Un grupo de venezolanos varados en República Dominicana se instaló en el aeropuerto Internacional Las Américas de Santo Domingo con el objetivo de presionar para lograr el retorno a su país. La representación de los criollos llegó este jueves 27 de agosto al aeropuerto en nombre de los 170 venezolanos que se encuentran varados en el país caribeño.
A través de un comunicado, el grupo de venezolanos varados en República Dominicana aseguró que hay dos vuelos programados para el 30 de agosto. Estos vuelos serían desde Santo Domingo a Maiquetía ida y vuelta, con el objetivo de repatriar a los dominicanos varados en Venezuela. Por ello, los venezolanos exigen que se les dé la oportunidad de emplear esos vuelos y, aseguran, solo necesitan la autorización del gobierno de Nicolás Maduro.
Varados exigen vuelos de repatriación
El grupo de venezolanos varados en República Dominicana explicó que ya no tiene lugares a donde ir y dicen no contar con recursos para seguir pagando su estadía en el país caribeño.
«Hemos ido 13 veces a la Embajada de Venezuela, dos veces a la Cancillería de República Dominicana, dos veces a la ONU, una vez a la Conferencia del Episcopado Dominicano y una vez a la Presidencia de República Dominicana a entregar solicitudes formales para que podamos regresar a Venezuela. Reiteramos que estamos dispuestos a pagar nuestros boletos y cumplir con todas las medidas de bioseguridad requeridas», aseguran los venezolanos en un comunicado.
Sostienen que se mantendrán en el aeropuerto Internacional Las Américas de Santo Domingo hasta que consigan los vuelos de repatriación. También dijeron haber confirmado la información sobre dos vuelos que saldrán desde la isla caribeña hacia Venezuela para traer de vuelta a la comunidad dominicana varada en el país.
«Para que podamos montarnos en esos dos vuelos coordinados por el gobierno dominicano, sólo falta la autorización del gobierno nacional venezolano», aseguran en el comunicado difundido este jueves 27 de agosto.
El foro virtual “Esclareciendo el panorama: una mirada a los datos sobre migrantes y refugiados venezolanos en América Latina y el Caribe” ofreció varios hallazgos importantes sobre el fenómeno migratorio venezolano y su impacto en la región.
Durante el encuentro se realizó la presentación de un estudio de datos realizado por el Migration Policy Instituye (MPI) con apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Dicho estudio afirma que la pandemia de la COVID-19 “ha agravado sustancialmente las condiciones de vida de los migrantes venezolanos que se encuentran los países de acogida”.
Además, el informe también determinó que, de los 5.2 millones de venezolanos que se fueron de su país debido a la crisis, al menos 4.2 se movilizaron a países de América Latina y el Caribe.
La migración venezolana en cinco claves
1- El representante especial conjunto de Acnur y la OIM, Eduardo Stein afirmó que el inicio de la pandemia de la COVID-19 ha producido un “deterioro en las condiciones de vida de los venezolanos en los países receptores”.
“Desde marzo de 2020, con el inicio de la pandemia y las restricciones de movilidad establecidas por los gobiernos para preservar la vida y la salud de las poblaciones, se ha producido un dramático impacto en el deterioro de las condiciones de vida de los venezolanos en los países receptores”, dijo Stein durante el foro virtual organizado por el MPI.
El estudio también determinó que al menos 2% de la población migrante y refugiada de Venezuela “ha intentado retornar a su país”. Esto debido a la grave situación que viven en los países donde se encuentran.
2- Más de cuatro millones de venezolanos se trasladaron a países de América Latina y el Caribe. El estudio concluye que son 5.2 millones de venezolanos los que se han ido del país debido a la grave crisis que atraviesa la nación. Colombia, Ecuador, Perú, Argentina y Chile figuran como los países seleccionados por la población migrante y refugiada de Venezuela. También aparecen naciones como Brasil, Paraguay, Uruguay, Guyana y Trinidad y Tobago. En el listado también resalta Costa Rica.
“Cualquier discusión sobre migrantes y refugiados venezolanos debe partir de la reflexión de que no es solo la segunda crisis migratoria más grande a nivel global, después de la de Siria, y la mayor que se tenga registro realmente en la historia de nuestra región, sino que pronto va a superar a la de Siria en cuando al número de personas desplazadas”, afirmó la directora del Departamento de Inclusión Social de la Organización de Estados Americanos (OEA), Betilde Muñoz-Pogossian.
3- Otro de los hallazgos importantes del estudio da cuenta de la dificultad que tienen los venezolanos para llegar a los países de destino.
“Los desafíos mayormente señalados en los 11 países, en orden de frecuencia, fueron la falta de recursos financieros, la escasez de alimentos, la falta de un lugar para dormir, la inseguridad, la falta de transporte, los problemas con los documentos migratorios, la falta de información y los problemas de salud. En Guyana, el 80% de los encuestados expresó preocupación por la inseguridad alimentaria. Mientras que el 91% en Colombia señaló tener problemas financieros durante los viajes”, reza el informe.
Además, en el estudio se explica que “la duración media de los viajes de los encuestados a sus destinos». «Los venezolanos tardaron entre 2 meses y medio para viajes a Colombia, Guyana y Perú. Y hasta 7 meses y medio para viajes a Argentina, Chile, Costa Rica y Paraguay”.
4- Durante el foro también se mostró la intención de los venezolanos encuestados sobre una posible vuelta a su país.
“Un porcentaje reducido de la muestra señaló tener la intención de regresar a Venezuela en todos los países excepto en Colombia y Trinidad y Tobago. En este último, un 5% indicó tener la intención de regresar, mientras que el 17% de los encuestados en Colombia, declaró su intención de regresar. Por su parte, el 58% señaló que tiene pensado permanecer en Colombia y el 24% expresó su deseo de ir a otro país. Para los demás países, el 80% señaló que planeaba permanecer en el país donde se aplicó la entrevista.
5- El aspecto económico también se resaltó en el informe. “Un número significativo de refugiados y migrantes señaló enviar remesas y otros recursos a sus dependientes en Venezuela”.
“Se destacan países como Trinidad y Tobago, Ecuador y Argentina, donde tres cuartas partes de los encuestados, el 56% y el 53%, respectivamente, envío de dinero a Venezuela. Las proporciones de dichos envíos fueron, por su parte, menores en países como Argentina (26%) y Costa Rica (21%).
El perfil de la población migrante venezolana
Otro de los puntos importantes fue el perfil de la población migrante. El estudio determinó que 60% de los migrantes venezolanos en América Latina y el Caribe son menores de 35 años. Además, más de la mitad de la población migrante no tiene pareja.
El conocimiento de esta información es vital para “la toma de decisiones de política pública y tratar mejor el tema de la migración venezolana, especialmente ahora con la llegada de la COVID-19″. Esto señaló el experto en política migratoria en América Latina del MPI Diego Chaves.
Según el estudio, en Brasil, Colombia, Guyana y Trinidad y Tobago, los migrantes venezolanos son jóvenes, solteros y tienen un nivel educativo bajo.
Mientras tanto, en Ecuador y Perú los migrantes también tienden a ser jóvenes. Más de la mitad solteros pero con mayores niveles educativos: el 20 % de los encuestados en ambos países dijo tener educación universitaria o superior.
Los venezolanos en destinos más lejanos como Argentina, Chile, Costa Rica, Paraguay y Uruguay se caracterizan por tener altos niveles educativos. Más de la mitad de los encuestados dijo tener posgrado o maestrías.
Cúcuta es la última ciudad de Colombia en el tránsito de los venezolanos que buscan retornar a su tierra debido al impacto que tuvo la pandemia en los países receptores de la migración. En esa ciudad colombiana, quienes están en La Parada relatan sentir desasosiego, pues deben pernoctar a la intemperie. “En La Parada la gente se resguarda en cambuches, cocina en fogones de leña y si llueve, se les moja todo», describe Gabriel Rivero, quien estuvo allá hasta el viernes 21 de agosto, cuando se anunció que Venezuela suspendería el paso de los ciudadanos a su propio país. Suspensión que no se concretó.
La seguridad en Tienditas
Gabriel no solo conoce las dificultades de estar a la intemperie. Durante el viaje que emprendió el 6 de mayo, desde la provincia de Huancayo en Perú, ha debido permanecer en distintos lugares a lo largo de su recurrido, pero fue en Colombia donde relata haber vivido los mayores contratiempos. En mayo, estuvo más de cinco días en el Terminal Terrestre de Ipiales hasta que fue desalojado junto a 300 personas, expuestas al frío. Luego consiguió trasladarse hasta Bogotá. Permaneció en la casa de su hermana y allí pudo hacer una pausa de todo lo que había vivido. Finalmente, llegó a La Parada y estuvo un par de días, de nuevo, en la intemperie.
Además, es capaz de describir cómo es el ambiente para aquellos que logran ingresar al refugio de Acnur instalado en Tienditas. Gabriel estuvo cuatro días en ese refugio (desde el 21 hasta el 25 de agosto): «Ellos tienen acceso a servicios básicos, comida y seguridad«. Por eso explica que, dentro de las dificultades, para quienes deben permanecer allí durante su paso por Colombia, la situación es un poco más llevadera.
Antes de conocerse el cierre de frontera, esta vez decretado por Colombia, dijo a Venezuela Migrante que ante cualquier eventualidad ya se había previsto por parte de la Acnur y la Organización Internacional de Migraciones el ingreso de al menos 200 personas al día de lunes a viernes. Los fines de semana, según cuenta, nadie pasa.
Agrega que al llegar a Tienditas les leen “una cartilla” del comportamiento que deben mantener: “Nadie fuma y hay normas de convivencia que respetar”.
Asimismo, añade que el trato hacia los niños es el más óptimo y cuentan con el resguardo de la Policía Nacional de Colombia. Rivero caminó de Perú a Venezuela y sólo en Colombia tardó aproximadamente dos meses pasa salir: primero estuvo en un refugio en Ipiales, luego pasó a descansar unos días en casa de un familiar en Bogotá y, finalmente pernoctó en La Parada, antes de que en Tienditas le abrieran las puertas. Rivero alcanzó a pasar el día martes junto a sus dos hijos y esposa. Ya está en un refugio habilitado por Nicolás Maduro en San Antonio de Táchira para aquellos que deben cumplir cuarentena obligatoria.
El plan B de los que nos pueden seguir esperando
En tanto, quienes siguen en La Parada, como los que vienen en ruta ya evalúan otras opciones para llegar a casa y sortear en cierre de frontera. Maribel Andara empezó a investigar a través de grupos de WhatsApp quién había tenido la experiencia pasar a Venezuela por los caminos verdes con apoyo para evaluar los riesgos y decidir si ella también lo hace.
Andara viene desde Perú y está atravesando Colombia. Está por llegar a Cúcuta y manifiesta que no está en condiciones de esperar en La Parada o que le brinden y espacio en Tienditas.
De regreso a Venezuela, pero con trayecto aún por recorrer hasta sus hogares. Un grupo de turistas venezolanos varados en España consiguió una vía de escape para poder retornar a su país: se abrieron camino por Brasil, tras pasar seis meses como varados en el país ibérico.
La ruta la iniciaron el pasado domingo, 23 de agosto, en un vuelo de la aerolínea Lufthansa que despegó desde Madrid hasta São Paulo. Luego, algunos se trasladaron por la misma vía a Río de Janeiro, y otros hacia Manaos para, finalmente, llegar a Boa Vista, tomar un taxi y cruzar la frontera con Venezuela.
El grupo, conformado por nueve personas, está integrado por venezolanos que viajaron a España por turismo, recreación o para visitar familiares. Pero quedaron encerrados en el país ibérico como consecuencia de las medidas tomadas por los Gobiernos para contener la pandemia de la COVID-19.
Uno de ellos es Javier Marcano, quien llegó a España para asistir a las fiestas de carnavales en Tenerife, Canarias. Debió retornar a su país el 15 de marzo. Sin embargo, pasaron los meses y el presupuesto se le acabó. Para mantenerse recibió ayuda de amigos, familiares y organizaciones que le brindaron apoyo.
Son al menos 700 los venezolanos varados en España que actualmente esperan por la aprobación de un vuelo de repatriación que les permita regresar a Venezuela. Con el cierre del espacio aéreo, decretado por el Estado venezolano en marzo, solo un vuelo proveniente del país ibérico ha podido repatriar a turistas criollos. Fue el del 21 de julio, que trasladó a unos 375 pasajeros al aeropuerto internacional de Maiquetía.
Desde esa fecha, algunos representantes del grupo de varados han sostenido reuniones para tratar el tema con las autoridades de la Embajada de Venezuela en España. No obstante, aún no se conoce una fecha oficial para nuevos vuelos de repatriación y el embajador Mario Isea asegura que hace falta la autorización del Gobierno.
Resolver por cuenta propia
Tras la situación tan precaria, resolver por cuenta propia fue su única opción. Lo primero fue averiguar y confirmar la posibilidad de hacer el traslado hacia Venezuela a través de Brasil. Para ello, contactaron a una agencia de viajes en Madrid que les consiguió los boletos por un precio de alrededor 700 euros. Y así, aprovechando que los aeropuertos de Madrid y São Paulo están abiertos a los viajeros, emprendieron la travesía.
Para Pedro* el viaje fue aún más largo. Salió de Venezuela el pasado 4 de febrero en un viaje de trabajo hacia Arabia Saudita. Pero su cliente, la petrolera Saudi Aramco, a quienes les iba a prestar servicios, suspendió las operaciones como consecuencia de la pandemia. Al tener la doble nacionalidad, venezolano-austriaco, pudo tomar un vuelo de repatriación hacia España, donde se unió con las demás personas varadas para retornar a Venezuela.
A Fernando Portela, que viajó con su pareja a Francia en lo que sería unas vacaciones por 15 días, le sucedió algo similar. Se quedó atrapado en París por cuatro meses. Por los altos costos de la capital francesa, tanto en alimentos como en alojamiento, decidió movilizarse hacia España.
Actualmente guardan cuarentena en hoteles y posadas habilitadas por el Gobierno venezolano en Santa Elena de Uairén, en el estado Bolívar. Todos coinciden en que el trato recibido ha sido bueno, exceptuando algunas limitaciones como la carencia de sábanas o jabón, por ejemplo, que corre a cuenta individual.
«La posada proporciona gratis la estadía y las tres comidas diarias», dijo Karla a Venezuela Migrante. Otro de los lugares dispuestos, donde se quedan dos personas del vuelo que abordaron en Madrid, precisan que «si quieres una mejora hay otros sitios en los que la comida es paga.
Por ahora, todos esperan realizarse una nueva prueba diagnóstico del coronavirus. Una vez hecha, podrán ir a sus hogares y reunirse otra vez con sus familias.
El venezolano Toni Vitola se hizo con el premio Napolitan Victory en la categoría de liderazgo juvenil. El criollo que vive en Medellín desde hace tres años, se ha caracterizado por la defensa de la comunidad migrante venezolana en Colombia y es vicepresidente de la ONG Colonia Venezolana en Antioquia (Colvenz).
Vitola estudió economía en la Universidad Central de Venezuela y, durante sus años de estudiante, vinculó su carrera con su vocación por el activismo político. Luego, llegado a Colombia, Vitola se convirtió en defensor de los derechos de los migrantes venezolanos en el departamento de Antioquia.
El premio Napolitan Victory es otorgado por la Academia de Artes Políticas y Ciencias de Washington. Estos reconocimientos son los más importantes en el mundo de la política estadounidense y son llamados como “los Oscar de la política”. El premio está dirigido exclusivamente a comunicadores y asesores políticos de habla hispana.
Vitola: los primeros meses siempre son complicados para un migrante
En una entrevista con Proyecto Migración Venezuela de la Revista Semana, Vitola comenta parte de su experiencia como migrante desde 2017. «Los primeros meses siempre son complicados para un migrante, hay que adaptarse a la cotidianidad, a las costumbres de la gente. Sugiero aguantar la tormenta inicial para luego mejorar su calidad de vida», comentó Vitola a la iniciativa de la Revista Semana.
Vitola también comentó que durante este tiempo no pudo ejercer su carrera en Colombia, pero hace tres semanas le fue entregado la convalidación de su título como economista. «Entiendo que en Colombia solo hay 11 economistas venezolanos con sus títulos convalidados, piden demasiados requisitos. Perdí oportunidades laborales importantes por no tener la convalidación a tiempo», comentó el ahora ganador de un Napolitan Victory Award.
Desde su llegada a Medellín, Toni Vitola se involucró de lleno con la comunidad migrante y organizó actividades para asesorar a sus compatriotas en temas de acceso a servicios de salud y educación, entre otros. Con la ayuda de más venezolanos, Vitola conformó Colvenz, una ONG que busca hacer contacto con organizaciones internacionales e instituciones locales para poder ayudar con la integración de los venezolanos en Colombia.
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La iniciativa arrancó el 24 de agosto y busca llegar a 25 países receptores de migrantes y refugiados en el continente americano. Por ello, la campaña lleva por nombre “Acortemos distancias”, en español, pero también se puede encontrar como “Reduzindo a distancia” en portugués y “One step closer” en inglés.
Un mensaje de empatía con refugiados y migrantes
Según los datos más recientes de la plataforma R4V, hay cerca de 5.2 millones de venezolanos migrantes o refugiados alrededor del mundo. Más del 80% de estas personas se encuentra en países de América Latina y el Caribe, por lo que el mensaje de la campaña busca apelar, principalmente, a las costumbres de los distintos países de la región.
“Frente a las actitudes que incitan a la discriminación y a la violencia, es necesario lanzar un mensaje claro y contundente a favor de la integración”, indicó el Representante Especial Conjunto de Acnur y la OIM para la situación de los refugiados y migrantes de Venezuela, Eduardo Stein.
“Mantener la solidaridad demostrada hasta ahora es vital y esta campaña es un llamado a seguir apostando por la coexistencia constructiva y el respeto por la diversidad”, agregó Stein.
En el video se muestran distintas zonas de América Latina y el Caribe, así como el paso fronterizo entre San Antonio del Táchira (Venezuela) y Cúcuta (Colombia). Además, se hace alusión a palabras como pana, parce, chévere y bacán, entre otras. Estas palabras, aunque diferentes, tienen los mismos significados en países como Venezuela, Colombia y Chile.
La Plataforma R4V se estableció en conformidad con la solicitud del Secretario General de las Naciones Unidas a la Organización Internacional para las Migraciones y a Acnur en abril de 2018. El objetivo de la plataforma es dirigir y coordinar la respuesta a refugiados y migrantes de Venezuela y a sus comunidades de acogida en América Latina y el Caribe. Además, busca complementar las respuestas de los gobiernos de los países receptores.
Este martes el presidente de Colombia emitió el Decreto 1168 que establece que todos los pasos fronterizos terrestres, marítimos y fluviales del país, se mantendrán cerrados hasta el próximo 01 de octubre de 2020.
El Director General de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa Palacios, aclaró mediante comunicado que, de acuerdo con el presente documento, solo podrán entrar y salir del país quienes se encuentren dentro de las excepciones previstas en el Decreto, «es decir, los casos fortuitos y de fuerza mayor, así como el transporte de carga y mercancia y aquellos casos que sean considerados como emergencia humanitaria».
Ante la situación de los connacionales que han manifestado su deseo voluntario de retornar a Venezuela, Espinosa precisó que la salida se seguirá realizando de manera coordinada con las autoridades locales y departamentales.
Esta medida hace parte de las disposiciones emanadas por el Gobierno de Colombia para la regulación del aislamiento selectivo, dentro del marco de la emergencia sanitaria declarada en el territorio nacional como consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Las fronteras de Colombia están cerradas desde el pasado 16 de marzo. El cierre estaba previsto en principio hasta el 30 de mayo de 2020 pero desde el 27 de mayo había sido extendido, a propósito de otra etapa del aislamiento preventivo obligatorio en el país. Con el decreto 1168 se extiende también el Decreto de Estado de Emergencia hasta el 30 de noviembre.
Actualmente, según cifras de Migración Colombia, son más de 40.000 venezolanos los que desean retornar. De la cifra, más de 200 ciudadanos son del grupo de varados que debido a las restricciones del tráfico aéreo perdieron sus boletos por lo que durante más de cinco meses han solicitado a las autoridades de ambas naciones la autorización de un vuelo humanitario que les permita volver a casa.
El próximo 1° de septiembre Colombia culminará la fase de «aislamiento preventivo obligatorio» y entrará en una fase de «aislamiento selectivo», donde no habrá restricciones de circulación en el país y sí mayores libertades sociales. La restricción sólo será pacientes con Covid-19 o con sospecha del virus.
¿Y los vuelos internacionales?
Aún siguen siendo incógnita sobre cuándo se retomarán los vuelos internacionales comerciales cuya reapertura, en principio, estaba prevista para el 1° de septiembre. Sin embargo, en el decreto 1168 no lo estipulan. Lo que sí se dio a conocer es que Cartagena y Barranquilla serían las primeras ciudades en reactivar los vuelos internacionales, según lo dio a conocer este martes en Blu Radio el viceministro del interior, Daniel Palacios. De momento, la alcaldesa de Bogotá Claudia López ha sido muy enfática en cerrar la posibilidad de abrir tempranamente la principal terminal aérea de conexión como es el Aeropuerto Internacional El Dorado.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) de Perúanunció cuáles serán los criterios que tomarán en cuenta para el reinicio de los vuelos internacionales desde y hasta ese país. Carlos Estremadoyro, titular de ese despacho, detalló que solo permitirán viajes de trabajo, salud o estudios, en una primera etapa.
“Posiblemente vayamos a abrir en un periodo corto los vuelos internacionales, pero solo se va a mover ese pequeño porcentaje que tiene que viajar por una extrema necesidad”, indicó.
Estos vuelos no serán comerciales, sino gestionados y organizados a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, que coordinará directamente con las embajadas de Perú en los países destino. «En un momento vamos a migrar a un sistema de vuelos controlados”, agregó.
De momento no hay fecha oficial para el inicio de los vuelos internacionales; sin embargo, las aerolíneas internacionales ya están permitiendo reservaciones para el mes de septiembre.
Varados piden que los dejen regresar
A propósito de este anuncio del MTC, los venezolanos que estaban de paso por el Perú cuando se cerró el espacio aéreo, piden que durante el reinicio de los vuelos internacionales se tome en cuenta a los pasajeros que ya tenían boletos comprados con fecha de regreso. Señalan que después de 5 meses de pandemia ya no tienen cómo mantenerse tan lejos de casa y les urge regresar.
De acuerdo a lo relatado por uno de los voceros del grupo, en el consulado hay más de 130 personas registradas a la espera de ser abordados en un vuelto del plan Vuelta a la Patria.
Paulo Méndez es uno de los ciudadanos que ha realizado todas las gestiones que le han solicitado y es coordinador del grupo de varados. Explicó que luego de 5 meses sin repuesta clara para su regreso, la situación se ha vuelto compleja y algunos ya se encuentran en situación de vulnerabilidad.
«Nosotros llegamos aquí por un tiempo corto para cumplir compromisos familiares y laborales. Ya muchos de nosotros tenemos deudas y algunos carecen de recursos para pagar un vuelo humanitario, que cuesta 460 dólares. Además de la prueba de PCR para el descarte del COVID-19, que tiene valor de 100 dólares».
Solicitó que se hagan las debidas gestiones para que quienes se encuentran varados puedan usar sus tickets o que se les retribuya lo que ya pagaron, de esta manera podrían costear el resto de los días que estarán en ese país.
Méndez debía regresar el 17 de marzo, cuando se decretó el aislamiento social y se cerraron las fronteras aéreas y terrestres. Por su parte, Yenny Hurtado, otra ciudadana venezolana con boleto de retorno, manifestó a Venezuela Migrante que antes de la expansión de la infección ya tenía tres años en Lima. Hurtado había planificado su regreso definitivo para el 18 de marzo. Durante este tiempo gastó los recursos que tenía y rechazó que le quieran cobrar otro boleto, teniendo uno que se podría usar, si las autoridades competentes lo coordinaran.
El último vuelo que partió de Perú a Venezuela lo realizó la aerolínea Estelar. Quienes pudieron abordar la aeronave fueron tres de los sobrevivientes del accidente del arrollamiento masivo en Barrancas, que ya estaban estables de salud.
Tras 120 días, Perú reanudó el transporte terrestre yaéreo doméstico el 15 de julio como parte de la fase 3 de la denominada reactivación económica, que autoriza operaciones en esos sectores.
Protocolo de bioseguridad vigente
De acuerdo a lo establecido por el MTC, todas las personas, tanto trabajadores como viajeros, deben portar la mascarilla y protector facial acrílico. Asimismo, deben llegar una declaración jurada en la que aseguran que no tienen ningún síntoma de coronavirus.
El español es el idioma materno de Javier Rodríguez y Juan Gorrín, pero la música es el lenguaje universal que les ha permitido superar las barreras en Brasil. Ellos son integrantes de la diáspora venezolana, salieron de Venezuela buscando mejores condiciones de vida. La voz, así como su nivel profesional en canto, contribuyó con la inserción laboral de ambos en el país que muchos llaman «el más musical de Suramérica».
Juan Gorrín vive desde hace más de tres años en la ciudad de Campos dos Goytacazes, en el estado de Río de Janeiro. Mientras que Javier Rodríguez tiene un poco más de dos años en la ciudad de San Lorenzo, estado Minas Gerais.
Aunque cada uno vive en una ciudad diferente, coinciden en que enseñan canto profesional, y lo practican, como su trabajo formal.
Adicionalmente, un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU reveló en 2018 que casi el 85% de los venezolanos en Brasil habían sufrido o conocían algún caso de xenofobia o racismo.
A pesar de este panorama, el par de cantantes ha demostrado con sus dotes musicales que la migración venezolana puede contribuir positivamente con la sociedad brasileña, además de derrumbar estereotipos.
Un proyecto para el rescate de las favelas
Un amigo de Javier Rodríguez lo llamó en 2018 para invitarlo a participar en un proyecto social musical en la ciudad de San Lorenzo, en el estado Minas Gerais. Javier aceptó y preparó el terreno para migrar hasta Brasil.
La experiencia como profesor de la cátedra de canto lírico dentro de El Sistema de Orquesta Venezolano fungió como carta de presentación para que Javier pudiera llegar a San Lorenzo con una oferta de trabajo.
Él es oriundo de Altagracia de Orituco, del estado Guárico. Allí estudió música durante 5 años en el núcleo Rafael Magdaleno Infante Bandres, que pertenecía a El Sistema, fundado por el maestro José Antonio Abreu.
Cuando llegó encaminaron todo para que ese proyecto social musical avanzara, pero por problemas administrativos no pudieron continuar.
No obstante, Javier ya había construido su nombre en esa ciudad de Brasil. Aunque no pudo desarrollar esa iniciativa, se insertó en algunos colegios como profesor de canto.
Un año después presentó otro proyecto ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para el rescate de los niños y jóvenes en situación de pobreza en la ciudad de San Lorenzo del estado Minas Gerais.
“Comencé a trabajar en una escuela particular de música. Escuelas con programas sociales. Actualmente estoy en esa escuela como profesor de canto y de otros instrumentos como el Fagot, teoría de canto. Luego fui contratado por la Unesco para hacer proyectos sociales. Íbamos a iniciar un proyecto este año, pero por causa de la pandemia no se puede. Si todo sale bien en octubre pudiéramos comenzar”, comparte Rodríguez.
Su iniciativa busca replicar todo lo que aprendió en El Sistema de Orquesta Venezolano. La prueba piloto del proyecto social se realizará con 147 niños entre los 5 y 11 años que viven en la favela de La Estación, uno de los barrios más pobres de San Lorenzo.
El guariqueño destaca que en ninguna de las otras ciudades del estado Minas Gerais existe algún programa de rescate social a través de la música. Javier confía en que su proyecto pueda replicarse en otras localidades de Brasil.
“Ya tenemos el espacio para trabajar. Vamos a empezar a trabajar en un convento. Los estudiantes son de escasos recursos, en situación de pobreza. Comenzaremos a enseñar canto coral y teoría musical. La idea es rescatar a esos niños y jóvenes.”, explica.
También compartió al equipo de Venezuela Migrante que, cuando presentó el proyecto al organismo internacional, la Unesco le ofreció un puesto mejor remunerado en Portugal debido a que su carta de presentación provenía de El Sistema de Orquesta Venezolano.
Pero él apartó su individualidad y escogió seguir con una oportunidad que beneficiara a otras personas.
“95% de las escuelas son pagas, y son muy caras, las mensualidades son muy caras. El proyecto con la Unesco va a tener un impacto social muy grande. Comenzar un proyecto de ese nivel y ver que se pueda aportar algo a los niños es algo muy motivador. También contamos con el apoyo de varios músicos venezolanos que están en otros países”, asegura.
El proyecto social de Javier busca preparar a los alumnos para que ellos mismos se conviertan en agentes de cambio y replicadores de los conocimientos musicales que adquieran.
El objetivo es que con el tiempo se expanda el modelo para multiplicar cada uno de los alumnos y alcanzar a más niños y jóvenes que estén expuestos a situaciones vulnerables como la delincuencia y las drogas en las favelas.
Asimismo, el profesor de música reconoce que hay casos de discriminación hacia la comunidad de migrantes venezolanos en Brasil. No obstante, aclara que estos estereotipos desaparecen cuando los venezolanos demuestran sus habilidades y esfuerzo en lo profesional.
“Las personas antes de conocerte están predispuestos. Aquí tu tienes que mostrar a las personas que eres diferente. Tienes que mostrar con hechos lo que tu haces, no basta con decir que eres músico venzolano. Tienes que mostrarles tu mejor cara. Después que te conocen y ven tu nivel, ya ahí cambian la perspectiva que tienen hacia los músicos venezolanos (…) No se la ponen fácil a los venezolanos. Tienes que ser responsable, profesional en lo que haces”, asevera.
Javier agradece todo lo que aprendió en El Sistema de Orquesta Venezolano. Él considera que sus conocimientos, su voz y su pedagogía son las herramientas que le brindó El Sistema para que actualmente pueda tratar de hacer un cambio social en otro país.
El merideño que canta en Río de Janeiro
Juan Gorrín no pudo contener las lágrimas mientras interpretaba Tocando Em Frente, del cantautor brasileño Almir Sater. En diciembre de 2019 ofreció un pequeño recital a un grupo de 70 personas en la ciudad de Campos dos Goytacazes, del estado de Río de Janeiro.
El evento navideño en el que participaba Gorrín se llamó Minha playlist (Mi playlist). Juan quería cantarle a su público brasileño las piezas musicales que representaban algo importante para él.
La letra de Tocando Em Frente resumía parte de sus emociones como migrante venezolano.
“Esa canción que te digo, Tocando en frente fue con la que comencé la presentación. Entré caminando entre el público mientras cantaba y fue imposible contener la emoción. Terminé sentado frente a el público cantando y llorando y ellos cantando y llorando junto a mi. Fue realmente emocionante.”, confiesa
Juan nació en El Vigía, en el estado Mérida. Incursionó en el mundo musical gracias a su padre, quien lo inspiraba cuando lo escuchaba cantar. A los 14 años dirigió un coro en su ciudad natal. Luego, su vida adulta se desarrolló en Caracas, donde fungió como cantante y director de coral.
Él también dirigió el Coro Simón Bolívar y trabajó dentro de El Sistema de Orquestas y Coros. También fue el fundador del coro de Niños de la Universidad Católica Andrés Bello.
A pesar que tenía una carrera profesional en Caracas, migró de Venezuela buscando mejorar sus condiciones de vida.
Su experiencia musical le labró el camino para establecerse en Río de Janeiro.
“Uno de los factores que me permitió adaptarme e integrarme rápidamente, por no decir automáticamente, en mi proceso de migración fue exactamente el trabajo que ya realizaba y mi experiencia profesional. Tengo la fortuna de haberme podido dedicar a la música desde el primer día que llegué y de continuar ejerciendo lo que me apasiona. Obviamente he tenido que adaptarme a muchas situaciones y de reinventarme en otras, pero sin duda mi experiencia profesional ha hecho el proceso mucho más fácil.”, comparte.
Juan Gorrín se estableció en Campos dos Goytacazes porque ya conocía la ciudad. Antes de migrar había tenido algunos acercamientos como cantante y profesor. “A partir de allí recibí la invitación para desarrollar un trabajo más estable”, menciona.
Actualmente forma parte de algunos proyectos sociales como profesor y director de canto. Aunque intenta mantener viva la actividad musical como práctica colectiva, afirma que se ha dedicado mucho más a la formación en una escuela de canto.
Además de su experiencia profesional, la naturaleza musical de los brasileños le ha permitido a Juan conectar rápido con los integrantes de esa nación. Para él, la música “forma parte de la cotidianidad” de los brasileños, por lo que disfrutan de cantar o tocar algún instrumento.
“Podría decir que ha sido muy satisfactorio poder, en algunos momentos específicos, traer un poco de la cultura musical venezolana y que haya sido bien recibida. Y definitivamente el poder, a través de la música, encontrar siempre puertas y brazos abiertos y conocer personas maravillosas.”, afirma.
Javier Rodríguez también coincide con Juan en la naturaleza musical de los brasileños. Explica que en ese país existen muchos festivales, competiciones, presentaciones y oportunidades que giran en torno a música.
Por lo que Brasil se ha posicionado como un país de numerosas oportunidades para los músicos venezolanos. Y también la música se ha convertido en la herramienta por excelencia para desmontar los estereotipos que tienen sobre los migrantes venezolanos.
“Con la música aplico lo que me enseñaron: dejar siempre una marca positiva”, reflexiona Javier Rodriguez.
Narrativa multimedia, transmedia y cultivar audiencias. La noche del viernes 21 de agosto trajo consigo la cuarta tertulia del curso virtual de cobertura periodística enfocada en las migraciones desde Venezuela hacia cinco países de la región. La invitada para este encuentro fue Natalia León Salazar, periodista con especialidad en redes sociales y diseño gráfico.
La conversación estuvo moderada por la periodista Esther Vargas. Durante la tertulia, los participantes pudieron escuchar las experiencias y recomendaciones de León y de Vargas, quienes hablaron sobre la importancia de las narrativas transmedia y multimedia, especialmente en estos tiempos donde la información se hace más urgente.
Las dos periodistas también hablaron sobre la importancia de las audiencias y dieron luces sobre cómo hacer llegar más lejos los trabajos periodísticos, así como la importancia de periodistas encargados de analizar el comportamiento de las redes sociales de un medio de comunicación.
Multimedia y transmedia: la narración sigue siendo importante
Esther Vargas inició la tertulia hablando sobre lo multimedia y lo transmedia. “La narrativa multimedia es fácil de definir: tiene que ver con la cantidad de medios que yo utilizo para contar una historia”, afirmó Vargas en la conversación. La periodista también destacó que no es necesario usar todos los elementos multimedia en una historia, sino los que sean necesarios. Mientras tanto, la narrativa transmedia se encarga de romper el molde y puede utilizar otros elementos que no son tradicionalmente relacionados con el periodismo.
Vargas también resaltó la importancia de dedicarse a contar historias, especialmente en la actualidad, cuando la información se vuelve más urgente. “Twitter nos habla de inmediatez, pero la narración sigue siendo importante. Contar historias sigue siendo interesante”, explicó Esther Vargas.
Mientras tanto, Natalia León Salazar expresó la necesidad de “ir un poco más allá y encontrar la manera de informar sin tener el formato tradicional”. La periodista recordó que hay historias duras y serias que se pueden contar con herramientas no tradicionales en el periodismo para generar un contenido atractivo.
Natalia León Salazar sugirió el uso de infografías que puedan contener información relevante, así como emplear videos para contar las historias. “Tenemos que intentar llamar la atención de estas personas que todo el día están conectadas”, recordó la periodista. Ante esto, ambas periodistas estuvieron de acuerdo en mencionar a Pictoline como uno de los ejemplos positivos de contar historias a través de recursos gráficos como la ilustración.
El valor de las redes sociales
Tanto Esther Vargas como Natalia León Salazar estuvieron de acuerdo en la importancia que tienen los Community Manager (CM) en el periodismo actual. “El CM es como el embajador de tu marca”, dijo Vargas, quien agregó que las personas encargadas de las redes sociales “manejan muchas herramientas para conectar con las audiencias”.
Vargas también expresó que los periodistas y los CM deben trabajar de la mano para poder “vender mejor su historia”. La periodista explicó que las habilidades del CM son vitales para que las historias lleguen más lejos y a más personas.
Por su parte, Natalia León Salazar consideró lamentable que muchos medios de comunicación sobrecargan de trabajo a las personas que tienen a su cargo el trabajo de las redes sociales. León también recomendó el uso de redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, mientras que Esther Vargas agregó TikTok a esta lista.
Natalia León Salazar también recordó la importancia de conocer a las audiencias. Saber cuándo las personas que leen un medio se conectan y ser capaces de publicar contenido interesante para estos usuarios. Además, sugirió “no abusar” de las etiquetas en redes sociales como Facebook, pues los usuarios de esta red atienden más el contenido audiovisual. No obstante, las etiquetas sí son recomendadas para Twitter e Instagram.
La tertulia de este viernes 21 de agosto es la cuarta del curso virtual de cobertura periodística enfocada en las migraciones desde Venezuela hacia cinco países de la región, una iniciativa del proyecto Puentes de Comunicación, alianza entre la DW Akademie y Efecto Cocuyo.