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Puentes de Comunicación celebra con una gala dedicada a la migración y las historias de migrantes venezolanos

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La gala de Puentes de Comunicación fue celebrada este miércoles 16 de diciembre. A través de videoconferencia, se reunieron las personas vinculadas al proyecto Puentes de Comunicación y explicaron la importancia de encontrar nuevas formas de contar y relatar la migración venezolana.

La gala fue moderada por la periodista Silvia Cabrera, quien estuvo acompañada principalmente por Luz Mely Reyes y David Olmos, precursores de la idea que reunió a más de 60 periodistas de América Latina con el objetivo de contar uno de los movimientos migratorios más importantes que ha tenido el continente en los últimos años.

Un proyecto diferente

David Olmos, Coordinador Regional de Centroamérica y Caribe para la DW Akademie, explicó la importancia del proyecto Puentes de Comunicación; también dio ejemplos de por qué esta es una iniciativa diferente.

“Este es el único (proyecto) que tiene como objetivo tratar la migración. La migración venezolana más concretamente. Esta crisis migratoria que se ha producido desde hace unos años. A través de este proyecto nosotros intentamos dar una pequeña respuesta y poner nuestro granito de arena hacia una mejor convivencia entre los migrantes y las sociedades de acogida”, explicó Olmos en la gala de Puentes de Comunicación. “La gran diferencia es que este es un proyecto que está dirigido a solucionar el problema de la migración”, agregó.

Silvia Cabrera conversó junto a David Olmos y Luz Mely Reyes, principales impulsores de Puentes de Comunicación

Según cifras de la OEA, la migración venezolana asciende a 5.4 millones de personas. El movimiento migratorio se mantiene a pesar de la pandemia por la COVID-19. En la actualidad, cerca de 500 personas salen a diario de Venezuela hacia Colombia. Lo hacen a través de pasos ilegales pues las fronteras terrestres se encuentran cerradas.

David Olmos resaltó que la migración venezolana ha sufrido de estigmatización tanto en los países de tránsito como en los de acogida. Olmos destacó que una de las misiones principales del proyecto es mejorar la convivencia de los migrantes venezolanos en los países de acogida y disminuir la desinformación que existe en torno a ellos.

El papel del periodismo en la migración venezolana

Luz Mely Reyes, periodista venezolana con una dilatada trayectoria y premiada a nivel internacional, también estuvo como una de las principales voces de esta gala. Reyes, cofundadora de Efecto Cocuyo, es una de las mentes maestras detrás del proyecto Puentes de Comunicación y explicó la importancia que juegan los periodistas a la hora de contar las historias relacionadas con la migración venezolana.

“Nos llamaba la atención que nos reuníamos con periodistas en distintos países y ellos siempre tenían algo que contar sobre su propia experiencia migratoria”, comentó Reyes, quien también destacó que Venezuela pasó de ser un país receptor de migrantes a uno emisor, y por ello costaba más comprender qué estaba pasando.

Luz Mely Reyes mostró con felicidad la guía de Puentes de Comunicación, que lleva por nombre “Cómo cubrir la migración y el refugio venezolano”. Este libro es uno de los elementos más importantes que ha dado el proyecto Puentes de Comunicación y fue realizada gracias a los maestros que participaron en las lecciones y clases del curso virtual de cobertura periodística enfocada en las migraciones desde Venezuela hacia cinco países de la región, una iniciativa de Puentes de Comunicación, una alianza entre Efecto Cocuyo y la Deutsche Welle Akademie.

Reyes resaltó que el equipo tuvo que diseñar un formato de enseñanza virtual debido a la pandemia por la COVID-19, pero también porque los seleccionados para el curso viven en distintos países de Latinoamérica. La periodista venezolana destacó el trabajo de sus colegas Ginna Morelo y Freya León, quienes se encargaron de hacer acompañamiento a los participantes del curso que duró dos meses y que contó con sesiones de tertulias donde los participantes podían discutir sobre las mejores formas de narrar un suceso como la migración venezolana.

Una gala con mucho periodismo

A medida que avanzaba la gala se fueron presentando los trabajos que fueron producto del curso de Puentes de Comunicación. También asistieron Mercedes Bluske Moscoso y Xiomara Montañez, periodistas de Bolivia y Colombia, respectivamente.

Bluske Moscoso fundó junto a otros periodistas, el medio de comunicación Verdad con Tinta, que busca narrar de formar diferentes historias profundas en Bolivia. La periodista contó los detalles de su trabajo “Refugiados en las fronteras del silencio”, el cual fue publicado en Verdad con Tinta. Bluske Moscoso explicó que para ella “es necesario darle a la migración una mirada de Derechos Humanos”.

Mercedes Bluske Moscoso y Xiomara Montañez contaron sus experiencias en el curso

Mientras tanto, Xiomara Montañez, periodista y profesora colombiana, comentó el desarrollo de su investigación y cómo se vincularon sus estudiantes en el proyecto. Montañez fundó y dirige un medio de comunicación llamada Periódico 15, el cual es parte de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.

El trabajo de Montañez se llama “Memorias de los que no están” y, en sus propias palabras, “tenemos esa costumbre de que se nos olvidan las cosas muy rápido. Se nos olvidó que un día fuimos migrantes, se nos ha olvidado que venimos de casi cinco décadas de conflicto armado. Se nos olvida que nosotros tuvimos una migración interna bastante significativa”.

Establecer puentes de comunicación para contar la migración

En la ceremonia también estuvieron Ginna Morelo y Freya León, figuras principales de Puentes de Comunicación y mentoras de los participantes del curso.

“Aquí lo que hubo fue un trabajo en equipo. Un trabajo colaborativo. Periodistas más especialistas acompañados precisamente por organizaciones comprometidas con el tema como la DW y por Efecto Cocuyo. Fue un trabajo concentrado, riguroso, pero sobre todo con mucho amor”, explicó Morelo.

La destacada periodista colombiana resaltó que el proyecto se configuró desde cero durante la pandemia de la COVID-19 y afirmó que esta podría ser la primera sala de redacción transnacional que se configura en el mundo virtual. “No nos conocemos, no nos hemos tomado el primer café ni nos hemos estrechado las manos, pero hemos podido trabajar juntos y hemos podido realizar un ejercicio maravilloso alrededor de la migración”, agregó la periodista.

Ginna Morelo y Freya León fueron guías y mentoras para los participantes del curso

Freya León, quien además es editora general de Venezuela Migrante, coordinó a los asistentes de investigación en el curso del proyecto Puentes de Comunicación. La periodista venezolana resaltó que la experiencia fue muy bonita y enriquecedora.

“Salió un trabajo muy especial. Tener las consultorías con cada uno, editar los textos a través de documentos compartidos. Es una experiencia virtual que fue súper completa, muy dinámica, pero diferente. El trabajo en equipo fue súper valioso”.

La gala finalizó con palabras de David Olmos y Luz Mely Reyes, quienes aseguraron que seguirán buscando ampliar la mirada del fenómeno migratorio regional de todo el continente americano. Seguido de la participación de Reyes y Olmos, la ceremonia terminó con el sonido y letra de la canción La Bikina en la voz de Migliz Mena, acompañada por los músicos Héctor Márquez y Nacho Colmenares.

Puede ver la gala completa haciendo click aquí

Tragedia de Güiria: la ilusión de una reunificación familiar que naufragó en el mar

Güiria, en el estado oriental de Sucre, está en desvelo. El naufragio de dos embarcaciones había dejado hasta el pasado lunes 22 fallecidos, varios desaparecidos en el mar Caribe, y decenas de familias esperando una respuesta. Xioglimar Mata lleva su propio conteo de las víctimas: 32. 

Como vecina de Güiria y miembro del Comité Nacional de Familia Víctima de la Desaparición Forzada (CONFAVIDF), Mata conoce a varios familiares de los náufragos: “Los familiares no han formalizado una denuncia, por tanto no se tiene certeza cuántas embarcaciones partieron rumbo a Trinidad y Tobago. No se sabe si son dos, una, tres; ignoramos si hay una tercera, nadie lo sabe con exactitud. Está la confusión porque Gabriela (Subero), una de las primeras víctimas que identificaron, estaba en el bote Mi Refugio. Pero la esposa de mi amigo, que encontraron, viajó en Mi Recuerdo”. 

Muchos irían al país insular para reunirse con familiares en Navidad. “Eran niños, bebés, y esposas, que iban a encontrarse con familiares. Muchos reunieron una platica para tratar de sacar a sus parientes”, comenta Mata. 

Por la tragedia fue detenido Luis Martínez, un hombre de 56 años, a quien el Ministerio Público acusa de ser dueño de la embarcación Mi Recuerdo. Lo imputan del delito de tráfico de personas. Su cuñada, Maris López, relata otra versión distinta a la oficial y desmiente que sea propietario del peñero: «Él no tiene nada que ver con esto. Ese bote no es de él. El bote es de su hijo; y su hijo iba ahí en ese bote. Ahora lo están culpando como el dueño de esa embarcación donde él tiene tres hijos desaparecidos, una nuera y una nieta que encontraron ayer muerta», señala. 

Según López, Martínez fue invitado por una de sus hijas a pasar navidades en Trinidad, pero no quiso porque temía viajar sin pasaporte y en un peñero. “Iban por la Navidad. Él tiene una hija en Trinidad. Es maestra, de 32 años y se casó con un trinitario. Vive en ese país desde 2018. Ella mandó a buscar a sus otros hermanos”, asegura.

Todos zarparon desde Güiria, el 6 de diciembre, por rutas marítimas irregulares. En Trinidad y Tobago es necesario contar con, al menos, una visa para establecerse legalmente. De ahí que muchas personas que no cuentan con este documento y tampoco con dinero para pagar un boleto aéreo optan por peligrosos viajes. De acuerdo con varios testimonios, las embarcaciones Mi Refugio y Mi Recuerdo habrían llegado al país insular; pero al ser detectadas por autoridades costeras fue devuelta y, además, posiblemente cargada con más pasajeros. “Ese bote (Mi Recuerdo) llevaba 19 pasajeros confirmados. No eran 25 personas… Entró a Trinidad y Tobago y lo devolvieron y agarraron y metieron a más personas en ese bote sin gasolina para acá”, asegura López.

Lo mismo dicen otras personas cercanas a las víctimas en Güiria, quienes además indican que, aparentemente, varios viajeros habrían sido detenidos al llegar a Trinidad, y junto a otros, niños y mujeres en su mayoría, fueron agrupados en una sola embarcación de regreso a Venezuela. De hecho, un grupo de personas, en un vídeo difundido por redes sociales, asegura que los tripulantes de Mi Recuerdo estarían detenidos en Trinidad y no fallecidos o desaparecidos en altamar. Pero Trinidad y Tobago niega esta versión.

La clandestinidad de los migrantes

En el oriente extremo de Venezuela, muchas personas encuentran en Trinidad y Tobago una alternativa migratoria por ser un destino cercano y económico. De hecho, un traslado ilegal, en peñeros desde las costas venezolanas hasta el país insular, puede oscilar entre 200 y 400 dólares, confirma Mata. El precio depende de varias condiciones, entre estas la escasez de combustible y, en promedio, cada bote tiene capacidad para trasladar a 34 personas, agrega la activista. “No tienen plata y tampoco la posibilidad de ir a Caracas a sacarse una visa para comprar un boleto aéreo. ¿Qué es lo más cercano para emigrar? Trinidad. ¿Qué es lo más fácil? Un bote”, explica.

El presbítero Jesús Villarroel, presidente de Cáritas Carúpano, afirma que las personas que emigran vía marítima y sin visas son tratadas como “delincuentes”. Y agrega: “Tienen que ser tan oculto (los viajes), tan secreto, que por eso buscan estos lugares oscuros. Migran en botes no aptos, con muchos más tripulantes de los que deben ser. Ya los naufragios nos hacen ver en las condiciones que viajan por ahí, sin chalecos y con combustible limitado”.

Reitera que “son migrantes”, así huyan por rutas irregulares. “Es gente que escapa de la pobreza en Güiria, de la escasez de alimentos, y la deficiencia de los servicios públicos”.  

El presbítero aboga por una “migración justa en la zona”, indicando que el Gobierno de Trinidad y Tobago es rígido. “Es impresionante el rechazo, el odio, según los testimonios que he recogido de familiares. No es un pueblo que acoge como sí ha sido Güiria con Trinidad que acogió en su momento a muchos trinitarios”, lamenta.

Villarroel adelanta que están preparando la construcción de un monumento al lado de la iglesia del pueblo para recordar a todas las víctimas. “Esperamos que no se quede como un naufragio más, sino que todos los naufragios los podamos unir y ponerle rostro; ponerle rostro a este grito al respeto y a la dignidad humana. No hay un número exacto. Pero se estima sean más de 90 víctimas en los últimos tres años. Todo es incierto. Es un secreto a voces. En Güiria se vive así”.

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6 claves sobre la tragedia en Güiria

#MigrantesYResistentes, la campaña para mostrar los aportes de la migración

Reconocer la labor de los migrantes en los países de acogida. Esa es la tarea que se fija la campaña #MigrantesYResistentes, que se suma a la conmemoración del Día Internacional del Migrante, el próximo 18 de diciembre, para reconocer a los valientes hombres y mujeres que han salido de su país de origen en busca de establecer mejores futuros.

La campaña es impulsada por los equipos periodísticos de Cápsula Migrante, Factual, Distintas Latitudes, Conexión Migrante, Papagayo News, Venezuela Migrante, Venezuela al Minuto, El Migrante y Conecta Arizona. Además, quien lo desee, podrá sumarse y nominar a un migrante, ya sea por la labor que realiza en el extranjero, por formar parte de algún grupo voluntario, o porque es una persona conocida.

Los procesos migratorios son comunes en la historia de la humanidad. Es por ello que, como sostiene la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la migración representa una expresión valiente de las personas que superan las adversidades en un intento de conseguir mayores oportunidades en un país distinto al suyo.

En la declaratoria del Día Internacional del Migrante, hecha por la Asamblea General de la ONU en el año 2000, se alienta a la comunidad internacional a proteger de forma efectiva y plena los derechos humanos de todos los migrantes.

Además de los medios de comunicación, otras instituciones de impacto regional se sumarán a la campaña para mostrar a los #MigrantesYResistentes. Ente ellas destaca el Centro de Investigaciones Equilibrium CenDE.

¿Cómo se podrá nominar a #MigrantesYResistentes?

La campaña inició el 14 de diciembre y se mantendrá de forma consecutiva hasta el próximo día 18. Puedes nominar a un migrante que conozcas y hacerlo cuando quieras, durante ese período.

La escogencia del migrante puede basarse en un amigo, conocido, o una persona a la que admires o tengas referencia sin importar su nacionalidad.

Debes compartir una foto del migrante que quieras nominar a través de Twitter o Instagram. También es importante que incluyas una pequeña descripción o explicación sobre la razón por la cual nominas a dicho personaje.

Y, por último, no lo olvides: utiliza el hashtag #MigrantesYResistentes y etiquétanos.

¿Por qué hay venezolanos intentando emigrar por mar a Trinidad y Tobago?

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El naufragio de venezolanos en Güiria puso en evidencia hechos no tan visibilizados, como es la salida de venezolanos por la frontera marítima. El primer hundimiento registrado por medios de comunicación ocurrió el 9 de enero de 2018. Para aquel entonces, una embarcación viajaba con 30 personas a bordo para realizar la ruta desde el occidental estado Falcón hacia la isla de Curazao. Los sobrevivientes del naufragio explicaron que el piloto no supo maniobrar las fuertes olas de la bahía de Saint Joris; lo que derivó en el volcamiento de la nave. Las personas tuvieron que nadar contra la corriente. Murieron cinco venezolanos en ese hecho.

Desde aquel momento en adelante, se han registrado decenas de naufragios y de personas fallecidas o desaparecidas. El bloque de diputados del estado Sucre ofreció una rueda de prensa el lunes 14 de diciembre en la que explicó que han desaparecido, al menos, 102 venezolanos en el cruce entre el estado Sucre y Trinidad y Tobago.

La migración venezolana suma 5.4 millones de personas según el registro más reciente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Dentro de las razones principales de este éxodo masivo resaltan la falta de acceso a servicios de salud; la falta de poder adquisitivo; la escasez de alimentos y medicinas, así como las constantes fallas de servicios básicos como agua y electricidad.

Entre 2017 y 2018, la migración venezolana se caracterizó por los caminantes, nombre que se le dio a aquellas personas que se vieron obligadas a abandonar el país a pie, pues no contaban con recursos suficientes para tomar un avión o incluso pagar un viaje en autobús. Además, también influye el hecho de la dificultad que representa tener documentos legales en Venezuela como el pasaporte y la cédula de identidad. “Los caminantes” fueron la primera muestra de desesperación de cientos de miles de personas que no vieron otra opción que recorrer miles de kilómetros para buscar una mejor vida.

Esta migración no se ha detenido. Por el contrario, se mantiene en crecimiento. Venezolanos que buscan salir del país a través de las costas. Unos los hacen por el estado Falcón hacia las islas de Aruba, Bonaire y Curazao. Mientras que otros intentan la salida hacia Trinidad y Tobago bordeando la costa oriental del estado Sucre.

¿Por qué salir de Venezuela a través de la costa?

1- Las costas de Falcón y Sucre ya no son los paraísos turísticos de otrora. Poblaciones del estado Sucre están sumidas bajo el control del narcotráfico y del contrabando. Situación similar viven algunos puntos de la costa falconiana. Sin embargo, la salida por la costa pareciera ser una alternativa a la migración por los pasos fronterizos regulares. Aunque no se maneja un número preciso, al menos 180 venezolanos han muerto al intentar salir del país en embarcaciones no aptas para navegar en alta mar.

Entre enero y junio de 2019 se reportaron 143 muertes, mientras que en 2018 la cifra fue de 18 personas. En 2019, Acnur solicitó a los países de la región realizar un esfuerzo conjunto para frenar los constantes naufragios de venezolanos que buscaban emigrar a islas del caribe. Sin embargo, esto no ha ocurrido.

2- En el caso específico de Güiria, medios venezolanos han registrado casos de naufragios desde 2019. Especialmente casos relacionados con la trata de personas. La zona costera ubicada en la parte oriental del estado Sucre está apenas a 100 kilómetros de la isla de Trinidad, sin embargo, el cruce por más no es para nada sencillo pues se trata de un punto en el que confluyen aguas del océano Atlántico, del mar Caribe y del río Orinoco. El estrecho que separa Sucre de Trinidad recibe el nombre de Boca de Dragón, uno de los pasos más peligrosos del Caribe donde se pueden registrar olas de hasta 6 metros de altura.

Los venezolanos, especialmente jóvenes, buscan salir de Güiria y buscar una mejor vida en el país caribeño. En muchos casos tienen que pagar a “coyotes” para que los lleven de forma ilegal a Trinidad en embarcaciones que no son aptas para la navegación en esas aguas. Esto ha generado un crecimiento importante en los naufragios y en la cantidad de personas muertas o desaparecidas.

El cierre de fronteras terrestres. La pandemia por la COVID-19 trajo consigo una serie de regulaciones de movilidad que afectan al migrante y lo ponen en una situación de mayor vulnerabilidad. El paso fronterizo legal entre Colombia y Venezuela está cerrado desde marzo y, sin embargo, informes de la OEA relatan que 500 venezolanos cruzan la frontera a diario por pasos irregulares. El cruce fronterizo hacia Brasil también está cerrado, pero las personas toman las trochas y se ponen riesgo por buscar llegar al país vecino. Esto ha colaborado para que los venezolanos que se encuentran sumidos en la emergencia humanitaria compleja que vive el país tomen medidas desesperadas a la hora de abandonar su territorio.

La OEA también hizo un llamado para reevaluar el cierre terrestre de las fronteras pues esto aumenta la vulnerabilidad del migrante.

3- En abril de 2019 se dio el naufragio más mortal hasta la fecha. 33 personas murieron intentando llegar a Trinidad y Tobago saliendo desde Güiria. Dentro de las víctimas estaba una joven de 22 años de edad que decidió irse del país por esa vía pues no conseguía opciones de trabajo en su estado. “Ella estaba recién graduada y no qué hacer, su esposo tenía un año trabajando en Trinidad y Tobago, ya estaba estabilizado y le dijo que se fuera”, contó el padre de la joven a la periodista venezolana Florantonia Singer, corresponsal El País en Venezuela.

4- La desesperación. La más reciente Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) demostró que 79.3% de los hogares venezolanos están en pobreza extrema y registró que el ingreso promedio diario de un hogar es de 0.72 dólares. Además, la Encovi 2019-2020 arrojó que en 93% de los hogares venezolanos hay preocupación por quedarse sin alimentos, mientras que 33% de los hogares tienen inseguridad alimentaria severa.

Estos son algunos datos que reflejan las razones por las que los venezolanos se ven forzados a abandonar su país. Estas condiciones se han visto recrudecidas con la pandemia por la COVID-19 y los efectos que la misma ha tenido en la economía venezolana y mundial.

El naufragio fatal de venezolanos que buscaban llegar de Güiria a Trinidad y Tobago

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El naufragio de Güiria es uno de los hechos que ocupa mayor espacio en las noticias venezolanas. Un grupo de más de 11 venezolanos fue hallado sin vida el pasado sábado 12 de diciembre. Los criollos buscaban llegar a Trinidad y Tobago en una pequeña embarcación ( peñero) que salió desde la costa oriental del estado Sucre en Venezuela.

Luego de que activistas de derechos humanos y periodistas informaran sobre los testimonios de los habitantes del poblado, las autoridades militares venezolanas informaron el domingo 13 de diciembre que encontraron un grupo de 11 cuerpos el sábado y 3 más el domingo.

La embarcación salió de la ciudad costera de Güiria el 6 de diciembre y tres días después se perdió el rastro de los viajeros. De acuerdo con David Smolansky, comisionado de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, se desconocía si a estos migrantes venezolanos les fue prohibida por Trinidad y Tobago y el peñero fue devuelto.

Rocío San Miguel, abogada y presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, informó con detalle lo ocurrido en las costas de Güiria. San Miguel afirmó que la cifra de fallecidos es de 19 personas, información que fue refrendada por Smolansky.

Hasta la fecha, las autoridades venezolanas afirman que son 14 los venezolanos identificados.

Lo que se sabe del naufragio de Güiria

1- El primer reporte conocido del naufragio fue el dado por Rocío San Miguel a través de su cuenta de Twitter. San Miguel dijo, a las 10:32 de la noche del sábado 12 de noviembre, que 19 adultos y niños venezolanos habrían sido hallados por la Guardia costera criolla.

Este reporte fue seguido de una serie de mensajes emitidos por David Smolansky, Comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos. El venezolano explicó que había mujeres y menores de edad entre los venezolanos fallecidos.

2- El domingo en la tarde, las autoridades venezolanas emitieron un comunicado. Más de doce horas después de los reportes de San Miguel y Smolansky, el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, firmó una misiva en la que daba mayores detalles de lo ocurrido. El documento confirma que un patrullero de la Guarda Costa encontró a 11 personas fallecidas en las costas de Güiria el sábado 12 de diciembre.

Luego, en seguimiento al hecho ocurrido, fueron encontrados tres cuerpos más en la playa. Estos cadáveres fueron hallados el domingo 13 de diciembre. El documento expresó que “hasta el momento no tienen conocimiento de que algún ciudadano haya manifestado la desaparición de un familiar”. También se informó que los cadáveres fueron trasladados a la morgue del Hospital Central de Cumaná para que estos fueran identificados.

Respuesta de Trinidad y Tobago

3- La Guardia Costera de Trinidad y Tobago niega haber interceptado la embarcación. El domingo 13 de diciembre, la Guardia Costera trinitense emitió un comunicado de prensa en el que explica que no hubo intercepción alguna de sus naves hacia la embarcación venezolana. El comunicado también destaca que “el Centro de Coordinación de Rescate de la Guardia Costera ha enviado elementos como parte de una búsqueda conjunta con las autoridades venezolanas”.

Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago, Stuart Young, manifestó sus condolencias a las familias de los venezolanos fallecidos en este hecho. Young describió el suceso como “trágico y perturbador”. La autoridad trinitense explicó que “si se trata de un incidente de tráfico de personas, es muy triste que una vez más lo elementos criminales, a través de sus nefastas actividades, hayan causado la pérdida de vidas. Rezo por las familias”.

https://efectococuyo.com/la-humanidad/ministro-trinitense-stuart-young-perturbador-naufragio-guiria/

4- La Iglesia venezolana también expresó sus condolencias por el naufragio de los venezolanos. El cardenal Baltazar Porras afirmó que el hecho es “una tragedia que nos consterna”. Además, elevó plegarias por las almas de los náufragos de Güiria. Porras también llamó a la reflexión para que este tipo de hechos no vuelvan a ocurrir.

5- El Fiscal General de la República designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab informó sobre la detención del dueño de la embarcación donde viajaban los venezolanos. Saab dio a conocer estos detalles el lunes 14 de diciembre.

El dueño del peñero, de 56 años de edad, será imputado por presunto tráfico de personas en las costas venezolanas.

En las redes sociales y en medios digitales se han sumado a un luto por la tragedia sin igual que afecta a los venezolanos.

En redes sociales y en medios digitales se sumaron a un luto por las víctimas del naufragio de Güiria.

Macao: «Las Vegas de Asia» donde también se preparan las hallacas venezolanas

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Macao es una región autónoma de la costa sur de China continental, en el continente asiático, a 16,371 kilómetros de Caracas, Venezuela.

Es considerado como uno de los países más densamente poblados del mundo, con más de 600 mil habitantes en una superficie de 28.2km. Su economía depende del juego y del turismo, por lo que se le conoce como “Las Vegas de Asia”. Hoy es uno de los países más ricos del mundo. Por ello, la venezolana Vanessa Pachano decidió mudarse a ese otro continente para surgir junto a su hijo de nueve años de edad.

«Lo que me trajo a Macao fue la condición económica que tienen. Macao no tiene pobreza. Mis compañeros de trabajo, que ya habían estado en Asia, me decían: ‘si te vas a ir, vete al otro lado del mundo’. Yo sabía que ni Israel ni Asia ni China continental me iría, por extremismos culturales», comenta Pachano, de 39 años de edad, quien emigró en 2017.

Macao es considerada como una de las regiones más ricas del mundo. Foto: AFP

«A los cuatro días nos recibió el tifón más grande. La gente sufría porque no había agua ni luz. ¡Pero imagínate! ¡Yo venía de Venezuela, con los cortes eléctricos y la falta de agua!».

Adaptarse a una nueva región fue su mayor reto. «El choque cultural es muy grande cuando llegas. A mí me pasó con los olores. Todo huele totalmente distinto. A mí me huele a neftalina porque es una ciudad muy húmeda. Me huele a soya. Al principio fue eso lo que me sorprendió, pero también estaba asombrada de los 30 km cuadrados. Es como decirte El Cafetal. Eso sí, son muchas torres. Es el país más densamente poblado del mundo. Pero tú no lo sientes. Vives en ‘pajareras’. Yo vivo en el piso 21. Pero hay edificios de 46 y 60 pisos», explica la monaguense. 

La Licenciada en Educación Preescolar, egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, luego de tener varias ofertas de trabajo en México, Tailandia, Indonesia, Colombia y Mongolia, se decantó por Macao. 

La ciudad fue colonia portuguesa hasta 1999 cuando pasó a ser un país con dos sistemas y estar en transición a China por 50 años. Por tal razón, en la actualidad, Macao, al igual que Hong Kong, tiene gran influencia portuguesa, según señala la misma Vanesa. 

Aunque el idiomas oficial es el cantonés y el portugués, Pachano explica que en su mayoría se entienden en inglés.

Aunque a la fecha no existen cifras oficiales del número de venezolanos en Macao, Vanessa asegura que el grupo es muy reducido.

«Aquí los venezolanos que están son pilotos, en su gran mayoría, algunos arquitectos y otras como host. Somos como 16 venezolanos en total», señala. «Cuando llegué éramos tres. A uno lo contrató la compañía y empezó a decirle a sus compañeros para que enviaran sus currículum. Es gente muy joven, de unos 30 años promedio», agrega. 

Pachano asegura que su migración ha sido muy distinta al denominador común porque ella llegó vine con trabajo. «Lo mío fue una elección: yo me vine con trabajo y puedo seguir aplicando como maestra internacional», dice.

La nostalgia

«El primer año no te pega porque estás muy enfocado en la supervivencia; en trabajar. La primera nostalgia la sufres en Navidad. Cuando yo llegué en agosto de 2017, creo que lloré dos días seguidos el 24 y el 25 de diciembre. Estás muy solo. La gente se muda en familia o soltera. Yo estaba con mi hijo. No es igual: si no estás casada es difícil que te inviten a cenar o a casas. Esa Navidad la pasé sola con una amiga venezolana que su esposo volaba. Yo soy de las pocas mujeres que acá trabaja. La mayoría de las mujeres que vienen es porque sus esposos tienen su trabajo. Por eso me es difícil encajar», dice la maestra de preescolar, oriunda de Caracas pero que vivió seis años en Maturín, estado Monagas.

Su hijo, de nueve años, le ha hecho ver la Navidad como sinónimo de alegría y de ilusión, pese a estar lejos de los suyos.

Pachano cuenta que el primer año de su llegada a Macao no hizo hallacas, prefirió comprarlas en Hong Kong, como lo hacía una amiga de ella que tiene 20 años ya en la región. El segundo año sí se aventuró aunque fue una hazaña culinaria.

«Ese año terminamos envolviendo las hallacas en papel de aluminio. Las hojas de plátano, no sabíamos, y nos las vendieron sin ahumar y así es más difícil utilizarlas. En Youtube tuvimos que buscar ‘cómo hacer hallacas sin hojas de plátano'», recuerda jocosamente Pachano.

Este año, aún en medio de la pandemia del Covid-19, la preparación fue mucho más planificada.

Junto a otros venezolanos en Macao se organizaron para hacer las hallacas. Foto: Cortesía: Pachano

A finales del mes de noviembre, Pachano se organizó junto a sus amigos paisanos y compraron los ingredientes. Esta vez, las hojas de plátano no fueron impedimento para la fiel elaboración de uno de los platos tradicionales en Venezuela, en la época decembrina, como lo es la hallaca.

«Las hojas de plátano aquí las venden porque Filipinas está muy cerca y ellos tienen mucha banana y de distintos tipos. No tienen nuestro plátano. Pero las consigues porque ellos también cocinan con esas hojas. Las consigues muy frescas pero sin ahumar. Esta vez uno del grupo se encargó de ahumarlas. Prendimos la candela y lo hicimos con agua con vapor», dice Pachano al tiempo que explica que encargó los kilos de la harina amarilla que necesitaban a través de una plataforma digital en Hong Kong. «La compramos a 2,50 euros, precisa.

«Este año las hicimos con todo. Acá consigues hasta el papelón. Como entre nosotros somos de regiones distintas de Venezuela decidimos hacer la hallaca común, sin nada extraordinario. Nada de huevo, de garbanzo o de papa, que son muy típicas para algunos», dice Pachano. Ella y sus amigos se reunieron un día para picar y preparar el guiso; y al día siguiente para armar y forrar las hallacas, mientras adaptaron la receta según el recetario del chef venezolano Armando Scanonne y los tips de su colega Sumito Estévez. En total fueron 98 hallacas las que hicieron.  

«Como nadie tiene ollas de tamaño gigante, porque acá vives con todo lo mínimo, cada quién cocinó sus diez hallacas, de ollita en ollita. Yo las he ido rindiendo. Aún me quedan 4», dice Vanessa, las cuales pretende rendir para cenar junto a su hijo en noche buena.

Consiguieron todos los ingredientes en el continente asiático. Foto: Cortesía Pachano

Huérfana de país

Pachano explica que fue durante la declaración de la pandemia del Covid-19 en China cuando se sintió desprotegida y sola.

«Lo del Covid aquí comenzó el 20 de enero. Se habló del virus y de mascarillas. Mucha gente decidió regresar a sus países. Lo más frustrante es saber que no tienes un país a donde regresar. Sí, tienes un país porque en Venezuela naciste, pero es muy difícil volver. Yo emigré pero yo me siento como una persona que está trabajando afuera, pero sin país», sentencia vía Whatsapp.

Vanessa es divorciada. Desde que emigró, su hijo de nueve años de edad no ha visto a su padre.

«Mi hijo está consciente de la situación y de los riesgos que corremos. Ellos se hablan, se cuentan todo a través de Whatsapp. En mi caso, mi mamá ha venido dos veces a visitarme. Pero yo no he visto ni a mi papá ni a mi hermana durante tres años», señala.

Aunque en su rol como maestra internacional, que en la actualidad desempeña de manera presencial con el estricto protocolo de bioseguridad, ella asegura ha podido materializar su meta de conocer mundo, el estar lejos de los suyos es una añoranza contínua y una preocupación sostenida en el tiempo.

«Mi papá es insulinodependiente. En Europa te cuestan 65 euros; en Venezuela te cobran 85 dólares tres paquetes. Hay una inflación en dólares. El cambio que yo dejé en 2017 fue de 24 mil bolívares; ahora ya es más de un millón», dice.

«Uno vive en una angustia constante. Además que cuando tú tienes a tu familia en Venezuela, tú te sientes responsable económicamente de que no les falte nada, de hacerles la vida un poco más llevadera», agrega.

Recuerda que salió del país decidida no solo en conocer mundo sino también en recuperar su libertad y capacidad de elección. «De las cosas que yo sentí en Venezuela es que yo sentí que me estaban robando mi vida. La gente no debe perder su vida luchando en contra de un régimen, sin sueños, sin esperanza, sin capacidad de planificación. Yo en Venezuela ganaba bien. Ganaba en dólares. Mi problema principal no fue el económico».

Explica que en un momento sintió que el país la estaba botando.»En 2017 estaba la situación álgida con el tema de las protestas en Venezuela. A mí me cancelaron el vuelo porque dejaron de volar repentinamente. Hubo muchos vuelos que cancelaron. Tuve que comprar otro pasaje que me salió carísimo. Además, me robaron dos días antes de irme. Eran las ocho de la mañana. Estaba en un semáforo en Caracas. ¡Nunca en mi vida me habían robado en Venezuela! Tenía los vidrios arriba, y un tipo llegó en moto y con el arma, me pidió el celular».

La ruta que tomó en ese entonces fue Caracas-Madrid-Beijing-Hong Kong-Macao. Hoy, tres años después de esa decisión, Pachano, aún con un halo de tristeza, no se arrepiente y ya visualiza Europa como norte y paso siguiente.

Soñar sin límites

De su proceso migratorio, por ahora, señala como lo más engorroso el trámite de pasaporte. El de ella está vencido y aún no le ha llegado.

“Yo no tengo libertad de movimiento, si a mi me da la gana de irme mañana por tema salud yo no puedo salir. Es un derecho que se nos ha vulnerado. Se convierte en tu gran talón de aquiles cuando vives afuera”.

Dentro de lo más satisfactorio, Pachano se siente orgullosa de pertenecer a ese grupo de venezolanos que trabaja y se levanta pese a las adversidades y vicisitudes que, como migrante, se puede encontrar.

«Me sorprende la capacidad de adaptación de los venezolanos. Sentarse y pensar qué hacer, aunque te desesperes. La resiliencia ante las adversidades es impresionante”. 

De las cosas que además detalla la han llenado de satisfacción, en lo personal, es tener la capacidad de conocer mundo. Ha viajado por Camboya, Vietnam, Filipinas, China, Hong Kong. Japón es un destino pendiente, por ahora, pues el coronavirus le cambió sus planes.

“A pesar de no tener a la familia conmigo, me ha hecho feliz viajar, y conocer una visión del mundo, más amplia en el ámbito cultural. Mi mensaje hoy día sería recordar que nunca hay límites. Uno nunca debe pensar en pequeño. Hay que pensar en grande. A veces nos limitamos mucho. Debemos siempre tener foco y visualización”, sentencia. 

La Miga Dorada: «Un pedacito de Venezuela en Perú”

La Miga Dorada es una panadería ubicada en el paradero 10 y medio de la avenida Santa Rosa de San Martín de Porres, en el cono norte de Lima. Abrió sus puertas hace aproximadamente año y medio con una oferta de panes dulces andinos, y ahora tiene una extensa variedad que cubre los sabores de las diferentes regiones de Venezuela.

Sus propietarios piensan en el impacto de la panadería y describen que antes de la pandemia era un punto de reunión de los residentes de la zona que se daban cita después de la 4 de la tarde para conversar y «merendar», rememorar sabores y probar otros que ni en Venezuela tuvieron la oportunidad de conocer.

De hecho, el lugar se ha vuelto tan comercial que ahora es una referencia hasta para dar una dirección. Más de uno de los vecinos dice: «al frente, al costado, a una cuadra de la panadería de los venezolanos”.

A raíz de la cantidad de contagios que se registraron en el Perú, se eliminaron las mesas como medida bioseguridad; sin embargo, a pesar de que los clientes ya no pueden permanecer tanto como lo hacían antes, igual se acercan para vivir la experiencia se sentirse cerca de casa a través de un sabor, según comenta la encargada, Dayana Digiosia.

Ella está al frente de la panadería desde hace un año. Trabaja junto a su mamá que atiende de manera muy gentil a todos los clientes. Su esposo es el maestro panadero y sus dos ayudantes también son familia. “Solo hay uno que no es familia, pero lo tratamos como si lo fuera”, dice con tono jocoso.

Ronal Navas Campos, el responsable de la variedad de panes del lugar, describe la Miga Dorada como un pequeño espacio del país que dejó. Cuenta que, por lo general, la gente pasa rapidito en las mañanas a buscar unos cachitos para desayunar y siguen a sus trabajos; mientras que en la tarde vuelven por algún postre para calmar la ansiedad y llevar algo para la cena o compartir con su familia.

Variedad de panes y dulces dispuestos en el mostrador de la La Miga Dorada.

«Aquí la gente viene y se siente como si fuera un pedacito de Venezuela. Ellos vienen ven un cachito, una dona, una bomba y se alegran. Eso a nosotros nos hace sentir satisfechos de estar aquí en el Perú compartiendo nuestras tradiciones», expresa Navas.

Los peruanos también salen satisfechos: «Después de que los prueban (los panes) nos dicen: Pero qué rico tu pan y eso nos hace esforzarnos más y hacer las cosas con mucho más amor por nuestros clientes».

El pan de guayaba

Uno de los elementos característicos de este lugar es que ofrece pan de guayaba. Digiosia recuerda que fue una sugerencia de los clientes que buscaban literalmente, como locos, «comerse un pancito con eso”.

“No sabíamos de dónde sacar la guayaba, pero logramos conseguirlas con un señor que las trae de Huaral (un distrito de Lima provincia) y nosotros mismos nos las ingeniamos para hacer la mermelada”.

También tienen pan de coco, tunjitas y las infaltables canillas que siempre resuelven una rápida cena.

El pastelero elabora de manera artesanal la mermelada de guayaba.

Los postres caseros

Otro atractivo que atrae a los lugareños son los postres. Digiosia resalta que los más pedidos son las milhojas, las tartaletas de fresa y las bombas con crema pastelera. Ella describe que, a pesar de ser dulces que se consiguen en cualquier otra panadería, “nosotros nos diferenciamos porque los hacemos con sabor a Venezuela”.

En la vitrina también se observan las quesadillas, torta de pan y golfeados, que de acuerdo a la encargada también tienen gran demanda. El quesillo y el brazo gitano son otro postre con gran aceptación, que más de uno compra para llevar a su hogar. Las donas y las palmeritas son bastante solicitadas, aunque a veces no las exhiban.

Brazo gitano en porciones.

Las tortas y el pan de jamón

Debido a la gran aceptación de las porciones, han empezado a producir unidades completas, previo encargo. “La gente nos pide tortas para cumpleaños, las milhojas completas y estamos preparándonos para aumentar la producción. Por ahorra solo atendemos pedidos puntuales”.

En cuanto al pan de jamón dice que debido a la gran receptividad que tuvo el año pasado, este año también lo estarán ofreciendo.

Los precios

Dayana detalla que los precios son accesibles. Se ofrecen de 3 a 5 unidades por un sol y la gente los paga. “A veces nos toca aumentar los precios porque la materia prima a veces sube y los clientes igual los llevan”.

“Los postres varían de 3 a 4 soles por unidad y los clientes después que llegan por primera vez, siempre regresan. Hemos desarrollado una relación de fidelidad”.

Una de las experiencias más sentidas que siempre recordará fue la reacción de cliente que, después de degustar unos de los panes, se puso a llorar “me dijo que tenía mucho tiempo sin probar algo que le recordara a los sabores de su casa”.

Mueren 19 migrantes venezolanos en su intento por llegar a Trinidad y Tobago

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La Guardia Costera venezolana encontró los cuerpos de 19 migrantes venezolanos que buscaban llegar a Trinidad y Tobago. La información fue dada a conocer en la noche del sábado 12 de diciembre por la abogada Rocío San Miguel. Los cuerpos de los venezolanos fueron hallados a unos seis kilómetros de Güiria, en el estado Sucre.

En el naufragio murieron 19 personas, entre ellas algunos menores de edad. El dirigente opositor, David Smolansky, explicó que todavía queda información por precisar. Sin embargo, Smolansky comentó que el peñero donde se trasladaban los migrantes venezolanos salió de las costas sucrenses el pasado 6 de diciembre rumbo a Trinidad y Tobago.

Migrantes venezolanos sufren un nuevo naufragio

Debido al cierre de fronteras terrestres, los migrantes venezolanos han encontrado una posible nueva ruta de salida del país: Trinidad y Tobago. No obstante, el camino para llegar a esta isla caribeña ha demostrado ser peligroso, al punto de registrarse varios naufragios. El ocurrido este sábado 12 de diciembre es uno de los más mortales con un saldo preliminar de 19 personas fallecidas.

Rocío San Miguel, abogada y presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, calificó el hecho como un «naufragio mortal» e indicó que el peñero perdió rastros hace tres días.

Mientras tanto, David Smolansky, Comisionado de la Secretaría General de la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos indicó que «Hay mujeres y menores de edad entre los venezolanos que fallecieron tratando de huir del régimen y habiendo sido devueltos por Trinidad».

En otra publicación, Smolansky explicó que el bote habría sido devuelto por las autoridades trinitenses y que en este viaje de regreso ocurrió el naufragio. El dirigente venezolano también recordó que el gobierno de Trinidad y Tobago sostuvo una reunión con su par venezolano hace apenas ocho días y que el tema de conversación era la movilidad humana y seguridad.

Doce derechos para migrantes venezolanos en Ecuador

Los venezolanos migrantes no están desamparados en Ecuador. Desde la Constitución de la República hasta las leyes orgánicas se plantean mecanismos de protección para los extranjeros dentro del país, así como garantías para el disfrute de sus derechos humanos y civiles.

La postura de un gobierno de turno y las acciones de grupos locales contrarios a la migración no son suficiente para la privación de derechos. Ni siquiera el estatus migratorio de la persona extranjera es razón valida.

Ecuador es un Estado constitucional de derecho y justicia, como lo establece la Carta Magna en su artículo 1. Es decir, el país se rige por lo establecido en la Constitución, por la legislación fundamentada sobre ella y por el concepto de equidad dentro de sus normas. 

Sin embargo, en Ecuador se han registrado situaciones contradictorias que afectan a los venezolanos. “Por eso, debemos conocer las leyes y las diferentes instituciones que procuran la defensa de nuestro derechos”, indicó, Andreu Castro, presidente de Fundación Mueve, una organización que apoya a migrantes en Guayaquil (Costa).

“Muchas veces los venezolanos no se defienden porque creen que las leyes no les respaldan”, señaló Castro. Venezuela Migrante identificó doce derechos para los migrantes en Ecuador, establecidos en la Constitución y en la Ley Orgánica de Movilidad Humana, así como en otras leyes que complementan el orden jurídico del país. 

Los venezolanos tienen los mismos derechos y deberes que los ecuatorianos

Todas las garantías de los migrantes venezolanos dentro de Ecuador se desprenden del artículo 9 de la Constitución. En este apartado se señala que no existen diferencias entre locales y extranjeros con respecto a la defensa de sus derechos y deberes. 

Solo aquello relacionado a ámbitos propios de la vida política nacional son exclusivos para ciudadanos locales, como la votar y militar en un partido político. Los derechos garantizados en los acuerdos internacionales ratificados por Ecuador también son para el disfrute de extranjeros.

1. Ningún venezolano es ilegal

Permanecer con estatus migratorio irregular no es un delito. El artículo 40 de la Constitución de Ecuador procura evitar marginalización, discriminación y criminalización de aquellos extranjeros que no poseen documentos de identidad o no tengan permiso migratorio.

La Carta Magna establece que nadie puede ser considerado ilegal, ni llamado ni tratado como tal. “Una persona que entró a un país por pasos irregulares no deja de estar sujeto a protección. La experiencia migratoria mundial nos indica que aquellos que así lo hacen, tienden a tomar esa decisión obligados por circunstancias que le superan y no por mala fe, es decir, con intenciones innobles, característica propia de un delito. Quien se desplaza de manera irregular no es un delincuente”, explicó Patricia Riofrío, abogada y exjuez venezolana en Ecuador.

2. Los venezolanos no pueden ser expulsados de manera colectiva

En el artículo 66 de la Constitución de Ecuador en su numeral 14, tercer párrafo, se establece que, la devolución de una persona extranjera a su país debe ser personalizada. Es decir, las acciones de uno no son argumento para afectar a todo un colectivo.

La ley Orgánica de Movilidad Humana establece una serie de condiciones para deportar una persona. Haber cometido delitos en Ecuador o faltas migratorias son básicamente las acciones individuales por las que se podría sacar a un extranjero del país. La ley no permite deportaciones simplemente por ser venezolanos, hacerlo sería inconstitucional. 

3. Migrar es un derecho

El Estado ecuatoriano considera que migrar es un derecho de toda persona extranjera. El artículo 43 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana establece que el Estado garantizará una migración segura dentro del país, de acuerdo a las normas internas y a la legislación internacional.

4. Es un derecho solicitar la regularización migratoria

 De acuerdo a cifras del Ministerio de Gobierno de Ecuador, 193.138 migrantes venezolanos tienen visa en Ecuador para agosto de 2020. Esos permisos de permanencia se otorgaron en cumplimento al artículo 44 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana, en el que se establece el derecho a solicitar un permiso de residencia. 

Sin embargo, “ese derecho está vulnerado por la incapacidad de los migrantes venezolanos para obtener pasaportes. Muchos no han podido obtener uno nuevo o recibir la prórroga debido a la lentitud de los funcionarios de Venezuela”, explicó Daniel Regalado, presidente de la Asociación Venezolanos en Ecuador.  

De los 400.000 venezolanos que se estima están en Ecuador, 206.862 se encuentran con un estatus irregular. Es decir, 5 de cada 10 migrantes se mantienen en el país sin visa. 

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5. Derecho a la información migratoria

 El Estado Ecuatoriano debe proveer todos los medios necesarios para que los migrantes venezolanos reciban toda la información respectiva sobre cómo regularizar su situación, las faltas migratorias establecidas por la legislación y, especialmente, acerca de los derechos que disfrutan mientras estén en Ecuador. 

6. Los venezolanos pueden conformar asociaciones sociales 

Los migrantes venezolanos en Ecuador pueden asociarse para conformar organizaciones sociales. El artículo 46 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana faculta a los extranjeros para crear fundaciones y otro tipo de organizaciones destinadas a incentivar la integración y la defensa de sus derechos. 

Tan solo en la ciudad de Quito, Cuenca y en Guayaquil hay más de 6 organizaciones formadas por venezolanos, que han recibido apoyos de organismos multilaterales, con la finalidad de apoyar a los venezolanos migrantes.

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7. El acceso a la justicia está garantizado para los venezolanos

Cuando Adriana González fue despedida intempestivamente creyó que no podría demandar a sus exjefes por ser venezolana. Sin embargo, como relató, conoció a una abogada venezolana que le explicó que sí lo podía hacer y ella fue quien llevó el juicio. «Ganamos y pude recibir lo que era justo”, cuenta hoy Adriana. 

En Ecuador los proveedores de justicia no pueden negarle a los migrantes venezolanos demandar y denunciar a quien consideren les ha faltado o perjudicado, sin importar si su situación migratoria es regular o no, de acuerdo al artículo 47 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana. Además, si esa persona no tuviera quien le represente, podrá solicitar un defensor público como si fuera un ciudadano nacional. 

8. La educación para niños, niñas y adolescentes migrantes es un derecho

El Estado ecuatoriano garantiza el acceso a la educación pública o privada. En los centros educativos del Ecuador se les debe enseñar sobre cultura, historia y tradiciones ecuatorianas, para que puedan integrarse a la sociedad del Ecuador, como lo establece la Constitución y el artículo 48 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana.

En Ecuador los NNA pueden ingresar al sistema sin tener visa o pasaporte. El único documento indispensable es la partida de nacimiento. Todos los demás son opcionales hasta que el estudiante culmine sus estudios formales y los requiera para recibir su diploma. 

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9. Los venezolanos con 5 años dentro del país podrán participar en el acontecer político nacional

Esto aplica a aquellos migrantes regularizados. Quienes tengan 5 años de residencia en Ecuador y estén regularizados pueden ejercer sus derechos políticos en el país, como lo establece la Ley Orgánica de Movilidad Humana en su artículo 49.

Los demás no deberán inmiscuirse en los asuntos políticos de Ecuador. Cabe señalar que, el no poder participar en asuntos políticos no significa que el acceso a la justicia o a la asociación sean negados. Lo que se procura es que solo quienes hacen vida permanente puedan votar, ser elegidos para cargos públicos y pertenecer a agrupaciones políticas. 

10. Los venezolanos universitarios tienen derecho a registrar sus títulos

Los profesionales migrantes pueden registrar sus títulos universitarios, como lo establece el artículo 50 de la Ley de Orgánica de Movilidad Humana, mientras estén legalizados y apostillados. En Ecuador existe la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), institución encargada de registrar y verificar los grados académicos. 

11. Los venezolanos tienen derecho al trabajo formal en Ecuador

Los extranjeros pueden ser contratados para laborar dentro del país y pueden ser asegurados en el sistema de protección social ecuatoriano, de acuerdo al artículo 51 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana. 

Sin embargo, esto no aplica a quienes tienen una situación migratoria irregular o están en el país como turistas. Si un venezolano en situación irregular es contratado por alguien dentro de Ecuador y es explotado o abusado por su condición migratoria puede dirigirse a los mecanismos de justicia en materia laboral. 

Las sanciones por la contratación de extranjeros en situación irregular serán contra los empleadores exclusivamente, por aprovecharse del trabajo de una persona sin afiliarlo al Seguro Social. De acuerdo al Ministerio de Trabajo, la sanción es de uno a 20 sueldos unificados.

Los extranjeros que trabajen en Ecuador sin la documentación requerida, aunque no sean sancionados por la Autoridad en materia laboral, sí serán penalizados por el Ente Migratorio. De acuerdo a la Ley de Movilidad Humana, así como a su reglamento, cometer esta falta puede llevar a la imposición de una multa y si hay reincidencia, se podrá proceder a una deportación. 

12. Los venezolanos tienen derecho a acceder a la salud en Ecuador

“Me acerqué a un centro de salud en Guayaquil para chequear el estado de mis riñones. Anteriormente tuve problemas de salud relacionados con esos órganos, así que decidí examinarme. Me atendieron sin problemas”, declaró Derwin Blanco, venezolano radicado en la ciudad costeña. 

Esto es común, de acuerdo a lo señalado por Carlos Alberto Velástegui, viceministro de Movilidad Humana durante la presentación del  informe Banco Mundial “Retos y Oportunidades para la Migración Venezolana en Ecuador”. En esa oportunidad, informó que el 61% de los venezolanos encuestados para el trabajo usan el sistema de salud público. 

El artículo 52 de la Ley Orgánica de Movilidad Humana establece que: “Las personas extranjeras que residan en el Ecuador tienen derecho a acceder a los sistemas de salud de conformidad con la ley y los instrumentos internacionales ratificados por el Estado ecuatoriano”.

En ningún caso el acceso a la salud puede negarse a una persona debido a su situación migratoria. 

Ley Orgánica de Movilidad Humana 

Constitución de la República de Ecuador 

«El Grito de Roraima» se expone en Madrid de la mano de una venezolana

La imagen de una guacamaya se erige en la Plaza Mayor de Madrid, uno de los lugares más visitados de la capital española. El imponente color, de cuerpo rojo y con distintas tonalidades en la parte trasera, la convierte en un atractivo para todo aquel que recorra el lugar. Su autora: Valentina Giuffrida, una venezolana que se hace espacio en el mundo del arte madrileño con «El Grito de Roraima».

La obra se expande por el lienzo de una escultura en representación del cuadro de Las Meninas de Diego Velázquez. Mide casi dos metros de altura y tiene un peso de 30 kilos. Es parte de la tercera edición de las Meninas Madrid Gallery, que es dirigida por otro criollo: el artista plástico Antonio Azzato. Y representan la mayor exposición de arte de mundo al aire libre.

Es tarde, ya anocheciendo, y una multitud se aglomera sobre la figura. Adultos y niños, todos por igual, le toman fotos y la comentan. Entre ellos también se encuentra Valentina. «Yo la pinté», afirma. Las personas quedan atónitas, asombradas. No dudan en felicitarla y en conversar con ella. Le llueven preguntas a la creadora; las responde todas y una sonrisa invade su rostro.

El Grito de Roraima
Transeúntes fotografían «El Grito de Roraima» mientras su creadora responde atentamente sus preguntas

Pero, para lograr el objetivo, tuvo que recorrer un complejo camino que se remonta hasta hace al menos diez años. «La que pinta»; así, con ese apodo, Valentina fue tejiendo su trayectoria. Oriunda de Naguanagua, estado Carabobo, recuerda que empezó a pintar y dibujar desde los 11 años. Lo tenía claro desde muy joven. Estudió Arte y Diseño Gráfico, carrera que dejó por la mitad, hasta que la crisis venezolana la forzó a emigrar a España, con solo 19 años, en busca de nuevas oportunidades.

«Entrar en este mundo (el del arte) no es fácil, bien estando en Venezuela o bien estando aquí. Sin embargo, en España existen más oportunidades de convocatorias para presentar propuestas y arte. La diferencia esencial es que aquí se prestan los espacios más que allá (en Venezuela)», explica Valentina a Venezuela Migrante.

La selección y «El Grito de Roraima»

Para optar por un cupo entre las 40 selecciones que se exhiben este año, Giuffrida debió establecer contactos, movilizarse, desarrollar y plasmar propuestas sólidas en un corto período de tiempo. En total, hizo tres meninas: una inspirada en la diseñadora Carolina Herrera; otra ejemplificando la época de primavera; y con la que triunfó, «El Grito de Roraima», inspirada en las mujeres indígenas.

Todos los participantes, entre ellos artistas, músicos, deportistas, actores y diseñadores forman equipos de trabajo junto a «curadores» que se encargan de evaluar los diseños. Sin embargo, la Menina no es solo la vestimenta. También se toma en cuenta el trasfondo temático de ésta. Por ejemplo, argumentos sociales, religiosos, políticos o, como en la edición 2020, para recordar la ardua labor del personal sanitario en la lucha contra la pandemia de la COVID-19.

Menina El Grito de Roraima
«El Grito de Roraima», asegura Valentina, representa la lucha femenina y advertir sobre las difíciles condiciones en las que viven las mujeres en Venezuela

Cumplido el proceso de preselección, se comienza la búsqueda de patrocinantes. En el caso de Valentina, su obra contó con el patrocinio de la asociación Acotex, una de las más representativas en el sector de la moda y el retail de España.

Superada esa etapa, se ponen manos a la obra. «Hay un estudio lleno de Meninas en el que tienes un tiempo y un espacio determinado para pintar», describe Valentina. Cada artista cuenta con un cronograma que marca la pauta de su actividad. «Debes cumplir esos horarios para terminar a tiempo y permitir a los demás poder terminas las suyas (las Meninas)», agrega.

La escultura está compuesta de fibra de vidrio. Al momento de entrega al autor, luce una capa blanca de yeso para protegerla y facilitar la absorción de la pintura. Valentina asegura que «El Grito de Roraima» está coloreada en acrílico y cubierto de barniz, «que fue básicamente la técnica que utilicé para no perforar».

Le llevó cinco días finalizarla. «Tres días pintando y dos días barnizando», recuerda. Y precisa que no fueron días enteros, sino divididos en bloques de cuatro horas.

Una cuarentena que la inspiró

España estaba bajo medidas de confinamiento y cuarentena para frenar los contagios por coronavirus cuando corría el tiempo para entregar los bocetos. A Valentina le tomó dos semanas dar con la opción. «Hice montones de ellos (esbozos)», recuerda. En simultáneo le presentaba sus ideas a su hermana, quien la ayudó a decidir. «Llegué a tener la carpeta llena con 20 diseños», dice, pero solo envió tres de ellos a la participación.

«El Grito de Roraima» está inspirada en las guacamayas que tanto enamoran a los venezolanos y surge de una fotografía que Valentina había guardado desde hace dos o tres años de la red social Pinterest. «Dije que en algún momento la iba a pintar, pero nunca había tenido un momento especial: ya está y quedó hermosa», sostiene llena de emoción.

Pero la escultura tiene un trasfondo mayor. «Representa lucha. Se me escapa de las manos todo lo que está pasando en Venezuela. Pero lo que sí puedo hacer es decir, advertir con mi arte que algo está pasando, no se distraigan que hay gente sufriendo, pasándola mal. Hay comunidades indígenas, niñas que están siendo explotadas, violadas, maltratadas, vendidas; nadie habla del tráfico de mujeres en Venezuela, y eso existe», sostiene la artista.

Esa realidad la conoció en persona, de frente, en un viaje a la Gran Sabana en 2017. Allí vio la situación. Y su preocupación no hizo sino aumentar: «¿dónde están los sueños de esas mujeres si no tienen acceso a una planificación familiar, a una educación sexual, a métodos anticonceptivos, o ni siquiera a un embarazo seguro porque no tienen centros médicos?», se cuestionó.

«Mi única manera de poder hablar desde aquí es montando una obra de arte, en pleno Madrid, para gritarle al mundo que mujeres están muriendo en Venezuela y que nadie hace nada por ellas».