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¿Cómo fue la llegada y en qué condiciones están los venezolanos retornados desde España?

El 21 de julio, un grupo de venezolanos varados en España desde hace cuatro meses regresó a Venezuela en un vuelo humanitario coordinado por la aerolínea española Plus Ultra. Para lograr la autorización, los ahora retornados pasaron por numerosas penurias: desde dormir en las afueras de la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas, hasta quedarse sin recursos económicos en lo que se suponía sería un viaje puntual al país ibérico.

Fue durante la mañana del 17 de julio cuando, alrededor de 300 venezolanos, recibieron la noticia, de la mano de la propia embajada de Venezuela en España, sobre la autorización para retornar a su país en un vuelo Madrid-Caracas. Los requisitos para abordar, entre otros, era estar registrado en las listas de varados ante las autoridades diplomáticas, someterse a una prueba PCR, dar negativo y, en la mayoría de los casos, cancelar hasta 550 euros por el pasaje de regreso.

Hasta los momentos, son 705 los venezolanos identificados como varados por las sedes diplomáticas. Pero el equipo de Venezuela Migrante conoció que el número aumentará, pues los que aún permanecen en España se coordinan para ejercer presión para garantizar su pronto retorno.

Desde primeras horas del 21 de julio se congregó en el aeropuerto de Madrid el grupo que partiría esa misma tarde, a las 13:00 hora local, hacia Venezuela. Entre ellos, según informó el embajador Mario Isea, había 140 personas exoneradas del pago del boleto por razones humanitarias.

Oficialmente retornados

Al momento de abordar el vuelo que los llevaría de regreso a su país, los venezolanos solo tenían conocimiento de los lugares donde tendrían que guardar cuarentena como medida de prevención ante la propagación del COVID-19.

Habilitaron tres opciones: el hotel Eurobuilding, con un pago de hasta 100 dólares por noche en una habitación matrimonial y con tres comidas incluidas; en el hotel Altomar, donde el pago de la habitación equivalía a 45 dólares por noche sin comidas; y el Centro Vacacional de Los Caracas habilitado por el Gobierno nacional como centro de aislamiento. Todos ubicados en el estado Vargas.

Aterrizaron en Venezuela cuando el reloj marcaba las 6:45 pm, hora Caracas. Algunos de los retornados contaron a Venezuela Migrante que al inicio del desembarque el proceso fue un poco lento y engorroso. Primero, por el retraso que hubo para descender del avión. Luego, se demoraron mientras organizaban y buscaban sus equipajes, dispuestos en las afueras del aeropuerto internacional Simón Bolívar, en Maiquetía, en donde los sometieron a desinfección y mantenían las maletas en filas, una tras otra.

Los equipajes de los retornados

En videos compartidos por los retornados puede verse cómo, apenas al aterrizar el avión, llegaron decenas de autobuses para su transporte a los lugares de cuarentena. Estos, según les aseguraron funcionarios, se someten a procesos de desinfección diarios.

«El proceso es lento. Tienen en la puerta del hotel un espacio para desinfecciones, para luego pasar a recepción y proceder al registro. Te ponen un brazalete de identificación y se prohíbe salir de la habitación. Ni siquiera te dan las llaves», dijo una de las personas que optó por quedarse en el hotel Altomar, cerca de Catia La Mar. Como no le permitieron que sus familiares le llevaran comida, optó por cenar un paquete de galletas de chocolate que empacó desde España.

Algunos de los retornados también explicaron que en ningún momento, tras llegar a Venezuela, les pidieron los resultados de las pruebas PCR realizadas con días de antelación en España. En otros casos, dicen, los funcionarios «medio miraron» a través de los teléfonos. «Aquí (en Venezuela) no les importó nada esa prueba», comentaron.

Una cuarentena llena de dudas e inconsistencias

Si en algo coinciden los retornados, es que no hay una respuesta oficial consensuada que les informe sobre cuánto tiempo deberán guardar cuarentena. Lo que sí les informaron fue que hoy, 22 de julio, les tomarían una nueva prueba diagnóstico en el transcurso del día.

«Estamos confinados en una habitación, no podemos salir y, por supuesto, tenemos nuestras tres comidas incluidas. El desayuno, por ejemplo, arepa con caraota y carne mechada. La cena de anoche fue pollo a la plancha con ensalada. La habitación viene con dos botellitas de agua al día; si quieres más, hay que comprarla», especificó uno de los retornados que decidió quedarse en el hotel Eurobuilding.

A tempranas horas del día algunos retornados ya habían sido testeados con pruebas rápidas del COVID-19. «Nos dijeron que como en Madrid nos hicieron la PCR, aquí solo nos están haciendo la rápida», informó Claudia*. Para todos, hasta los momentos, los resultados han sido negativos.

«Las personas que tomaron la muestra no tienen información de cuándo podemos irnos a nuestras casas. Pero el hecho de solo hacer la prueba rápida pareciera indicar que quizá los lapsos se acorten», añadió.

Una vez realizadas las pruebas, se envían al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) o al Instituto Nacional de Higiene para ser examinadas.

Sin embargo, ya a algunos de los retornados les autorizaron salir de la cuarentena. Es el caso de quienes se alojaron en la torre A del hotel Eurobuilding. A ellos, tras realizarse las pruebas y reflejar negativo, se les permitió retornar a sus hogares. Caso contrario ocurre en la torre B, donde no han dado autorización a ninguno de los retornados para abandonar la cuarentena.

*Nombres protegidos a petición de los entrevistados

Barquisimetano hace menos difícil el retorno de los caminantes que salen del Perú

José Moreno tiene 27 años, es padre de familia y desde hace dos años vive en Perú. Llegó cuando se daban facilidades a los venezolanos para la regulación migratoria y así, como cuenta, empezar de nuevo: «Por los míos y por mí».

Lo que desde hace un tiempo pone en práctica lo resume como una enseñanza que le dieron sus abuelos: “Compartir lo poco o mucho que se tiene con el que más lo necesita”. Así decidió apoyar a los caminantes que retornaban a Venezuela en medio de la pandemia. Moreno conoce muchas de sus historias, algunos se quedaron sin trabajo, otros fueron desalojados del lugar donde vivían y vieron cómo mermaban sus ahorros. Emprendieron un viaje, a pesar de la medidas de control sanitario y de los riesgos del camino.

¿A cuántos ha ayudado? Moreno se libra de esa preguntas y sostiene que no le interesa compartir fotos, ni decir a cuántas personas ha favorecido. Solo le basta con brindar facilidades para que el retorno sea, como él describe, «menos difícil».

Moreno narra que antes de salir de Venezuela trabajaba en un local de reparación de celulares en un centro de comercial de Barquisimeto. Su ingreso económico era tres veces al mayor al salario promedio, pero dice que al salir a la calle, la carencia de servicios y otras dificultades se imponían: «El agua y la luz fallaban constantemente, mientras que los alimentos eran difíciles de conseguir. No importaba cuánto efectivo tuvieras; si no tenías a quién sobornar para que te dejara pasar y te permitiera pagar con sobreprecio, no comías”.

Al salir de Venezuela, en diciembre del 2017, su primer destino fue Colombia, donde vivió unos meses. Poco después se fue a Perú con su hermano: «Nos ayudó un compadre y los 25 días ya teníamos un minidepartamento alquilado”.

Sostiene que su llegada fue menos traumática que la de otros paisanos. “A muchos, amigos y hasta familiares les dicen que los van a recibir, y cuando ya están en el país, les apagan el teléfono. Yo sé lo que es eso porque lo viví”.

Una vez con un hogar propio comenzó la labor de brindar apoyo a los que llegaban: “Primero recibimos a conocidos y después a amigos de un amigo. Les prestábamos un colchón inflable y hasta para los pasajes a otras ciudades. Algunos corrían con suerte, conseguían trabajo de una vez y otros seguían hasta otras provincias”.

Coordinar la ayuda para caminantes por WhatsApp

Moreno se unió un grupo de WhatsApp que lleva por nombre Los Caminantes de Dios. Allí, entre otras cosas, se monitorea a los ciudadanos que van informando sobre su recorrido y se les brinda detalles sobre los puntos de ayuda, dónde pasar la noche y hasta cómo manejar una lesión en el camino.

Sobre el apoyo que Hurtado presta, explica que no se trata de un refugio, pues no tiene condiciones para que las personas pernocten y eso es algo que aclara desde el principio. Su residencia está ubicada en la provincia de Chiclayo, departamento de Lambayeque.

Allí es donde ocurre todo. Se programa un punto de encuentro y luego busca a las personas. Debido a la pandemia y para evitar contagios, tiene un protocolo de desinfección de la ropa y calzado.

Luego, los hace ingresar uno por uno para que se bañen. “Ellos entran a un cuarto que está vacío. Allí hay un baño habilitado para que se puedan duchar y hacer sus necesidades».

Posteriormente, les ofrece un plato, que él llama «fuerte» para que puedan recuperar energías: por lo general es un arroz con pollo o arroz con algún tipo de legumbre. Todo según sus posibilidades. “Ayudo en la medida que puedo, no tengo apoyo de nadie y no puedo dar lo que no tengo. A personas de confianza les he pedido apoyo y me han dado ropa, comida y hasta coches de bebé. Me emociono cuando recibo cosas que les puedo regalar y facilitarán el recorrido».

Limitaciones y riesgos al recibir caminantes

Moreno también lamenta no poder ayudar a todos los que se han acercado a él. Relató cómo, en una oportunidad solo alcanzó a brindarle alimentos a un grupo de siete personas que, como cuenta, lo estaban pasando muy mal. “Ni siquiera usaban las mascarillas como debían. Uno como venezolano sabe, reconoce, pero con dolor y sufrimiento no los pude apoyar sino con eso”.

Moreno también enfrenta un dilema en medio de la crisis sanitaria. En Perú, los arrendadores y vecinos son celosos de las personas que reciben en sus edificios. Por ello, le ha tocado dialogar, sabe que tienen miedo. “Es razonable; nadie se quiere contagiar. Por eso al recibirlos uso guantes, los rocío con alcohol y los desinfecto”, describe.

Cuidarse de la conexión emocional 

Moreno trata de mantener distancia no solo física sino emocional por su salud mental. Cuenta que las primeras historias que escuchó lo marcaron a tal punto que la carga emocional era más grande de lo que podía aguantar.

“Hay personas que aguantan demasiado. Una vez recibí una madre con cuatro niños, de 4; 3; 2 años; y un bebé de meses. Aunque no la podía ver a la cara, su preocupación lo decía todo. Soy muy sentimental y me lo tomo a pecho”.

En otra oportunidad fue la historia de unos padres lo que le afectó. Tenían 5 días sin comer porque los pocos panes que tenían se los dieron a sus hijos y ellos no tenían más que agua en el estómago. Por eso me tengo que apartar, eso me afecta demasiado”.

Moreno se siente afortunado de tener empleo en un momento cuando muchos se han quedado sin posibilidad de trabajar y mientras pueda apoyar, lo hará. “A veces ni las gracias dan, pero eso no importa. Yo seguiré tendiendo la mano al que lo necesite”.

Retorna a Venezuela el primer grupo de varados en España

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¿Varados? Tras semanas de angustia y desesperanza, este martes 21 de julio llegó a Venezuela el primer grupo de personas que estaban varadas en España. El vuelo aterrizó en la tarde de este martes en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía. Los venezolanos ahora tendrán que pasar dos semanas de cuarentena para prevenir una posible propagación de COVID-19.

En el vuelo retornaron al menos 200 venezolanos que tenían cuatro meses a la deriva en suelo español.

Felicidad por aterrizar en casa

En un video publicado en la cuenta de Twitter de Venezuela Migrante, se puede observar el júbilo de los venezolanos cuando aterriza el avión en Maiquetía. Los aplausos y gritos de alegría se extendieron por toda la aeronave.


Los venezolanos fueron recibidos por varios vehículos para ser trasladados a los lugares donde pasarán la cuarentena. Son dos opciones: dos semanas en el Centro Vacacional de Los Caracas, ubicado en el este del estado Vargas, o dos semanas en el hotel Eurobuilding donde tendrían que pagar 90 dólares por noche.


De una u otra forma, los venezolanos retornados tendrán que cumplir con cuarentena y, tras superar este proceso, podrán llegar a sus casas. Dentro de los requisitos para poder abordar este vuelo de retorno resaltaba que los venezolanos tenían que presentar una prueba PCR realizada en Madrid. La prueba más económica cuesta 60 euros.

Tan solo 5% de los viajeros fue exonerado de pagar el boleto del vuelo operado por la aerolínea Plus Ultra. El restante de las personas tuvo que costear los 550 euros del ticket para volver a Venezuela.

En Madrid todavía quedan más de 500 venezolanos varados a la espera de poder volver a su tierra en próximos vuelos de los que todavía no se tiene ninguna certeza.

Parlamento de Madeira aprueba proyecto para pensionar a portugueses en el extranjero

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El Parlamento Regional de Madeira aprobó un proyecto que busca incluir a portugueses alrededor del mundo en su programa de Seguro Social voluntario. La propuesta podría beneficiar a los cientos de miles de portugueses que viven en Venezuela.

La información reseñada por el blog Zona de Embarque, explica que ahora el proyecto debe ir al Parlamento Nacional; luego será analizada por la cartera de Seguridad Social y, posteriormente, votada por los parlamentarios.

Este proyecto aprobado por el Parlamento de Madeira abona una eventual protección para la población lusa que se mantiene en Venezuela. Aunque es largo el camino.

Posible solución para portugueses en Venezuela

De acuerdo al Consulado General de Portugal en Caracas, hay 450.000 portugueses viviendo en Venezuela actualmente. El país sudamericano tiene la segunda diáspora más extensa de portugueses en el mundo, solo Brasil supera a Venezuela en este registro.

La emigración de portugueses a Venezuela ocurrió a principios y mediados del siglo XX. Principalmente, la población portuguesa salió desde Madeira a Venezuela y se estableció en ciudades como Caracas, Valencia y Barquisimeto, entre otras.

Actualmente, los cientos de miles de portugueses que viven en Venezuela no cuentan con representación en el Seguro Social de Portugal y la pensión que pueden percibir en Venezuela no llega a los dos dólares al mes.

El proyecto presentado en el Parlamento Regional de Madeira tiene como principal vocera a la diputada lusovenezolana Ana Cristina Monteiro. La parlamentaria propuso alterar dos artículos “Decreto 110, de fecha 16 de septiembre 2009, y otro del Decreto 40, del 1 de febrero de 1989, con lo cual los portugueses que ejerzan su actividad profesional en el extranjero —o que estén en situaciones extraordinarias en el país de acogida— podrán requerir voluntariamente su inscripción en el sistema de seguridad social a través de contribuciones mensuales”, según reseña el blog Zona de Embarque.

También resalta la participación de Monteiro en la sesión plenaria. “Los portugueses de la diáspora son tan portugueses como los que residen aquí; por lo que merecen ser protegidos en las mismas condiciones y sin discriminación y aún más cuando sabemos que muchos se encuentran en situación de fragilidad social y económica», manifestó la diputada Monteiro en la sesión.

Un antecedente en la misma península

Aunque el camino de este proyecto está empezando y todavía luce largo, tiene como precedente lo hecho por España en 2003. El país promulgó un convenio especial para que los emigrantes españoles y sus hijos que trabajen en el extranjero tengan un instrumento legal que permita la inserción de estas personas en la Seguridad Social española.

Puede leer la nota completa en el siguiente enlace: https://zonadeembarquecom.wordpress.com/2020/07/17/madeira-abona-el-camino-para-pensionar-portugueses-en-venezuela-a-traves-del-seguro-voluntario/

Varados en Perú suman 130 días esperando por el retono

Un grupo de 80 venezolanos varados en Perú desde el 16 de marzo, cuando comenzó el Estado de Emergencia, pide ser incluido en el vuelo de retorno de la Aerolínea Estelar que despegará el 21 de julio.

Paulo Méndez, vocero de los varados dijo que solicitaron apoyo a la cancillería de Nicolás Maduro poder embarcarse en ese avión; sin que sus peticiones fuesen respondidas.

De hecho, contactaron a la representante consular en Perú, Lilian Alvarado, quien les notificó que la petición reposa en Caracas.

En tanto, estos ciudadanos que no tenían programado quedarse en el país inca ya suman casi 130 días de espera y corren el riesgo de perder sus empleos en Venezuela. Tampoco tienen recursos para seguir pagando un lugar para pernoctar.

Vuelo aprobado

El vuelo de la Aerolínea Estelar, autorizado por el régimen de Nicolás Maduro y coordinado por el Consulado peruano en Caracas traerá a sus nacionales y que esta vez sí embarcará a los residentes de nacionalidad venezolana que pagaron el boleto, a diferencia de los anteriores vuelos humanitarios.

En una correo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú al que Venezuela Migrante tuvo acceso se leen claramente las condiciones y esta vez sí aclara que se trata de un vuelo chárter y tiene un precio.

“Se informa a la comunidad que se ha programado un vuelo charter con la aerolínea Estelar, que saldrá de Maiquetía con destino a Lima. El costo aproximado del vuelo será de 460 dólares, sujeto a confirmación por la aerolínea”, se lee en la comunicación oficial.

Asimismo, destaca que, por decisión de las autoridades venezolanas, además de los peruanos, sólo se podrán embarcar los ciudadanos venezolanos que tengan residencia en ese país y puedan acreditar tener un pariente directo.

“Si bien es cierto que, por ser un vuelo de repatriación, es un vuelo estrictamente comercial – chárter -, es decir privado, por disposición de las autoridades venezolanas, sólo a aquellos que se inscriban en el Consulado General del Perú, se les autorizará salir del país”.

Repuesta de Estelar

Venezuela Migrante también tuvo acceso a una conversación de whats App de la Aerolínea Estelar con uno de los varados en Lima que tenía un boleto de retorno con esa compañía y ésta le aclaró que el vuelo no llevará pasajeros de retorno por decisión de la administración de Nicolás Maduro.

“No están autorizados para llevar pasajeros”, dice la aerolínea en un breve mensaje, a un ciudadano que se identificó como varado.

En Perú aún no están aprobados los vuelos comerciales con rutas internacionales. Apenas el 15 de julio se reiniciaron los vuelos domésticos hacia algunos departamentos donde no se reportando tantos casos de Covid 19.

España confirma vuelo a Caracas de venezolanos varados

El gobierno de España confirmó a la agencia EFE la información de Venezuela Migrante, sobre el vuelo charter autorizado para que un grupo de venezolanos varados en España vuelva a su país este martes 21 de julio.

Después de más de 20 noches durmiendo en el suelo de la parte exterior de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid, unos 200 venezolanos regresarán.

De acuerdo con algunos de ellos los vuelos serán cuatro vuelos. Desde este 21 de julio, finales de julio e inicios de agosto.

Fuentes del Ministerio español de Exteriores confirmaron a Efe que mañana saldrá un primer vuelo, pero no pudieron precisar cuántos habrá más adelante o cuántos pasajeros podrán viajar en este primer avión.

Luciano Del Gaudio, uno de los organizadores del movimiento que reclamaba la vuelta a Venezuela desde España, explicó que la presión de los medios y las cartas enviadas al rey, el Congreso y el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ayudaron al grupo a lograr la posibilidad de regreso.

Venezuela Migrante publicó el pasado 8 de julio la situación de los venezolanos varados en España y que debieron dormir en el aeropuerto para ser tomados en cuenta.

Las condiciones

Del Gaudio dijo que primero contactaron para regresar a los venezolanos en situación de mayor vulnerabilidad. Son 90 personas que figuraban como «prioritarias» y, por último, otras 100 más.

A pesar de la preocupación por la situación causada por el coronavirus en Venezuela, Del Gaudio celebró poder regresar a casa. «Con tan solo pisar en territorio venezolano, ya estamos muy contentos. Nuestro trabajo dio frutos, ha sido mucho sacrificio», afirmó.

Muchos de ellos se vieron obligados a dormir durante días en el suelo del aeropuerto madrileño por razones económicas.

La mayoría de estas personas informaron que no eran turistas ni migrantes. Algunas habían ido a España a visitar familiares.

La Embajada venezolana informó que cada viajero deberá presentar resultados de su prueba PCR vía correo electrónico. La dirección es es [email protected]. El envío de los resultados de la prueba (que tiene que ser negativa) se tiene que enviar con al menos 48 horas antes del vuelo de retorno.

El vuelo es de la aerolínea Plus Ultra.

¿Cómo acceder a la salud gratuita en Perú?

El Seguro Integral de Salud es el programa de atención médica gratuita que subsidia el gobierno peruano para las personas en situación de vulnerabilidad y extrema pobreza. Ofrece una cobertura integral que cubre más de 1.400 enfermedades. Están incluidos varios tipos de cáncer y opera a través de 38 centros de salud.

Desde el 2019 los venezolanos pueden acceder a este beneficio, pero deben cumplir ciertas condiciones, según lo establece el Decreto de Urgencia, firmado por el presidente Martín Vizcarra en diciembre.

 Al respecto, el coordinador de Prevención Primaria de la fundación Sí, da Vida, David Castro, explicó que los extranjeros, en este caso los venezolanos, necesitan tener el Carnet de Extranjería y cumplir con ciertos requisitos; entre ellos, pasar por una visita social que determinará si necesita el Seguro Integral de Salud de Perú.

Alcances del Seguro Integral de Salud

La atención brindada por este sistema perteneciente al Estado peruano va desde exámenes generales, nacimientos y controles de salud, hasta condiciones más comunes como neumonía, fiebres, desnutrición y anemia.

La atención oncológica también está cubierta y abarca tipos de cáncer como el de mama, próstata, útero, y estómago. Entre las patologías contagiables que también son tratadas en el SIS figuran la tuberculosis, enfermedades de transmisión sexual, SIDA, dengue y rabia, entre otros.

Otras de las opciones que también pueden ser tratadas en este sistema de salud gratuito son el asma, la hipertensión, la diabetes, el apendicitis, diversas fracturas e intoxicación, entre otros.

Cobertura en caso de fallecimiento

En caso de que el asegurado muera, el seguro aportará hasta un monto máximo de mil soles para la cobertura de los servicios funerarios y sepelio, el monto varía de acuerdo a la edad del difunto.

Por ejemplo, si el fallecimiento ocurre después de la semana 28 de gestación o durante el parto, la madre del neonato recibirá 350 soles. En caso de que el asegurado sea menor de 12 años, el costo de la cobertura será de 700 soles. Si es mayor de 12 años recibirá hasta mil soles,

Pasos para realizar la afiliación

1. Acudir a una oficina de registro: Tiene opción de realizar el trámite en una Oficina del SIS o a uno de estos Centros de Mejor Atención al Ciudadano: MAC Lima Norte, MAC Lima Este, MAC Piura y MAC Callao.

2. Validación de información: Consignar el documento de identidad y el de todos los familiares que afiliará. No hace falta que estén presentes durante el trámite. En esta etapa del proceso de inscripción se validará que el aspirante al SIS tenga las condiciones y requisitos.

3. Asignación de Centro de Salud: Con la información suministrada durante el registro se asignará al centro médico más cercano a su domicilio. El asegurado debe tener en cuenta que solo recibirá atención en ese lugar y, si no cuenta con alguna especialidad se remitido o otro lugar para que pueda ser tratado.

Cambios por la pandemia

Desde el 20 de abril, el Seguro Integral de Salud de Perú habilitó una serie de opciones para la afiliación de manera virtual y que el asegurado tenga acceso a los beneficios antes mencionados.

WhatsApp: Debe enviar un mensaje solicitando la afiliación al número correspondiente a la localidad las 24 horas del día, de lunes a domingo. Este mensaje debe tener nombre, número de DNI o Carnet de Extranjería, fotos de las dos caras del mencionado documento y tu dirección.

Correo: Otra opción es escribir a [email protected]. Este mensaje debe tener el nombre, número de DNI o Carnet de Extranjería, fotos de las dos caras del mencionado documento, un número de celular y dirección.

Teléfono: Solicite la afiliación a través del número (01) 514 5555 opción 1.

En caso de la atención virtual, la repuesta no será inmediata. Luego de cumplir con el envío de los requisitos a través de los diferentes canales, deberá esperar la confirmación de la activación del seguro que tardará un par de días.

Economía informal en Ecuador: comenzar de nuevo luego de la cuarentena

Al ablandarse las medidas de confinamiento por la COVID-19 en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, los migrantes venezolanos dedicados a la economía informal consiguieron algunos desafíos, entre ellos la disminución considerable de sus ventas. 

Algunos compradores no volvieron a las que antes eran transitadas calles por miedo al virus, y como relatan algunos vendedores, la muerte y todo lo que ha pasado cambió la cara a las ventas en la calle.

Economía informal y las ventas que no repuntan 

“Si no fuera por la ayuda de organizaciones internacionales que recibió mi esposa, no hubiésemos podido seguir adelante durante la cuarentena”, dijo Gabriel Aldana, venezolano de 33 años. Vende cigarrillos y otros productos en los alrededores del Parque Centenario, ubicado en pleno centro de Guayaquil.  

Desde el 16 de marzo, cuando el presidente Lenin Moreno decretó el estado excepción, y hasta el 20 de mayo, fecha en que flexibilizaron las medidas en Guayaquil, la familia de Aldana (esposa e hija) sobrevivió gracias al apoyo económico de la Sociedad Hebrea de Ayuda al Inmigrante (HIAS, por sus siglas en ingles) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).  

“La policía no dejaba trabajar y, además, estaba el miedo por el virus”, declaró el comerciante ya reinstalado en el lugar donde había “hecho punto”; es decir, el lugar al que van sus clientes a comprarle cigarrillos. 

Aldana contó que sus ventas no han repuntado, a pesar de estar ubicado frente a la Corte Provincial del Guayas y a las puertas del parque más emblemático de la ciudad. “Algunos de mis clientes no los he visto más”, dijo. Presume que, tal vez, algunos de sus compradores fallecieron debido al COVID-19. 

Para el sábado 18 de julio, Ecuador registra 71.635 infectados por el virus SARS-CoV-2, de los cuales 5.207 fallecieron desde conocerse el primer caso de COVID-19 en marzo de este año, de acuerdo al Comité de Operaciones de Emergencia (COE). 

Las cifras de muertos por la pandemia es tema de debate en la opinión pública ecuatoriana. En abril murieron 10.700 personas por diversas causas en la provincia del Guayas, cuya ciudad más poblada es Guayaquil, mientras que en períodos anteriores, 2018 y 2019, se registraron 1.682 y 1.862, respectivamente, según reseñas de medios nacionales. Este también fue el mes con la mayor cantidad de decesos en la ciudad por COVID-19.

No hay para el pasaporte

Aldana dijo estar preocupado por la disminución de sus ventas. Contrajo una serie de deudas para recapitalizarse y teme no poder pagar; además, extravió su pasaporte. “Tengo que pagar por uno nuevo y eso es plata. Ahorita es muy difícil para mí. Hay prioridades”, dijo. 

El comerciante tiene hasta el 14 de agosto para gestionar una visa humanitaria. Si no la obtiene, será considerado por el Estado ecuatoriano como deudor de una multa migratoria por haber permanecido en el país más de 180 días como “turista”. Una multa que supera los $700. 

Desde 25 de agosto de 2019, los venezolanos no pueden ingresar a Ecuador sin visa. Los que ya estaban dentro antes del 25 de julio de ese año sin el permiso migratorio, pueden adquirir el permiso “especial”, de lo contrario serán sancionados como lo establece la ley de Movilidad Humana. 

Para muchos migrantes la decisión les dio oportunidad para regularizarse. Sin embargo, la visa es sólo para quienes tienen pasaporte sellado. Los demás, 53,7% de los venezolanos que ingresaron al país, de acuerdo a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se quedan en un limbo jurídico y multados por no tener el documento migratorio. 

Conseguir un pasaporte para los venezolanos implica tiempo y dinero. Los consulados venezolanos en Ecuador, dirigidos por representantes del Gobierno de Nicolás Maduro, emiten el pasaporte por hasta $200 y lo entregan varios meses después de recibir el pago. 

Tropiezos con la policía

José Ramírez, otro vendedor informal de cigarrillos venezolano, considera que el gran obstáculo para quienes comercian en las calles de la urbe costeña es la Policía Metropolitana de Guayaquil. “Hace unos meses me quitaron la mercancía”, contó  con amargura el hombre de 34 años. 

Este es el cuerpo de agentes encargados de hacer cumplir las ordenanzas municipales, entre las que se encuentra la “Norma la Instalación de Kioscos, Carretillas, y demás Formas de Desarrollo de la Actividad Comercial en Espacios Públicos de la Ciudad de Guayaquil”.

Fundamentados sobre dicha ordenanza, los oficiales desalojan a vendedores informales de los espacios públicos y decomisan sus mercancías. “Llegan con violencia, nos amenazan con quitarnos nuestras cosas que tanto nos costaron”, narró Ramírez. Contó que antes de la pandemia, los uniformados municipales le decomisaron los productos que comerciaba cerca del Mercado Central de Guayaquil.  

Los cigarrillos que provee Ramírez, llegaron al país como contrabando. Las cajetillas autorizadas para la venta en Ecuador están marcados por el Ministerio de Salud Pública y el Servicio Rentas Internas (SRI), con el propósito de concientizar sobre los efectos negativos de la nicotina y garantizar el recaudo de los impuestos establecidos para el sector tabacalero. 

Para Ramírez, el cumplimiento de la ley no es la motivación de los policías metropolitanos. “Algunos cobran tres dólares por vendedor, si queremos vender ese día”, denunció el comerciante, quien refirió diferentes altercados en el populoso mercado de La Bahía, en el centro-sur de Guayaquil. “A los venezolanos allí les quitaban las cajetillas para revenderlos a las mayoristas”, afirmó. 

A pesar de su denuncia, el comerciante reconoció la existencia de agentes con rango que optan por tolerar la venta sin cobrarles nada, mientras los vendedores ambulantes se muevan de los espacios públicos cuando ellos pasen en las patrullas. “Hubo uno que nos dijo que él entendía la necesidad, pero debía cumplir las ordenanzas”, indicó Ramírez.

Las cajetillas autorizadas para la venta en Ecuador están marcados por el Ministerio de Salud Pública y el Servicio Rentas Internas (SRI).

La calle es la única alternativa

De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadísticas de Ecuador (INEC) de diciembre de 2019, el 47,62% de los ecuatorianos económicamente activos tienen empleos no plenos o subempleos. Dentro de este grupo se encuentran los vendedores ambulantes de los espacios públicos guayaquileños. 

A este sector económico se unieron miles de venezolanos. Según el Gobierno de Ecuador, de los 400.000 que se estima están en el país, el 89% se encuentra en la economía informal. “De esto vivimos. Así pagamos comida y arriendo”, declaró Yohanny, de 17 años, mientras ofrecía cotufas o canguil, como llaman los ecuatorianos a las palomitas de maíz.

La joven lleva un año en Ecuador, tiempo en el que se ha dedicado a la venta de tortas, dulces y otros comestibles similares en la avenida Quito, en el centro de Guayaquil. Llegó al país junto a sus hermanos y su prima, gracias a los ahorros de su madre quien ya llevaba dos años en el país. 

“Me quedé en tercer año de bachillerato”, afirmó. La familia tuvo que decidir quién estudia o no: “Los gastos son muchos, por eso tenemos que enfocarnos en esto”. Cada uno de los miembros de su familia dedicados a la venta ambulante (dos hermanos, prima y madre) obtienen 5 o 6 dólares diarios de ganancia, que sumados acumulan al mes alrededor de $730. 

«Si nos apoyaran, las cosas serían diferentes«

“Esta es una actividad que me permite tener más libertad y más ganancia, si lo comparamos con los trabajos convencionales. Aquí a los venezolanos nos quieren pagar $10 diarios, sin importar su instrucción”, indicó Willvin Olivares de 54 años, otro vendedor informal venezolano.

Luego de perder su trabajo, encontró en la economía informal una fuente de ingresos para mantener a su esposa e hijastra. “La cuarentena fue dura para nosotros. Todavía nos estamos recuperando”, señaló el contador de profesión. 

Olivares está convencido de que la mejor alternativa para un inmigrante venezolano es el emprendimiento: “Si quienes queremos avanzar, recibiéramos el apoyo necesario, la cara de la migración sería diferente. Muchos dejarían la informalidad con gusto y esas serían fuentes de ingresos para el Estado”.

 Sin embargo, el comerciante no conoce planes para el financiamiento de ideas de migrantes. “Solo contamos con los prestamistas”, indicó Olivares, al referirse a particulares que ofrecen dinero con el compromiso de retorno en un mes, más el 20% de intereses.

“Se han ido venezolanos que vendía por aquí luego del encierro”, informó el migrante. Las deudas, las baja de ventas, la presión de sus caseros y muchas veces el desalojo de la viviendas, son las causas  para el retorno de los venezolanos, según las historias que conoce de vecinos y otros comerciantes informales. “Los botan y ya”, concluyó con pesar. Sabe que si no logra remontar las ventas, ese también podría ser su destino. 

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Periodistas intercambiaron experiencias en encuentro virtual Guayoyo con Venezuela Migrante

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Este jueves 16 de julio se llevó a cabo un encuentro virtual entre periodistas migrantes. El eje principal de la conversación fue Venezuela y su crisis migratoria. Los participantes también contaron sus experiencias relacionadas con la migración masiva de venezolanos en los últimos años.

La tertulia estuvo moderada por Danisbel Gómez, Directora de Estrategia de Efecto Cocuyo y una de las principales promotoras de las actividades Guayoyo. En la conversación también estuvieron Luz Mely Reyes, Cofundadora y Directora General de Efecto Cocuyo y Freya León, Editora General de Venezuela Migrante, una iniciativa de Efecto Cocuyo.

También se contó con la participación de la destacada periodista Ginna Morelo, especialista en coberturas relacionadas con la migración venezolana. A este grupo se sumaron periodistas de Venezuela y de otros países de la región.

Ideas frescas para cubrir la migración

Uno de los propósitos de las actividades Guayoyo de Efecto Cocuyo es, justamente, proponer ideas y exponer inquietudes relacionas a coberturas periodísticas e informativas. En este caso, los participantes explicaron sus opiniones sobre las coberturas relacionadas con el tema migratorio, pero también contaron parte de su historia como emigrantes.

Kimberly Yánez nació en Coro, estado Falcón. Estudió comunicación social en la universidad Arturo Michelena de Valencia y se fue a Dinamarca para hacer una maestría en la Universidad de Ámsterdam. Yánez elaboró una guía en español e inglés en la que expone cómo debería ser una cobertura ética sobre las migraciones.

Por su parte, José Alejandro Aristimuño trabajó en Barquisimeto y tuvo que abandonar Venezuela por presiones del gobierno sobre su trabajo. Aristimuño llegó a Chile en 2018 y consiguió trabajo en el Canal 13 de Chile, uno de los más vistos por los chilenos.

José es el único venezolano que trabaja en este canal y que su contratación se debe, en parte, a que la directiva del medio quería comprender al emigrante que llega a Chile desde la voz y los ojos de un emigrante. Aristimuño ha reporteado diversas historias sobre venezolanos en Chile y, antes de la llegada de la COVID-19, contaba cómo era la vida del venezolano en el país mientras se vivía un estallido social.

Ivanna Méndez es periodista egresada de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab). Está en Buenos Aires desde 2018. Aunque estuvo unos meses alejada del periodismo, ahora trabaja junto a colegas argentinos en un proyecto que busca contar las historias de los migrantes de distintos países. El foco del proyecto es contar historias de éxito dentro de la población migrante y ofrecer otra mirada sobre estas personas.

María Montoya es de las pocas participantes del foro que no es periodista. También es de las pocas personas del foro que vive actualmente en Venezuela. Montoya es ingeniera y abogada, pero los últimos siete años los ha dedicado a dar conferencias gratuitas sobre migración a venezolanos buscan futuro en otras tierras. Montoya es de padre portugués y madre colombiana, por lo que su acercamiento con la migración es algo prácticamente natural.

Mientras tanto, Hector Villa es periodista venezolano y vive en Perú desde 2017. Villa nació en Acarigua, pero creció y vivió en Maracay. Es colaborador de Venezuela Migrante, pero también lleva el proyecto de Capsula Migrante, donde hace un resumen noticioso destinado a la comunidad de venezolanos en Perú.

Laura Barros y Martín Ramos son venezolanos que viven en Estados Unidos. Barros vive en Washington D.C., mientras que Ramos vive en Texas. Ambos exponen que hay cientos de casos de venezolanos que llegan a la frontera entre México y Estados Unidos con solicitud de asilo y que, en lugar de ser tratados con dignidad, son detenidos y pueden pasar un año o incluso más tiempo hasta que se les apruebe la figura de asilo político en el país. Laura Barros destaca que hay muchísimas historias de venezolanos en Estados Unidos, pero al ser un país tan grande, las personas se encuentran regadas por el territorio norteamericano.

Una de las participantes que más resaltó en el foro fue la periodista uruguaya Fabiana Culshaw, quien vivió 15 años en Venezuela y asegura sentirse como si fuera oriunda de este país. Culshaw volvió a Uruguay en 2016 y, según su experiencia, la población venezolana que llega a Uruguay es bien recibida. Además, destacó que el país sudamericano es uno de los lugares donde los trámites migratorios son más sencillos.

Culshaw también destacó que 40% de los venezolanos no hace uso adecuado de la salud pública en Uruguay, pero que están en todo derecho. La periodista uruguaya manifestó que los venezolanos que no usan estos servicios puede que no estén bien informados sobre este tema.

Marcelo Pérez es boliviano, pero creció en Venezuela. Pérez es fotógrafo y arquitecto, y volvió a Bolivia hace 19 años. Toda su familia dejó Venezuela para volver a la nación del altiplano. Sin embargo, Pérez visitó Venezuela hace 10 años y confiesa haberse encontrado con un país totalmente distinto al que alguna vez conoció. Entonces, surgió en Pérez una necesidad de retratar lo que veía en Venezuela y repitió su viaje en varias ocasiones. Asegura que, aunque hace algunos años Bolivia no era un destino para los emigrantes venezolanos, en los últimos meses esto ha cambiado.

Jorge Flores Riofrío y Jefferson Díaz son periodistas venezolanos que viven en Ecuador. Para Flores es importante elaborar iniciativas que permitan el venezolano integrarse a la fuerza productiva del país mediante la creación de políticas públicas que lo protejan. Mientras tanto, Jefferson Díaz asegura que ha tenido que “hacer de todo” desde que llegó a Quito junto a su esposa. Sin embargo, para Díaz nunca fue una opción separarse del periodismo y por ello se mantiene escribiendo para distintos medios. Tanto Flores como Díaz colaboran en Venezuela Migrante.

Para la destacada periodista Mirelis Morales, es importante que existan iniciativas como las de Venezuela Migrante y Guayoyo con migrantes pues es una forma de brindarle apoyo a los periodistas en las coberturas relacionadas al tema, pero también funcionan para apoyarse como migrantes.

Carlos Carrasco es periodista de la Ucab y vive en Chile desde 2018. Carrasco era dirigente estudiantil en Venezuela y fue perseguido por autoridades del gobierno de Nicolás Maduro, por lo que tuvo que abandonar su país y mudarse a Santiago de Chile. Ahora dirige la Asociación de Venezolanos en Chile y desde este espacio busca visibilizar las condiciones en las que llegan los emigrantes venezolanos al país austral. Carlos considera sumamente importante no alimentar la polarización política en la población migrante pues esta puede dividir a los venezolanos en los países de acogida.

Por su parte, Silvina Acosta es venezolana, pero sus padres son emigrantes argentinos. Acosta estudió comunicación social en la Ucab y en 2017 se repatrió a Argentina. Actualmente concentra su trabajo en contar las historias de los venezolanos varados en distintos países debido al cierre de fronteras provocado por la pandemia, pero también busca contar las vivencias de los venezolanos retornados.

Nelson Ugarte es especialista en gestión y periodismo cultural. Vive en la ciudad de Cobija, en Bolivia y forma parte de Amazonia sin Fronteras. Ugarte se mostró complacido por la actividad y envió “la fuerza del jaguar” para los participantes del foro.

Luz Mely Reyes ofreció palabras al cierre de la actividad y manifestó su deseo de articular una red que permita a los periodistas venezolanos que tuvieron que emigrar del país mantenerse haciendo periodismo y contando historias.

Autorizan vuelo de retorno a venezolanos varados en España

Las peticiones dieron efecto. Al menos 200 de los venezolanos varados en España fueron notificados la tarde de este jueves, 16 de julio, sobre la habilitación de un vuelo chárter de la aerolínea Plus Ultra que despegará el próximo 21 de julio desde Madrid hasta Caracas. Funcionarios del Consulado se encargaron de contactar al grupo.

La autorización llega después de cuatro meses de que 705 personas varadas solicitaran a las autoridades diplomáticas permitir su retorno a Venezuela.

«Llegaron los boletos, los modos de pago y a los exonerados les llegó un boleto especial que funciona como un salvoconducto», dijo Luciano del Gaudio, coordinador de uno de los grupos de varados, en conversación telefónica con Venezuela Migrante.

En la mayoría de los casos, los ciudadanos costearán el pasaje aéreo para retornar. Otros, que representan solo el 5% del grupo de varados, quedaron exonerados de la compra. Pero hay un tercer grupo que no tuvo ese privilegio y tampoco tiene suficientes recursos para pagar los boletos. Ellos, explicó del Gaudio, quedarán varados en España por un tiempo adicional.

El precio del boleto alcanza los 550 euros y su venta lo administrará la agencia Summerwind, habilitada por la Embajada para cumplir la tarea.

No obstante, para poder retornar a Venezuela el Gobierno nacional pide algunos requisitos. Primero, someterse a una prueba diagnóstico PCR antes del viaje y, por supuesto, con resultados negativos. Y segundo, cumplir con un confinamiento estricto en el país sudamericano.

Tras quedar con pocos recursos económicos, y ante la urgencia de someterse a la prueba, del Gaudio detalló que se trasladarán a hospitales en Madrid para intentar conseguirlas gratis por razones humanitarias. El valor de los exámenes, según comentó, ronda entre los 60 y 150 euros dependiendo de la prontitud.

Originalmente llegaron como turistas, para reencontrarse con familiares o para resolver trámites puntuales en España. Pero la pandemia de la COVID-19 los hizo quedar varados. Mientras algunos han logrado permanecer en casas con amigos o familiares, a otros les ha tocado pasar las noches en albergues municipales o hasta pernoctando en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas.

Allí, en la terminal aeroportuaria, se encuentran personas en «situación de calle», sin dinero y sin ni siquiera un lugar dónde dormir, dijeron los miembros del grupo. Desde que decidieron trasladarse al terminal aéreo, el pasado 1 de julio, recibieron ayudas de connacionales y organizaciones que les brindan alimentos, medicinas y colchonetas para pasar las noches.

Requisitos para abordar el vuelo del 21 de julio

La Embajada venezolana aclaró que cada persona deberá presentar los resultados de su prueba PCR vía correo electrónico. La dirección dispuesta para ese fin es [email protected]. El envío de los resultados de la prueba (que tiene que ser negativa) se tiene que enviar con al menos 48 horas antes del vuelo de retorno.

A esa dirección de correo también se exige adjuntar un documento de «compromiso voluntario de asumir las medidas de control epidemiólogo del COVID-19».

Otro requisito para los varados es haberse registrado ante alguno de los Consulados Generales de la República Bolivariana de Venezuela en España (Madrid, Barcelona, Vigo, Tenerife y Bilbao), antes del 14 de julio de este año.

Adicionalmente tendrán que rellenar una ficha de control epidemiológico y enviar una «carta de viaje» al Consulado. Ello se podrá completar a través del siguiente enlace: control epidemiológico.

Si alguno de los ciudadanos tiene el pasaporte vencido, «deberá tramitar la Carta de Viaje ante el Consulado General de la jurisdicción donde se encuentre o considere más expedito, previo contacto a través de los siguientes emails»:

Madrid: [email protected]

Bilbao: [email protected]

Barcelona: [email protected]

Vigo: [email protected]

Tenerife: [email protected]