) y Giovana.
Entre sonrisas cuenta que empezó vendiendo los embutidos a sus amigos del trabajo, ellos fueron el puente para captar a más clientes. Actualmente ejerce su profesión de odontólogo en una clínica de Lima, tras revalidar sus certificados de profesión y se integró al Colegio de Odontólogos del Perú. A Yajaira no se le escapa ningún detalle.
“Llegamos, nos regularizamos y ambos conseguimos trabajo en nuestra profesión, pero queríamos tener un negocio propio en caso de que más adelante nos quedáramos sin trabajo” confiesa Yajaira, mientras se prepara para la entrega de chorizos de pollo por delivery. Aunque no cuenta con local propio, la demanda de sus productos se cotiza con gran aceptación en el paladar peruano, siendo el chorizo de pollo, uno de los más solicitados. El pollo es uno de los alimentos más consumidos en Perú y la mayoría de embutidos en el mercado son de cerdo. Al año los peruanos consumen en promedio 47 kilos de carne de pollo por persona, según la Asociación Peruana de Avicultura (APA).
Yajaira ya conocía muy bien esos indicadores y por eso la salchicha artesanal de pollo fue la más solicitada. Antes de emprender, estudió el mercado peruano y llevó cursos de administración de empresas. Ahora se proyecta a cambiar el nombre de su marca y a obtener el Registro Sanitario de Alimentos del Ministerio de Salud, que es un requisito para poder comercializar el producto en los supermercados.
La oriunda Anzoátegui, región nororiental de Venezuela, participó y ganó un concurso en el que recibió formación y un capital semilla, para impulsar su negocio. “Postulamos porque el concurso iba a inyectar capital a cambio de ser socios. Nosotros tenemos problemas con los registros sanitarios, también porque es costoso”.
Retos a la hora de emprender
Para Yajaira el primer obstáculo al que se enfrentaron en este camino del emprendimiento fue llegar a la población local. Perú es reconocido como el centro de la gastronomía por su amplia variedad de platos y un sabor desconocido puede tardar en conquistar a los nacionales.
El otro desafío ha sido el de los trámites para registros sanitarios -documento expedido por la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA); en el que un producto indica que es apto para el consumo humano- sin esto era imposible ofrecer el producto en las bodegas o supermercados.
De cada 100 emprendimientos en Perú se espera que 37 lleguen a consolidarse, según un informe del Global Entrepreneurship Monitor Perú 2018-2019. Los demás se quedan en el camino por diferentes obstáculos. En el caso de los migrantes venezolanos las barreras se multiplican.
Yajaira lleva un año y medio con su empresa y aún le es difícil obtener el Registro Sanitario por sus propios medios. Ella asegura que tener sus papeles y documentos en orden le permitió formalizar su empresa rápidamente, pero aún le falta para seguir creciendo.
Chamo´s Burger
Son las seis de la tarde de un sábado y Fran José Gómez Gómez empieza su jornada como todos los días. Tiene pollo, carne y cerdo cocinándose en trozos sobre la parrilla, previo aderezo y sazón venezolano. El pan canilla, al estilo peruano, ya está cortado a la mitad y todos los demás ingredientes están listos para preparar los pepitos venezolanos. Los clientes ya van llegando al local para degustar el plato que los traslada a Venezuela, al menos con el sabor de la casa.
Así se inicia la tarde de Fran, un joven venezolano que acaba de cumplir 30 años en una tierra que no imaginó emigrar y emprender su propio negocio de venta de comida y aperitivos llamado “Chamo´s Burguer”.
Fran es natural de Mérida, una ciudad de los Andes venezolanos. Estudió Ciencias Agrícolas en la Escuela Técnica Agropecuaria Mistaja en su ciudad natal y trabajaba junto a su familia en la siembra y cultivo de tomates, cebollas y otros productos del campo. Para aumentar sus ingresos económicos, los fines de semana trabajaba organizando fiestas. Todo iba bien, hasta que la crisis económica en su país se fue agravando. “Un día las cosas ya se estaban poniendo demasiado fuertes, ya no alcanzaba lo que uno ganaba. No alcanzaba ni para la semana”, recuerda Fran sentado en una de las mesas de su sangucheria-restaurante, mientras se alista para servir el menú venezolano del día.
Un 11 de diciembre del 2018 partió con destino a Perú. Ya tenía la decisión tomada y el apoyo de sus amigos para recibirlo en Lima. Luego de cinco días de viaje en bus, pasando por Colombia y Ecuador, llegó a Tumbes a la frontera de Perú. Con su pasaporte en mano pudo ingresar fácilmente y este documento lo había sacado años atrás sin imaginar que iba a emprender este viaje, sin retorno aún.
Fran vino de Venezuela con tres amigos y con el dinero exacto para el viaje. Sus amigos que ya estaban en Perú le ayudaron a conseguir trabajo a su llegada. “Yo llegué un día viernes a Chaclacayo y el sábado comencé a trabajar de lavaplatos, mis amigos me ayudaron a conseguir el trabajo en un restaurante”, cuenta Fran.
Lavaba platos por la mañana y por las noches trabajaba de mozo en un Chifa, restaurante donde se vende comida fusión china-peruana. No tenía tiempo que perder, sino dinero que ganar. Este trabajo no era suficiente. Hizo su currículum y empezó a repartir en varios negocios, hoteles y restaurantes, a fin de conseguir un nuevo trabajo y poder solventar sus gastos. Dio resultado. Recibió una llamada y como ya se acercaban las fiestas de fin de año, consiguió trabajo en un hotel. Allí recibió el 2019 trabajando de camarero, lejos de su tierra, de su madre, hermano y amigos. Pasaron seis meses y consiguió otro trabajo con mejor sueldo.Ya con unos ahorros en el bolsillo, Fran trajo a su mamá a Perú, mientras que su hermano estaba en Colombia junto a su esposa. “Mi mamá viajó de Venezuela a Colombia a visitar a mi hermano y le propuse que viniera a Perú, porque la situación era muy dura”, recuerda Fran. Ahora su mamá lleva dos años en tierras incas, trabajando en un asilo. El hermano de Fran y su esposa también migraron a Perú, viven y trabajan en Barranca, una ciudad al norte de Lima.
Los «perros calientes» comenzaron el negocio
Un domingo de descanso y con ganas de volver a saborear los antojos de Venezuela dieron comienzo al emprendimiento de Fran. Un fin de semana salió a pasear a Chosica, un distrito aledaño a 15 minutos de Chaclacayo. “Fui a buscar algo diferente para comer y no encontramos. Entonces me pregunté ¿por qué aquí no hay algo de comer que sea de Venezuela? y así empezó Chamos Burguer”, cuenta Fran al recordar sus inicios.
Ese domingo de paseo, Fran vio a un joven que vendía las clásicas hamburguesas peruanas en una esquina de un parque y a la siguiente semana volvió, pero ya no lo encontró. Entonces, comenzó a buscarlo para poder alquilarle la carretilla -carrito de perrocalientes- y vender en ese mismo espacio. Lo encontró e hizo el negocio.
Con la carretilla alquilada empezó a preparar los perros calientes y los pepitos. De 8 de la mañana a 4 de la tarde trabajaba de mozo en el centro recreacional y por la tarde y noche vendía “perros calientes” junto a un amigo. Así fueron todos los días, sin descansar.
El negocio fue creciendo, pero los problemas para vender en la calle también vinieron. No tenía un lugar propio o alquilado y era movilizado constantemente por los fiscalizadores de la municipalidad de Chosica. “A veces salía a las 5 de la tarde y dejaban que uno armara todo. Llegaban y nos decían “tienen que retirarse”`, porque no teníamos permiso. Bueno, después nos brindaron el apoyo y nos dejaron poner el carrito. Allì estuvimos un tiempo hasta que nos sacaron”, recuerda esos dìas del 2019 cuando Fran empezaba en una carretilla.
Fran pasó a formar parte de la masa de vendedores informales que mueven la economía. Se compró un carrito de comida propio y consiguió otro espacio, también en la calle, para seguir vendiendo. Las ventas iban creciendo y cada vez más gente los buscaba, pero nuevamente fueron retirados de la calle, pese a que Fran buscó formalizarse y conseguir un permiso de la municipalidad. Solicitó tener un puesto formal, pero no recibió respuesta.
“Hice mi solicitud, primero tenía que hablar con el jefe que estaba en el mercado, pero para llegar a él tenía que hablar con los de abajo, entonces era muy engorroso. Y dije bueno voy a seguir dándole hasta dónde me dejen trabajar en la calle”, cuenta Fran.
Entonces siguió con su carretilla y los comensales nacionales y locales hacían filas para saborear los pepitos y las hamburguesas con sazón venezolano.
Fran consiguió el alquiler de un espacio pequeño en el mercado Señor de Muruhuay, en Chosica. Allí instaló su carretilla. Era un espacio alquilado y dentro de un mercado. Aquí el negocio siguió creciendo.
El auge de Chamo´s Burger y la pandemia
Fran amplío su equipo tras la demanda de sus platillos los fines de semana. Largas filas se hacían de sábado a domingo, para degustar los pepitos y las hamburguesas venezolanas. Hasta que llegó la pandemia y el país entró en confinamiento en el mes de marzo de 2020. Un par de meses después, la economía se fue reactivando y los negocios se fueron abriendo. Entonces, Fran vendió su carro que estaba en Venezuela a US$1500 para invertir y alquilar un local y así abrir su restaurante-sanguchería, en el mismo mercado donde ya era conocido.
Con el dinero obtenido, compró equipos y contrató a Ronal, Vetsin y Merli, los tres también naturales de Mérida. Cada uno con una función diferente: Ronal prepara las hamburguesas y pepitos, Merli se encarga del menú del día y Vetsin toma los pedidos, todos bajo la supervisión de Fran. Al igual que creció el negocio, también la oferta de platos y aperitivos venezolanos. Ahora la carta es variada que va desde cachapas, arepas, empanadas, patacones, pastichos, pizzas hasta los tradicionales como el pabellón y el sancocho.
“Gracias a Dios hasta ahora no he tenido nada para desanimarme, siempre la gente se va contenta y a veces hay algunas críticas, pero constructivas. Al peruano y venezolano les gusta”, cuenta Fran contento sobre el crecimiento de su emprendimiento.
Entre sus planes a futuro están continuar con el negocio y hacer una fusión de comida venezolana-peruana, pero también tiene la esperanza de regresar a su tierra y reencontrarse con sus amigos y familia..
Los desafíos para crecer en la nueva tierra
Para Gustav Brauckmeyer, politólogo y director ejecutivo de Equilibrium – Centro para el Desarrollo Económico, manifestó que la primera barrera a la que se enfrentan los migrantes y refugiados a la hora de emprender es la regularización migratoria. Seguido del desarrollo de habilidades en diferentes áreas. “Un migrante cuando emprende tiene que saber de contabilidad, de administración, de ventas, de comercial, de desarrollo web, de redes sociales, para poder crecer”, precisó.
Señaló que esta población se enfrenta a una desinformación con respecto a los programas que ofrece el Estado para su formalización
Román Pizzolante, presidente de la Cámara Empresarial Venezolana Peruana (Cavenpe), dice que los migrantes tienen que enfrentar tres principales barreras: la falta de Networking o el relacionamiento con abogados peruanos o conocidos que les ayuden a realizar los documentos para formalizarse. El segundo es la falta de acceso al capital y por último, entender al país para emprender el negocio.
“En un país desconocido va a ser complicado acceder al capital, porque no tienes nexos y es más difícil que las instituciones financieras te den un capital, porque no tienes el historial crediticio”, dice Román, quien también es venezolano y emprendió su propia firma, Fintech, para dar créditos a mujeres emprendedoras peruanas.
Hasta mediados de octubre del 2020, la Agencia de la ONU para los Refugiados en Perú (ACNUR) ha apoyado a 380 negocios de personas refugiadas y migrantes. Cerca del 60% de los emprendimientos se encuentran en el rubro de producción, con actividades económicas específicas relacionadas a la gastronomía (repostería, panadería, comida rápida, embutidos, productos naturales como miel de abeja, mermelada), a la bisutería y manualidades.
El otro 40% se dedica a los rubros de comercio (20%) vendiendo ropa, alimentos, accesorios y al de servicios (20%) como peluquería, cosmetología, reparación e instalación de equipos, informática y diseño gráfico, fisioterapia y rehabilitación, lavandería, etc.
Dificultades para acceder a un empleo formal
Muchos venezolanos que escogen a Perú como su país de acogida no saben que el sector informal representa el 70% de la población, según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática. Y muchos no corren con la suerte de encontrar un empleo formal, por eso hay quienes toman la decisión de emprender.
Yajaira trabajaba como odontóloga en el Ministerio de Salud en Venezuela y una vez que llegó a Perú, revalidó su título, lo que le permitió seguir ejerciendo su profesión.
Sin embargo, no todos corren con la misma suerte de Yajaira. De acuerdo con el estudio Impacto de la inmigración venezolana en el mercado laboral de tres ciudades: Lima, Arequipa y Piura, la mayoría de venezolanos se encuentra en situación de informalidad laboral o empleo informal. El 7.8% de los venezolanos ocupados en empleos asalariados cuentan con un contrato de trabajo, mientras que el 92.2% se encontraría en condiciones de informalidad laboral.
Y el emprendimiento ha sido un camino de autoemplearse y de generar ingresos ante la falta de oportunidades laborales formales. De hecho, los emprendimientos han marcado la pauta que hoy en día muchos son formales y han tenido un impacto positivo en el Perú.
Román Pizzolante, presidente y director de la Cámara Empresarial Venezolana Peruana (Cavenpe),indicó que ahora la entidad cuenta con más afiliados. “Eso es un logro, porque no contábamos con la crisis de la pandemia, a pesar de eso hoy la cámara tiene 121 afiliados y varios en proceso de afiliación.
De acuerdo al Observatorio de Formalización Laboral del Ministerio de Trabajo del Perú, en enero del 2017, 2 mil venezolanos fueron contratados en una empresa. Es decir, tenían un trabajo formal y registraban tributos ante Sunat. Cinco años después, en enero del 2021, se registran 51 mil. Se nota un crecimiento, no obstante esta cifra solo representa el 4.8% de la población total de migrantes en Perú.
Asimismo, Pizzolante señaló que actualmente Cavenpe está trabajando en la realización de un directorio, es decir un censo de empresas venezolanas en el Perú. “La idea es levantar información y medir el impacto que tiene la migración venezolana en la economía peruana, desde el punto empresarial”, agregó.
La entidad proyecta que esta población de migrantes y refugiados podrían aportar más de US$8,558 millones en ingresos fiscales netos en los próximos cinco años o podrían aumentar la productividad laboral en un 3,2%, más si ocupan los puestos según sus profesiones.
Para el politólogo Brauckmeyer, el impacto de los emprendimientos siempre será positivo, ya que es una fuente de empleo y oportunidades. “Así sea un autoempleo o un emprendimiento independiente implica que por lo menos a lo mínimo te estás dando empleo a ti mismo, y ya eso es una contribución importante al desarrollo de un país”, añadió.
Este trabajo se ha realizado en el marco del taller virtual ‘Cobertura de la migración y su vínculo con el desarrollo sostenible’, a cargo de María Teresa Ronderos, con mentoría de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Autoridades de Trinidad y Tobago repatriaron a los venezolanos de la embarcación del 5 de febrero, que fueron testigos del asesinato del bebé Yaelvis Santoyo. Abogados cuestionaron la decisión del Primer Ministro, Keith Rowley, tras considerar la medida como un obstáculo para las investigaciones que se llevan a cabo sobre el homicidio. Tras más de una semana del incidente, el padre de Yaelvis pudo llevar a cabo el funeral, pero sin la presencia de la madre, Darielvis Sarabia, tras ser detenida por las autoridades migratorias.
Repatriación de venezolanos
En la madrugada del viernes 11, todos los venezolanos, incluidos los 18 niños, fueron llevados a una embarcación para su repatriación a una base de la Guardia Costera en Güiria, Venezuela.
“El Ministerio de Seguridad Nacional dijo ayer que, de acuerdo con los protocolos establecidos entre la Guardia Costera de Trinidad y Tobago y sus homólogos venezolanos, se completó un ejercicio de repatriación en la frontera entre Trinidad y Tobago y Venezuela” reseña el diario Daily Express.
Entre los repatriados se incluían a 35 de los 39 venezolanos que habían entrado ilegalmente en T&T el 5 de febrero.
El comunicado dice que antes de su repatriación, todas los migrantes fueron examinados por las «autoridades competentes» de Trinidad y Tobago, así como por representantes de la Embajada de Venezuela, para garantizar, entre otras cosas, que no hubiera víctimas de la trata de personas entre ellos.
«La cooperación entre las autoridades venezolanas, tanto civiles como militares, se mantuvo durante todo este ejercicio. Esto fue para garantizar la preservación de la seguridad de los nacionales de ambas naciones» dijo el comunicado.
Abogados rechazan repatriación
Los abogados en Trinidad y Tobago expresaron su conmoción y preocupación por la medida de repatriar a todos los venezolanos que presenciaron el asesinato del bebé Yaelvis Santoyo Sarabia por parte de la Guardia Costera trinitense, el sábado 5 de febrero.
El abogado Criston J Williams emitió el jueves 10 una carta de acción previa dirigida al ministro de Seguridad Nacional, Fitzgerald Hinds, en la que solicitaba que los niños fueran liberados y que los venezolanos, de los que dijo que eran refugiados, recibieran un permiso para permanecer en Trinidad, ya que eran testigos del asesinato del bebé y eran clave para las investigaciones.
¿Por qué se enviaron a los testigos a casa?
El senador del Congreso Nacional Unido, Anil Roberts, cuestionó el lunes 14 por qué se repatrió a 35 migrantes ilegales venezolanos antes de que concluyera la investigación sobre el asesinato del bebé venezolano, Yaelvis Santoyo, a manos de los guardacostas.
En la conferencia de prensa semanal de la UNC, Roberts dijo que los venezolanos que estaban a bordo de la embaracación fueron testigos del trágico asesinato del bebé Santoyo por parte de la Guardia Costera poco antes de la medianoche del 5 de febrero.
Roberts dijo que el incidente ha atraído la atención internacional y exigió una investigación adecuada y detallada del mismo.
«¿Por qué se enviaron a los testigos a casa? Queremos información. Cómo se puede llevar a cabo una investigación sin testigos presenciales. El mundo está hablando de la historia. Los abogados que representan a los inmigrantes ni siquiera saben por qué fueron repatriados. (El primer ministro, Dr. Keith) Rowley no tiene ninguna política sobre los migrantes y en todo el mundo nos estamos convirtiendo en parias por el trato que damos a los seres humanos» dijo Roberts.
El Gobierno de Trinidad y Tobago abrió dos investigaciones por parte de las dos agencias gubernamentales, Policía y Guardia Costera, sobre el incidente que involucró a los guardacostas.
El funeral
Luego de 13 días del asesinato del bebé Yaelvis Santoyo, sus padres pudieron realizar el funeral en la Iglesia del Nazareno en Arima, en Trinidad y Tobago, el viernes 18 de febrero. En el servicio estuvo presente el padre, Yermi Santoyo. Lo acompañaron familiares, allegados y periodistas de medios locales. La madre, Darielvis Sarabia, permaneció detenida.
Detención
El padre del bebé asesinado, Yermi Santoyo, denunció durante el funeral de su hijo que su esposa fue detenida por las autoridades migratorias, luego de que fuera dada de alta médica.
“Estoy pasando por un dolor tan grande y resulta ser que mi esposa me llama, al mismo momento de estar enterrando a mi hijo, que le dan de alta. Fue detenida por la policía de acá, de Trinidad. Aún no nos dan razón, si es que la están investigando o la tienen presa” expresó Santoyo a medios locales.
El sábado 5 de febrero, una embarcación de migrantes con 37 ocupantes -17 adultos y 20 niños- entró ilegalmente en aguas de Trinidad, lo que provocó que los guardacostas la interceptaran y dispararan.
El bebé Yaelvis recibió un disparo en la cabeza y murió en los brazos de su madre, Darielvis Sarabia, resultó herida y estuvo hospitalizada en el Hospital Sangre Grande.
Todos los ocupantes de la embarcación fueron llevados en el Helipuerto de Chaguaramas. El miércoles 9, la hija de Sarabia, Danna Isabella Santoyo, de dos años, fue entregada a su padre, Yermis Santoyo.